lunes, 10 de febrero de 2020

Conan el mercenario


JAVIER FERNÁNDEZ
29 Enero, 2020

'Marvel Omnibus. Conan el bárbaro: La etapa Marvel original, 2'. Roy Thomas, John Buscema y otros. Panini. 856 páginas. 49,95 euros.

El segundo tomo de la serie Marvel Omnibus. Conan el bárbaro: La etapa Marvel original nos hace olvidar el trabajo de Barry Smith gracias al concurso de dibujantes como Neal Adams, Gil Kane y, sobre todo, John Buscema. Adams firma la cubierta y un excelente episodio (el 37 original) y Kane brilla en los primeros compases de la adaptación (dentro de la serie Giant-Size Conan) de la única novela del cimerio escrita por su creador Robert E. Howard, La hora del dragón. Pero es Buscema quien más asoma, y más brilla, en el conjunto, ayudado, casi siempre, por las tintas de un Ernie Chan que va creciendo con cada página. Juntos, Buscema y Chan, crearon la estética definitiva de la cabecera Conan The Barbarian, una estética que seguiría siendo el estándar mucho después de la marcha de Roy Thomas y hasta del propio Buscema.

Estos tomos publicados por Panini son un auténtico regalo para los aficionados a Conan, y una compra obligada para cualquier amante de la fantasía. Documentan una de las series más importantes del género (mientras estuvo el escritor Roy Thomas al volante), y lo hacen con respeto a los lectores y cariño al material original, reproduciéndolo con una calidad inédita, de manera cronológica, y completándolo con jugoso material adicional. Aquí van los números 27 a 52 de Conan The Barbarian, el Annual 1, los números 1 a 4 de Giant-Size Conan y extractos de la revista para adultos Savage Sword of Conan 1, 8 y 10, publicados originalmente entre 1973 y 1975. Los de la serie principal nos presentan a un Conan todavía joven, que se abre paso aquí y allá después de la caída de Makkalet y que, paradójicamente, acabará enrolándose como mercenario en el ejército de Turán, su antiguo enemigo.

En cuanto a los episodios provenientes de Giant-Size, por si alguien no lo sabe, La hora del dragón es una historia del rey Conan, o sea, de la etapa final de su vida. Envidio a los que no hayan leído antes estos cómics. O quizá no, porque estoy disfrutando tanto o más que ellos con su relectura.


Malaga Hoy



El dúo dinámico

En la historia de los cómics de superhéroes, hay un puñado de equipos creativos que brillan por encima del resto, Claremont y Byrne son uno de ellos

JAVIER FERNÁNDEZ
29 Enero, 2020

'Spiderman. Marvel Team-Up de Chris Claremont y John Byrne'. Chris Claremont, John Byrne. Panini. 264 páginas. 26 euros.

En la historia de los cómics de superhéroes, hay un puñado de equipos creativos que brillan por encima del resto. Son asociaciones artísticas, de guionista y dibujante, que influyeron decisivamente en el desarrollo del género y definieron una época. En lo que a Marvel se refiere, este grupo de autores selectos incluye dúos tan renombrados como Stan Lee y Jack Kirby (comenzada en 1961, Los 4 Fantásticos es su serie estrella, pero conviene recordar que Lee y Kirby crearon el grueso del universo Marvel colaborando en numerosos títulos a lo largo de toda la década), Roy Thomas y John Buscema (si nos ceñimos a los superhéroes, Los Vengadores es su máximo logro; fuera del género, dejaron una marca imborrable dentro del mundo de la fantasía con las aventuras de Conan el cimerio), Mark Millar y Brian Hitch (siguiendo la estela del trabajo del propio Hitch y el guionista Warren Ellis en The Authority, estos dos trajeron la espectacularidad cinematográfica a Marvel con The Ultimates) o Chris Claremont y John Byrne (pareja de moda en la segunda mitad de la década de 1970, firmaron una ristra de tebeos inolvidables, de los que la imitadísima serie La Patrulla-X sigue siendo la cumbre).

