domingo, 16 de agosto de 2020

Dos pájaros de un tiro por Raule y Chaves






 


TRIBULACIONES Nº1 DICIEMBRE DE 1993



RETROVISOR: SPIDER

 



¡SPIDER! Más de uno recordará aquel feo y enlutado superhéroe que a través de la infames ediciones de Vértice precedió en nuestro país a la primera invasión Marvel en los años sesenta. Este artículo surge de una duradera e incurable devoción por el personaje, que ha conocido varias ediciones en España, ninguna de ellas respetuosa con la original (en Vértice, Euredit, Bruguera, y Surco, de 1966 a 1983) y ha marcado —más modestamente de lo que merecía— la memoria nostálgica de más de una generación. A la vista de la falta de datos de que disponemos, en especial por el desconocimiento de la edición original, tal vez pueda parecer absurdo el plantearse redactar un artículo sobre él, pero sigue resultando a estas alturas una historieta por tantos motivos ejemplar que llegado el momento y aprovecha-do la libertad de acción que nos brinda El Maquinista no hemos podido resistir la tentación de reinvidicar desde aquí al más extraño y paradójico de los superhéroes.

La publicación portuguesa Jornal do Cuto (que realizó en 1972 la edición más digna de las que hemos podido consultar) da los únicos datos que conocemos sobre la autoría de la saga. Se trata de una historieta británica creada para la Bardon Fleetway Parece ser que comenzó a publicarse en junio de 1965 siendo su creador un tal E.G. Cowan, y su dibujante W. R. Bunn (continuado más tarde por Marcuzzi, Cueto y otros). A partir de la tercera historia ("Contra el Dr. Misterioso") los guiones son atribuidos a Siegel. Inicialmente, el Hombre Araña es un genio criminal, pero a partir de septiembre de 1966 se adhiere —tal vez forzado por la censura— a las fuerzas de la ley y el orden.
 
En cualquier caso en este artículo nos referiremos siempre como dibujante a este enigmático W. R. Bunn, único que ha sabido plasmar gráficamente su extraño mundo. En cuanto al guionista, nos gustaría creer que la publicidad de la primera edición de Vértice (1966, Novelas Gráficas de 7 ptas.) no miente y que se trata en efecto de Jerry Siegel, el padre literario de "Superman". Nos gustaría, porque en este caso podríamos considerarlo como una especie de revancha poética sobre el rumbo sufrido por sus criaturas —los superhéroes, herederos todos ellos en cierto modo de "Superman"— en ese torpe recorrido hacia una imposible verosimilitud.

EL HÉROE PORQUE SI
Al contrario que la mayoría de superhéroes al uso, Spider se nos presenta desde el principio como un hecho consumado, es decir, sin que exista ninguna tranquilizadora explicación a su extraña condición. Superman obtiene sus poderes por ser kryptoniano en nuestro planeta, Spiderman por recibir la picadura de una araña radiactiva, los miembros de la Patrulla X son mutantes genéticos: SPIDER simplemente ES; no puede ser concebido de otra manera. Quien quiera que sea el creador del personaje asume lo fantástico del planteamiento de la existencia de un superhéroe: puesto que este hecho es en sí absurdo, ¿Por qué intentar disfrazarlo con justificaciones pseudológicas? Así, Spider carece por completo de pasado: se nos da a conocer ya como futuro rey del crimen, solitario habitante de su siniestro castillo. No podemos imaginarlo en una fase anterior a su actual condición:
 
¿Oficinista frustado? ¿Experto ladrón? ¿Genial inventor? Nada de esto se nos sugiere, antes bien el personaje sólo vive para ser él mismo. No tiene tampoco identidad secreta —como la mayoría de sus, digamos, colegas— pues él es héroe por la pura vanidad de serlo y ¿Cómo podría ser satisfecha esa —enorme— vanidad si tuviera que ocultarse tras la máscara de una vida gris de los aplausos de su público?

