domingo, 23 de febrero de 2025

Batman Ninja contra. Yakuza League (trailer)

Batman Ninja contra. Yakuza League: directo a Blu-ray en abril






Nuevo tráiler de la película de animación japonesa " Batman Ninja vs. Yakuza League ", que ya tiene fecha de estreno fijada, directamente (como se esperaba) en Blu-ray en Estados Unidos, el 15 de abril 

Al igual que la primera película de "Batman Ninja", este nuevo largometraje está producido una vez más por el estudio Kamikaze Douga , con Junpei Mizusaki y Shinji Takagi como directores.


Via Catsuka

sábado, 22 de febrero de 2025

Inchiostro (Tinta en italiano)


Supongo, presumo, pienso, que cada persona tiene una visión particular de prácticamente todo cuanto puede hacer y hace. En este caso, y sabiendo de sobra que hay cantidad de artistas, una enormidad fantástica de ellos, y que jamás me consideraría uno, intento, trato de hacer un esfuerzo de aprender alguna cosilla. Ayudandome de una mesa de luz, trato de aprender a usar los maravillosos pinceles sintéticos japoneses de Pentel (originalmente creados para la escritura japonesa), nada como un pincel para dar volumen a una linea. 
Buscando fotografías de gran tamaño y calidad (para mí) intento buscar soluciones para representar la realidad con tinta.

 




El Otro

Padre e hijo vivían en aquella enorme y solitaria mansión en las afueras pero, tal vez no fueran los únicos habitantes del lugar


José Luis Vidal

21 de febrero 2025 

Separado de su mujer por razones laborales, Guerlain, el protagonista de esta historia, trata de cuidar lo mejor que puede a su pequeño vástago, Nisse, mientras lucha noche tras noche contra la invisible garra del insomnio, que le roba implacable las necesarias horas de sueño.




Después de medianoche

Autora: Gaëlle Geniller

Tapa blanda

Color

220 págs.

34 euros

Ediciones La Cúpula


Entre cabezada y cabezada, se dedica a su profesión de restaurador y su lógico ensimismamiento es cortado cuando recibe una llamada telefónica, ya sea de su amada Daphné, o de alguna del trío de hermanas, que siempre se han dedicado a cuidarlo con esmero.

Pero un día algo extraño sucede en la mansión Drosera. Tres cornejas se van a instalar en la casa, convirtiendo todos los intentos de Guerlain por ahuyentarlas en totalmente infructuosos, y finalmente siendo aceptadas como unos miembros más de esa peculiar familia.

Tanto la presencia de los pájaros como el comportamiento del pequeño Nisse comienzan a escamar al protagonista, que empieza a sospechar que algo extraño sucede en la mansión, sin él saber aún que docenas de ojos, en silencio, le están observando…

En este relato, el pasado tendrá un peso muy importante, y en un episodio a modo de flashback tendremos la oportunidad de viajar a los ya lejanos años en lo que Guerlain era tan solo un niño que no podía expresar con palabras sus sentimientos, lo que hacía que Lilliandre, Tobiasse y Sombelline, sus hermanas, amorosas y dedicadas, se convirtieran en sus guardianas, protectoras y casi profesoras en los días que vivieron en Drosera.

Justo en estas jornadas, y lo que ocurre en ellas, obtendremos algunas pistas de lo que sucede en el futuro, en el que esa 'presencia' que recorre los pasillos y habitaciones de la casa se irá haciendo cada vez más y más sólida, un recuerdo del pasado que ha viajado en el tiempo.

Si ya con su anterior obra, Rosa, la autora Gaëlle Geniller demostró una extrema sensibilidad a la hora de narrar historias, con este nuevo relato se sumerge de cabeza en una historia donde lo fantástico hace su aparición, poco a poco, con extrema sutileza, ofreciéndonos pistas a través de la extrema belleza de sus páginas, y presentándonos a un personaje que se nos hace simpático desde el primer momento, y al que vamos a acompañar en este viaje a los recuerdos.

Profesional del cine de animación, la sección de extras contenida en el volumen es una autentica delicia para todos aquellos a lo que nos gusta sumergirnos en el proceso creativo, en esta ocasión, de un cómic. Los diseños de las diferentes indumentarias de los personajes, la paleta cromática, hasta la elaboración de una plano de la enorme mansión Drosera, que sirvió como útil guía a la autora a las hora de colocar a sus personajes en las diferentes estancias.

