jueves, 13 de junio de 2013

El fotoperiodismo tiene mucho arte

El fotoperiodismo tiene mucho arte
Ámsterdam acoge por unos días un debate sobre la manipulación y estetización de la imagen
World Press Photo 2012
JUAN PECES Ámsterdam 26 ABR 2013 - 21:26 CET39


Thomas Kanuwera, inmigrante zimbauense en Sudáfrica,retratado tras una brutal agresión. / PEP BONET

La exposición de fotografía y multimedia itinerante más conocida del mundo, la que da a conocer las obras galardonadas con los Premios World Press Photo, no es un evento artístico, sino una celebración del mejor fotoperiodismo. Pero, al igual que ocurre con otros ámbitos fronterizos de la creación humana, los elementos formales, el tipo de enfoque narrativo y el tratamiento visual empleados confieren una creciente importancia al papel del fotógrafo como creador y responsable de una declaración de intenciones más o menos explícita.

Tanto en la muestra, recién inaugurada en Ámsterdam en la Oude Kerk —la antigua iglesia gótica—, como en las jornadas de proyecciones y debates paralelas, se detecta no sólo una mayor conciencia de las posibilidades expresivas del medio (ya sean imágenes fijas o en movimiento), sino la aceptación de que el aspecto creativo no interfiere necesariamente en la veracidad de un documento. Es más, a menudo es capaz de potenciar la inmersión del espectador en la realidad que se pretende comunicar.

Al dar una mayor importancia a aspectos como el tipo de iluminación, el encuadre o el contexto (y el subtexto) de la imagen, la fotografía documental refleja una querencia que ha definido tradicionalmente a la cultura en sentido amplio: la voluntad, no solo de transmitir una realidad, sino de crear una obra original, de conmover y de perdurar en el tiempo.

Una de las imágenes más impactantes incluidas es la que muestra a una mujer, Aida, tras el bombardeo de su hogar en Idlib por el Ejército sirio en la primavera de 2012. La sangre atestigua las heridas sufridas en el ataque. Pero son sus ojos los que muestran el horror de una persona que ha perdido a su marido y a dos de sus hijos.

“Esos ojos verdes me recordaron a toda mi familia, emigrada de Homs a Buenos Aires a principios del siglo pasado”, explica el autor de la imagen, Rodrigo Abd. “Sus otras tres hijas, ensangrentadas por las heridas sufridas en la explosión, me hicieron el signo de la victoria mientras las fotografiaba”, recuerda el fotógrafo de Associated Press. “Para mí no hay un conflicto entre estética y documento. Si las herramientas fotográficas y el conocimiento estético son usados para el objetivo final, que es documentar mejor y aumentar la sensibilización, bienvenidos sean”.

Profundizar es también el maná al que aspira el sueco Paul Hansen, ganador del premio 2013 a la foto del año, que muestra a niños víctimas de un ataque del Ejército israelí en Gaza, en primer plano de una procesión de familiares en duelo.

“La dialéctica entre ellos y nosotros siempre acaba descomponiéndose cuando te aproximas al individuo, a su contexto y conoces su destino”, dice Hansen. No podemos quedarnos en una foto del día que se reduzca a un signo de exclamación simplificado”.

El fotógrafo recibió algunas críticas por el tratamiento de la luz en su imagen, que habría acentuado la espectacularidad de la foto. Él les resta importancia: “Entiendo que en ese contexto geopolítico siempre habrá quien ponga interrogantes”.

Santiago Lyon, vicepresidente de AP y presidente del jurado de fotografía de los World Press Photo, que vio la foto original y la publicada, defiende a Hansen. “Aunque nuestros estándares [de agencia] en cuanto al retoque son más estrictos, no pretendemos que sean los únicos. Mi única preocupación es que la manipulación en la posproducción pueda cambiar la percepción de la escena y engañar al lector, y en ese caso no es así”.