Si el leit motiv de la historia —la propia existencia de Spider, sin la cual no existiría la serie— es absurdo y carece de una explicación lógica, todos los hechos que de ellos se deriven —la acción, el marco en que se desarrollan las aventuras— pueden ser igualmente fantásticos y no estar sujetos a la racionalidad. En este hecho radica una de las diferencias fundamentales entre esta serie y las demás de superhéroes, ya que el guionista puede prescindir de toda convención y fabricar un universo a la medida del personaje, que es el único capaz de darle un sentido. En "Spider" el principio fundamental de este mundo es la libertad de la imaginación, no sujeta en ningún momento a norma alguna: el resultado, fracamente estimulante, es la invención de un planeta Tierra que en realidad sólo toma del nuestro verdadero los arquetipos imprescindibles que puedan hacérnoslo reconocible, pero que rehuye cualquier intento de realismo social y de contextualización concreta de la acción. Así pronto se deriva hacia la fantasía irracional que llena toda la serie: sin resultar demasiado extraño irán apareciendo ¡siempre sin jusitificación lógica) genios del crimen encerrados en botellas, como en los cuentos; Neptuno, rey de los tritones y de los furgoides; ciudades olvidadas; alquimistas chinos; estatuas vivientes; androides de todo tipo, etc.



 
SPIDER EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLA
El derroche de fantasía es tan ininterrumpido y llega a tal punto que en ocasiones ideas que podrían haber dado lugar a argumentos de episodios enteros se desarrollan en ¡UNA SOLA VIÑETA! En la estupenda aventura de "Los Siete Siniestros" encontramos algunos ejemplos de esto que podríamos llamar narraciones hipercondensadas: Cuando el globo X (¡) avanza destruyendo el universo entero se nos muestra como una de sus vícitimas nada menos que a un planeta-cabeza, que encima hace amagos de interrogarse sobre su triste destino; cuando la Sociedad de Héroes se enfrenta a los Siete Siniestros asisten al combate, aparte de la expectante humanidad, varios testigos de excepción: El pueblo subterráneo de Thrombala (una especie de cavernícolas con crestas a lo mohicano) que contempla albo-rozado a través de sus monitores de vídeo desde las entrañas de la tierra el próximo ocaso de la raza humana; mientras que en otra parte del mundo el "recluso" (¿) Jasper Blackstone (una suerte de extraño ermitaño cuyo físico recuerda al de los padres de la Iglesia) se alegra del triunfo del mal mientras lanza sus anatemas: "¡Que se extinga toda la humanidad!". Los destinos de los hombres capturados por el traficante de esclavos galáctico Grokk son igualmente descritos en una delirante viñeta: el Planeta Colmena 13, donde construirán panales para las abejas gigantes hasta morir de agotamiento; el asteroide Cyborgia donde son convertidos en atormentados seres-máquina; o el circo espacial de la Reina de las Amazonas de Femma donde serán víctimas de inmundos monstruos.
 
Otros felices hallazgos se desarrollan algo más prolijamente: El valle de los condenados; los viajes a otras dimensiones; los encuentros con extraños seres (los aguijones, los supervivientes de la Atlántida o las mismas brujas de Macbeth); siempre — afortunadamente— sin causa racional aparente. Todo esto determina en la acción un ritmo histérico y desaforado que no conoce tregua. Se llega así por la vía del disparate hasta la pura parodia, en un crescendo de absurdos que pugnan por superarse unos a otros. Un enorme sentido del humor y un clima festivo preside toda la serie.

YO TAMBIÉN QUIERO SER EL NUMERO UNO
Al desenvolverse en este mundo irreal, los personajes quedan reducidos a arquetipos, meros comparsas de la acción que justifica y desarrolla Spider. Un solo rasgo los diferencia casi sin excepción de los héroes o villanos de otras narraciones: su desorbitada vanidad. Alejado de los problemas de ego que aquejan a los superhéroes americanos hace ya tiempo, Spider no cesa jamás de autoalabarse y de buscar el halago servil de los demás, ya sea en su primera etapa como delincuente (en la que su ÚNICA ambición es llegar a ser el rey coronado —(sic)— del hampa) como cuando decide ponerse del lado de la ley proclamando a los cuatro vientos ser "el más grande héroe que ha conocido la humanidad". Todos cuantos tienen un papel significativo en la serie actúan movidos exclusivamente por un afán obsesivo de satisfacer su ego.

Como héroe, Spider no persigue la justicia, sino la derrota de sus enemigos para poder provocar la admiración ajena. A éstos no les mueve tampoco la codicia, sino el ansia de situarse por encima de los demás. Las fechorías que suelen cometer bien son absurdas, bien no parecen reportarles ningún beneficio: tras millonarios botines conseguidos gracias al Genio del Crimen, el ex convicto Steve Gurko sigue habitando en una mísera caverna, sin siquiera abandonar sus ropas de presidiario; la misma austeridad de vida parece compartir sus colegas de oficio: Silvester Jenkins, Limbo el desconocido, etc.. Todos persiguen que se les reconozca en uno u otro momento superiores al enlutado héroe.

