sábado, 7 de diciembre de 2019

Madre no hay más que una

Solos en medio de la negrura espacial, los jóvenes tripulantes de la USS Montgomery se enfrentarán en 'Sentient' a mil amenazas



JOSÉ LUIS VIDAL
04 Diciembre, 2019

Quisiera comenzar este texto con una aclaratoria nota, y es que a medida que lo vayáis leyendo os daréis cuanta de que ni TKO Studios es una editorial española, ni hay fecha de posible publicación de este cómic en España (cosa que espero se haga a la mayor premura).¿Qué queréis que os diga? Mi relación con el idioma inglés hay que buscarla remontándose a la lejana y ya inexistente EGB, en la que, de la mano de don Isidoro, mi estricto profesor de inglés en sexto curso, le pillé el gustillo a la lengua anglosajona. Y así fue pasando el tiempo y, poco a poco, mi vocabulario mejoró, y lo hizo precisamente gracias a los cómics, ya que por aquel entonces comencé a comprarme, vía catálogo Previews, esos comic-books que aquí no llegaban o lo hacían con un retraso impresionante. Y, prácticamente sin darme cuenta de ello, me acostumbré a leer tebeos en inglés.

Es por ello que en esta ocasión, bastante especial, me gustaría hablaros de TKO Studios y una novedad que acaba de llegar a las librerías en los Estados Unidos. La filosofía de esta recién llegada editorial es bastante particular, ya que sus publicaciones no se publicitan, y venden, a través del catálogo de Diamond, sino que si estás interesado en comprar alguna que haya sido editada, deberás ir a su página web y desde allí realizar tu pedido.

Hay otra diferencia con respecto al resto de editoriales yanquis, y es que cada nueva obra es ofertada, simultáneamente, en dos formatos: grapa con guardas y tomo recopilatorio, lo que hace que cada tipo de lector pueda elegir la opción que mejor le venga. Su catálogo es de lo más variado, e incluye todos los géneros, desde la epopeya bélica firmada por Garth Ennis y Butch Guice (Sara), pasando por la aventura pulp The Fearsome Doctor Zang, o el relato noir con The Banks, creada por el tándem Rozanne Gay y Ming Doyle.

Pero había un nuevo cómic, cuya salida estaba prevista para mediados de mes y que llevo mucho tiempo, meses esperando… Se trata de la nueva incursión en el Noveno Arte de uno de los grandes artistas españoles que ya lleva tiempo trabajando en los Estados Unidos. Se trata, nada más y nada menos, que de Gabriel Hernández Walta, que junto a otro grande, Jeff Lemire, nos llevan al espacio profundo con su Sentient.

El planeta Tierra está muriéndose, quedan pocos años para que se convierta en un lugar totalmente inhabitable. Es por ello que el ser humano ha levantado su vista hacia el espacio y creado una colonia más allá de las estrellas. Multitud de naves han partido con un rumbo fijado, y la esperanza de poder comenzar una nueva vida. Desafortunadamente, existen grupos extremistas que están poniendo las cosas difíciles a los colonos…

Pero volvamos a los verdaderos protagonistas de esta historia, los niños y niñas que viajan a bordo de la nave USS Montgomery acompañando a sus padres, especialistas en varios campos, todos ellos supervisados por la inteligencia artificial de la nave, Valerie o, como todos la llaman, VAL.

Nunca se sabe cuándo una manzana podrida crece en el cesto, y este hecho hará que la vida de los chicos sufra un drástico, y peligroso, cambio, ya que del día a la mañana se van a encontrar solos, abandonados, sin posibilidad de comunicar con la Tierra…

Tan solo las agallas de la mayor del grupo, Lil, y de Isaac, un chaval que es un auténtico genio de la electrónica, les harán las cosas más fáciles al resto. Sin olvidar la maternal presencia de VAL, que los va a proteger cueste lo que cueste.

¿Qué queréis que os diga? Cuando terminas la lectura de la miniserie de seis números recopilada en este volumen, te das cuenta de que acabas de disfrutar de la lectura de un caballo ganador, una obra que es muy probable sea premiada con los mayores galardones del medio.

Y es que no es para menos, los que seguimos la obra del incansable Jeff Lemire, ya sabemos que este guionista canadiense se atreve con todos los géneros: terror (Gideon's Fall); cotidiano (Royal City); superheroes (Black Hammer) y la ciencia ficción con Descender, su secuela Ascender y, por supuesto, este Sentient. Sabe dar a sus personajes una cualidad muy humana, que te hace empatizar con ellos desde la primera página, y creando aquí una aventura muy peligrosa, dura por momentos, que te engancha irremediablemente desde la primera viñeta.

Y hablando de viñetas, no puedo imaginar a nadie mejor que Gabriel Hernández Walta para encargarse de llevar al papel, y de qué manera, las peripecias de Lil, Isaac y el resto del grupo de niños. Cada página es una obra de arte, de la narración gráfica, puro cómic.

Si Gabriel ya nos ha encandilado con cada obra en la que ha posado sus pinceles (La visión, El bosque de los suicidas, El velo…), en estas páginas de gran tamaño nos hace padecer, muy a gusto, el más profundo síndrome de Stendhal.

Ya sabéis, el idioma inglés os abrirá muchas puertas. O si no, toca morderse las uñas a la espera de que alguna aviesa editorial española le eche el ojo a esta maravilla del Noveno Arte.



Malaga Hoy


"Y Dios bajó a la Tierra..."

El choque artístico de dos titanes del cómic solo pudo tener como resultado una gran obra



JOSÉ LUIS VIDAL
02 Diciembre, 2019

Existen mezclas, uniones creativas que imaginamos en nuestras cabecitas de aficionados al cómic y que, es bastante probable, nunca lleguen a suceder. Pero de vez en cuando se da el milagro, la casualidad y tenemos una gran alegría.


Grandes Tesoros Marvel. Estela Plateada: Parábola.
Stan Lee, Moebius
Cartoné
80 págs.
25 euros
Panini Cómics

Este es el caso de esta obra titulada Parábola, en la que se fusionaron los talentos creativos de Stan Lee y Jean Giraud, Moebius. Tal vez si sus destinos no se hubieran cruzado en una convención, como bien es explicado en el interior, este relato jamás hubiera existido ya que ambos autores no podían estar más en las Antípodas creativas el uno del otro.

Stan Lee, padre fundador, creador junto a titanes de la viñeta como Jack Kirby y Steve Ditko, del Universo Marvel. Coloridas viñetas protagonizadas por héroes enfundados en mallas de licra.

Moebius, revolucionario creador francés que, junto a guionistas visionarios como Jodorowski, voltearon los cimientos de la bande dessinée francobelga.

¿Y qué proyecto podían unir a esta inusual pareja de talentos?

Pues nada más y nada menos que una de las mejores historias protagonizadas por el surfero cósmico, Estela Plateada, que subido a su grácil tabla había recorrido el espacio en toda su extensión y, sobre todo, y eso es lo importante, siempre había sido uno de los personajes más melancólicos creados por Lee, y uno de los preferido de Moebius.

En esta historia nos encontramos en una fecha indefinida del futuro del planeta. Las calles de las ciudades están repletas de gente que deambula sin un destino fijo y los vagabundos ocupan parte de las aceras, viviendo entre basura.

Pero, de repente, en el cielo aparece una extraña figura que se dirige hacia la superficie. No, no es un meteorito, ya que parece tener muy claro el lugar donde va a aterrizar. A medida que el coloso se acerca, los observadores se percatan de que es una ciclópea nave espacial y de ella surgirá alguien muy conocido para los lectores Marvel… ¡Galactus! El hambriento viajero del cosmos llega a nuestro planeta, pero en esta ocasión su plan no es saciar esa hambre por la que ha devorado infinidad de mundos, condenando a sus habitantes.

Lo que Galactus exige es dedicación, que la humanidad se postre a sus pies y lo adoren como lo que pretende ser, un Dios.

Y, claro está, la ocasión la pinta calva para que un vendedor de humo como Colton Candell, que pregona la palabra de Dios, se aproveche de la situación, pese a la oposición de su hermana Elyna.

Es entonces cuando de entre los vagabundos surja un ser que no es de nuestro planeta, pero lo ama como si fuera suyo. Estela Plateada se alza en defensor de la humanidad, pese a la incredulidad de los que lo rodean, que parecen haber caído subyugados por las palabras de Candell y Galactus.

Por supuesto, como no podía ser de otra manera, al conclusión de este magnífico relato es harto dramática, y pondrá a cada personaje en su lugar, desvelando lo peor de la condición humana, y mostrándonos a un guionista como Stan Lee, alejado de sus chispeantes diálogos, junto a un Moebius que lo da todo y vuelca sus recursos como tremendo ilustrador en una edición muy especial de la obra, con un formato gigante y trufada por una cantidad de extras impresionantes: Textos de ambos autores, pin ups del Universo Marvel y un interesante recorrido por el proceso de elaboración del cómic.


Malaga Hoy



Infiltrado

En este volumen tal vez se encuentre la mejor historia protagonizada por ese vengador implacable llamado El Castigador


JOSÉ LUIS VIDAL
01 Diciembre, 2019

Y es que los años noventa llegaron repletos de tipos grandotes, armados hasta los dientes, cortesía de cierto sector de los autores que crearon Image. Poco hay que hablar de ellos, salvo que con el tiempo otros guionistas y dibujantes han sabido reconvertir estas creaciones hipermusculadas y sacar de ahí historias decentes.


100% Marvel HC. El Castigador: Zona de Guerra
Chuck Dixon, John Romita Jr., Mike Harris
Cartoné
269 págs.
30 euros
Panini Cómics

Pero de lo que toca hablar en esta ocasión es de El Castigador. Frank Castle, un tipo con recursos, embarcado en una venganza sin fin. Y en esta ocasión se jugará el cuello al convertirse en un sicario más de la familia mafiosa de los Carbone. En su nueva encarnación como silencioso Johnny Towers ira socavando sin prisa pero sin pausa los cimientos de esta organización criminal que maneja todos los chanchullos oscuros en la ciudad de New York.

El problema es que al principio de la historia, Frank tiene sus más y sus menos con Micro, su mano derecha, la persona que le guarda las espaldas, por lo que en esta ocasión se encuentra más solo ante el peligro que nunca.

Dentro del hogar de los Carbone, Frank se acercará a la hija de Julius, el patrón. Pero su hermano Salvatore tiene secretos que ocultar, y que van a ser expuestos por el vigilante, así que podréis adivinar que el futuro del hermano del capo no es demasiado alegre, aunque si algo tiene Sal son unas ganas de vivir inmensas y, eso sí, una pata de conejo en el bolsillo. Ya me entenderéis cuando leáis la historia.

En paralelo, otro activo del gobierno, que trabaja para un departamento tan secreto que hasta desconoce su nombre, se va a sumar a la cacería de criminales. Su nombre es Shotgun, tiene un pasado junto a El Castigador y el gatillo muy, muy fácil.

Esta historia, advierto, no es de superhéroes. Está enmarcada en el puro y duro género negro, el hardboiled. Y os reto a que contéis los muertos bajo el fuego de los protagonistas. El guionista Chuck Dixon realiza uno de sus mejores trabajos en esta colección, Zona de Guerra, de los que quedaban inéditos dos números dibujados por John Romita Jr. Que, como nos tiene acostumbrados, realiza uno de sus mejores trabajos justo después del cambio estilístico que sufrió en los ya referidos años noventa, para estar a la altura de las expectativas y el gusto de los lectores. Incluso llegando a realizar el volteo de la página, que también se puso muy de moda en aquellos años.

El volumen se completa con tres historias más de El Castigador dibujadas en esta ocasión por Mike Harris, que tuvo la difícil misión de sustituir a Romita Jr. Al frente del título. Complicado trabajo, a fe mía.

Y como colofón a esta definitiva edición, una serie de portadas protagonizadas por Frank Castle e ilustradas por John Romita Jr.

Si os gustan las narraciones duras, donde el olor de la pólvora traspasa las páginas, en esta “Zona de Guerra” vais a disfrutar de lo lindo.



Malaga Hoy



La decadencia de Oscar Wilde se convierte en una novela gráfica

El ilustrador Javier de Isusi recrea el doloroso final de la vida del escritor irlandés, de cuya muerte se cumplen hoy 119 años

EDUARDO BRAVO
Madrid 30 NOV 2019


Un dibujo de 'La divina comedia de Oscar Wilde'. JAVIER DE ISUSI ASTIBERRI

En 2017 el gobierno británico concedió el indulto póstumo a Oscar Wilde. En 1895, el escritor irlandés había sido condenado a dos años de trabajos forzados acusado de sodomía y corrupción de la juventud, cargo este último que lo equiparaba a su admirado Sócrates. “Wilde siempre dijo que era un griego nacido a destiempo. Además, como sucedió con el filósofo, cuando le fueron a detener se negó huir. Su amigo Robert Ross le había preparado un barco para ir a Francia, pero no aceptó. Alguien como Wilde, con un concepto de la vida tan teatral, asumió que su personaje tenía que vivir ese castigo, aunque nunca imaginó hasta qué punto iba a ser duro”, relata Javier de Isusi, ilustrador vizcaíno que acaba de publicar en Astiberri La divina comedia de Oscar Wilde, un trabajo de más de trescientas páginas al que ha dedicado cinco años entre las tareas de investigación, guion y dibujo. Hoy, 30 de noviembre, se cumplen 119 años de la muerte del genio irlandés.


El origen de La divina comedia… se remonta a la infancia del dibujante cuando, aquejado de paperas, le regalaron un libro de cuentos de Wilde. A partir de entonces el autor de El fantasma de Canterville se convirtió en uno de sus autores favoritos. Sin embargo y por mucho que leía, el Isusi adulto era incapaz de reconocer en las obras de teatro, los ensayos o en su única novela, a ese escritor que le había hecho más llevadera aquella convalecencia. “Tuve que esperar a leer De Profundis para entender muchas de las cosas de Wilde que siempre me intrigaron. Solo entonces pude cuadrar al autor de los cuentos, con el de las obras de teatro y el de El retrato de Dorian Gray. Al final comprendí que, como cualquier persona, en Wilde caben facetas muy distintas. Desde el escritor moralista de El príncipe feliz o El gigante egoísta, al personaje hedonista, o si preferimos el término con el que fue calificado en su tiempo, inmoral”.

A pesar de toda esa riqueza y variedad de matices, la obra de Wilde es sorprendentemente breve y fue escrita en apenas ocho años. Un corpus literario que en ocasiones ha quedado eclipsado por la intensa y escandalosa vida del autor, especialmente la relativa a esos últimos años que se recrean en La divina comedia… y en los que la cárcel, la ruina económica, el oprobio social y el alcoholismo convirtieron al escritor en una sombra de lo que había sido.


Portada de la novela gráfica.

“Cuando fue liberado y llegó a París, Oscar Wilde expresó su voluntad de empezar una nueva vida. Ese deseo fue justamente el germen de mi trabajo. Él siempre había dicho que su vida había sido como La Divina Comedia, que había pasado por el infierno que era la prisión y que en ese momento estaba en el purgatorio. Por eso me planteé si durante su estancia en París experimentó realmente ese cambio personal que le permitiera tocar un poco de paraíso”.

Aunque todo apunta a que esa transformación nunca se produjo, Isusi aprovecha su privilegiada posición de autor para llevar a Wilde hasta ese lugar anhelado, aunque solo sea simbólicamente. De este modo, en una de las escenas más emotivas del libro, el ilustrador sitúa al escritor y su amigo Robert Ross en un coche de caballos que recorre justamente los Campos Elíseos, el nombre que los griegos dieron al cielo.

“Esa escena es real. Wilde y Ross realizaron ese trayecto parando en todos los cafés que encontraban a su paso para beber absenta. Lo único que he inventado es la conversación, aunque muchas de las frases que incluyo en ella son del propio Wilde. En el fondo, todo el libro es así, una mezcla de realidad y ficción o, mejor dicho, de realidad y mentira, porque creo que él habría preferido ese término, ya que lo defendió en su ensayo ‘La decadencia de la mentira’”.

Este juego entre la verdad, la mentira, la ficción y los hechos documentados que propone Isusi se articula a través de brillantes soluciones gráficas y narrativas. Por ejemplo, alucinaciones, pasajes oníricos, el diálogo con el espectro de un jovencísimo e insolente Rimbaud e incluso las entrevistas con diferentes personajes que, como André Gide, Reginald Turner o Lord Alfred Douglas, conocieron al escritor y dan testimonio de ello. “Son entrevistas hechas en la época actual, pero en las que los entrevistados aparecen con el aspecto físico que tenían en el momento en que conocieron a Wilde. Dudé si debía hacerlo así o no, pero me di cuenta de que la novela gráfica permite este tipo de cosas, que eran muy frecuentes en los primeros autores del cómic como Winsor McCay y su Little Nemo y que, poco a poco, hemos ido abandonando. Son recursos que, aunque puedan no tener sentido si se analizan desde un punto de vista racional, funcionan muy bien desde el punto de vista narrativo”.


El Pais


domingo, 1 de diciembre de 2019

1.000 velas de cumpleaños

Aunque no es muy amante de las celebraciones, a Batman le toca soplar con fuerza en este, su aniversario.


JOSÉ LUIS VIDAL
29 Noviembre, 2019

Y es que el hecho de que una colección de cómic, Detective Comics, cumpla las mil entregas no es cosa que se vea habitualmente, pero claro, la protagonizada por el Caballero Oscuro es ya un auténtico clásico de las viñetas.

Ha pasado por varios cambios gráficos pero siempre, siempre, mantiene esa oscura silueta que nos es tan reconocible.

Batman: Especial Detective Comics 1000
VV.AA.
Cartoné
168 págs.
19,95 euros
ECC Ediciones

En mi caso particular, creo recordar, si no me engaña la memoria, que mi primer contacto con el Murciélago fue a través de aquellos cuadernillos de pequeño formato que nos llegaban de México, publicados por la editorial Novaro, en los que a Bruce Wayne le habían cambiado el nombre por Bruno Díaz.

Y sí, quedé atrapado por la personalidad del protagonista, sus aventuras y, sobre todo, por esa magnífica, diría que única, galería de enemigos a los que se enfrentaba una y otra vez en sus historias.

Pero el verdadero recuerdo que atesoro fue cuando, en un mercadillo, observé atónito aquella portada de una edición prestigio. En ella el dibujante, un tal Miller, había brutalizado al estilizado personaje, convirtiéndolo en un auténtico tanque humano, una máquina de guerra, cuyo cuerpo estaba surcado por heridas y que me dejó parado en seco ante aquella imagen.

Obviamente compré el cómic y todo cambió. Frank Miller y su Caballero Oscuro transformaron la percepción que por entonces tenía del personaje, por lo que, en cuanto pude me dispuse a hacerme con todo lo que pude encontrar sobre él: La magnífica etapa firmada por Mike W. Barr y Alan Davis, el Año Uno, una vez más del genial Miller…

¿Y qué es lo que más me gusta de este personaje? Pues dejando de lado los magníficos argumentos de la mayoría de sus historias, la fuerza interior que este posee. Un terrible trauma lo convierte con el paso de los años, a base de entrenamiento y fuerza de voluntad, en el adalid de su ciudad. Su mundo es una batalla interminable, obsesiva, contra el Mal.

ECC Publica un volumen especial que recoge el número 1000 de la colección norteamericana, una auténtica fiesta para los sentidos protagonizada por todos aquellos guionistas y dibujantes que se han cruzado en el camino de Batman: Scott Snyder, Greg Capullo, Kevin Smith y Jim Lee, Paul Dini y Dustin Nguyen, Warren Ellis y Becky Cloonan, Denny O´Neill y Steve Epting, Christopher Priest y Neal Adams, Brian Michael Bendis y Alex Maleev, Geoff jones y Kelley Jones, James Tynion IV y Álvaro Martínez Bueno, Tom King, con Tony S. Daniel y Joëlle Jones.

Pero esto es solo el principio, porque acompañados por una serie de impresionantes portadas alternativas, Fran San Rafael realizará un recorrido histórico por la vida y quehaceres de Batman.

Y dejo para el final la aportación de dos grandes nombres, dos artistas españoles, cineasta y autor de cómic, que han aportado su pequeño gran granito de arena para esta celebración. Se trata de Nacho Vigalondo, con una divertida introducción y la portada, increíble ilustración realizada por David Rubín, que viste como nunca a este volumen único. Un regalo para todos aquellos que llevamos años siguiendo las aventuras del Caballero Oscuro de Gotham.

¡Qué la Bat- Señal se encienda una vez más en su honor!


Malaga Hoy


¿Qué pasó después?

El Caballero Oscuro se ve inmerso en una pesadilla de la que parece imposible escapar

JOSÉ LUIS VIDAL
28 Noviembre, 2019

Todo comenzó, como siempre, en Gotham. Ciudad oscura. La lluvia caía a raudales y aquel parecía un caso más, un misterio que resolver, para el mejor detective del mundo, Batman. Pero, de pronto, todo se tornó diferente y un fundido en blanco atrapó al héroe…

Batman. El último Caballero de la Tierra. Libro 1
Scott Snyder – Greg Capullo
Cartoné
56 págs.
10,95 euros
ECC Ediciones

Cuando abrió los ojos se dio cuenta, paulatinamente, que todo había cambiado y se encontraba dentro de un extraño sueño.

Amarrado a una cama, la verdad se le presentaba, pero él, obstinado como pocos, se negaba a admitirla, por lo que utilizando esa fuerza de voluntad que lo caracterizaba, exigió la verdad, la única posible.

Y así se vio solo, de nuevo, embarcado en una nueva cruzada. El paisaje había cambiado. Rodeado de destrucción, su único acompañante es un viejo conocido, cuya voz y risa le taladra el cerebro cada vez que este, entre insinuaciones, le advierte que a partir de ahora todo va a ser diferente, como ya está empezando a darse cuenta.

Esta historia de Batman sirve como epílogo a la magnífica etapa de dos profesionales de la viñeta como son el guionista Scott Snyder y el dibujante Greg Capullo. Ambos vuelven a unir sus talentos para ofrecernos a los lectores una historia muy diferente protagonizada por el Caballero Oscuro, que aquí se verá inmerso en un mundo apocalíptico, donde ya no parece tener aliados ni respuestas a sus preguntas.

¿Cómo ha llegado allí? ¿Qué o quién ha provocado la total destrucción de todo el mundo que le era conocido?

La imaginación de Scott Snyder nos plantea un misterio, tal vez uno de los más grandes a los que haya tenido que enfrentarse el detective y, como si fueran trocitos de miga de pan, va dejando a través del periplo que este hará pequeñas pistas que nos conducirán hacia la verdad, la única respuesta válida.

¿Qué decir del arte de Greg Capullo? Si su evolución como dibujante fue brutal en las páginas de la colección de Batman, en esta miniserie publicada por ECC vamos a disfrutar aún más de sus ilustraciones, en las que se pondrá a prueba su capacidad para representar este mundo de pesadilla en el que se ve atrapado el protagonista.

Así que preparaos, avezados lectores, seguidores del Murciélago de Gotham, porque en esta ocasión las cosas no se le van a poner fáciles a vuestro héroe favorito, convirtiendo esta historia en un adictivo viaje en el que junto a su protagonista, iremos desgranando poco a poco el misterio en el que se ve envuelto, que tal vez sea el más complicado de su ya larga carrera.



Malaga Hoy


La sombra de la tijera

El Noveno Arte ha sido víctima, a lo largo de la historia, de repetidos ataques censores. Estos hechos son reflejados en este imprescindible volumen publicado por Tebeosfera

JOSÉ LUIS VIDAL
28 Noviembre, 2019

Cada vez que en una misma frase coinciden las palabras 'cómic' y 'censura', a la mayoría de los lectores de este medio (sobre todo los más talluditos) nos viene a la memoria la terrible, y temible, campaña que los desacreditó en los Estados Unidos en la década de los cuarenta, alentados por las mentes bien pensantes de los periodistas, escritores, médicos… Entre todos ellos sobresalió el nombre del doctor Fredric Wertham y su polémico libro La seducción del inocente, en el que se dedicaba a menoscabar las virtudes de la lectura de tebeos en pos de una serie de acusaciones que la relacionaban la criminalidad juvenil.

El pueblo contra los cómics. Historia de las campañas anticómic (De Norteamérica a Europa)
Ignacio Fernández Sarasola
Rústica
520 págs
B/N
39.95 euros

Aquellas viñetas eran pozos en los que las frágiles mentes de los niños y jóvenes se deformaban, introduciéndose en ellas, como si de un virus se tratase, comportamientos muy reprobables.


Y es que claro, aquellos comic-books eran un oscuro escaparate que solo ofrecía sexo, violencia, terror…

¿Pero sabíais que esta campaña no fue, ni por asomo, la primera?

El pueblo contra los cómics, estudio escrito por el abogado Ignacio Fernández Sarasola, es un extenso texto en el que el autor nos va a llevar de la mano a lo largo de la historia, en este primer caso de los Estados Unidos, en el que la desconfianza hacia el medio impreso comenzó con las dime novels, posteriormente las strips, siguieron las publicaciones pulp y culminaron en los comics books. Todo un camino en el que se utilizó a los niños como excusa para ejercer la censura, extrema en algunos casos, que haría palidecer al protagonista de la inmortal novela de Ray Bradbury y que, años después, desembocaría en aquel sello que marcó una época, el Comic Code, que garantizaba la “limpieza” del contenido de las páginas de los vilipendiados comic-books.

Pero, por desgracia, este fenómeno no fue únicamente norteamericano, y como bien nos aclara este volumen a lo largo de sus más de quinientas páginas, los niños franceses también fueron peones, a través de publicaciones autóctonas de derecha o izquierda, así como el odio que se generó hacia todo el material que provenía de los Estados Unidos y pretendía “corromperlos”…

Obviamente, ciertos pensamientos políticos, como el fascismo, utilizaron las publicaciones para mostrar la heroicidad y patriotismo de sus protagonistas, aunque hubiera que cambiarles el nombre, y el color de la camisa, como ocurrió en la Italia de Mussolini.

Curiosamente, una nación con una larga y fructífera tradición en las viñetas como es el Reino Unido también tuvo su página negra, ya que llegó un momento en el que se pensó que aquellas viñetas multicolores podían llegar a afectar gravemente a los jóvenes lectores.

Y, finalmente, nuestro país, España. En que la feroz censura de la dictadura aleccionó a las generaciones más jóvenes, dejando una herida que ha tardó mucho en sanar.

De todos estos hechos se habla con rigor en este libro que, como todos los publicados por la Asociación Tebeosfera, es una herramienta imprescindible para los estudiosos del Noveno Arte, así como una lectura amena, super documentada y con muchos ejemplos gráficos.

Tras su lectura, hay una frase que no por muchas veces repetida se hace menos actual, y es aquellas que nos alerta de que los pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo. Y es que en estos tiempos de corrección política, la tijera censora aguarda, lista para surgir en cualquier momento…


Malaga Hoy