"¡Cinco billones de quintuplatillones
de multiplatillones de imposibilillones
de fantásticatrillones de dólares
es algo de lo que merece la pena ocuparse!'
(Tío Gilito contra
los Cracsbadabums) 1956.
Los lectores de las clásicas aventuras de Donald y de su tío Gilito por Karl Barks nunca olvidarán la monumental caja fuerte de Gilito, un enorme edificio cúbico repleto de dinero. Nunca se especificó la suma exacta que contiene (véase más arriba para una estimación en dólares que quizá sea algo exagerada), pero el volumen ocupado por ese dinero fue mencionado en más de una ocasión: tres acres cúbicos (1).
Son ustedes muy libres de creerlo o no, pero este solo dato puede bastar para hacer una extrapolación. Hace tiempo, un día en el que no tenía nada que hacer, y con pilas nuevas en mi calculadora, tras haber hecho malabares con algunas cifras (aparte de haber emitido algunas suposiciones salvajemente hipotéticas), me encontré con una suma digna del Luna Park que puede dar una idea general de cuánta calderilla tenía este viejo pato. Soy el primero en admitir que mis conclusiones son discutibles. Les invito a verificar mis cálculos y a rebatir mis hipótesis. No obstante, recuerden que la primera regla de un ejercicio de esta índole es no tomárselo demasiado en serio.
Un acre es una medida de superficie (43.560 pies, es decir 13.277 metros cuadrados) y el término "acre cúbico" es absurdo, ha sido inventado por Barks para darle comicidad a la cosa. Aun así, podría determinarse el volumen de un acre cúbico. La raíz cuadrada de 43.560 es aproximadamente 209 (208,71033 para ser exactos). La superficie de un cuadrado que mide 208,71033 pies de lado equivaldría por tanto a un acre cúbico, es decir 9.091.422,4 pies cúbicos, o sea, un cubo que mide algo más de 301 pies (o algo menos de 92 metros) de lado. Estas ligeras imprecisiones se deben al cerebro más bien limitado de mi calculadora, que redondea las cifras en cuanto las ve algo difíciles. (En un principio tuve tentación de redondear aún más, pero subir tan sólo treinta centímetros y algunos milímetros para conseguir la cifra clara y neta de 300 pies, equivale a una diferencia de unos 2.000 millones de dólares más tarde). Esto en lo que concierne estrictamente al volumen del dinero. Para guardarlo, el edificio debería ser más grande aún si tenemos en cuenta el grosor de las paredes y un espacio libre de dos o tres metros de altura entre la cima del dinero y el techo. Un inmueble de esas dimensiones (2) es muy grande —mucho más de lo que haya podido dibujarlo Barks nunca— pero no imposible. El edificio de ensamblaje de los vehículos en el centro espacial de Cabo Kennedy ocupa un volumen de 129 millones de pies cúbicos, es decir 39.319.206 m3, unas cinco veces más grande que el de la caja fuerte de Tío Gilito.
La cantidad y los diferentes tipos de dinero que llenan la caja son difíciles de definir con precisión. A juzgar por las ilustraciones de Barks, sin embargo, se puede ver que la inmensa fortuna de Gilito está formada básicamente por monedas, con sólo algunos fajos de billetes aquí y allá. Para simplificar las cosas, supongamos que la caja fuerte está uniformemente llena de quarters, de monedas de veinticinco centavos. Por supuesto que habrá otras monedas, cents y nickels, medios dólares e incluso monedas de un dólar, así como billetes, pero se puede postular arbitrariamente que el termino medio viene a ser el quarter. Además, las monedas de veinticinco centavos se pueden alinear fácilmente y tienen dimensiones apropiadas para nuestros cálculos.
Un quarter mide alrededor de una pulgada (2,54 cm.) de diámetro y unos 1 5 mm. de espesor. Una pulgada cúbica contiene 16 quarters, o sea 4 dólares. Un pie cúbico contiene 1.728 pulgadas cúbicas y equivale a 0,028317 m3 o 27.648 monedas de veinticinco centavos, es decir 6.912 dólares. Dado que tenemos un volumen de 27.274.267,2 pies cúbicos o 772.325,41 m3, el resultado es pasmoso: 754.078.939.545,6 quarters, o 188.519.734.886,40 dólares. (Ya sé que parece difícil que salgan 40 centavos si sólo tenemos monedas de veinticinco, pero las cuentas con pies cúbicos no salen justas. Digamos que Tío Gilito tiene una moneda de 10 centavos como amuleto y completaremos ese medio dólar).