En este sentido, Spider no considera a la sociedad a la que protege como otra cosa que su público: si salva a la multitud del ataque del Filibustero Metálico, del Hombre Reptil-Arañesco o de una invasión extraterreste, nunca es por puro altruismo, sino para escuchar los aplausos y halagos que suscitan sus victorias; y si no tiene a nadie delante que contemple su triunfo no dudará en alabarse el mismo con repetidas alusiones a ..."mi insuperable valor" ..."mi privilegiada inteligencia"... de hecho, este aspecto provoca a veces reacciones encontradas en este mismo público que en más de una ocasión se sentirá molesto por deber su salvación a un personaje tan egoísta y fatuo.


 
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Parecidamente se comporta con sus dos ayudantes, el Profesor Pelham y el ex ladrón Roy Ordini. Estos le dan el trato de amo, le obedecen más por temor —son numerosos los castigos a los que le somete— que por devoción y actúan como comparsas serviles, casi indignos de compartir la gloria de su jefe que les considera un mal necesario (''¿Por qué tengo que sufrir la remora de estos mochuelos? ¿Por qué no los dejo caer en plena selva y los abandono? ¿Por qué no borro de mi cerebro vuestro recuerdo?" vocifera lamentándose en un ocasión) para poder disponer siempre de testigos de sus hazañas. Por su parte sus servidores —así les llama cuando no los tacha de esclavos— están obligados a decirle continuamente cosas como ..."tu inteligencia no tiene parangón en el mundo" ..."nada puede compararse a tu grandeza"...

(Un pequeño inciso aquí para alabar al traductor de las ediciones de Vértice, F. Sesén, que utiliza un lenguaje ditirámbico y exagerado muy acorde con el tono de la serie).

UN SUPERHOMBRE GÓTICO
Habitante solitario de un siniestro castillo trasladado piedra a piedra desde Escocia, Spider reúne todas las características de un personaje de relato gótico. Su mansión vacia y misteriosa está repleta de rincones y pasadizos secretos de donde surge lo inesperado: desde jaurías de panteras negras a estatuas de sus derrotados enemigos. Viste perpetuamente de negro (como los seguidores de grupos como Bauhaus o Sisters of Mercy, con cuya estética tiene más de un punto de contacto), descansa sobre una telaraña y desdeña austeramente cualquier comodidad. El dibujo de W.R. Bunn es oscuro y minucioso, muy elaborado, exagerado a veces hasta la caricatura y con intencionados rasgos feístas según los códigos narrativos del romanticismo gótico. Nos es difícil apreciarlo bien ya que las ediciones españolas —en especial Vértice— llevan a cabo una labor de destrozo con remontajes, abocetamientos etc. difícil de superar. Poco amante de la espectacularidad tiende al clasicismo y se desarrolla en multitud de pequeñas y abigarradas viñetas.

Tales caracteres son comunes a la mayoría de enemigos con quienes se enfrenta. Sus atuendos remiten a la Edad Media en muchas ocasiones: Capas, yelmos, cotas de mallas, etc. (La fascinación por esta época es, evidentemente, otro rasgo gótico); o bien son de una austeridad rayana en el ascetismo: los trajes del Doctor Misterioso o Sylvester Jenkins son sencillos e inmutables.
 
No se puede despedir este artículo sin hacer una breve mención de quiénes son estos enemigos, una de las más fabulosas nóminas de villanos de la historieta de todos los tiempos: el Tótem Viviente, un ídolo de tres cabezas vivo; la Silueta, misterioso ente del espacio del que sólo llegamos a conocer los brazos; el Emperador Androide, superviviente de la Atlántida y fabricante de robots; Limbo el desconocido, ser de otra dimensión jefe de los Siete Siniestros; el Rana, el Renacuajo y el Hormiga, protagonistas de una aventura que es, más que ninguna otra, puro delirio surrealista; Fidio, el Hombre-Perro-Robot-Legionario romano + gigante; el aún más gótico Exterminador, etc. Todos conocen la derrota a manos de
Spider casi de repente, después de haber dado guerra un montón de páginas, en desenlaces absurdos y apresurados que llegan cuando el guionista parece considerar que ya han sido suficientemente explotados.

En fin, hasta aquí algunos de los aspectos más interesantes de estas historietas. Spider sigue siendo-veinticinco años después de su creación-uno de los pocos superhéroes modernos, con historias verdaderamente adultas que optan por la libertad, el humor y la fantasía antes que por los estrechos cauces de una pseudoadultización y una tramposa verosimilitud de tramas y personajes. Su desenfado y su originalidad le conceden la categoría de puro pop-art, incombustible hasta ahora al paso del tiempo.

PEDRO PORCEL ANDRÉS PORCEL


El Maquinista numero 4 Septiembre 1991

 

El arte macabro

'Goya, lo sublime terrible' (2018), de El Torres y Fran Galán, es un 'thriller' sobrenatural que comienza en 1792, cuando el pintor zaragozano contrae una enfermedad que lo deja sordo

GERARDO MACÍAS

12 Agosto, 2020 


'Goya, lo sublime terrible'. Guion: El Torres. Dibujos: Fran Galán. Dibukks, 2018.

Este cómic no es una biografía al uso, sino que se trata más bien de un thriller sobrenatural y terrorífico que comienza entre los años 1792 y 1793. El pintor Francisco José de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, España, 1746-Burdeos, Nueva Aquitania, Francia, 1828) padece una grave enfermedad autoinmune llamada síndrome de Susac que lo mantiene durante meses en cama en Cádiz, aquejado de alucinaciones visuales y auditivas que lo asedian, unas fuertes migrañas y problemas motrices severos, síntomas que son el punto de partida que escogen el guionista El Torres y el dibujante Fran Galán para presentarnos al precursor de la pintura contemporánea y de algunas de las vanguardias pictóricas del siglo XX. La personalidad de Goya se va perfilando a través de sus delirios, de su trabajo con los pinceles, de su relación con su esposa Pepa y de su amistad con la duquesa de Alba. Tras recuperarse, Goya adquiere una sordera que arrastra el resto de su vida y su estilo de pintura se escinde en dos vertientes, la del pintor de cámara regia y la del artista desencadenado.

El Torres y Fran Galán crean una historia de terror en la que entremezclan las vivencias de Goya con sus obras más emblemáticas, como si se tratase de recuerdos. Los historietistas andaluces reconstruyen la vida del pintor, rellenando los huecos vacíos con una historia sobre fantasmas y brujas ligada a sus obras oscuras, que representa la lucha interna de un Goya enfrentado a sus demonios.

El Torres se inventa, y combina a la vez con hechos históricos, la razón de las extrañas obras surgidas a raíz de esa enfermedad y somos testigos del proceso de lucha interna de un hombre ilustrado y racionalista contra sus propios demonios internos, la superstición y el miedo imperante en el país. Gracias a esa lucha, Goya da rienda suelta a su creatividad, alejándose de convencionalismos.

Fran Galán consigue que su estilo gráfico no sea engullido por el del pintor. Goya está presente en cada viñeta, pero el estilo de Galán es reconocible. Consigue que brujas y demonios se mezclen con nobles y pintores de manera natural. Goya es claramente distinguible, lo mismo que la Duquesa de Alba. La ambientación está exquisitamente cuidada por Fran Galán, especialmente, las escenas de fantasmas, brujas y aquelarres. Se documentó profusamente sobre arquitectura, ropa, detalles de las obras de Goya... No podría ser más acertada la paleta de colores, con el juego de tonos cálidos, que van oscureciéndose según Goya se va introduciendo en la locura.

Lo mismo se puede afirmar del guion de El Torres, desde los fluidos diálogos, al vocabulario que utilizan los personajes, totalmente respetuoso con la época, pero sin resultar extraño para el lector actual, y terminando en la cronología de la vida del artista.

El físico de la duquesa de Alba está inspirado en Eva Green. Posiblemente influyeron en esta caracterización los personajes sobrenaturales de la actriz en las teleseries Camelot (2011) y Penny Dreadful (2016), papel que aparentemente la duquesa repite en este cómic...

Juan Antonio Torres (Málaga, 1972), más conocido en el mundo del cómic como El Torres, es guionista, editor y dibujante, con una larga trayectoria en la que ha publicado cómics en los mercados japonés, americano y europeo. Sus obras más destacadas son El velo (2010) y El bosque de los suicidas (2011), ambas con Gabriel Hernández Walta al dibujo; Nancy in hell (2010), con dibujo de Juan José RyP; Bribones (2015), con dibujos de Juan José RyP, Nacho Tenorio y Lolita Aldea, entre otros; El fantasma de Gaudí (2015), con dibujos de Jesús Alonso Iglesias; Camisa de fuerza (2017), dibujada por Guillermo Sanna; y Goya, lo sublime terrible (2018), con viñetas de Fran Galán.

Fran Galán cursó estudios de Artes y Oficios, ya que en Sevilla es lo más parecido a su interés por el dibujo. En esa época, conoce al dibujante Pedro Fernández Ramos, con quien trabaja como ilustrador, tras lo cual crea su propia empresa. Tras dos años, decide abandonarla para dibujar cómics. En 2014, conoce a El Torres, para quien dibuja portadas e ilustraciones para su editorial Amigo Comics. En 2018, Fran Galán obtiene el premio al autor revelación en Héroes Cómic Con de Madrid por Goya, lo sublime terrible.


Malaga Hoy


viernes, 14 de agosto de 2020

Un cuento de hadas

'Moonshadow', la maxiserie de 12 números creada en la segunda mitad de los años 80, es un tebeo de hadas para adultos, denso, poético, imaginativo y tierno


JAVIER FERNÁNDEZ

12 Agosto, 2020


'Moonshadow'. J. M. Dematteis, Jon J. Muth. Panini. 512 páginas. 35 euros.

La Marvel de los años 80, dirigida por Jim Shooter, fue una compañía esquizofrénica. Por un lado, se lanzó sin complejos a conquistar el mercado de superhéroes, realzando la importancia de los personajes frente a la de los autores, explotando el éxito de los mutantes hasta el hartazgo o proponiendo taquillazos como el evento Secret Wars, una fórmula tan novedosa y exitosa como mediocre. Por otro lado, espoleada primero por la explosión de la escena independiente (son los años de Cerebus y Love and Rockets, nada menos) y, después, por el nivel de calidad de la competencia directa (DC resucitó de sus cenizas con joyas del calibre de El Regreso del Caballero Oscuro o Watchmen), Marvel ofreció resistencia con algunos títulos inolvidables, la mayoría de ellos publicados bajo el paraguas del sello Epic.De Dreadstar (Jim Starlin) a Stray Toaster (Bill Sienkiewicz), pasando por la malograda Void Indigo (Steve Gerber y Val Mayerik), la innovadora Elektra Asesina (Frank Miller y probablemente el mejor Sienkiewicz de toda su carrera), la divertidísima parodia Groo (Sergio Aragonés y Mark Evanier), la excitante (por momentos) revista Epic Illustrated, el desembarco de Akira en Occidente o de Moebius en Estados Unidos, el sello Epic (1982-1996) tuvo su cuota de brillantez (y mucho tebeo prescindible, todo hay que decirlo). La mayoría de lo bueno ha visto la luz en nuestro país, pero faltaba una de las joyas de la corona, la maxiserie de 12 números Moonshadow (1985-1987), escrita por J. M. DeMatteis y pintada por Jon J. Muth. DeMatteis es recordado por el grueso de lectores gracias a tebeos epatantes como La última cacería de Kraven, su larga etapa posterior al frente de las aventuras del Hombre Araña o la encarnación ochentera (y paródica) de la Liga de la Justicia (con Keith Giffen, Kevin Maguire y compañía), aunque sus mejores trabajos son aquellos en los que supo expresar con acierto sus intereses espirituales y filosóficos.

En esa cuerda, DeMatteis firmó en 1985 la interesante novela gráfica esotérica Doctor Extraño: Dentro de Shamballa (con bellas páginas de Dan Green), y llevó las riendas del Doctor Fate entre 1987 y 1991, comenzando con una hermosa miniserie dibujada por Giffen a la que siguió una rompedora serie regular que seguramente sea lo mejor de DeMatties en el ramo de los superhéroes (se puede añadir aquí también la sorprendente miniserie del Detective Marciano, salvajemente dibujada por Mark Badger y editada en 1988).

Moonshadow es el tebeo definitivo de DeMatteis, un cuento de hadas para adultos, denso, poético, imaginativo, pretencioso, verboso y tierno. Se beneficia del bellísimo arte de Muth, que había encontrado un lugar en aquellos años en que estaba de moda experimentar con el coloreado manual, o sea, pintar directamente las páginas. Por desgracia, a Muth lo hemos visto cada vez menos, pero tenemos Moonshadow para asombrarnos de su enorme talento. Máxime en esta cuidada edición, rematada con notas de los creadores y muestras del arte conceptual de la obra.


