jueves, 3 de septiembre de 2020

GIANNI DE LUCA: Un clásico desconocido por Alvaro Pons

 



Aunque con alguna que otra obra publicada en España, De Luca pertenece a ese grupo de ilustres desconocidos dibujantes en nuestro país.

Nacido en 1927 en Gagliato (Italia), De Luca se formó profesionalmente como arquitecto, aunque rápidamente se dedicó al cómic en revistas católicas como IlVittorioso, donde publicó sus primeras obras.

La fama le llega en 1970 gracias a las aventuras del Comisario Spada, serie realizada con guiones de Gian Luigi Gonara para "Il Giornalino", un semanario parroquial. El comisario Spada desarrollaba su trabajo a medio camino entre el poli duro y el cura bueno (al estilo Don Camilo), siempre con un final moralizante. El personal estilo de De Luca, logra que la serie alcance una fama inusitada, hasta el punto de que en 1971 se le concede el premio Yellow Kid al mejor dibujante del año. Pero la obra cumbre de De Luca, en donde destaca con luz propia, es en la magistral adaptación de la obras de Shakespeare: Hamlet, Romeo y Julieta y La Tempestad,   que   realizó  para   Il Giornalino en 1975, y que en nuestro país fueron publicadas hace más de diez años por Ediciones Paulinas en su colección Siemprenuevos (nos. 5 y 6). En estas adaptaciones, De Luca innova magistralmente con la narración. La historia se narra a través de viñetas-plancha sobre las que los personajes se mueven, avanzando la acción dentro de estos escenarios particulares. Este peculiar estilo de contar la historia, que recuerda a las experiencias de McLaren en la escuela de animación de Canadá, consigue que no se pierda la característica de escenario único de una representación teatral, logrando por ello una adaptación del autor inglés completamente diferente a las vistas anteriormente (que no son pocas, ya que Hamlet y Romeo y Julieta deben ser las historias más adaptadas a cualquier medio. Incluso Eisner ha llegado a hacer sus pinitos en esta cuestión).

Destaca además el trabajo gráfico de De Luca, con un cuidado estudio de los fondos (no en vano es arquitecto) y un excelente estilo, influido directamente por autores como McCay tanto en el enfoque de las situaciones como en un particular entintado que logra un especial efecto estético. Posiblemente esta influencia se perciba de modo más claro en la adaptación de La Tempestad, sobre todo en los diseños de personajes y vestimenta, fondos, etc.. Quizás sea éste un caso más sangrante que el de autores como Fred, ya que De Luca sí ha visto publicadas sus obras en nuestro país, pero se ha obviado siempre su trabajo, quizás por el hecho de haber sido publicado en una colección que poco tenía que ver con los canales habituales del consumidor de historietas.

ALVARO PONS


EMM #2 El Maquinista Mensual Junio 1992

martes, 1 de septiembre de 2020

U, el hijo de Urich 25 números (Noviembre 1996-Noviembre 2002)

 La revista U, el hijo de Urich, heredera (como su nombre indica) del fancine Urich consiguió que me esforzase en encontrar todos los números posibles (me falta el número 0) y que disfrutase con su lectura y de su información. Acabaron siendo, para mi disfrute, unos tomos preciosos y fascinantes. Coincidió en el tiempo y en el espacio con una especie de apogeo personal. Me encantan.
















viernes, 28 de agosto de 2020

Aceptamos mono como animal de compañía

'Las aventuras de Jo, Zette y Jocko (2004)', de Hergé, es una serie francobelga que está protagonizada por dos niños, los hermanos Jo y Zette Legrand, y por su mascota, el mono Jocko

GERARDO MACÍAS

26 Agosto, 2020



'El testamento de Mr. Pump'. Guion y dibujos: Hergé. Editorial Juventud, 1970.


A finales de 1928, el suplemento infantil Le Petit Vingtième fue apareciendo cada jueves en Le XXe Siècle, periódico católico belga. Hergé dibujó en sus páginas la serie L'Extraordinaire Aventures de Flup, Nénesse, Pousette et Cochonet, escrita por un columnista de deportes del periódico. Pero Hergé deseaba escribir y dibujar una serie propia, y así dieron comienzo, en el año 1929, Las aventuras de Tintín.

