jueves, 3 de diciembre de 2015

Fin de fiesta

La muerte de la novia de Spiderman a manos del Duende Verde supuso un gran impacto y el final de la pérdida de la inocencia en el mundo Marvel.

JAVIER FERNÁNDEZ 




EL ASOMBROSO SPIDERMAN, 6: ¡LA MUERTE DE GWEN STACY! VV.AA. Panini. 624 páginas. 39,95 euros.

El sexto tomo de la recuperación del material clásico de Spiderman por parte de Panini contiene algunos de los mejores episodios de la historia del personaje. El libro comienza con el mítico número 100 de Amazing Spider-Man (1971), en el que nuestro sufrido héroe se transforma en lo más parecido a una araña humana cuando le crecen cuatro brazos extra. El momentazo fue obra de Stan Lee y Gil Kane, aunque la resolución de la trama contó con guiones de Roy Thomas, heredero natural de la antorcha de Lee. Thomas se inventó al vampiro Morbius y se llevó a Peter Parker y a Gwen a la Tierra Salvaje, donde les esperaban Ka-Zar y Kraven el Cazador, y es que el universo Marvel es un pañuelo. Lee retornó a la serie a tiempo de firmar con John Romita un puñado de hermosísimos episodios, con homenajes a Milton Caniff incluidos. Pero el regreso de Lee fue breve, y el co-creador del Hombre Araña se marchó definitivamente con el número 110, en julio de 1972.

A continuación, los guiones pasaron a manos de un jovencísimo Gerry Conway, quien (salvo por un par de números de relleno, que recuperaban un viejo cómic de Lee y Romita) no se movería de la serie hasta bien entrado 1975. Conway tuvo el privilegio de contar primeramente con Romita, y éste lo instruyó en el arte de la narración gráfica. El Gibón, el Doctor Octopus y Cabeza de Martillo lucieron palmito mientras el nuevo escritor ganaba confianza y comenzaba a pergeñar una idea revolucionaria: matar a la novia del superhéroe. Es difícil transmitir hoy el impacto que supuso en su día la muerte de Gwen Stacy a manos del Duende Verde, aunque tal vez ahí resida precisamente su mayor mérito. El hecho de que la tragedia se haya convertido en un lugar común en el género de superhéroes es un signo de la enorme influencia de esta obra maestra de Conway, Kane y Romita. Los números 121 y 122 de Amazing Spider-Man (1973) son el final de la inocencia y el comienzo de una etapa moderna que se prolonga hasta el siglo XXI. En palabras del propio Conway: "Sin la muerte de Gwen Stacy, ¿habría existido un Tony Stark alcohólico? Sin la caída mortal de Gwen, ¿Daredevil habría conocido a Elektra? ¿Lobezno se habría vuelto tan oscuro? ¿Hulk se habría vuelto gris? ¿Thor se habría dejado barba? ¿El Capitán América habría recibido un balazo a manos de Ed Brubaker?". Ya ven que Conway está citando algunas de las etapas más renombradas de la Marvel de las siguientes décadas, y se declara germen de todas ellas. No seré yo quien lo discuta. Dentro del microcosmos de Spiderman, el dramático acontecimiento sirvió además para que Mary Jane Watson ganara protagonismo y acabara, a la postre, convertida en el personaje femenino más importante de la serie, con permiso de tía May.


¡La muerte de Gwen Stacy! reúne en un solo volumen los números 100 a 123 de Amazing Spider-Man (1971-1973), más numerosos extras como el número 24 de What if? (1980), en el que Tony Isabella y el propio Gil Kane ofrecen una (trasnochada) versión de lo que habría pasado si Gwen no hubiese muerto.


Malaga Hoy

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