Malaga Hoy



La espada inoxidable

JAVIER FERNÁNDEZ

12 Agosto, 2020 


'Biblioteca Conan. La espada salvaje de Conan, 1'. Roy Thomas, Barry Smith y otros. Panini. 240 páginas. 20 euros.


Se ve que la reedición del material clásico de Conan en España está siendo un éxito, pues Panini acaba de inaugurar la Biblioteca Conan, que ofrece en un nuevo formato lo que ya se estaba publicando en gruesos volúmenes de edición limitada. Personalmente, no puedo estar más contento, porque todo Conan me parece poco y porque me alegro de que se pongan estas páginas al alcance de la mayoría de los lectores y no sólo de los coleccionistas más acérrimos. Con esta intención, la Biblioteca Conan tiene periodicidad mensual y un precio de 20 euros, con la consiguiente reducción de páginas con respecto a los tomos limitados. La colección ha comenzado directamente con La espada salvaje de Conan (y su precedente, Savage Tales), esto es, las revistas en blanco y negro para adultos (por algún que otro desnudo y el nivel de violencia, mayor que el de los comics books), o sea, las historietas de mayor calidad de todo el periplo del bárbaro en Marvel (imagino que, en la decisión de aplazar una posible reedición de la cabecera a color Conan The Barbarian habrán influido el que Planeta lo haya servido una y otra vez en los últimos años).

El primer tomo de esta biblioteca se titula Clavos rojos y otros relatos y recopila todas las historietas del cimerio publicadas en los primeros cinco números de la revista Savage Tales, entre 1971 y 1974. El grueso lo compone la fenomenal adaptación del relato (casi una novela corta) Clavos rojos, el último escrito por el creador de la criatura Robert E. Howard y uno de los mejores del conjunto literario del bárbaro. La adaptación corrió a cargo del escritor Roy Thomas, el hombre que llevó Conan a Marvel y dirigió con brillantez sus andanzas durante la primera década, y el extraordinario dibujante Barry Smith, que supera aquí con creces su trabajo en Conan The Barbarian. El resultado es una joya, el tebeo perfecto de Conan, y uno no se cansa de releerlo. Van otras historietas, más los artículos, ilustraciones, portadas a color y un sinfín de material que enriquece la lectura.


Malagq Hoy



Un 'noir' sofisticado

JAVIER FERNÁNDEZ

12 Agosto, 2020 


'100% Marvel HC. El Castigador: Soviético'. Garth Ennis, Jacen Burrows. Panini. 136 págs. 35 euros. 18 euros.


Si hay un escritor asociado al Castigador, ése es Garth Ennis. El guionista de Irlanda del Norte tomó las riendas del justiciero en el año 2000 (antes había firmado un delirante especial: Punisher Kills the Marvel Universe, 1995), dentro del sello Marvel Knights y con Steve Dillon (su socio principal en Predicador) como dibujante. Fue una etapa divertida, lo mejor del personaje hasta que el propio Ennis, ahora con Darick Robertson, llevaba el concepto un paso más lejos en la miniserie Born (2003), perteneciente al sello MAX. La fórmula Ennis-Punisher-MAX resultó ser revolucionaria y dio como resultado uno de las mejores series de la historia de Marvel, un noir sofisticado, realista y violento que poco o nada tiene que ver con los superhéroes. El genio se fue, pero ha vuelto en una miniserie imprescindible que Panini recopila en el volumen Soviético.


Malaga Hoy


Tiempo de revelaciones

12 Agosto, 2020 



'Marvel Saga. El asombroso Spiderman, 44. Spiderman Superior: Nación duende'. VVAA. Panini. 184 págs. 19 euros.


Se acabó lo que se daba. El número 44 de la recopilación de las aventuras de Spiderman en la colección Marvel Saga nos ofrece el final de la saga más importante del Trepamuros en la segunda década del siglo XXI, la saga del Spiderman Superior (por si hay alguien que no lo sepa: la mente de Otto Octavius ha sustituido a la de Peter Parker, de modo que el doctor Octopus se ha convertido en Spiderman, o, mejor dicho, en un Spiderman superior). Nación Duende recopila los números 27 a 31 de The Superior Spider-Man, más el Annual 2 (2014), con Dan Slott y Giuseppe Camuncoli como artistas principales. Tiempo de revelaciones y de desenlaces, de la caída definitiva del Rey Duende, pero también del legado de Octavius como Spiderman.


Malaga Hoy