En esta edición de los premios se detecta un reconocimiento creciente del documental multimedia. En esta categoría han sido premiados, en la subcategoría de piezas interactivas, el fotógrafo Miquel Dewever-Plana y la periodista Isabel Fougère por Alma, un proyecto multisoporte centrado en el testimonio de una expandillera guatemalteca.

“Hemos buscado mostrar a Alma con una estética sobria para obligar al espectador a mirarla a los ojos, dentro de una narrativa lineal, no fragmentaria, y rehuyendo la estética arquetípica de la marginalidad”. Fougère reivindica, asimismo, “la liberación” que ha supuesto utilizar “códigos de la dramaturgia, la cinematografía, la literatura…” para superar “los límites formales del periodismo”.

Si Picasso descompuso la forma para plasmar en un lienzo la masacre de Guernica, la fotografía documental del siglo XXI sigue buscando nuevas vías para contar lo vivido y apropiarse de (casi) todos los recursos formales a su alcance.

El fotógrafo mallorquín Pep Bonet ahonda en esa experimentación en su corto documental Into the shadows, sobre la explotación de inmigrantes en Johannesburgo, primer premio en su categoría, y que en realidad es “el avance de un largometraje pensado para festivales de cine”. Bonet entiende que, “para contar según qué historias, la fotografía sola no basta”. Y recuerda que “la capacidad que tiene la gente de recordar una historia tiene mucho que ver con la presencia de una estética fuerte”.

A veces es la constatación del espectáculo que ofrece la realidad lo que hace mágica una foto. Así le ocurrió a Daniel Rodrigues, freelance portugués reconocido por su imagen de jóvenes jugando al fútbol en Guinea Bisau. “Estamos habituados a la fotografía de fútbol con teleobjetivo”, dice. “Yo quise jugar con ellos y meterme en el partido para mostrar captar su felicidad, su acogida… ese África que trasciende el cliché de la miseria”.

Javier Manzano, fotógrafo y camarógrafo freelance mexicano premiado por su reportaje sobre la guerra de Siria, destierra cualquier pretensión artística del fotoperiodismo, aunque admite la preocupación estética en la realización de la imagen “como una capa secundaria, por debajo de la evidencia”.

Hay que alejarse del campo de batalla para poder alcanzar la amalgama entre información y creación estética. Y concluir, viendo la obra de autores como Fausto Podavini (Italia), Stephan Vanfleteren (Bélgica), Maika Elan (Vietnam), Jessica Dimmock, Stephanie Sinclair (EEUU) y Anna Bedynska (Polonia), que se puede, por momentos, distraer la atención del documento, provocando una placentera y ¿pecaminosa? experiencia estética.

El Pais sabado 27 de abril de 2013

Dos portadas, un chiste y publicidad por F. Ibañez y Raf

 Super Mortadelo año 1979

 Mortadelo Extra ¡Feliz Navidad! año 1983






Dalí o la gallina de los huevos de oro

 Dalí o la gallina de los huevos de oro
El genio surrealista, objeto de la gran exposición que ahora llega a Madrid, sigue generando dinero.
Su Fundación, una de las más lucrativas de Europa, explota y gestiona un patrimonio que el artista legó al Estado.
La única Dalí viva, despojada de derechos sucesorios, se aferra a su memoria
ESPECIAL Sueños y Pesadillas de Dalí
PATRICIA ORTEGA DOLZ Madrid 20 ABR 2013 - 11:58 CET23

'Prenatal memory', retrato de Dalí, obra del fotógrafo Philippe Halsman. / MAGNUM

Los vientos de tramontana se arremolinan en torno a la herencia de un genio. Lali Bas Dalí, sobrina del pintor de Figueres, la única familiar viva que lleva el apellido de uno de los máximos exponentes del surrealismo, no piensa pagar “ni un solo euro” diga lo que diga esa sentencia dictada hace algo más de un año por un tribunal francés. Se pongan como se pongan “los de la Fundación”. “Me tendrán que llevar esposada”, dice extendiendo los brazos y ofreciendo sus muñecas en el salón de su casa, en el barrio de San Gervasio de Barcelona, la misma que compró cuando se casó con Manuel —“el vecino de toda la vida”— hace más de 50 años, y de cuyas paredes cuelgan valiosas obras de su tío Salvador Dalí.