En definitiva, si os gustan las historias de fantasmas, no os lo penséis dos veces y cruzad el umbral de esta casa tan especial, y en su interior descubriréis el por qué de unos misteriosos hechos.


Diario de Cadiz


viernes, 21 de febrero de 2025

Frank / Jim Woodring

 


Jim Woodring nació en Los ángeles en 1952. Pasó su infancia entre alucinaciones y paranoias de todo tipo, lo ha contado él mismo en varias ocasiones cuando se le ha preguntado por cuál pudo ser el germen de su creación, el porqué. Podrían estas visiones explicar —no del todo— lo raro, lo anormal del universo que ha conseguido crear en torno a Frank, esta suerte de ¿castor? medio ardilla medio gato o perro de enormes pies y mirada no sabría si decir que de genuina sorpresa frente al desquiciado mundo por el que campa a sus anchas, o directamente de atontao. No sabría tampoco, a estas alturas, una vez leídos y remirados cada uno de los Franks qué sé yo la de veces, si me gusta o me disgusta o si me he enterado de un pimiento. Y aquí estamos.

Son cuatro los volúmenes que ha publicado —el primero en el 2011 hasta el último el año pasado— Fulgencio Pimentel. La editorial, a cuya cabeza está un señor editor como lo es César Sánchez, seguramente uno de los mejores de este país —y me quedaré corta; no quiero sonar groupie— es lo mejor que podía haberle pasado a este cómic: cada uno de los ejemplares ha sido editado con un amor y un mimo como para haberse ganado la categoría de Monumento a Cómo Debe Hacerse; desde la elección del papel, que es la decisión más obvia, pasando por cada una de las cubiertas —espectaculares— o los homenajes a los diseños en que está «inspirado» cada uno de los cuatro tomos.

La historieta original, que data de 1990, nace con diálogos, por cierto. Diálogos que fueron eliminados por el autor casi de inmediato, lo cuenta el propio Woodring en el epílogo del primero de los volúmenes, el que la recoge al final, «¿Qué es aún peor que encontrarte un gusano dentro de la manzana? Encontrarte medio gusano». Esta decisión, la de que nadie hable, que no haga falta, la total eliminación del texto más allá de algún cartel —«Se ofrece empleo» y algún otro de la misma guisa— de manera muy puntual, contribuye, sin duda, a la sensación de sinsentido, al regusto onírico y extraño de todo el asunto. Es uno de sus aciertos.

Aparece también ya en esas primerísimas viñetas Manhog, «decidí que debía tener un antagonista», uno de los caracteres más repulsivos e inquietantes con los que servidora se ha tropezado dentro de un libro. Otra vez no sabemos si es hombre o cerdo o qué carajo. Es asqueroso, eso sí. En un grado superlativo. Para conocer al resto de los personajes —todos inclasificables, innombrables, inasibles— hay que seguir; es decir, abrir por el principio el primero: Frank. Volumen 1.

Tengo más que claro, voy a ir acabando y me pongo para ello en plan aún más vehemente, si cabe, que es una obra importante; por eso la he traído. Para mí lo es, sin reparo alguno; de esos títulos a los que acudo una y otra vez, un clásico, hipnótico, atrayente, un chute que te permite desconectar, que subyuga de ese modo, donde nada es lo que parece porque nada dentro de Frank se parece a algo conocido o sabido; hay que mirar un par de veces o tres para tomar una decisión de ese tipo, para poder aventurarse y decidir —equivocarte— qué son sus protagonistas o de qué están hechos los edificios, qué tipo de animales pululan por los estanques, por los bosques (si es que en puridad son estanques y bosques, que tampoco); forma de qué tiene esto y aquello, qué coño es lo que comen; si cayera un alud, ¿lo haría hacia arriba? Es tan endiablada- mente original y, al mismo tiempo, tan coherente, tan sólido. Pero no, ni la menor idea de qué trata o de qué va; tienen que olvidarse de tales convenciones; hay tiras que son otra cosa; Frank es una de ellas.





