Portadas Alpha Flight nº1 al 28 obra de John Byrne excepto los números 22, 23 y 24 obra de Paul Smith y el nº 28 de Mike Mignola y Bob Wiacek. Portadas publicadas desde el año 1983 a junio de 1987.
UN COMIC DE AUTOR
Siempre ha sido costumbre el considerar los términos «comic de autor» y «comic de superhéroes» como antagónicos. Es decir, el tradicional comic-book de superhéroes casi siempre ha sido obra de varios autores, -un guionista, un dibujante que hace el lápiz, otro que pasa a tinta, un rotulista, un colorista... por cierto que ha sido justamente el comic-book norteamericano el que ha ido popularizando los dos últimos lo cual es de agradecer-y, por consiguiente, se le tachaba de producto fabricado en serie que difícilmente podía adquirir la personalidad de un solo creador. Por eso, y hasta tiempos muy recientes, eran muy escasos los comic-books de superhéroes realizados por una sola persona, tanto el guión como el dibujo; aunque en las primeras décadas en general venían firmados sólo por el artista, casi siempre eran guionizados por autores anónimos -otro factor clave en la confección de un comic que también fue injustamente tratado durante largo tiempo- y tan sólo en el campo del comic-book humorístico podía hallarse más de un creador que realizara sus obras tanto en guión como en dibujo, como el genial Carl Barks. Pero en el campo realista -y eso incluye, muy especialmente, a los superhéroes- casi nunca podía hallarse un comic-book de autor. En lo que respecta a Marvel, fue en 1966 cuando apareció su primera obra realizada por un mismo dibujante y guionista: se trata de Nick Fury que, aunque creado por Stan Lee, fue magistralmente asumido y recreado por Jim Steranko. Su labor fue totalmente personal, nunca un «producto fabricado en serie»... si bien, pese a su éxito tanto artístico como comercial, la experiencia fué breve. Y efectuando un salto en el tiempo, esto nos lleva a Alpha Flight. Su creador, John Byrne, no es ni mucho menos el primero en realizar en Marvel un comic de superhéroes de autor, pero sí uno de los que han consolidado definitivamente el género, junto con su contemporáneo Frank Miller. Pero si este último durante su estancia en Marvel, casi únicamente ha plasmado su buen hacer en un personaje de creación ajena, (Daredevil), Byrne al menos puede tener el honor de haber creado sus propios superhéroes. Claro está que no sin antes haber trabajado, así mismo, en personajes no creados por él, principalmente Los 4 Fantásticos. Mas Byrne ha sabido otorgarles el marchamo de «comic de autor»; esto es, ha sabido imprimirles un sello propio, sin que por ello dejasen de ser tal como siempre han sido, con su ya larga saga de modificaciones y novedades siempre interesantes, haciendo que su comic-book llegara al segundo puesto de los de Marvel de mayor venta en U.S.A. Sin olvidar sus contribuciones -aunque esta vez sí, en colaboración con otros- en Power Man, Los Vengadores o La Patrulla-X.
Fue justamente en el comic-book de estos últimos donde, como ya sabéis, se originarían nuestro héroes. Como el propio Byrne explicaba en el texto publicado en el n° 1 de esta publicación, los componentes del grupo hubieron de sufrir numerosas alteraciones debido a los diversos guionistas que los utilizaron a lo largo de sus diversas apariciones en diferentes títulos Marvel antes de disponer de cabecera propia. Por fin, al aparecer ésta, Byrne podría tomar por completo sus riendas y hacer de ellos un verdadero comic de autor. Como hemos explicado en otro artículo, refiriéndonos a Los 4 Fantásticos, no ha sido el aspecto exterior, los superpoderes en sí mismos de los miembros de Alpha Flight lo que ha llamado la atención de éstos -es lógico, si observamos que algunos parecen «remakes» de otros superhéroes: Sasquatch es un cruce entre la Cosa y la Masa, Marrina es un equivalente femenino de Namor, etc. -sino que, como ya es norma en el Universo Marvel, ha sido su personalidad, sus propios «yo», sus relaciones entre ellos. En resumen: sus maneras de ser y de pensar, que se funden en una sola: la de su autor. Todo ello acentuado por el hecho de tratarse de un supergrupo de nacionalidad canadiense, la nacionalidad adoptiva de Byrne. Desde nuestro punto de vista, los canadienses son primos hermanos de los yanquis, pero no resulta igual para el lector americano, para el cual reviste cierto exotismo. De este modo, todo estaba dispuesto para hacer de Alpha Flight un buen comic-book de superhéroes que lo fuera de autor al mismo tiempo.
No obstante, aunque ignoro si pare cuando leáis estas líneas ya os habréis dado cuenta de ello, con el abandono de la serie por su creador a partir del n° 29 U.S.A., ésta ya no puede calificarse de «comic de autor» desde que Bill Mantlo ha asumido los guiones. Ahora que Byrne ya no controla su creación, tendrá que contemplar cómo va sufriendo alteraciones a raíz de su cambio de guionista. Porque, a pesar del alto nivel de calidad que Alpha Flight había alcanzado, el ser un comic de autor no le impedía que adoleciese de algunos defectos, al menos desde el punto de vista comercial. El propio Mantlo aseguraba que, pese a que admiraba la labor de Byrne, consideraba que Alpha Flight no era un equipo a la altura, por ejemplo, de La Patrulla-X; es decir que de equipo no tenía mucho, y que no estaba muy unido al Universo Marvel pese a sus anteriores apariciones en los títulos de otros superhéroes de la casa. No vamos a revelar, naturalmente, qué modificaciones va a experimentar el grupo en números venideros, pero sí los planes que Mantlo ha anunciado al serle asignada su sustitución de Byrne como guionista de la serie: en primer lugar, él desea definir aquello que une a nuestros héroes como grupo que son; hasta ahora parecía que la única razón por la cual permanecían unidos como grupo, era simplemente porque todos ellos son canadienses. La otra razón que Mantlo asegura haber hallado, para motivar su unión como supergrupo es, según sus propias palabras, que «son campeones de la tierra, defensores de la tierra (se refiere a su tierra, claro está). Han pasado por muchas tragedias, y eso es lo que les une». Así mismo, Mantlo planea unir algo más al grupo a Estados Unidos, así como hacerles aparecer más a menudo junto con otros supergrupos Marvel (no sé si ya os habremos dicho, por otra parte, que en Septiembre de 1985 ya salió una serie limitada de Alpha Flight y La Patrulla-X, obra de Chris Claremont y Paul Smith). En cualquier caso, Byrne nos habrá dejado un buen ejemplo de que un comic de superhéroes sí puede ser un comic de autor, siempre que a éste se le permita trabajar con la libertad necesaria para desplegar todo su talento y su personalidad. Aunque ya ha abandonado la Marvel, no por ello vamos a dejar de desearle buena suerte en su tarea consistente en renovar a cierto Kriptoniano que todos conocéis... Porque es bien cierto que siempre habrá esperanzas, para un superhéroe moribundo, de ser revivido por un autor de talento: un autor de la talla de Byrne. ■ Alfons Moliné
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