Hay un retrato de su madre, Montserrat, prima hermana del pintor; un precioso dibujo a carboncillo llamado Merienda sobre la hierba, una Mujer con cántaro, ese eterno paisaje de Cadaqués… Ya no está el cuadro cubista titulado Pierrot et guitare que tantos años estuvo colgado en el cuarto de niña de Lali y del que, un buen día, jugando a las cocinitas con una amiga, arrancó una cucharita que llevaba pegada: “Ese, con el roto, se lo vendí a un particular y luego me fui de viaje con mi marido y mis hijos”, cuenta. En todo caso, ninguno de esos cuadros, ni los pocos que ha vendido ni los que conserva, formarán parte de la gran retrospectiva del artista que, procedente del Museo Pompidou de París, se inaugurará el próximo 27 de abril en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Pretenden que les devolvamos parte del dinero cobrado (...) Me tendrán que llevar esposada"
Lali Bas Dalí
La rebeldía de esta mujer jovial de 74 años, que combina con elegancia las maneras exquisitas y el desparpajo, no se debe a esos vientos fríos del norte propios de la región catalana de l'Empordà, de donde es originaria la familia. No es tampoco un arrebato, ni fruto del carácter cafre que caracterizó a los Dalí, según cuentan los libros, incluido el que la propia Lali escribió con motivo de la celebración del centenario del nacimiento del artista en 2004: Los Dalí, historia de una familia. Su resistencia es más bien la consecuencia de diez años de litigios con la Fundación Gala-Salvador Dalí de Figueras.

La resolución judicial dictada hace un año desposeía a los familiares del artista de los llamados “derechos sucesorios” que les habían reconocido hasta entonces las leyes francesas y por los que cobraban una cantidad anual. “Nada, una minucia, ni para comprar un buen bolso”, es cuanto concreta Lali. “Y ahora, encima, pretenden que les devolvamos parte del dinero cobrado”.

“Sevillano y sus amiguitos”, como ella llama a la cúpula de la fundación, son el gerente, Joan Manuel Sevillano, y los directivos de la que hoy, con 30 años de vida, es una de las fundaciones privadas más lucrativas de Europa, con un excedente de casi cinco millones de euros y 1,5 millones de visitantes al año —más que el Museo Thyssen y menos que el Prado—. El año pasado ingresó 15.459.618 euros, invirtió 902.998,90 y gastó en “actividades de interés general” 10.572.106,10. Una máquina de hacer dinero que se puso en marcha en 1983, con Dalí como presidente, tocado por la reciente muerte de su compañera Gala y ya enfermo de parkinson.


Lalí Bas Dalí. / GIANLUCA BATTISTA
La idea surgió seis años antes de la muerte del pintor. Se trataba de crear un organismo que velara y preservara los derechos sobre su obra, la protegiera y la difundiera. Por aquel entonces Dalí ya cosechaba más que atenciones. Había sido nombrado marqués de Púbol por el rey Juan Carlos, residía en el castillo del mismo nombre en lugar de en su casa costera de Portlligat —“Se lo consiguieron llevar allí y lo apartaron de su familia”, apostilla Lali— y vivía rodeado tanto de hippies como de políticos locales y personas influyentes de ámbito nacional. Sin ir más lejos, su abogado pasó a ser Miguel Domenech, presidente de la UCD madrileña y concuñado del que fuera presidente del Gobierno por aquella época, Leopoldo Calvo Sotelo.

