jueves, 26 de marzo de 2009

Pintores Orientalistas: Alberto Pasini

Se pueden encontrar representaciones de «moros» y «turcos» islámicos en el arte medieval, renacentista y barroco. Pero no fue hasta el siglo XIX cuando el Orientalismo en las artes se convirtió en un tema establecido. La campaña de Egipto (1798–1799), la guerra de independencia de Grecia (1821–1829), la guerra de Crimea(1854–1855) y la apertura del cana de Suez (1869) contribuyeron a aumentar el interés por un exotismo profusamente documentado1 .

En estas obras el mito de Oriente como exótico y decadentemente corrupto está más plenamente articulado. Estas obras solían concentrarse en las culturas islámicas de oriente próximo. Artistas como Eugène Delacroix, Jean-Léon Gérôme y Alexander Roubtzoff pintaron muchas representaciones de la cultura islámica, a menudo incluyendo odaliscas, y enfatizando la laxitud y el espectáculo visual. Cuando Jean Auguste Dominique Ingres, director de la francesa Académie de peinture pintó una visión muy colorista de un baño turco, hizo que este Oriente erotizado se hiciera públicamente aceptable por su generalización difusa de las formas femeninas, que podrían haber sido todas ellas el mismo modelo. La sensualidad se veía aceptable en el exótico Oriente. Este estilo tuvo su momento álgido en las Exposiciones universales de París de 1855 y1867.

Esta imaginería oriental persistió en el arte hasta principios del siglo XX, como evidencian los desnudos orientalistas de Matisse. En estas obras, el «Oriente» a menudo funciona como un espejo de la propia cultura occidental, o como una forma de expresar sus aspectos ocultos o ilícitos. En la novela de Gustave Flaubert Salammbô la antigua Cartago, en el Norte de África, se una como un opuesto a la antigua Roma. Su cultura se representa como corruptora moralmente e imbuida de un erotismo peligrosamente atractivo. Esta novela fue muy influyente en retratos posteriores de las antiguas culturas semíticas.

La pintura orientalista no es una escuela, ni un estilo. El vínculo entre las obras llamadas orientalistas se encuentra solamente en el tema abordado. Así las “odalisques” de Ingres, Delacroix o Renoir son cuadros orientalistas, pero su estilo es básicamente diferente y no pertenecen a la misma escuela.

Todo comenzó durante el siglo XVIII, cuando se puso de moda los cuadros que representaban las costumbres, forma de vida, arquitectura y paisajes de Oriente Medio. Si bien, al Principio, éstos tendían a ser estudios topográficos y retratos bastantes convencionales. Sería luego, a mediados del siglo XIX, cuando los pintores orientalistas empezarían a producir trabajos más novedosos y emotivos. Entonces la temática oriental se hizo cada vez más popular, al mismo tiempo que aumenta la accesibilidad al Medio Oriente y el expansionismo de Francia e Inglaterra avanzaba en Egipto y las áreas circundantes... Europa descubría una gran pasión por las cosas egipcias...

Aunque algunos artistas hayan dedicado casi todo su arte al temas orientalista, numerosos pintores cuyos cuadros se conocen sobre el tema de Oriente producían también cuadros sobre otros temas (ni Delacroix, ni Gérome eran pintores orientalistas). Al buscar bien, es probable que una enorme mayoría de pintores de género del siglo XIX abordara al menos una vez este tema.

Los temas abordados en la pintura orientalista se encuentran en la mayoría de los pintores. En el siglo XIX se encuentran sobre todo escenas de harem, presentando mujeres débiles y lascivas, escenas viriles de cazas, de combate o aún de las descripciones de paisajes típicos, desérticos, oasis o ciudades orientales, escenas de calle... Se hace hincapié en algunos detalles: los trajes, las particularidades de la arquitectura, los objetos de la vida diaria y el hábitat. En el siglo XX siglo y a partir del final del XIX, en torno a 1880, algunos temas caen completamente en desuso, como el tema del harem, en favor de un estudio etnográfico más preciso, de los paisajes más próximos a la realidad.

