martes, 26 de febrero de 2013

Sherezade, la imaginaria

Las fantasías del harén en los países occidentales tienen poco que ver con la realidad, pero eso no ha impedido que artistas, escritores, músicos y cineastas hayan creado a partir de ello innumerables obras. Una exposición en Barcelona unirá las visiones de Oriente y Occidente en torno al harén y la mujer oriental.







F.J.
Jorge Luis Borges afirmó en una ocasión que Las mil y una noches es un "libro de arena" eternamente recomenzado, de lectura infinita. La noche interminable de Sherezade, inventando relatos para entretener a su señor y verdugo a fin de que no la envíe a la muerte, fascinó a Occidente desde su primera traducción, la de Jean Antoine Galland entre 1704 y 1717. El exotismo y la sensualidad de ese mundo prohibido a los hombres proviene de una adaptación del traductor al espíritu de su época. En Oriente no se publicó Las mil y una noches en árabe hasta 1804, pero antes eran una colección de relatos transmitidos por vía oral en los que Sherezade era una heroína que luchaba con todos sus medios para lograr su libertad.
El harén que pensaron e imaginaron los artistas europeos quizá tenga poco que ver con los harenes reales, pero aun así ha dado como fruto infinidad de imágenes y una fuente inagotable para la imaginación. La exposición Fantasías del harén y nuevas Sherezades, que se abrirá en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, desarrolla ampliamente las ideas antiguas y actuales, las erróneas y las verdaderas. La escritora marroquí Fatema Mernissi, comisaria de la muestra, propone distintos puntos de vista apoyados en una selección de 150 obras, muchas de ellas verdaderamente relevantes.
La primera parte, titulada Sherezade, incluye manuscritos orientales y occidentales de Las mil y una noches impresos entre el siglo XIII y XX, entre los que se encuentran los libros de Galland, Richard Burton y Mardrus, así como las cartas de viajeras como Lady Mary Montagu, en la que describe por primera vez el interior de un harén en Estambul.



'Odalisca' (1861), de María Fortuny.




Retrato inspirado en las fotografías de Quatar, 1998, de Shadi Chadirian.

En Visiones del harén se establece un diálogo entre las miniaturas orientales y las pinturas occidentales, con cuadros de Fortuny, Boucher, Ingres, Delacroix y Picasso. Atmósferas misteriosas y odaliscas pasivas e indolentes. En El último harén se expondrá la famosa pintura Odalisque a la coulotte rouge (1921), de Henri Matisse, junto a documentos y fotos sobre la evolución del papel de la mujer en Turquía a lo largo del siglo XX, junto a otra sección que aborda la forma en que el mito erótico orientalista se proyectó en el cine.
La última sección de la muestra, titulada Las nuevas Sherezades, recoge obras de arte contemporáneas realizadas por artistas orientales y del norte de África. Son pinturas, esculturas, fotos e instalaciones audiovisuales de Janane al Ani, Ghada Amer, Shirin Neshat, Samta Benyahia, Malekeh Nayini, entre otras. La exposición estará acompañada por un ciclo de cine y un taller con las artistas participantes.
Fantasías del harén y nuevas Sherezades.


El Pais Babelia

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