UN REPASO A LA PRODUCCIÓN BRITÁNICA DE 1990
Después de décadas de relativo ostracismo y bajo prestigio, los últimos ochenta vieron a los creadores de comic británicos obtener un aclamo sin precedentes y un estatus reconocido en todo el mundo, culminado con el honor de ser el país invitado en el Salón Internacional del Comic de Angouléme en Francia, en enero de 1990. Esto ha llegado como un agradecimiento por las sofisticadas creaciones de los artistas británicos, ampliamente publicadas en USA, como Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, V de Vendetta, de Alan Moore y David Lloyd y Arkham Asylum, de Grant Morrison y Dave McKean. En los noventa, mientras sus obras americanas sigan ganándose la atención, los nacientes proyectos que estos creadores británicos preparan para su propio público, están también llamados a impactar en el mundo entero.
Los comics británicos alcanzaron su primer siglo de vida el 17 de mayo de 1990. Ese mismo día, cien años antes, salía a la venta el primer comic semanal británico, prometiendo en sus ocho páginas «cien carcajadas por medio penique». Desde su inestable comienzo, basado principalmente en reediciones, generalmente sin permiso, Comic Cuts alcanzó la popularidad, censando a dos millones y medio de lectores en 1942, y manteniéndose durante más de tres mil números. Su éxito consolidó la carrera editorial de Alfred Harmsworth, editor de 24 años, quien más tarde fundaría los diarios Daily Mail y Daily Mirror, y una inmensa cantidad de comics a través de su compañía Amalgamated Press. Fleetway Publications es hoy parte del imperio de Robert Maxwell; pero es, sin duda, descendiente indirecta de Comic Cuts tras un largo historial de fusiones y adquisiciones. Para celebrar este centenario, anunció una inversión de un millón de libras en la promoción de sus títulos. Semanarios con larga trayectoria como Eagle, que cumple cuarenta este año, y Buster, de treinta años de edad, fueron relanzados con el a todo color y con un papel de mayor calidad, mientras que apareció una nueva línea de revistas mensuales de 48 páginas a mayor precio, con la ambiciosa Revolver en cabeza. Muchas esperanzas fueron fijadas en torno a esta antología para lectores maduros. La radical mixtura incluía Purple Daze, una biografía de Jimi Hendrix, Rogan Gosh, una mezcolanza psicodélica entre alegre y mística, y Dare, una sátira revisionista del piloto espacial de las páginas de Eagle. Quizás la mezcla era muy radical. Tal vez estas historias, creadas con la longitud de novela gráfica, no soportaban ser serializadas en entregas mensuales de ocho páginas. Lo cierto es que el bajo índice de ventas, apoyado por la exigua distribución de la revista en quioscos, forzó la cancelación de Revolver tan sólo siete números después de su inicio. No hay posible comparación con Comic Cuts, 62 años de carrera, y difícilmente será mejor el comienzo de la historieta inglesa en su segundo siglo.
En lo que respecta a sus semanarios juveniles, Fleetway ha invertido grandes sumas en sus clásicas historietas de producción propia; aunque a pesar de añadir color y convertir a Dan Dare en un supermacho vegetariano en las páginas de Eagle -dibujado por Keith Watson y John Burns- el interés de los chicos no ha sido notable, al menos en lo que se lleva publicado. Los jóvenes prefirieron en el 90 agotar Las Tortugas Ninja, el mayor éxito de Fleetway -importado de USA- No es de extrañar, pues, que Fleetway haya adquirido los derechos de los comics Disney en 1991; siempre es más barato reeditar-como comprobó el viejo Alfred Harmsworth en sus comienzos-.
2000 AD, el abanderado de los semanarios de Fleetway, continuó su estable rumbo cosechando éxitos con Rogue Trooper, un Platoon en clave futurista, escrito por el original Dave Gibbons y dibujado por Will Simpson, y Slaine: The Horned God, fantasía bárbara con cierto feminismo subliminal, de Pat Mills y Simón Bisley, recopilada en el primero de tres volúmenes, este álbum de Slaine resultó ser un hallazgo cualitativo en la inauguración de una nueva línea de novelas gráficas de Fleetway. El pasado año la complementaría Troubled Souls, recopilación del docudrama publicado en Crisis, de Garth Ennis y John McCrea, reflejando sus propias experiencias en los numerosos disturbios de Belfast, Irlanda del Norte. Todos los periódicos y revistas se han hecho eco del rumor de la viabilidad del mercado de álbumes, especialmente ahora que una gran editorial como Penguin Books ha irrumpido en este mercado, inaugurado en su día por Titan Books. Animados por el éxito de Penguin con la edición inglesa del Maus de Art Spiegelman, han publicado su antología del Raw a ambos lados del Atlántico, en esta ocasión en un más grueso aunque más manejable formato que el de Maus. El resto de producción de Penguin oscila desde valores seguros en ventas, como las originales Tortugas Ninja, el gran éxito de las pasadas navidades y Tank Girl, de Jamie Hewlett y Alan Martin, una frenética farsa protagonizada por una heroína Acid House, su tanque y su novio, un canguro, hasta libros más innovadores como Mauretania, un escueto y convicente volumen de misterio. Penguin también ha patrocinado unos nuevos premios, los UK Comic Art Awards, votados, no por los aficionados, sino por los miembros de la industria, y presentados en la primera Comic Art Convention, celebrada en Glasgow, Escocia, convenientemente nombrada capital europea de la cultura en 1990.
El resto de la producción en novelas gráficas incluye: The Complete Alec, la espiritual invocación sobre el amor y las resacas de Eddie Campbell, editada por Acme Press; Seven Ages of Women, prueba del talento que un artista británico puede desplegar dándole una oportunidad; y el serial autoeditado de Alan Moore Big Numbers, un estudio fractal de la vida en (North) Hampton, la localidad donde vive. Todas estas y más fueron exhibidas en Strip Search, la mayor exposición de historieta realizada en Inglaterra, mostrada inicialmente en la Swiss Cottage Library de Londres en 1990, e itinerante a partir del 91.
Marvel UK se introdujo distribuyendo en Gran Bretaña sus novelas gráficas producidas a lo americano, aunque también lo intentó con su propia antología de historietas adulta, Strip, presentando en sus primeros números reimpresiones americanas e importaciones europeas, como Storm o Thorgal, combinadas con las nuevas y atrevidas historias británicas, como la barroca Gengis Grimtoad, de Wagner, Grant y Gibson. Pero la receta no cuajó y una, digamos, recaída hacia la tradicional historieta de ciencia ficción violenta ha sido lo que ha sostenido a la revista durante una veintena de números. Como era de esperar, The Knights of Pendragon, enredando al Capitán Britania en una trama de misterio y horror ecológico e impresa en papel ecológico, ha tenido mucho más éxito. En el frente de las revistas, Deadline, recurrió de nuevo a la modernísima Tank Girl, cambiando editores y añadiendo color, aunque siguen luchando por obtener algo más que una serie de culto. Sólo dos números de la cara antología A1 salieron en el 90, con ocasionales auto-satisfacciones provocadas por algunas piezas excelentes, especialmente la poética Actress and the Bishop de Brian Bolland. Tristemente, el bestseller fugitivo continuó, siendo Viz, que había pasado rápidamente de ser un fanzine de Newcasttle a un superventas nacional. Por alguna razón, su despiadada dieta de desvergonzado humor parece ser el plato favorito de los británicos, lo que ha hecho que una verdadera legión de imitadores saturaran los quioscos ingleses. El editor de Viz, John Brown, trajo la revista de información sobre comics Speakeasy, con un nuevo estilo, pero fue coartada por el Comics International, un periódico sacado por Dez Skinn tras Warrior en los ochenta. Pero John Brown se prepara para 1991 con un buen contingente de títulos.
Los otros ejecutantes sorprendentes de 1990 han sido Neptune Distributions, con dos maniobras editoriales, Trident Comics y Apocalypse Ltd. Más experimental y modesta, Trident agotó el volumen St. Within's Day de Grant Morrison y Paul Grist, especialmente cuando su historia de un chico inadaptado cuyo máximo anhelo consistía en asesinar a Margaret Thatcher desató las iras de los Tory y consiguió titulares en The Sun. La otra controvertida serie de Trident, Saviour, concibe al anticristo como un superhéroes. Apocalypse, entretanto, ha reunido a varios de los creadores clave de 2000 AD -Pat Mills, John Wagner, Alan Grant, Kevin O'Neill y Mike McMahon- para confeccionar un nuevo y decididamente indecente semanal, Toxic! cuya salida está prevista en marzo de 1991. En un especial de avance de la revista, se presentó Marshall Law, de Mills y O'Neill, originalmente publicada en USA por Epic. Podría ser el primero de unos grandes cambios, destinados a que los autores británicos vuelvan a trabajar, tras haber triunfado en USA, para el recuperado mercado británico. Una razón por la que este retorno se está ya produciendo es que los contratos británicos están comenzando a ser competitivos con los de Epic/Marvel y D.C., a veces incluso superiores, lo que se consigue solamente incrementando el precio por página, royalties y derechos de sus creaciones. Durante décadas los editores no han respetado los derechos de los artistas, a menudo almacenando descuidadamente los originales, muchas veces incluso destruyéndolos, insistiendo en el anonimato de los artistas. Ahora esto ha cambiado, el mercado local es mucho más atractivo, con importantes editoriales de libros como Víctor Gollancz y MacDonald Futura desarrollando proyectos de historieta para este año. Pero el concepto de comic adulto todavía no está aceptado en Gran Bretaña, continuas operaciones policiales en las librerías de comic y la decisión de distribuidores de no importar algunos comics adultos de los Estados Unidos. Cuando uno observa que el que el docudrama gráfico Brought to Light contenga esquemas del proceso de fabricación de un cóctel Molotov puede suponer que todas las copias del libro sean retiradas por la poderosa cadena de librerías de W.H. Smiths, la batalla está lejos de ser ganada. Así, ¿Qué nos deparara este año?. A los historiadores y publicistas podría no gustarle, pero la historia de los comics, como la historia real, nunca se desarrolla en una necesariamente ordenada dirección. Sería mucho más fácil si así fuera, si progresara de acuerdo a un claro desarrollo lineal. Pero sabemos que un paso decisorio hacia adelante puede estar seguido de un retroceso importante. Un título desaparece, otro comienza. Un creador decepciona, y surge un novato prometedor. 1990 ha visto su parte de atrevimientos y decepciones, pero al menos comparada con el desgraciado estado del cine británico este año (o la industria de la música) la historieta británica nunca han estado en una situación tan favorable y a la vez impredecible. Definitivamente To Be Continued...
■ PaulGravett
Paul Gravett es el autor del New Penquin Book of Comics, de próxima aparición, y el comisario de God Save The Comics!, una exposición que se mostrará en el Salón Internacional del Comic de Barcelona en 1991.
Krazy Comics Nº20. Mayo 1991. Editorial Complot. Barcelona
No hay comentarios:
Publicar un comentario