Jot Down - Cien Tebeos Imprescindibles (2014)


jueves, 20 de febrero de 2025

Misterios para los lectores más exigentes

Pequeños detectives gracias a la literatura infantil y juvenil. Del robo de un bocadillo a asesinatos, cada semana invaden las estanterías nuevos libros que plantean enigmas o casos policiacos para inspectores de todas las edades.



Brosmind


Tommaso Koch

Madrid - 21 DIC 2024 

Al principio, todo es misterio. Las certezas de un bebé se reducen a un olor, si acaso algún sonido. Arranca, pues, la mayor de las investigaciones: la vida. Sus propias manos, una jirafita que silba, otros señores pequeños, una galleta oculta en un cajón: cada día arroja nuevas incógnitas. Poco a poco, el asunto incluso se complica: aparecen rabia, amistad, tristeza, amor. El caso no para de enredarse, pero los minúsculos inspectores nunca se rinden. Lo sabe cualquier familia. Y lo tiene cada vez más claro la literatura: las estanterías ofrecen cada semana una miríada de enigmas inéditos a los lectores más jóvenes. Del robo de un bocadillo o un balón pinchado, hasta asesinatos: hay intrigas para detectives con pañal, pero también con pavo. Libros para disfrutar y detenerse a reflexionar. Para concentrarse en los indicios en lugar de en las pantallas. Y para alimentar, de paso, la pregunta favorita de la infancia y la juventud: "¿Por qué?".

"El misterio en la literatura infantil siempre ha sido uno de los grandes temas, pero tiene épocas de mayor auge, y estamos en una", destaca Laia Zamarrón, directora literaria de Nube de Tinta y de los departamentos infantiles y juveniles de Alfaguara y Salamandra. No hace falta una lupa para verlo: basta con mirar alrededor. Es más, el largo bum de la novela negra para adultos, el renovado  triunfo de Agatha Christie, el auge de series como Stranger Things y Lupin y los llamados true crime, o la difusión de tantas escape rooms sugieren que la fascinación por los arcanos es general. En los viejos tiempos de Sherlock Holmes, y en los actuales de Sherlock Tópez, la saga de Rocío Antón, Lola Nuñez y Lucía Serrano sobre un animalillo con gabardina que edita Edelvives. He aquí una pista para empezar a explicar el fenómeno. Al fin y al cabo, "el primer paso de toda investigación que se precie es hacer un resumen de los datos preliminares", como se lee en El sábado que no fue sábado (Edebé), de Inés Díaz Arriero, ilustrado por AtOLOnia, donde una pandilla de amigos monta una agencia para buscar al perrito Thor.

Todos los entrevistados ven otro indicio en el especial afán inquisitivo de los más pequeños. "Tienen una sed de conocimiento espectacular y una curiosidad sin límites. Con estos libros deseamos satisfacerlas y estimularlos para que las mantengan, se hagan preguntas y piensen de manera creativa y crítica", resume Gemma Sanjuan, editora de Zahorí. Su sello empieza muy pronto el reclutamiento: Mini enigmas ofrece adivinanzas sobre el mar o la Navidad al alcance de comisarios de dos años. También gracias a espejos, solapas y demás trucos de primero de investigador. Bastan unos meses más de vida para lanzarse con A la caza de los Reyes Magos (de Robert García y Emma S. Varela, en Pijama Books). O para solucionar Los casos del inspector Drilo (NubeOcho), de Susanna Isern, ilustrado por Mónica Carretero: se trata de averiguar en el "emocionómetro" cómo se siente el animal protagonista de cada episodio. Y lectores algo más mayores pueden acudir al "Manual para espías (Flamboyant) de Daniel Nesquens y Oyemathias, para aprender enseñanzas como: "No des nada por hecho". Útil para la vida, pero también para seguir leyendo.

Porque, a medida que la edad avanza, crecen las opciones pero también la dificultad de los casos: cómics como los de Olivia Wolf (NubeOcho), de José Fragoso; historias con dibujos y distintas tipografías, como Los cazamisterios (Alfaguara), de Patricia García-Rojo, ilustrado por Damián Zain; el regreso de libros al estilo de Elige tu aventura, como los que escribe Jacobo Sánchez-Feijóo; o novelas negras como las sagas Club secreto de detectives (Alma) de Robin Stevens, o Asesinato para principiantes (Cross Books), de Holly Jackson, que incluyen amenazas, cadáveres y cierta oscuridad. Obras prácticamente adultas por extensión o dureza del suceso.