El circo de Dalí se profesionalizaba a medida que se acercaba el final de sus días y pasaban a la historia aquellos singulares colaboradores-secretarios, que antes habían sido futbolistas o fotógrafos y después, en algún caso como el del conocido como capitán Moore (John Peter Moore), impostores que supuestamente le hacían firmar hojas en blanco para rellenarlas después.


Joan Manuel Sevillano, gerente de la Fundación Dalí. / PERE DURÁN
“Lo acordonaron”, sentencia Lali. “Cuando mi madre y yo fuimos a verlo al hospital nos salió al paso un guardia civil que no nos dejó pasar”, recuerda. “Se había quemado porque se incendió su habitación de Púbol, provocó un cortocircuito de tanto llamar a aquel timbre de pera que tenía. Y luego se lo llevaron a la casa de Figueres, junto al museo”, cuenta. “Dejé de verle a finales de los setenta y mi madre, a la que quiso mucho, poco después”, asegura. “¡Si hasta consiguieron enterrarlo en Figueras en lugar de en la tumba que él mismo dejó preparada junto a la de Gala en el castillo. Y ahí está, vacía. El alcalde de entonces, Marià Lorca, dijo (y sigue diciendo) que su última voluntad fue que quería ser enterrado en el museo, quien quiera que lo crea”, añade arqueando las cejas.

“Yo le creo”, dice Imma Parada, que empezó de vigilante y ahora es responsable de comunicación en la Fundación. Hoy, cuando millones de personas pisotean la sepultura del genio en ese pequeño parque temático daliniano que es el teatro-museo de Figueres, quienes dirigen todo ese cotarro con sumo celo son los directivos de la entidad. Un ex alto ejecutivo de una empresa cementera, que es el gerente Sevillano. Un prestigioso ingeniero, Ramón Boixadós, nacido en Figueras hace 85 años, expresidente de Renfe y de Exel (Iberia), uno de los responsables de las obras de la Villa Olímpica... Sustituyó a Dalí en la presidencia. Y Antoni Pitxot, de 79 años y director vitalicio de la entidad desde el principio. En total, 21 patronos en un patronato con representación de las distintas administraciones.

Todos a una. Ese es el secreto de su éxito económico. Todos, incluyendo al despacho de abogados de Miquel Roca (también patrono vitalicio de la Fundación desde 1997), “todo el día a la gresca”, en palabras de Sevillano, para que nadie —ni familiares— utilice la marca Dalí en vano, sin permiso y, sobre todo, sin pagar por ello. “En el caso de una tesis doctoral de un estudiante, por ejemplo, el pago sería simbólico”, asegura.

Esta es la mejor no-inversión del Estado"
Joan Manuel Sevillano, gerente de la fundación
Desde que en un alambicado convenio firmado en 1997 el Estado español —“heredero universal”, según el testamento del pintor— le cediera la gestión y explotación de los derechos inmateriales de la obra, el activo de la marca, a cambio de un canon anual que supone “entre un 4% y un 5%” de los beneficios obtenidos, la Fundación es algo así como la SGAE de Dalí. Salvo porque además ha desarrollado un merchandising impresionante, con unos 600 artículos y ya está explorando los productos de alta gama. “Es la mejor no-inversión del Estado”, presume Sevillano, de 50 años, que habla y se desenvuelve como quien se siente tocado por el éxito: amplia sonrisa, actitud resolutiva, andar decidido… Pero que reconoce que cuando llegó en 2003, de la mano de Boixadós, “solo sabía de Dalí lo que había estudiado en el instituto”. No obstante, metido convencionalmente en un traje, defiende sin complejos en conferencias la eficacia de un trabajo organizativo basado en el pragmatismo y en lo que él entiende como “independencia política y económica”. “Ordenamos y optimizamos los derechos. Para los contenidos están otros. Y ahí están nuestros resultados”.

