Aunque con alguna que otra obra publicada en España, De Luca pertenece a ese grupo de ilustres desconocidos dibujantes en nuestro país.
Nacido en 1927 en Gagliato (Italia), De Luca se formó profesionalmente como arquitecto, aunque rápidamente se dedicó al cómic en revistas católicas como IlVittorioso, donde publicó sus primeras obras.
La fama le llega en 1970 gracias a las aventuras del Comisario Spada, serie realizada con guiones de Gian Luigi Gonara para "Il Giornalino", un semanario parroquial. El comisario Spada desarrollaba su trabajo a medio camino entre el poli duro y el cura bueno (al estilo Don Camilo), siempre con un final moralizante. El personal estilo de De Luca, logra que la serie alcance una fama inusitada, hasta el punto de que en 1971 se le concede el premio Yellow Kid al mejor dibujante del año. Pero la obra cumbre de De Luca, en donde destaca con luz propia, es en la magistral adaptación de la obras de Shakespeare: Hamlet, Romeo y Julieta y La Tempestad, que realizó para Il Giornalino en 1975, y que en nuestro país fueron publicadas hace más de diez años por Ediciones Paulinas en su colección Siemprenuevos (nos. 5 y 6). En estas adaptaciones, De Luca innova magistralmente con la narración. La historia se narra a través de viñetas-plancha sobre las que los personajes se mueven, avanzando la acción dentro de estos escenarios particulares. Este peculiar estilo de contar la historia, que recuerda a las experiencias de McLaren en la escuela de animación de Canadá, consigue que no se pierda la característica de escenario único de una representación teatral, logrando por ello una adaptación del autor inglés completamente diferente a las vistas anteriormente (que no son pocas, ya que Hamlet y Romeo y Julieta deben ser las historias más adaptadas a cualquier medio. Incluso Eisner ha llegado a hacer sus pinitos en esta cuestión).
Destaca además el trabajo gráfico de De Luca, con un cuidado estudio de los fondos (no en vano es arquitecto) y un excelente estilo, influido directamente por autores como McCay tanto en el enfoque de las situaciones como en un particular entintado que logra un especial efecto estético. Posiblemente esta influencia se perciba de modo más claro en la adaptación de La Tempestad, sobre todo en los diseños de personajes y vestimenta, fondos, etc.. Quizás sea éste un caso más sangrante que el de autores como Fred, ya que De Luca sí ha visto publicadas sus obras en nuestro país, pero se ha obviado siempre su trabajo, quizás por el hecho de haber sido publicado en una colección que poco tenía que ver con los canales habituales del consumidor de historietas.
ALVARO PONS