Para los pintores que viajaron a Oriente mientras que su técnica ya tenía éxito, se asiste a menudo a una evolución muy neta en su utilización del color. Los tonos son más cálidos, la paleta toma colores más rojos, amarillos o marrones según las regiones o las épocas. La luz es caliente, se acentúan los contrastes, los colores son vivos y tornasolados.

A pesar de todos estos puntos comunes al movimiento, cada artista trata los temas según su propia sensibilidad, sus opciones técnicas y su grado de virtuosidad. Las técnicas pictóricas así como los estilos evolucionan a lo largo del siglo en función de las experiencias de los artistas y de sus colegas y la aparición de nuevos movimientos artísticos. El orientalismo en pintura no escapa a esta evolución. Los pioneros adaptan muy rápidamente el tema de los nuevos movimientos artísticos, aunque una retaguardia persiste incluso hasta bien avanzado el siglo XX en una actitud clásica y académica.

Son muchos los artistas que practicaron la pintura orientalista. Entre los orientalistas franceses cabe destacar a Vernet, Gerome, Decamps, Landelle, Rixens. En Inglaterra no hubo el mismo nivel de entusiasmo que en Francia por el Oriente Medio, sin embargo, existió un buen contingente de pintores orientalistas. Ejemplos de pintores orientalistas fueron:

Jean Auguste Dominique Ingres (1780–1867)

Eugène Delacroix (1798–1863)

Théodore Chassériau (1819–1856)

Eugène Fromentin (1820–1876)

Jean-Léon Gérôme (1824–1904)

Léon Belly (1827–1877)

Gustave Guillaumet (1840–1887)

Alexandre Roubtzoff (1884–1949)

En España Marià Fortuny (1838-1874) viajó a Marruecos, y el pintoresquismo árabe es importante en su obra. Temas marroquíes fueron igualmente tratados porJosep Tapiró (1836–1913) y Antonio Fabrés (1854–1938)1 .



Esta es la relación que nos ofrece VictorianWeb sobre los orientalistas ingleses: Thomas Allom, Sir Frank Brangwyn, Sir David Young Cameron, Robert McGown Coventry, Joseph Farquarson, John Fulleylove, Frederick Goodall, Dudley Hardy, John Rogers Herbert, William Holman Hunt, Robert George Talbot Kelley, Edward Lear, Lord Frederick Leighton, John Frederick Lewis, Arthur Melville, William James Muller, John Pettie, Valentine Cameron Prinsep, David Roberts, Thomas Seddon, Robert Tonge, William J. Webbe… Sin embargo, esta relación no debe considerarse un listado cerrado, pues muchos otros pintores ingleses fueron asiduos a los temas orientalistas, tales como Lawrence Alma-Tadema, Alfred Elmore, Edwin Longsden Long y Herbert Schmalz.

Además, hay pintores orientalistas de otras muchas nacionalidades, como Frederick Arthur Bridgman (de Estados Unidos)

Alberto Pasini

Busseto, 1826 - Cavoretto, 1899

En 1853 se admite en el Salon de París una litografía suya titulada El atardecer, lo que le permite ingresar en el taller del famoso Chassériau; éste, al poco tiempo, en febrero de 1855, recomienda a Pasini para que le sustituya como artista en la misión del ministro plenipotenciario P. Bourée, que partía para Persia.

Los diez meses que pasa en Teherán y el viaje de regreso a través del norte de Persia y Armenia hasta llegar al puerto de Trebisonda marcan para siempre su carrera como pintor orientalista.

Al poco de regresar a París el público le reconoce su talento artístico y aprecia en él a un excelente colorista y a un pintor luminista todavía mejor, así como a un impecable dibujante, a un riguroso paisajista, a un vivaz narrador y a un estricto ilustrador de la realidad -una realidad en la que apenas hay rastro de romanticismo y que carece totalmente de las concesiones decadentes y las referencias simbolistas del exotismo de finales de siglo. En 1859, Pasini emprende su segundo viaje al Mediterráneo oriental: se detiene en El Cairo, atraviesa el desierto árabe del Sinaí, recorre las costas libanesas y llega a Atenas.
































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