En ese terreno, y mientras la nueva Ley de Propiedad Intelectual no parece ir ni para adelante ni para atrás, los gestores dalinianos están a la vanguardia. “Lo peleamos todo, dentro y fuera de España. Los derechos lo son en el mundo entero, también en Francia”, dice aludiendo de pasada al caso de la familia Dalí. “Hay que creérselo, en lo único que somos primeros espadas es en patrimonio cultural, hay que sacar pecho, como está haciendo ahora el museo del Prado”.

Entre tanto, Lali Bas Dalí pasa las hojas del álbum de fotos en el salón de su casa: su madre de pequeña con su tío en Cadaqués, los dos primos con Federico García Lorca, ella de adolescente sobre el regazo de Gala, años después de visita con sus hijos en Portlligat o donando una obra de su tío a la Fundación. Y decenas de autobuses, de escolares y de jubilados, de España, de Francia, de Rusia, crean un hormigueo incesante en los alrededores del edificio de la Fundación, el antiguo teatro convertido en museo y coronado con huevos gigantes siguiendo las excéntricas directrices del pintor. Un símbolo monumental de la gallina de los huevos de oro de Dalí.


El Pais sabado 20 de abril de 2013

Mortadelo Especial nº168 "Elemental, Querido Watson", 1983 : Un caso agotador por Raf








Del cómic al cine... y viceversa

Del cómic al cine... y viceversa
Gubern y Gutiérrez Aragón charlan de ambos mundos
El primero ingresará en Bellas Artes con una disertación sobre el tema
GREGORIO BELINCHÓN Madrid 26 ABR 2013 - 21:07 CET5


Manuel Gutiérrez Aragón y Román Gubern, ayer en Madrid. / GORKA LEJARCEGI

“Pues en su momento al cómic le llamaban el cine de los pobres, por sus imágenes, porque era más barato y podías releerlo, guardarlo, prestarlo… ¿Tú te acuerdas? Bueno, puede que no ya que eres más joven”, dice Román Gubern (Barcelona, 1934). Y el aludido, Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, 1942) concede que sí, que será más joven, pero que en el cómic son, si no de la misma generación, al menos de generaciones colindantes. El primero leerá su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando mañana, y el segundo será el encargado de responder a un texto titulado De los cómics a la cinematografía. Y por eso ambos se sientan a charlar sobre esos cómics, una afición para Gutiérrez Aragón y una pasión y objeto de estudio para Gubern, reputado experto en el mundo audiovisual y uno de los grandes historiadores del cine. “Soy niño de la guerra, y en los años posteriores, el cómic sirvió como evasión, de, como decía Gramsci, ‘soñar con los ojos despiertos’. Tenías Flash Gordon, Mandrake el mago… En mi infancia en Francia leí además cómics de allí”.

Gutiérrez Aragón apunta: “Claro que me acuerdo, y también el hallazgo que supusieron en mi niñez los cómics en color. Me impresionaba mucho que los personajes iban muy bien vestidos…”.

Roman Gubern. Porque venían de la modernidad americana. España era un país pobre… Y Flash Gordon te mostraba utopías, mundos futuristas…

Manuel Gutiérrez Aragón. Eran una ventana al mundo, como el cine. Y los niños iban a tomar sodas y hamburguesas a barras de bares. Fíjate nosotros si estábamos lejos de aquello.

R. G. Nuestra culturización infantil-adolescente se hizo con el cine, y luego con los tebeos y la novela popular americana, con el personaje del científico Doc Savage… Ese era el 'pasto' que comíamos.

