lunes, 3 de agosto de 2015

Engranajes celestiales

JAVIER FERNÁNDEZ




BRASS SUN: LA RUEDA DE LOS MUNDOS. Ian Edginton I. N. J. Culbard. ECC. 208 páginas. 20,50 euros.

La oferta de ECC fuera del género de superhéroes se amplía mes a mes. Y lo hace con títulos tan notables como Brass Sun: La rueda de los mundos, una estimulante novela gráfica del subgénero de la ciencia ficción steampunk conocido como clockpunk, en el que la tecnología dominante no está inspirada en los tópicos de la era victoriana, sino en diseños más antiguos. Dice el escritor Ian Edginton que la idea de Brass Sun le surgió de manera inesperada: "En principio iba a ser una historia radicalmente distinta (…). Mientras esbozaba el proyecto para otra serie, me hizo falta consultar un planetario: una maqueta mecánica del sistema solar, que ilustra la posición y el movimiento de los planetas". A la vista de dicha maqueta, se le ocurrió de pronto la pregunta que sirve de base al libro: "¿Y si de verdad existiera un sistema solar mecánico?". La respuesta son los espectaculares engranajes cósmicos que dominan las primeras escenas de Brass Sun.

En este imaginativo sistema solar, de mundos unidos por palancas y poleas, girando por la acción de ruedas dentadas, el astro central se está apagando, y a la joven protagonista se le revela de pronto la forma de volver a activarlo. Claro está que la empresa no será fácil, máxime cuando los poderes fácticos y el fanatismo religioso se cruzan por medio. Los estupendos dibujos son cosa de Ian Culbard, que ya había colaborado con Edginton en la adaptación al cómic de las novelas de Sherlock Holmes. De Culbard quiero destacar la limpieza de las formas y la sencillez de la línea, a las que suma algunas composiciones espectaculares y un color muy llamativo. El resultado, serializado originalmente en la revista británica 2000 AD, es lo más cercano a estar leyendo una película de animación. En palabras de Edginton, que creo resumen el acierto creativo de Brass Sun: "A veces, preparar un proyecto así puede ser arduo y doloroso, como ir a que te saquen una muela. Pero, muy de vez en cuando, cuando te sonríe el destino, todo encaja y funciona -en efecto- como un reloj".

Malaga Hoy

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