sábado, 26 de octubre de 2019

¡Feliz Cumpleaños, por Tutatis!

Salvat publica un álbum homenaje a Astérix, con autores que cuentan su relación con el personaje




JOSÉ LUIS VIDAL
23 Octubre, 2019

En una remota aldea gala, 60 velas coronan la tarta en la mesa de uno de sus clásicos festines. Y no es para menos, ya que los habitantes de ese pequeño lugar, a estas alturas aún sin nombre, nos han acompañado desde que sus creadores René Goscinny y Albert Uderzo los dieron a luz, allá por el lejano 1959.



Que levante la mano, sobre todo entre los más talluditos de la sala, aquel que no haya pasado interminables tardes con uno de los álbumes protagonizados por Astérix y su fiel Obélix entre las manos, sumergido en su lectura, totalmente ajeno a lo que sucedía a su alrededor, tan sólo regresando a la realidad para esbozar una amplia sonrisa y, entre irrefrenables carcajadas, ir pasando página tras página…

Y es que, sí, además de otros tebeos de la época (los Mortadelos, y algunos cómics de Vértice) las primeras lecturas de muchos de nosotros, entre los que obviamente me incluyo, fueron las peripecias de esta simpar pareja. Sus viajes a lo largo y ancho del planeta, los incontables mamporros que han ido regalando a todo aquel que se pusiera en su contra, convirtiéndose en una auténtica leyenda (unos hombres del saco) entre los soldados romanos, con cuyos cascos el orondo portador de menhires se ha ido haciendo una ya incontable colección.

Pues bien, como toda gran celebración merece, acaba de llegar a las librerías y tiendas especializadas en el Noveno Arte (que sí, que aún quedan algunas que no se dejan inundar por el merchandising) un libro único. Su título Generaciones Astérix. El álbum homenaje, publicado por Salvat.

Y no podía estar mejor elegido, ya que después de leer el puñado de testimonios que el volumen contiene, nos damos cuenta de la tremenda importancia que la creación de estos dos genios ha tenido en el país vecino. Nos es que sólo fuera la lectura preferida de todos los miembros de la familia, abuelos, padres e hijos, sino que además se convirtió en el punto de partida creativo para que muchos de aquellos chavales que se sumergían en sus viñetas, y que pasado el tiempo, decidieron seguir el camino del Tebeo, en este caso la bautizada como bande dessinée, convirtiéndose en reconocidos representantes de este arte en su país y fuera de éste.

La lista de autores y autoras invitados en este libro es abrumadora, aportando sus recuerdos, ya lejanos, de cómo llegaron a sus manos los álbumes protagonizados por el galo bajito. Estampas del pasado que vienen acompañadas por un pin up, una ilustración que homenajea a los protagonistas, o bien, para deleite de los ojos del lector, por una o dos páginas de tebeo, aportando cada uno, con su propio estilo, un escalón más a esta escalera infinita que lleva hacia el limbo donde residen los grandes personajes del noveno arte.

Sesenta y tantos nombres, entre los que me gustaría destacar, tirando un poco de orgullo patrio, a los artistas españoles que fueron invitados a dejar su huella en este imprescindible volumen. Hablo de los humoristas gráficos Gallego y Rey, Borja Montoro, Oriol Malet y dejo para el final a dos representantes, grandes nombres de la viñeta española que da la casualidad que comparten ciudad andaluza de nacimiento. Obviamente, me refiero a los granadinos Belén Ortega y Juanjo Guarnido. Artistas ambos que han sabido trabajarse un reconocido hueco en la industria gala del tebeo, la primera ilustrando la trilogía protagonizada por la literaria Listbeth Salander y el segundo, como ya todos sabéis, con la peripecias del gato detective más famoso de los cómics, Blacksad, junto al guionistas Juan Díaz Canales.