¡Uf! Más de 188.000 millones de dólares, eso sí que es un montón de pasta. Sin embargo, interviene un nuevo factor en nuestros cálculos. Barks escribió y dibujó las historias de Tío Güito antes de 1965, lo que significa que la mayoría de las monedas que ocupan su "casa de caudales" son de plata. Como el valor de la plata se hizo superior al que venía marcado en las monedas, el Gobierno norteamericano dejó de fabricarlas en 1965 y sustituyó la plata por una aleación de cobre y níquel. Actualmente los numismáticos a los que me he dirigido pagan tres dólares por un quarter de antes de 1.965, es decir doce veces su valor nominal. (Supongo que esta cifra es más bien baja y que ha podido aumentar.) En teoría, pues, si la fortuna de Gilito estuviese formada por monedas de veinticinco centavos de plata, esa masa de metal valdría 2.262.236.818.636,80 dólares.
¿Posee Gilito entonces más de dos billones de dólares? Sólo en teoría. La plata es cara precisamente a causa de su escasez. Si Gilito vendiese sus monedas inundaría el mercado antes incluso de que sus ahorros empezasen a resentirse, y el precio de estas monedas volvería a su valor nominal en el mejor de los casos.
Mientras tanto, Gilito tiene algunos problemas para almacenar su fortuna. Una moneda de 25 centavos pesa unos 5,67 gramos. Mis cifras indican que la masa total del dinero pesa 4.712.933,35 toneladas, y que esa masa descansa sobre cerca de 90.601 pies cuadrados de superficie en el suelo, o sea 8.416,83 m2. Eso supone unas 56 toneladas por metro cuadrado. Como comparación, piensen que las casas son construidas previendo cargas de 20 kilos por pulgada cuadrada de suelo. Las fábricas y otros recintos en los que se reúne gente, de 50, los talleres de industria de 25 a 100, y las fundiciones y los almacenes de 100 a 150. ¿Soportará 360 la caja fuerte de Tío Gilito?
Por otra parte, ¿qué ocurre con las monedas que estén en el fondo del montón? Un quarter puede soportar una breve aplicación de gran presión sin deformarse o resultar dañado, pero ¿soportaría 360 kilos año tras año? No sería difícil que las monedas de la capa inferior dejasen de ser reconocibles al cabo de varios años.
Lo que agrava aún más la situación es que el dinero no es colocado impecablemente (es evidente lo difícil que sería mantener columnas de más de 80 m2 de monedas de veinticinco centavos). En las historias se describe claramente cómo esa enorme masa es echada con pala o volcada en el edificio. Las monedas pueden ser concebidas como las moléculas individuales de un líquido muy denso que adopta la forma de lo que lo contiene. Si los Golfos Apandadores disparasen un rayo desintegrador sobre la caja fuerte e hiciesen desaparecer instantáneamente el edificio, la forma cúbica del dinero del interior se fundiría en el acto. Sólo quedaría una colina de plata bastante baja y con pendientes redondeadas. Dado que las paredes no sólo han sido hechas para mantener a los Golfos Apandadores en el exterior, sino también al dinero en el interior, ¿no descansa el peso del dinero también sobre las paredes? Dejemos a un arquitecto el trabajo de calcular la presión ejercida, pero, de todos modos, Tío Gilito necesita unas paredes sumamente gruesas y probablemente con un armazón exterior macizo. ¡ Construir un cubo absolutamente vacío de ese tamaño sin una estructura interior ya es bastante complicado, pero llenarlo de monedas hace las cosas aún más arduas!
¿Es entonces absurda la caja fuerte de Tío Gilito? Por supuesto que sí. Según el World Almanac, el valor global de todas las monedas norteamericanas sólo es de 11.000 millones de dólares. Tío Gilito tiene él solo bastante más. La idea es quizá que el valor del dinero es una ficción generalmente aceptada. En un sistema económico complejo, cambiar pollos o canastas de manzanas por mercancías o servicios es impracticable. Por eso se inventó el dinero como un medio de cambio práctico. Un billete de un dólar sólo tiene valor en tanto que recibido por un dólar de producción. La verdadera riqueza no está en los montones de dinero, sino en las granjas, las fábricas, las tiendas, los terrenos edificables. Por eso un millonario difícilmente podrá conseguir un millón de dólares líquidos en poco tiempo: su dinero está colocado. No lo guarda en el colchón ni lo amontona en la caja fuerte. Preferirá ponerlo a trabajar, inviniéndolo en sus empresas que le proporcionarán —eso espera— más dinero.
Gilito lo habría entendido. Sabía lo que valía su dinero. Sólo quería conservarlo para poder nadar en él.
(1) Recordemos que el acre es una medida inglesa de superficie que equivale a 40 áreas y 47 centiáreas. Para añadir confusión, los tres acres cúbicos de que habla Decker se transforman en tres hectáreas cúbicas en las traducciones europeas, lo que dobla, en una palabra, la fortuna del Tío Gilito.
(2) 90 m. es la distancia que separa las dos porterías en muchos campos de fútbol.
Artículo publicado en la revista Metal Hurlant nº8 año 1982
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