"Tratamos cada vez más a los niños como figuras que pueden romperse con nada. Comprendo y apoyo que ciertos temas son "de adultos": un asesinato gore, o un crimen con sexo, drogas y corrupción. No obstante, estamos llegando a un extremo cursi. Hubo editoriales que me censuraron palabras como "pis" y "culo". Es importante preparar a un niño al mundo que verá. El resto es hacerle más daño", tercia Feijóo, también autor de sagas de misterios como Colmillos o Misión. "Se puede escribir para jovenes sobre cualquier tema: muerte, sexualidad, violencia. Solo es necesario adoptar el tratamiento que les sea adecuado", insiste Jean-Claude Mourlevat, autor de Jefferson (Nórdica), policíaco sobre un erizo acusado de "tejonocidio" en la primera de sus dos entregas.

En la novela de debut, se describe una escena en un matadero que el propio autor considera "dura". Por eso, en lugar de contarla directamente, pone al cerdo Gilbert, amigo del protagonista, a narrarla. "Siento la responsabilidad de mantener al lector seguro. Y que los casos sean suficientemente extravagantes como para ofrecer algo de escapismo. Intento apelar a la curiosidad de los niños, pero también hacerles saber que al final todo estará bien", agrega Alasdair Beckett-King, que volcó sus propios sueños juveniles rotos en la serie de Montgomery Bonbon (Bambú).

Cuando el escritor, con 11 años, le planteó a su padre que quería ser detective, el progenitor le respondió que no era oficio para esa edad. Justo lo mismo que le contestan a la chiquilla de sus libros. Tanto que se ve obligada a ponerse bigote e identidad de señor sesudo para que los mayores la tomen en serio y la dejen trabajar en paz. "A Bonnie le encantaba resolver misterios, le encantaba encontrar pistas y, sobre todo, le encantaba decirles a los adultos qué hacer", se lee en la primera entrega, Asesinato en el museo. A saber cuántos adolescentes se sentirán identificados.

Porque los protagonistas de estas obras no comparten solo edad con sus lectores. También demuestran talento, madurez e independencia, pese al escepticismo y la incomprensión. Nadie apostaría por que una matona y un niño raro (Eka y Vasarely, de Pedro Riera, ilustrado por Ángel Trigo, en Edebé) sepan investigar nada. Ni mucho menos resolverlo. La eterna lucha diaria de la infancia y la juventud. Cuántas veces los libros saben entenderlo mejor que papá o mamá. Hoy igual que hace décadas, cuando surgieron clásicos como El Gran Iván, de Marjorie Weinman -que crió a millones de sabuesos desde los seis años en el Reino Unido y Blackie Books traerá a España en febrero de 2025-, o El superdetective Blomkvist, célebre trilogía de Astrid Lindgren que Kókinos ha recuperado en castellano. "Al sentirse protagonista y ser el responsable de solucionar un misterio, ¡tu autoestima aumenta!", destaca Gemma Sanjuan.

Aunque todo gran inspector necesita casos a la altura de su ingenio. "Que sean interesantes. Que formen parte de la vida. Que sea necesario resolverlos. Que puedes conseguirlo con lo que tienes alrededor, con la ayuda de los tuyos, ya sean tus padres, amigos o tu perro... Se trata de confiar en ti y saber utilizar tus ojos, orejas, manos y pensamientos", describe Marta Jarque, creadora de Daniel, pequeño detective que a lo largo de otros tres libros (Combel, ilustrados por Daniel Jiménez, a partir de seis años) descubre quién se llevó su bocata o descifra una incomprensible nota de su madre. Además, Laia Zamarrón cree que las intrigas infantiles precisan otro pilar: "El elemento nuevo siempre compensa con un extra de familiaridad que da tranquilidad, a través de una estructura narrativa repetitiva o lugares confortables a los que volver".

En general, editores y autores entrevistados coinciden en la importancia de que el misterio resulte realista o, al menos, verosímil. Y que su resolución se antoje posible, racional. "Creo que muchos empiezan a sentir que el mundo es un lugar caótico y confuso. ¡Los misterios nos enseñan que quizá podamos dar sentido a nuestras vidas! Nos dan la esperanza de que podemos aplicar nuestras mentes y encontrar una respuesta a los problemas a los que nos enfrentamos cada día", defiende G. T. Karber, inventor del superventas Murdle (Temas de Hoy), libros que contienen decenas de acertijos y exigen armarse de paciencia, lógica y lápiz, con ecos del Cluedo y el sudoku.

La necesidad de recurrir a notas y libretas, en realidad, genera discrepancias. Hay quien cree que suma y quien destaca el riesgo de trocear la lectura y su magia. Pero exprimirte los sesos, ya sea por escrito o dentro de la cabeza, si resulta condición imprescindible. "Un libro pone al mando al lector. Con los misterios -y la comedia- se espera que asuma parte del trabajo", sostiene Alasdair Beckett-King. Feijóo sugiere que las pistas no deben ser muy obvias, pero tampoco ilegibles. Mourlevan y Zamarrón defienden libros "ágiles", no demasiado densos o exigentes,. Muchas publicaciones incluyen, además, actividades y adivinanzas relacionadas con la trama. Para prolongar la experiencia y también para reforzar la necesidad de una lectura pausada y activa. "Exige silencio y pausa, inmersión, concentración, que es quid para estudiar (o investigar) cualquier dilema", considera Feijóo. Frente al creciente poder seductor de móviles y tabletas, los libros infantiles y juveniles de intriga despliegan su propia fuerza adictiva.

Hasta el punto, por otro lado, de suscitar a su vez interrogantes: ¿termina importando más el enigma que la calidad literaria? La respuesta, por supuesto, depende de cada libro y lector. Pero habrá escritores que se extrañen ante el éxito sin autor de Cluedle (HarperKids); 50 enigmas en la línea de Murdle, firmados por el inspector ficticio Haritgan Browne, inventado por los editores. Una reciente nota de prensa del grupo Planeta también daba pie a cierto asombro: informaba del "fenómeno editorial de los libros para leer en el baño, con más de 100.000 lectores en España y 10 ediciones" ya acumuladas para Crímenes y misterios para resolver mientras haces caca, de M. Diane Vogt. Y la sed de enigmas ha contagiado hasta a un joven Federico García Lorca, que pide ayuda a la poesía para solucionar El misterio de los relojes parados (Luna Bruma, en Duomo).

Hay, en definitiva, misterios de sobra para cualquier edad y gusto. Si acaso, ¿demasiados? "El sector quiere vender poniendo precios de productos manufacturados pero que exigen elaboración artesanal. Y eso es incompatible. ¿Por qué apostaron las editoriales? Por inundar el mercado con sus títulos para destacar frente a los de su competencia. Quieren estar por todas partes. La consecuencia lógica es que el libro vende por marketing. Ni por calidad ni por enigma planteado", lamenta Feijóo. Aunque, según la editora de Zahorí Gemma Sanjuan, basta con un solo indicio para resolver este misterio: "A los niños no se les engaña, ¡son los lectores más exigentes! Si un libro no es de calidad, no se vende sencillamente porque no les gusta". Y punto. Caso cerrado.


El Pais. Babelia Núm. 1.726. Sábado 21 de diciembre 2024

martes, 18 de febrero de 2025

Tom y Jerry cumplen 85 años

Sin darse cuenta, “ Tom y Jerry ” celebran hoy su 85 aniversario.


La caricatura comenzó a transmitirse el 10 de febrero de 1940 en Estados Unidos.

Y para la ocasión, Warner Bros Classics está retransmitiendo actualmente una recopilación de episodios en directo en YouTube.





Via Catsuka

Carteles taiwaneses para películas de Ghibli

Se trata de un dúo de artistas, y que ya habían realizado otros carteles del mismo tipo, pero sin ningún crédito (debido a la pobreza actual de información/curación artística en la red hoy en día, una y otra vez).

Así, además de "Nausicaa", Steven Tung (ilustrador) y Joe Fang (diseñador gráfico) son también los autores de los carteles oficiales taiwaneses de " La princesa Mononoke ", " El viaje de Chihiro " y " El castillo ambulante ".

Página de instagram: tung_10

















Via Catsuka