El resto de invitados reúne a clásicos de la BD como Moebius; jóvenes talentosos que llegaron para revolucionar el mercado galo, Bastien Vìves o Julie Maroh; Milo Manara, gran maestro de la viñeta italiana, junto con Alessandro Barbucci; británicos que se alzan entre los muertos para dar su propia versión de los galos, Charlie Adlard y norteamericanos provenientes del cómic independiente, Terry Moore… En fin, una larga lista que tendréis la suerte y el placer de disfrutar los que os sumerjáis en las páginas de este libro.Y como colofón, no me gustaría ser menos y aportar mi pequeño granito de arena, un trozo de aquellos recuerdos que también me unen a la gran familia de lectores que pasábamos las tardes leyendo las aventuras de Astérix y Cía. Unos álbumes aquellos que, para un niño que crecía en los años 70, escapaban de su inexistente economía y que debía conformarse con leerlos cada vez que iba a casa de aquellos primos que, con las consabidas instrucciones para que el volumen no sufriera desperfectos, me los prestaban. Eso sí, bajo la más estricta supervisión…

Poco a poco, gracias a algunos cumpleaños y demás celebraciones, pude ser propietario de algunos, no muchos, de los deseados álbumes y, con el tiempo, compartir su lectura con otros amigos, intercambiándolos y conociendo muchos más del mundo creador por los dos genios galos.

Y así llegamos a este texto con el que ojalá, después de su lectura, os entren las ganas de volver al Egipto de Cleopatra (¡Qué nariz, qué nariz!), o a competir en las Olimpiadas, navegando por el ancho mar, a la espera de que aparezcan los piratas más torpes del mundo… Y todo ellos para, por fin, entre vítores y silbidos, celebrar un gran festín más, regado por el mejor vino y comiendo jabalí.



Malaga Hoy


800.000 puestos de trabajo

Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo (1986), última serie creada por Francisco Ibáñez, en la que se muestran las desventuras sufridas por tres parados de larga duración


GERARDO MACÍAS
23 Octubre, 2019

'Súper Humor. Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo'. Guion y dibujos: Francisco Ibáñez. Ediciones B, 2009.

En 1985, Editorial Bruguera se acercaba a su triste final. La suspensión de pagos condujo a la marcha de los autores, despojados de sus propios personajes, ya que Bruguera, durante el franquismo, los registró a su nombre y no al del autor.Por tanto, Ibáñez se veía obligado a crear una serie que fuera capaz de competir con Mortadelo y Filemón. Francisco Ibáñez recala en Editorial Grijalbo, donde en 1986, nace la revista Guai!, para la cual, Ibáñez crea las series Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo y 7, Rebolling Street. Estas dos series son las últimas de las casi 40 creadas por Ibáñez. Son, por tanto, obras de madurez, en las que el autor vuelca su larga experiencia.

Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión, sin empleo es un título con rima, antigua costumbre de Bruguera que Ibáñez había respetado en Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, Mortadelo y Filemón, agencia de información, etc.

Ibáñez suele reflejar la realidad que le rodea en el contexto de sus historietas. Corría el año 1986, y Felipe González aparece en Chicha, Tato y Clodoveo con su histórica promesa de crear 800.000 puestos de trabajo. Ibáñez retrata el desempleo español de la época mediante su humor característico, presente en toda su obra.

Los protagonistas son Tato, el bajito del trío, tan miope como Rompetechos, haciendo una crítica a la discriminación laboral que se sufre si se tiene una minusvalía; Clodoveo, como Mortadelo, un maestro del disfraz, aunque solamente en los primeros números, y Chicha, una chica marchosa, con cresta punk, aunque viene de familia aristócrata. El grupo se completa con el gato Salmoneto, siempre hambriento. Se conocen en la cola del paro, y deciden unir fuerzas. El trío es una tabla rasa para desempeñar los más variados oficios, que siempre terminan en catástrofe, con los tres de nuevo en la cola del paro.

La cola del paro es un recurso cómico en la serie, por los comentarios de los parados acerca de anteriores trabajos o por su aspecto estrafalario. Aunque no pudiera legalmente dibujar a sus personajes de Bruguera, Ibáñez los coloca como secundarios. Así, Mortadelo y Filemón aparecen limpiando coches o en la cola del paro.

Chicha, Tato y Clodoveo son parroquianos de un bar, donde los protagonistas recurren a mil argucias para irse sin pagar. El dueño se llama Joro, por lo que a la entrada dice Joro Bar.Esta serie está a años luz del Mortadelo apócrifo que publicaba la agonizante Bruguera: los guiones encadenan un gag tras otro y la calidad gráfica está al nivel de lo mejor de Ibáñez en Bruguera, con muchos detalles en segundo y tercer plano. Las acuarelas embellecen la página.

Sus aventuras fueron publicadas por entregas en Guai!, y en álbumes en Tope Guai! (algunas también en cartoné). Once aventuras se publicaron en álbum en España: Una vida perruna (1986); Pero... ¿quiénes son esos tipos? (1986); El negociete (1986); El cacharro fantástico (1987); A por la Olimpiada 92 (1987); El arca de Noé II (1987); Gran hotel (1987); A Seúl en un baúl (1987); ¡Mogollón en la granja! (1987); Los sanitarios (1987) y Viajar es un placer (1987).

