domingo, 1 de abril de 2007

Dialogos



- ¿Quién es aquí el jefe?
- ¿Qué buscas en nuestra casa, romano?
- Hablas nuestra lengua.
- La vuestra y otras más. Que vivamos alejados del mundo no significa que seamos unos ignorantes. ¿Qué buscáis aquí, tu y tus soldados?
- A unos rebeldes huidos
- En nuestro santuario no vive ningún rebelde
- Tal vez no lo sean para ti. Pero si lo son para mí. Hemos encontrado su rastro a la entrada del bosque.
- Lo cual no significa que estén aquí.
- De todos modos vamos a registrar hasta el último rincón.
- No se puede encontrar lo que no existe, romano.
- Mi nombre es Publio Cornelio Escipión, Legado de Roma.
- Yo soy Cadoc.

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