Gubern es el culpable —“quiero presumir de ello”— de la incorporación de la palabra cómic al castellano. En 1972 publicó el libro El lenguaje de los cómics: “Yo ya había conocido a Umberto Eco y aquello fue el primer intento de semiótica del cómic. Para mí tebeo es la revista catalana TBO, que comenzó en 1917. Hoy se han inventado más nombres como narración figurativa, narrativa dibujada y la última, novela gráfica… Son propuestas para la dignificación social de un género tenido por menor”. Entre las sorpresas que esconde Gubern, de vida nómada, es que durante un tiempo trabajó en la mítica editorial Bruguera. “Volví de París hacia 1964, no tenía trabajo y allí había un pariente lejano mío. Y durante dos años dirigí el departamento dedicado a la sección de cromos. La última colección que hice, antes de irme a rodar con Vicente Aranda Brillante porvenir, fue novelizar en cromos La conquista del Oeste”. Gubern encuentra aquí el puente al cine: “Una cosa es la narrativa dibujada y otra la imagen en movimiento. Es obvio que hay una diferencia: la direccionalidad, y por eso es distinto un storyboard de una película”. Aragón interrumpe.

M. G. A. Y una temporalidad. Aunque en el cómic clásico los encuadres, muy bien hechos, tienen que ver con el cine.

R. G. Por ejemplo, The spirit. Con sus claroscuros, su expresionismo. O fíjate en el racor de McCay, de su palacio de hielo de 1907, cuando el cine era rudimentario y sin embargo el cómic acertaba con arte en la continuidad.

A Gutiérrez Aragón le gustaba de crío que en los cómics los héroes nunca se casaban, “podían vivir libremente, encima con grandes dosis de erotismo subterráneo, mientras que en el cine en el 90% las parejas deben de acabar juntas”. Y aquella libertad se ha recuperado en otro formato: “Las series de televisión, que recuperan la promiscuidad y el adulterio”. Gubern explica que Superman se acostó antes con Louis Lane en el cine que en el cómic.

La charla entre ambos pasa del Ostras, Pedrín al cómic italiano, a la prohibición de Mussolini de los cómics estadounidenses “excepto de Mickey Mouse, Topolino en Italia, porque era el favorito de sus hijos”. Delos héroes del cómic que nunca envejecen “y antes mueren sus dibujantes”, a la influencia mutua entre ambas artes. “Yo envidio su posibilidad de jugar con el tamaño de la viñeta, la pantalla dinámica. Su forma tiene más libertad”, confiesa el cineasta. Hoy, apunta Gutiérrez Aragón, el cómic influye sobre otros medios, más allá del pop art y los videojuegos: “Todas esas onomatopeyas del cómic, esas metáforas visuales que reflejan sentimientos como las zzz de dormir, las culebras con cuchillos y las calaveras en vez de las palabrotas, la idea luminosa con una bombilla, el golpe reflejado con estrellas… Todo aquello que había desaparecido, ha vuelto con los móviles, con los emoticones”. Gubern lo confirma: "El lenguaje del iPhone contiene una cierta regresión a los pictogramas egipcios, aztecas…".

Gubern lo confirma: “Son, en semiótica, los sensogramas. El lenguaje del iPhone contiene una cierta regresión a los pictogramas egipcios, aztecas…”.

Lo último: el cine digital. “Claro que esas películas parecen cómics, porque están ‘pintadas”, dice Gubern. “Del videojuego al cine, vuelta al tebeo, viaje a la tele…. La clave de la cultura de masas actual es la promiscuidad intermedial, con personajes e historias que valen para todos los formatos”.


El Pais sabado 27 de abril de 2013

lunes, 10 de junio de 2013

Entrevista a Jesús Martínez del Vas "JMV" en la Feria del Libro

Por: Jesús Delgado | 9 Jun 2013 - 18:30

Aprovechando la presencia de Jesús Martínez del Vas "JMV" en el stand de Akira Cómics en la Feria del Libro de Madrid 2013, hemos conseguido una entrevista con el autor de El Jovit, Bok, Pabernos Matao y, su última obra, Pobretheus.