En diciembre de 1987, la revista Guai! pasa a las manos de Ediciones B (el nº 81 es el último editado por Grijalbo) y, en 1988, Ibáñez regresa a la revista Mortadelo Semanal para dibujar a su pareja de detectives. Guai! y Mortadelo Semanal ya no han de competir, sino que son publicaciones hermanas.

Las siete historias que salieron desde de 1988 (no recogidas en álbumes en España, pero sí por entregas en Guai!) las realizan apócrifos, al volver Francisco Ibáñez a Mortadelo y Filemón. En Alemania sí se publicaron todas las historias en álbumes, aunque algunas fuesen apócrifas.

Desde entonces, Francisco Ibáñez se dedica en exclusiva a los agentes de la TIA. Solamente seguirá dibujando Chicha, Tato y Clodoveo para las portadas de Guai! En enero de 1990, tras 175 números, desaparece la revista Guai! y, con ella, su serie principal.

No obstante, Chicha, Tato y Clodoveo hacen un cameo en el álbum Mortadelo y Filemón: El 35 aniversario (1993) y Chicha también aparece en el álbum Mortadelo y Filemón: Su vida privada (1998). En 2009 y 2010, Ediciones B reunió los 11 álbumes de Ibáñez en dos tomos de Súper Humor.



Malaga Hoy


“A dormir, Lunella…”

JOSÉ LUIS VIDAL
21 Octubre, 2019

La pizpireta protagonista de esta colección se verá las caras con una amenaza que viene del mundo onírico.

Pero antes de meternos en materia, como prólogo a este nuevo arco argumental, el guionista Brandon Montclare, junto a Gustavo Duarte, dibujante con una clarísima influencia cartoon, nos regalan una Historia de Navidad, en la que Moon Girl va a experimentar en sus propias carnes lo que significa meterse en la piel de Santa Claus por una sola noche, ya que el generoso (y barbudo) anciano tiene un pequeño problema que solo la heroína y su fiel compañero de aventuras, Dinosaurio Diabólico, pueden resolver.



100% Marvel HC Moon Girl y Dinosaurio Diabólico 7: Mal Sueño
Brandon Montclare, Gustavo Duarte, Natacha Bustos
Panini Cómics
Cartoné
120 págs.
17.00 euros

De regreso a la bendita cotidianidad de la existencia de la protagonista, esta se percatará, entre bostezo y bostezo, de que algo inusual le está sucediendo a ella y, sobre todo, a los que le rodean. Profesores, compañeros de clase, incluso la gente por la calle parecen haber sido picados por una horda de mosquitos tsé tsé, ya que todo dios anda medio dormido, con el consiguiente peligro que esto significa.

La solución al enigma llega en el momento en el que la niña cierra los ojos y se queda sopa, ya que en ese otro mundo, el de los sueños, hay un nuevo habitante. Alguien que por naturaleza no pertenece allí, y por lo tanto está haciendo todo lo posible para regresar al mundo de la vigilia, cosa que está alterando ambos lugares, con las consecuencias que ya he descrito anteriormente…

Mal Sueño es un chaval, que como su nombre indica, trastoca todas las leyes del lugar en el que habita, y lo hace subido en su peligrosa mascota, Quimera Nebulosa, un ser salido de su imaginación y que va a causarle más de un dolor de cabeza a Moon Girl, por no decir nada de las pocas migas que hará con Dinosaurio Diabólico.

La solución a este problema que ya se escapa del territorio de la calle Yancy y amenaza con contagiar, y sumir en el más profundo de los sueños, a la ciudad de New York, solo tiene un nombre, y vive en una lujosa casa, un sancta santorum muy especial al que se dirigirá la protagonista junto a otro héroe que conoce muy bien el mundo onírico, Sonámbulo.

Solo los tres héroes serán capaces de plantarle cara al rebelde chaval y averiguar qué o quién lo llevó al mundo de los sueños.

Como viene siendo costumbre, el dúo Brandon Montclare- Natacha Bustos nos regala una divertidísima aventura, en la que la dibujante española se puede soltar el pelo, trasladando al papel mundos imposibles que se salen de la viñeta, en contraposición con esas escena de calle, hogareñas o en el instituto, que tan bien se le dan ilustrar.