En 1935, Hergé recibió la visita de los sacerdotes Courtois y Pihan, editores de Cœurs Vaillants, semanario católico francés donde también se publicaban Las aventuras de Tintín. Le pidieron que creara otro personaje, ya que Tintin no representaba los valores familiares tradicionales: no tenía padres, no iba al colegio... Se quería que las aventuras transcurrieran en Francia, no en Bélgica como las del reportero del mechón, y que el protagonista fuese un niño cuyo papá trabajase, que tuviese una mamá, una hermanita y un animal de compañía.

Hergé se adelantó a la expresión "Aceptamos pulpo por animal de compañía", que procede de un anuncio de los 90 sobre el Scattegories, juego de mesa cuyos participantes tienen que decir palabras de una misma categoría, que empiecen todas por la misma letra.

Entonces, Hergé tenía en casa un mono de juguete llamado Jocko para hacer una campaña publicitaria. Hergé se tomó la licencia de crear en torno a Jocko una familia con animal de compañía, pero no un pulpo, sino un mono. Así nacieron en Cœurs Vaillants nº 3, el 19 junio de 1936, y se publicaron en Bélgica en Le Petit Vingtième a partir de octubre de 1936, con la primera aventura, El rayo misterioso, apareciendo en el periódico hasta junio de 1937, y enlazando enseguida con la siguiente aventura.

Jacques Legrand es el padre de Jo y Zette. En 1936, aunque faltaban años para el comienzo de la carrera espacial, es ingeniero aeronáutico empleado en S.A.C.A. (Société Anonyme de Construction Aéronautique), es decir, un adelantado a su tiempo como su propio creador, Hergé. Este planteamiento hace presagiar un mayor carácter familiar de la historieta, ya que la tecnología del padre podría dar bastante juego. Pero Hergé pronto separa a los dos chavales del ingeniero Legrand y su esposa, a quienes les toca el papel de angustiados padres que esperan noticias de sus hijos.

Entre 1936 y 1939, se publicaron las dos primeras aventuras y las 25 primeras páginas de El valle de las cobras, que se interrumpe bruscamente al estallar la 2ª Guerra Mundial. Se publicaron primero en Coeurs Vaillants, en bitono, y después en Le Petit Vingtième, remontadas y en blanco y negro. Tras la 2ª Guerra Mundial, aparecieron en forma de álbum. La primera aventura, El rayo misterioso, se dividió en dos álbumes: El Manitoba no contesta y La erupción del Karamako. Igual sucedió con la segunda aventura, El Stratonef H.22, que se dividió en otros dos álbumes: El testamento de Mr. Pump y Destino Nueva York.

La versión coloreada de las dos primeras historias se publica, antes de convertirse en álbumes, en la revista Tintín entre 1946 y 1950, y el 30 de diciembre de 1953 comienza la publicación de la aventura inconclusa, El valle de las cobras, que se prolonga en todo 1954 con la colaboración de Jacques Martin, que a partir de la página 26 coescribe la historia con Hergé, y hace los dibujos en solitario. Sin embargo, ni Hergé ni el editor permitieron que figurase en el álbum la firma de Jacques Martin.

Le Thermozéro iba a ser una aventura de Tintín. Hergé había pedido al historietista Greg que crease el guión de la misma. Sin embargo, el proyecto fue abandonado en 1960, cuando Hergé decidió mantener el control absoluto sobre su obra.

Poco después, Hergé decidió resucitar Le Thermozéro, pero teniendo como protagonistas, en lugar de a Tintín, a Jo, Zette y Jocko. Llegó a realizarse un storyboard del álbum antes de que el proyecto terminara por desecharse para siempre.

Hergé no estaba contento con esta serie sobre unos padres que lloraban todo el tiempo mientras buscan a sus hijos que se habían ido a cualquier parte, pero sin la libertad de Tintín. Mientras que la familia de papel de Tintín se constituyó a lo largo de los años, aquí había que crear de un plumazo todo un universo. Gifts.


Malaga Hoy



Regreso triunfal

El trabajo de Mark Waid con el Capitán América en la década de 1990 es una de las etapas esenciales del personaje

JAVIER FERNÁNDEZ

26 Agosto, 2020



'Heroes Return. Capitán América, 1: Servir y proteger'. Mark Waid, Ron Garney, Andy Kubert. Panini. 328 páginas. 32 euros

El trabajo de Mark Waid con el Capitán América en la década de 1990 es una de las etapas esenciales del personaje, nombrada siempre junto a otras del calibre de la de Steve Englehart en los 70, Mark Gruenwald en los 80 o Ed Brubaker ya en el siglo XXI. Digo etapa, aunque, en realidad, se trata de dos periodos muy cercanos. Waid y el dibujante Ron Garney se hicieron con las riendas del personaje en 1995, después de la larguísima intervención de Gruenwald, pero fueron despedidos en 1996 cuando Marvel decidió poner un puñado de sus franquicias en manos de algunos de los estudios que acababan de fundar la editorial Image. Aquella (fallida) iniciativa se llamó Heroes Reborn, y, en el caso del Capitán, el encargado de suceder a Waid y Garney fue Rob Liefeld (acompañado por el guionista Jeph Loeb), quien dejó para el recuerdo algunas de las imágenes más grotescas del personaje, aunque eso es otra historia.

Waid había debutado hacía pocos años en la escritura de guiones y estaba demostrando una rara capacidad para conjugar tradición e innovación en su inolvidable Flash (DC). Con el vengador abanderado, trató de hacer tres cuartos de lo mismo, aunque apenas pudo calentar motores. Una prueba de que se encontraba en plena forma es que aquel mismo año de 1996 acabaría firmando, también para la competencia, uno de los mejores tebeos de su bibliografía, la ominosa Kingdom Come, junto a un Alex Ross en estado de gracia.

En total, en aquella primera intervención, firmó casi una docena de números, recuperados recientemente por Panini en dos volúmenes de la colección 100% Marvel HC, uno titulado Capitán América: Operación Renacimiento (números 444 a 448) y, el otro, Capitán América: El hombre sin patria (números 450 a 454, más algún material extra). No sólo Waid, el dibujante Garney también estuvo espectacular, y los recomiendo para todo el que quiera iniciarse en la lectura del Capitán América.

Lo de Liefeld, ya lo he dicho, fue un error monumental (como el resto de la línea Heroes Reborn), y, un año más tarde, Marvel giraba 180 grados el timón para cambiar de rumbo. Heroes Reborn dio paso a Heroes Return, con el que los personajes cedidos a los chicos de Image volvían a manos más capaces. El Capitán América fue devuelto a Waid y Garney, aunque el dibujante no tardaría en marcharse, siendo sustituido por diversos artistas entre los que cabe destacar a Andy Kubert (con quien Waid ofreció, por cierto, un interesante Ka-Zar, también dentro del Heroes Return). Esta segunda intervención fue editada hace ya un tiempo por Panini en un formato reducido, el de la Colección Extra Superhéroes, y reaparece ahora en librerías en tapa dura y con un tamaño más generoso, como parte de la recuperación sistemática de las cabeceras que conformaron la línea Heroes Return. El primer volumen se titula Servir y proteger y reúne los primeros 12 números del regreso de Waid a la serie en 1998, que resultaron ser tan vibrantes y entretenidos como los que había firmado un par de años antes.


Malaga Hoy


Revuelta en la escuela

JAVIER FERNÁNDEZ

26 Agosto, 2020 



'New X-Men 4:  Revuelta en la escuela'. Grant Morrison y otros. Panini. 136 págs. 15 euros.


Revuelta en la escuela es el título del cuarto tomo de los New X-Men de Grant Morrison. El presente libro es un poco más delgado que el anterior, pero tiene un interés añadido: de los cinco episodios recopilados, cuatro están dibujados por el gran Frank Quitely, de largo, el mejor artista de todos los que trabajaron en esta estupenda etapa (ay, si Quitely la hubiera dibujado de principio a fin...). Son los números 134 a 138 de New X-Men (2003), y en ellos se desarrolla uno de los arcos argumentales más interesantes del conjunto: el ataque a un diseñador de moda mutante provoca una serie de reacciones en la escuela de Xavier que terminan en una revuelta de estudiantes liderada por el telépata de clase Omega Quentin Quire.


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miércoles, 26 de agosto de 2020

Nuevos mundos

JAVIER FERNÁNDEZ

26 Agosto, 2020




'New X-Men 3: Nuevos mundos'. Grant Morrison y otros. Panini. 176 págs. 15 euros.


De dos en dos, nos llega cada mes una nueva dosis de la reedición de la seminal etapa de Grant Morrison en New X-Men, uno de los tebeos de superhéroes más recordados de los primeros años del siglo XXI (y de actualidad por su influencia en la remodelación de la franquicia iniciada por Jonathan Hickman con las exitosas miniseries Dinastía de X y Potencias de X). El tercer volumen de la etapa de Morrison, de los siete previstos, se titula Nuevos mundos, y el argumento profundiza en el misterio de Xorn, ofrece revelaciones sobre la identidad de Fantomex, nos transporta de nuevo a Genosha (donde se está cociendo un homenaje al desaparecido Magneto) y sigue mostrando las maquinaciones de Emma Frost, entre otras cosas. Van aquí recopilados los números 127 a 133 de New X-Men (2002), dibujados por Phil Jiménez, Ethan Van Sciver, Igor Kordey y John Paul Leon.


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El mejor Conan

JAVIER FERNÁNDEZ

26 Agosto, 2020 




'Biblioteca Conan. La espada salvaje de Conan, 2'. Roy Thomas, John Buscema y otros. Panini. 208 páginas. 20 euros.


Se cumple un año y medio del regreso de Conan a Marvel y el resultado no se acerca ni de lejos al nivel de excelencia que logró el personaje en su primera década de existencia. Por suerte, la editorial ha inundado el mercado con reediciones del material clásico, que, si ya era bueno, comparado con lo actual es poco menos que sublime. Pensarán ustedes que soy un nostálgico, pero no es así. Me gusta muchísimo el trabajo que hizo Roy Thomas con el universo de Robert E. Howard, aunque conservo también en la retina la grandeza de las páginas de Timothy Truman, Tomás Giorello y José Villarrubia para Dark Horse (el último número de su adaptación de Wolves Beyond The Border tiene fecha de 2016). Quiero decir con esto, que estoy deseoso de nuevas interpretaciones, pero es que lo de Savage Avengers me parece una tomadura de pelo, y de Conan 2099 mejor no hablamos.

En fin, a falta de pan, buenas son tortas, así que me he puesto a releer estos tebeos que tienen ya más de 40 años y debo confesar que me siguen pareciendo la hostia de buenos. Pasa, además, que la presente reedición es la mejor que se ha visto nunca, con el único defecto de que faltan algunos complementos de otros personajes por problemas de derechos. En lo que respecta al trabajo editorial, los volúmenes incluyen las ilustraciones, los artículos y los correos de los lectores de la edición original, están llenos de extras, la calidad de reproducción es estupenda, como lo son también la traducción y la rotulación (y es que hemos tenido que soportar cada cosa...). Por ahora, Panini ofrece lo mismo en dos formatos: en gruesos volúmenes de tirada limitada y en los tomos más pequeños y manejables de la recién estrenada Biblioteca Conan. El segundo ejemplar de esta última compila los cuatro primeros números de la mítica revista La espada salvaje de Conan, publicados originalmente en 1974 y 1975, en los que brillan con fuerza las páginas dibujadas a lápiz por John Buscema y embellecidas por las tintas creativas y minuciosas de un inmenso Alfredo Alcalá.


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