Aunque asediado por la cola de fans que ayer hicieron cola frente a la caseta de Akira Cómics en La Feria del Libro de Madrid para hacerse una firma y un dibujo suyo, Jesús Martínez del Vas, más conocido como JMV,  nos recibió ayer sábado un ratito, para atender amablemente nuestras preguntas acerca de su último trabajo: Pobretheus, una currada parodia de Prometheus de Ridley Scott, en la que no deja títere con cabeza al críticar la actúal recesión económica.

No obstante, si alguno de nuestros lectores aún no conoce a JMV (muy mal, por cierto), ahí va un breve resumen de su carrera como dibujante paródico de CI-FI y uno de los principales exponentes del humor "friki" actual.

JMV, arquitecto de profesión según la Wikipedia y él mismo, es el autor de Bok y de diversas parodias de Star Wars y El Señor de los Anillos. Obras como los Epichodes 1 al 6 y El Jovit hacen befa de la obra de George Lucas y J.R.R. Tolkien, tiñendo sendas historias con un humor muy de aquí, así como de cierto guiños propios del autor, que desarrolla  de manera ingeniosa y sorprendente, haciendo de juegos de palabras y referencias que no sólo pueden entender los muy geeks, sino también un público menos docto en la materia.

Sin embargo, JMV no sólo ha sido autor de parodias frikis. También se le ha visto guionizando capítulos de la web serie animada Cálico Electrónico de Niko Demo y haciendo tiras para medios de comunicación en las que se burla de la actualidad, todas ellas recopiladas en los dos tomos de Pabernos Matado.  En esta aspecto, Pobretheus, su último trabajo aúna ambas vertientes de su labor como historietista, parodiando una peli de CI-FI, al tiempo que hace sangre de la difícil situación actúal que vive España, criticando a los actores del teatro político.

Ah, y por cierto, como bien hace notar uno de nuestros lectores en los comentarios, Jesús Martínez del Vas fue el ganador de un concurso de Hobby Consolas, creando a Neo Vatio, la mascota de SNK en España durante los años 90. ¿Que cuál fue el premio? Una consola Neo Geo, que en su día costaba la friolera de 200.000 pesetas. Casi nada.

Leer más:   
 



sábado, 8 de junio de 2013

Cercenador, corta y pega

Puede que Stanton ya no sea un tipo musculado y estiloso. Seguramente no entre en ningún traje de lycra. Pero tiempo atrás fue despiadado y letal, un profesional sin escrúpulos. Ahora tiene dos pulgares menos y unos kilos de más, pero no ha perdido facultades y no hay nada como un ex cazarrecompensas motivado.

Cercenador es un cómic incorrecto y gamberro. Una historia cruda, de viejas glorias y sus cicatrices, cocinada con exceso de grasa y picante. Un western de feos y malos sazonado con sexo y venganza. La historia de un hombre que perdió su figura, pero no se detendrá hasta recuperar su honor.




LOS AUTORES

ALBERTO BALLESTER


Guionista, creador de contenidos, desarrollador de formatos televisivos, productor audiovisual, escritor de relato corto y aficionado al cine de artes marciales. Co-creador de Cercenador y a punto de publicar en libro electrónico “William Walnuts” recopilatorio de su serie online.


Alberto Ballester trabaja creando contenidos desde 1999. Ha desarrollado su actividad en algunas de las productoras más conocidas de este país y para las principales cadenas de televisión.

ALBERTO SILVA

Ilustrador editorial, infografista y dibujante de cómics. Alberto es Co-creador de Cercenador y creador de la serie de webcómics Steel Raining. Ha colaborado con Image Comics, WorldWorks Games, la revista Hobby Consolas o el diario El Mundo y dibuja regularmente colecciones oficiales de Sketchcards con los personajes de Marvel Cómics, Dynamite Cómics o Valiant Entertainment
Desde el año 2004, Alberto J. Silva trabaja creando ilustración narrativa y editorial de calidad bajo la marca de Pencil in Pain. Ilustración, cómics e infografía puestos al servicio de tu proyecto audiovisual o tu página web.

Más información: