miércoles, 4 de mayo de 2016

GROO EL ERRANTE , GROO EL DRAGÓN por Sergio Aragonés y Mark Evanier



 PROLOGROO
A estas alturas se ha escrito de todo (y, además, casi siempre bueno) sobre Groo y sus autores. De acuerdo, Sergio Aragonés es un gran narrador, Mark Evanier escribe unos diálogos geniales y las más de 3.400 páginas que ha protagonizado el Urtain de los bárbaros a lo largo de sus catorce años de existencia constituyen una de las obras más sólidas y de mayor calidad que jamás ha dado el comic USA. Pero, ¿Y Rufferto? ¿Por qué no se han escrito decenas de sesudos ensayos sobre el inconmensurable Rufferto?

Sí, uno de los mayores hallazgos de Aragonés es ese can barrigón y un tanto lelo que se siente orgulloso de hasta el más injustificable de los desmanes de Groo. Para él no existe el patán lerdo pero bienintencionado que hunde barcos y devasta pueblos enteros por error. No, Rufferto piensa que su amo es un héroe legendario, un guerrero de proporciones épicas, un tipo inteligente, vaya. Fiel hasta la extenuación, es capaz de plantarle cara a las tropas de la infame Groella y hasta de morder la cola de un dragón para hacer feliz a Groo, pero... ¿compartirlo? ¡Jamás! ¡Hasta ahí podíamos llegar!

Ah, los celos... la peor pesadilla de Rufferto es que algún día el espadachín narizón se case con Chakaal y cuelgue sus espadas para convertirse en un feliz padre de familia. (Vaya, a ver si este saco de huesos va a saber más de la vida de lo que parece...). Recapitulemos.

Es feo, celoso, torpe, malicioso... y, desde luego, aunque es un poco más listo que el pobre Rantanplán no se puede decir que sea tan mono como Ideafix. Por no compararlo con Milu, claro.

Pero, a pesar de no ser precisamente un dechado de virtudes, Rufferto tiene una cosa clara: lo único que realmente importa es Groo. Lo suyo no es fidelidad sino devoción. Y, cuando se lo propone, es capaz de ser simpático. Hasta tierno, me atrevería a decir.

Mmmm... yo quiero un perro ladre a mi novia.

En serio.

Además, sin él, las aventuras de Groo tendrían muchísima menos gracia (y, si nos creemos lo que dice  Evanier,  el único chiste de Groo se quedaría   en   medio chiste).

¡Arf!

David Muñoz

GROO EL ERRANTE, GROO EL DRAGÓN un libro de la editorial Planeta-DeAgostini, Barcelona, mayo 1996. Comprende el material de Groo the Wanderer nºs 63 al 68 (II/90 al VIII/90).



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