Hablando de estos últimos, han pasado ya casi cuatro décadas desde que se separaron debido a diferencias creativas (choque de egos sería otra forma de llamarlo), pero su etapa con los mutantes sigue apareciendo en lo alto de las principales listas de los mejores cómics de superhéroes de la historia, lo que habla de la solidez de su propuesta estética (siempre dentro de un entorno comercial). Para los que nos criamos leyendo sus tebeos, la firma "Claremont y Byrne" tiene un tinte especial, y es que casi todo lo que hicieron juntos posee un nivel notable, cuando no sobresaliente. Uno recuerda con cariño los dinámicos episodios de Puño de Hierro (desde finales de 1975 hasta 1977, primero en Marvel Premiere y luego en la cabecera Iron Fist, todos recopilados por Panini en un solo volumen de la colección Marvel Gold), el sentido de la maravilla en aquella larga aventura de Star-Lord (publicada originalmente a mediados de 1977 en Marvel Preview, y por Panini en otro tomo de Marvel Gold, con tintas de Terry Austin, el embellecedor de la etapa de ambos en La Patrulla-X) o cómo lograron dotar de interés a una cabecera tan irregular como Marvel Team-Up.

Spiderman. Marvel Team-Up de Chris Claremont y John Byrne recupera en un sólo volumen de la colección 100% Marvel HC todos los episodios de la vieja cabecera del Hombre Araña firmados por la pareja, entretenidísimos y visualmente atractivos. Más concretamente, son los números 59 a 70, 75 y 79, publicados entre 1977 y 1979. En ellos, Spiderman se alía con otros superhéroes como Chaqueta Amarilla, la Avispa, Ms. Marvel, Tigra, el Hombre-Cosa o Powerman, aunque seguramente las parejas de baile más recordadas sean el citado Puño de Hierro, el Capitán Britania o la mismísima Red Sonja, inesperada protagonista del espectacular canto del cisne en la serie de la pareja.


Malaga Hoy



Amor maldito

En esta sexta entrega de 'Balas perdidas' volvemos a encontrarnos con la fugitiva Virginia Applejack, que parece haber encontrado a su media naranja


JOSÉ LUIS VIDAL
27 Enero, 2020

'Balas perdidas Volumen 6: Asesinos'. David Lapham. Cartoné. 274 págs. 20,50 euros. La Cúpula Ediciones.

Los Lapham, David y María, decidieron en su momento darle un descanso a su obra más exitosa, y David pasó una larga época inmerso en otros universos superheroicos, ficciones que tal vez no dieron lo mejor de él, de las que personalmente salvaría dos auténticas joyas de género como son las que fueron publicadas en el fenecido sello Vertigo. Me refiero a Goldfish y Little Liars, ambas muy recomendables para los que os habéis hecho seguidores de Balas Perdidas.

Pero claro, había quedado una espinita por sacar, y la solución llegó gracias a la editorial independiente norteamericana más rompedora, que da oportunidad y libertad a sus autores para que creen con absoluta autonomía, sin estar atrapados por los plazos de entrega, Image. Cosa que hizo que el tándem Lapham comenzara, o mejor dicho, continuara con la saga de Balas Perdidas.

Y no parece haber pasado el tiempo, ni perdido frescura y, por supuesto, sigue golpeando fuerte al lector.

En este sexto tomo, a modo de prólogo, vamos a conocer a uno de sus protagonistas, el jovencito Eli Goldburg, un chaval que está entrando en la adolescencia, pero que aún conserva cierta pátina de inocencia que hace que no se percate de muchas de las cosas que ocurren a su alrededor mientras vive una existencia normal con su familia, compuesta por los padres y una hermana pequeña.

Pero claro, esto no es una sitcom, sino un crudo retrato de las bambalinas de las aparentemente plácidas existencias de una serie de personajes que esconden más de un cadáver en sus armarios. Y el pobre Eli, sin darse cuenta, se va a cruzar en el camino de un viejo conocido de los que seguimos las serie, un tipo sin escrúpulos, que a primera vista puede resultar agradable, pero es en realidad un asesino sin ningún tipo de escrúpulos. Me refiero, claro está, a Spanish Scott.

Los momentos que viva con él va a ser decisivos en su futuro devenir, y dejarán al chico marcado de por vida.

El resto del grueso volumen viene a ser una serie de capítulos, cronológicamente seguidos en el tiempo, en el que seremos testigos del regreso de Virginia, que parece haber encontrado un lugar donde poder establecerse (al menos por el momento) junto a su tía Jane, con la que mantiene una muy buena relación mientras no se hable de su tío Jack, que vive recluido en el garaje… ¿Qué le ocurrirá a este hombre?

Y es en estos momentos cuando la protagonista conocerá a Eli y bueno, nacerá el amor.

Pero claro está, el camino de Vinnie hasta ahora no ha estado asfaltado con rosas, más bien lo contrario, y la mayoría de las relaciones que ha establecido no le han traído más que problemas y experiencias de lo más traumático, aunque ella es una chica bastante dura. Y es que el tener en su círculo de conocidos a un tipo tan brutal como Dez no puede traer nada bueno…

La búsqueda de un dinero oculto, una casa en la playa, Marisol, el alocado y metafórico mundo de Amy Racecar y, como no podía ser de otra manera, la violencia, esa explosión que surge cuando menos esperamos y que nos golpea, al igual que a los personajes, dejando un paisaje de desolación, donde la esperanza se pierde por completo…

Al terminar su lectura, un sudor frío os recorrerá el espinazo pero querréis más, necesitáis seguir leyendo Balas Perdidas.



Malaga Hoy

Poder sin responsabilidad

Continúan las aventuras (y desdichas del corazón) del joven Peter Parker en su versión Ultimate


JOSÉ LUIS VIDAL
24 Enero, 2020


Me gustaría formularos una pregunta: ¿Qué haríais si tuvierais superpoderes?

¿Dedicaros a defender el bien y la justicia? ¿Ayudar a los demás? O, y esta creo que sería la respuesta más común, abandonar todo atisbo de moralidad y aprovecharos de estas nuevas capacidades para cometer una y mil felonías…

Ultimate Integral. Ultimate Spiderman nº 5.
Brian Michael Bendis, Mark Bagley, Joe Quesada y Trevor Hairsine
Rústica
368 págs.
35 euros

Pues bien, un alicaído Peter Parker se arrastra por los pasillos de su instituto con el corazón roto tras su traumática separación con el amor de su vida, Mary Jane. Casi no puede levantar la cabeza del pupitre, mientras ella lo observa bastante preocupada, todo hay que decirlo.

Menos mal que siempre hay algún ladronzuelo de poca monta o, en este caso, un inconsciente que llama la atención de su alter ego, Spiderman. Se trata de un chico llamado Geldoff que, rememorando las geniales palabras, la “va a liar parda”. Aupado por el resto de la chavalería de otro instituto, el joven latveriano se viene arriba y comete dos o tres tropelías que están a punto de hacerle perder la vida a más de un observador, sobre todo de los que intentaban grabarlo con el móvil para luego subirlo a las redes sociales.

Pues de eso trata el primer arco argumental contenido en este volumen, los problemas de corazón, el poder sin control y, por si esto fuera poco, la desconfianza que crece y crece en el interior de la Tía May, que le va a poner las cosas bastante difíciles al joven Parker que claro, solo intenta cumplir su función como superhéroe adolescente mientras trata de que el número de gente que conoce su identidad secreta no crezca y crezca a pasos agigantados.

La unión de sus creadores originales, Brian Michael Bendis y Mark Bagley creó un tándem que definiría como prácticamente perfecto, ya que pese a esos interminables diálogos de Mr. Bendis (que al fin y al cabo lo que hacen es dar mucha verosimilitud a las escenas) el tebeo fluye antes nuestros ojos a una velocidad pasmosa, creando una conjunción artística única.

La segunda mitad del tomo viene protagonizada por una miniserie, también escrita por Bendis e ilustrada en esta ocasión por Trevor Hairsine (con un prólogo del jefazo, Joe Quesada), en la que la brújula moral se voltea para estar protagonizada por los malos más malos de la historia y cómo llegaron a unirse para convertirse en una amenaza casi (y digo 'casi') imparable.

Ellos son Electro, el Hombre de Arena, Doctor Octopus, Kraven el Cazador y tal vez el más peligroso de todos, un hombre que se considera el 'padre' del joven héroe y cuyo único fin es atraparlo. Norman Osborn es su nombre, el Duende Verde.

La potencia gráfica de Hairsine hará que muchas de las espectaculares escenas contenidas en esta miniserie parezcan salirse de las páginas, ya que el sendero de destrucción que acompañará a los villanos no será poca cosa, y terminará en un lugar muy conocido por todos.

Toda esta situación hará que Nick Furia tenga que ponerse las pilas y utilizar todos los medios a su alcance, y ya sabéis, si habéis seguido las diferentes colección del Universo Ultimate, que estos no son pocos, ya que es el jefe de cierto grupo de superhéroes que, junto a un casi desvalido Peter Parker, se va a convertir en la única oposición que tendrá esta auténtica ola de maldad y caos.

En resumidas cuentas, este quinto volumen de la colección Utimate Spideman viene a confirmar el gran éxito que fue esta línea, que ofreció a los nuevos (y los más talluditos) lectores historias frescas, versiones de sus héroes favoritos narradas por los mejores autores del momento y que ahora tenemos la oportunidad de releer y disfrutar en esta serie de volúmenes recopilatorios.


Malaga Hoy

Mi hermano, mi peor enemigo

Ka-Zar, el Señor de la Tierra Salvaje, regresa a las librerías en un tomo integral que recoge su aventura más apasionante


JOSÉ LUIS VIDAL
22 Enero, 2020

'Heroes Return 2. Ka-Zar: La jungla de asfalto'. Mark Waid, Andy Kubert, VV. AA. Rústica. 416 págs. 40 Euros. Panini Cómics.

Los años noventa fueron bastante difíciles para Marvel. Las ventas no acompañaban a la mayoría de los títulos, por lo que se tomaron decisiones a mi parecer erróneas que, al poco tiempo (un año ni más ni menos) tuvieron que enmendarse.

Las cabezas pensantes de La Casa de las Ideas se dieron cuenta de que un gran nombre no tiene por qué relanzar un título, lo importante era poner al frente de estos a guionistas y dibujantes que entendieran y amaran a los personajes y, sobre todo, respetaran la continuidad.

Y así nació el evento Heroes Return que, como bien señalaba, era un regreso de los grandes personajes que habían hecho a la editorial lo que era. Para ello se contrató a artistas como Kurt Busiek, Mark Bagley, Alan Davis, Chris Claremont, George Perez, John Romita Jr., Dan Jurgens… y a los que nos interesan en este texto: Mark Waid y Andy Kubert.

Y la tarea que les impusieron fue coger a un personaje cuyas etapas anteriores no habían sido demasiado afortunadas y prepararle un 'regreso' por todo lo grande.

Y vaya si lo lograron…

Aún recuerdo como mis pupilas se dilataron al poder ver las primeras páginas de aquella nueva serie protagonizada por Lord Kevin Plunder. Creo que no me equivoco al decir que los números contenidos en este nuevo volumen son el mejor trabajo de Andy Kubert. Pero claro, de casta le viene al galgo…

Eso sí, un buen dibujo no es nada sin un guion interesante detrás, y Mark Waid se encargó de demostrar que seguía entendiendo muy bien a los personajes de los que se encargaba. Mítica era ella su larga etapa al frente del velocista escarlata y con los años ha demostrado en numerosas ocasiones sus valores como escritor.

En esta nueva etapa, Kevin, o mejor dicho, Ka-Zar disfruta de una placentera existencia junto a su amor, Shanna La Diablesa, su hijo pequeño, Matt y, claro está, el tigre de dientes de sable Zabú. Son los señores de una tierra llena de peligros pero que conocen a la perfección. Alejados de cualquier tipo de tecnología, una preocupada Shanna se percatará de que Kevin oculta algo, ya que su comportamiento ha variado ligeramente desde que fueron padres.

Mientras, en la gran ciudad, un oscuro plan se fragua. Y el arquitecto de este es ni más ni menos que Parnival, el hermano de Kevin, que contrata a Gregor, un cazador perfecto, para que atrape a su presa, que no es ningún animal, sino Ka-Zar…

Pero esta solo es la punta del iceberg, ya que tras una puerta se esconde un lugar, una dimensión que no es la nuestra, donde permanece recluida la verdadera mente pensante tras toda esta trama que va a obligar a la pareja a trasladarse a la gran urbe que, de golpe y porrazo se va a ver transformada en una verdadera 'jungla de asfalto'.

Un segundo arco argumental enlazará directamente con las consecuencias de este, y va a obligar a la pareja protagonista a confiar en los conocimientos de un científico que vive aislado en la Tierra Salvaje, y parece ser el único capaz de revertir el estado en el que se encuentra uno de los protagonistas.

El trabajo de Andy Kubert es tan superlativo que se lo pone extremadamente difícil al resto de dibujantes que los acompañan a él y Mark Waid en esta aventura, aunque el balance final no puede ser más espectacular, convirtiendo Kubert algunas dobles páginas en auténticos lienzos en los que podemos sumergirnos y experimentar el síndrome de Stendhal en más de una ocasión.

¿Y sabéis lo mejor de todo? Que toda la etapa de este personaje, su relanzamiento, viene contenido en este tomo, una joya que debería estar todas las bibliotecas de los amantes del Universo Marvel.



Malaga Hoy


domingo, 9 de febrero de 2020

De la cultura se aprovecha todo por Max

Trampantojo  MAX 1 FEB 2020

El Pais. Babelia

El cómic que desvela la historia del 'hip-hop'

Desde 2018 la editorial Flow Press publica en España la saga 'Hip Hop Family Tree', del dibujante de cómics estadounidense Ed Piskor. Un recorrido que comienza con el nacimiento de este género musical en el Bronx

JACOBO RIVERO
7 FEB 2020

Portada de 'Hip Hop Family Tree'

Hip Hop Family Tree (HHFT) es mucho más que un cómic. Es también una gran foto de familia y árbol genealógico de un tiempo. A mediados de la década de 1970 del siglo pasado, el clima social de Estados Unidos estaba en uno de sus puntos más bajos. Rotas las costuras de un imaginario colectivo feliz, especialmente tras la luchas por los derechos civiles de la década anterior, los ecos del Black Power y con la resaca reciente de la derrota en la Guerra de Vietnam, en muchas ciudades del país surgía una nueva composición social dentro de los barrios de mayoría afroamericana. Nueva York era el crisol donde convergían muchas realidades culturales, puerto de llegada de tendencias y emigraciones, la propensión a la creatividad, a pesar de la dureza cotidiana, estaba en la atmósfera


En ese contexto, en el sur del Bronx, en encuentros públicos de disc jockeys comienza a experimentarse con los discos: se mezclan dos copias del mismo vinilo, se superponen distintos cortes musicales, se "inventa" el scratch, se añade el micrófono abierto –hasta entonces propiedad de los populares maestros de ceremonias de las fiestas– para improvisar versos sobre la música... El cóctel se hace tremendamente popular desde el primer instante. Es una explosión de creatividad nueva, grupal, efervescente y tremendamente accesible. La cultura del Do it Yourself! (DIY) en su máxima expresión. Una generación de chavales sin apenas perspectivas laborales y con un racismo institucional asfixiante comenzaba a construir, sobre las bases de la potentísima cultura musical negra anterior, un nuevo ritmo. Nacía el hip-hop en el sur del Bronx. Probablemente, de los cinco distritos metropolitanos, el de mayor combustión social, junto con Harlem. La llama que se prendió allí no tardó en extenderse.



Desde la industria musical del momento, mayoritariamente blanca, se ignoró en un principio el fenómeno. En las televisiones también se relegó o se banalizó de forma estereotipada, cuando no se vinculó directamente con la delincuencia. Fueron las radios locales y comunitarias, las discotecas de barrio y los conciertos en canchas de baloncesto al aire libre las que viralizaron el fenómeno de forma brutal. Empezaron a venderse discos de rap y las tiendas de música eran paraísos para el barrio. Además, coincidió con la explosión de un baile, el breakdance, que requería muchísima destreza, agilidad e improvisación. Por si fuera poco, se incorporó un lenguaje de arte urbano propio, el grafiti, que inundó toda la ciudad, especialmente el metro que transitaba la ciudad en territorios y mundos aparentemente alejados y que constituía en sí mismo otro universo en paralelo.

Ed Piskor (Pennsylvania, 1982) recoge todo este ambiente desde sus orígenes. Con un trazo que conecta con las formas tradicionales del cómic estadounidense, desarrolla con paciencia un trabajo minucioso de recopilación de información, fechas, conversaciones y situaciones reales que dan a cada uno de los volúmenes —tres hasta el momento en nuestro país, que abarcan desde 1975 hasta 1984— una fuerza narrativa y visual impresionante. Diseño gráfico e ilustración en su máxima potencia en cada viñeta.

Por las páginas de HHFT aparecen nombres imprescindibles de la escena: Grandmaster Flash, DJ Kool Herc, Afrika Bambaataa, The Sugarhill Gang, Run DMC (aportando su propio estilo desde Queens), Rick Rubin con Beastie Boys dando una vuelta a todo, la creación del sello Def Jam Records, KRS-One o los inicios de Ice-T y Public Enemy, incluso hay un cameo de New Kids On The Block en el segundo volumen. Auténtica canela en rama en la historia del hip-hop. Un trabajo que además está acompañado en cada volumen de una sección de Pinups en formato galería de retratos de distintos artistas, bibliografía recomendada, discografía del momento y apuntes útiles para que el lector pueda profundizar en cada una de las etapas y personajes que aparecen retratados.

Una de las páginas interiores de 'HHFT'.

Ganador del prestigioso premios Eisner 2015 al mejor trabajo basado en la realidad, su éxito alcanza ya una dimensión global. Traducido al francés, alemán, italiano, polaco, portugués y español, HHFT es una auténtica enciclopedia. “Cuando montamos la editorial nos parecía increíble que aún estuviera disponible en español. Hasta el momento es el título que mejor funciona de nuestro catálogo. De hecho, estamos preparando la tercera reedición del primer volumen...que es el que arrastra a los demás”. Lo explica Diego Rosembuj, director de Flow Press, una editorial orientada hacia “libros visuales que expliquen el mundo, con especial interés por el conjunto de la cultura pop”.

El trabajo de Piskor gusta a gente que no conoce la escena de aquellos años y a los que sí saben del asunto. “Es un cómic bastante riguroso, va al grano. Se nota que es la visión de alguien que domina el tema y es un apasionado. El tratamiento que han hecho con páginas amarillentas y ese toque underground le da un punto de autenticidad de la época”. Lo cuenta Zeta1970, “Art as Activism desde 1984”, como se define en su perfil de Facebook. Dj, grafitero, productor, b-boy y miembro destacado de la vieja escuela de la cultura hip-hop en España. Para él, un “descubrimiento” que aporta HHFT es que lo que apareció como un fenómeno particular de la cultura afroamericana neoyorquina rápidamente conectó con otras expresiones artísticas de la ciudad que estaban experimentando nuevas formas de expresión, como el punk y arte urbano que encabezaban personajes como Keith Haring o Jean-Michel Basquiat, también con músicos como Blondie o The Clash. “Había una inquietud similar”.



En 2019 en Los Ángeles y Nueva York se programó la exposición Beyond the Streets (Más allá de las calles), comisariada por Roger Gastman, conocido antropólogo urbano. En la muestra —con obras de artistas como Beastie Boys, Emory Douglas, DAZE, Dennis Hopper, Jean-Michel Basquiat, José Parlá, Keith Haring, Kenny Scharf, LADY PINK y TATS CRU entre otros— se apuntaba que el objetivo de Beyond the Streets es mostrar cómo el arte urbano puede influir en el “diálogo público”. Esa conversación con la sociedad es algo que de alguna manera también tiene que ver con la expresión más genuina del hip-hop de entonces y ahora. Para Sonia Cuevas, que estuvo en el mítico sello discográfico Zona Bruta y que actualmente es colaboradora del artista urbano y programador Suso33, lo que se conoce como “movimiento hip-hop” tiene que ver con la imagen que llegó a España a través del trabajo que hicieron —y que también sale reflejado en HHFT— los fotógrafos Martha Cooper y Henry Chalfant en el libro Subway Art, sobre el paisaje urbano del Bronx en la década de los setenta. “Hay diversidad de opiniones respecto al origen del arte urbano, pero para la gente que empezamos a interesarnos a través del trabajo de Martha y Henry todo aquello —grafiti, breakdance y música rap— conformaban el movimiento hip-hop, la conexión era total”.



Zeta1970, nació en Alcorcón, una de los referentes geográficos del hip-hop de nuestro país: “Esos chavales del Bronx vivían en una situación socioeconómica bastante sórdida, sin perspectiva de salir del gueto, rodeados de mierda. El hip-hop fue un camino para poder ser algo. En Alcorcón era un poco la misma historia, con la heroína y la precariedad en los ochenta. Nosotros empezamos contagiados por el breakdance y los b-boys, aquello también tenía un punto de actitud contestataria. Hay algo en común, sobre todo cuando se es adolescente, tiene que ver con la rebeldía, querer expresarse y reivindicarse. La esencia del hip-hop es ser uno mismo”.

Flow Press prepara la siguiente entrega para otoño de éste año.“Publicaremos el volumen 4 que cubre los años 1984 y 1985. Por el momento la saga llega hasta aquí. El septiembre pasado estuvimos con Ed Piskor y nos comentó que tenía previsto llegar hasta la década de los 90…pero no sabe cuándo se podrá poner”, comenta Diego Rosenbuj. Un punto importante y destacado es la traducción, que firma para la edición en castellano Gema Moraleda. “El proceso de traducción de la serie HHFT es complejo y apasionante a la vez. Requiere de mucha documentación para poder captar todas las referencias. Ed Piskor es muy minucioso y detallista, nada está puesto al azar”, y añade Rosenbuj, “decidimos desde un principio no traducir las letras para transmitir su esencia, el ritmo, las rimas, y para permitir que los lectores localicen las letras enteras o las grabaciones a través de Internet. Solo en los casos en que la letra tiene carga en la narración, incluimos una traducción literal, no rimada, en las últimas páginas”.

En HHFT hay rimas, fiestas, grabaciones, encuentros y anécdotas a raudales. También drogas, bandas, edificios quemados, violencia policial, represión contra el activismo vecinal, apagones y disturbios. Una completa radiografía sociológica de un tiempo que se construyó a partir de una reivindicación personal y colectiva de unas generaciones alimentadas culturalmente en discotecas, canchas de baloncesto, equipos de música potentes y emisoras de radio que inventaron un género musical sin el que hoy no se entienden los sonidos de las calles de todo el mundo. Una historia de aquellos primeros años del hip-hop como nunca se había visto hasta ahora, una guía de consulta musical muy potente.



El Pais