Un arco argumental dibujado por Natacha Bustos al completo y que, a excepción de alguna portada que será publicada en el siguiente, y último, volumen de la colección, es la despedida de esta de título, que desgraciadamente concluye en el número 47.

La vamos a echar mucho de menos, ¡así que toca disfrutar de esta apasionante aventura!



Malaga Hoy


lunes, 21 de octubre de 2019

Una adolescente llena de adrenalina protagoniza las nuevas aventuras de Astérix

'La hija de Vercingétorix', el libro número 38 de la popular serie de cómic francesa, llegará este jueves a las tiendas de todo el mundo

AGENCIAS
París 21 OCT 2019

El nuevo álbum de la serie de cómic Astérix tendrá por primera vez a una adolescente como protagonista. El nombre del libro, La hija de Vercingétorix, indica el personaje en el que se centrará la atención de este episodio: una joven alta y delgada, de coleta roja y gesto recio llamada Adrenalina, que aparece en la portada del libro, presentada este lunes en París, junto a Astérix, Obélix y el perro Idéafix, los personajes de siempre.

Portada de 'La hija de Vercingétorix', el nuevo álbum de la serie de Astérix.

El libro de Astérix, editado por Salvat en España, llegará a las tiendas de todo el mundo este jueves 24 de octubre. El álbum se publicará en más de 20 idiomas (entre los que están el español, el catalán, el asturiano, el euskera y el gallego) con más de cinco millones de copias, dos reservadas para ser distribuidas en Francia. Este es el cuarto álbum de la serie que escribe Jean-Yves Ferri e ilustra por Didier Conrad.

Ferri, que ha participado en la presentación de este lunes, ha dicho que "después de 37 títulos, es esencial elegir temas y personajes que rara vez se discuten en la serie". Por su parte, Conrad ha explicado que la ausencia de personajes femeninos en los cómics en el pasado se debió un asunto estratégico, ya que, según él, "en cualquier caso" no había muchas chicas que leyeran este tipo de literatura.

Anne Goscinny, hija de René Goscinny, uno de los dos creadores de la serie, también ha participado en la presentación. Allí ha asegurado que Adrenalina "está en sintonía con los tiempos" actuales, y que encaja a la perfección con el humor y las aventuras de Astérix. Por eso ha dicho que es un personaje que pudo haber creado su propio padre.

En la preventa de Amazon, la nueva entrega de la saga ocupó la primera posición en el escalafón de ventas, diez días antes de su lanzamiento. Algunas librerías francesas planean abrir este miércoles hasta después de la medianoche para permitir a los fanáticos que lo deseen adquirir la nueva entrega de la serie.

Isabelle Magnac, de la editorial Albert-René, que publica la versión francesa de la serie que este año cumple seis décadas de historia, ha recordado que, desde el lanzamiento del primer álbum se han vendido alrededor de 380 millones de ejemplares en 111 idiomas y dialectos de todo el mundo.


El Pais




domingo, 20 de octubre de 2019

El Vértigo de una mujer que cambió la historia del cómic

Las jornadas del cómic de Avilés homenajearon al sello esencial del cómic americano que ensalzó a Alan Moore, Neil Gaiman o Grant Morrison

Una viñeta legendaria del 'Sandman' de Neil Gaiman editado por Vertigo.

17 SEP 2018

Todo empezó con una película terrible. La cosa del pantano, dirigida por un intocable del terror, Wes Craven, el padre de Freddy Krueger. Aquella lamentable adaptación hizo que DC Comics desperezara al personaje y que lo pusiera en las manos de un veintiañero con fama de virtuoso llegado de las islas británicas. Aquel veintiañero se llamaba Alan Moore y lo que hizo con el maltratado hombre-planta es historia indeleble del cómic.

Lo que es menos historia es la mujer que estaba tras ese hito, la que movía los hilos para iniciar una revolución que, como reconocía Frank Miller o Paul Levitt el año pasado a este periódico en conversaciones informales, fue cambiar el cómic norteamericano para siempre. Iniciar una revolución en temas, hondura y calidad artística que es perfectamente comparable a la Nouvelle Vague o su explosiva mímesis en el Nuevo Hollywood de los setenta, capitaneado por Coppola, Scorsese, De Palma, Lucas, Spielberg y cía.

Esa revolución se llamó igual que otro mito de la cultura, el Vértigo de Alfred Hitchcock, y fue capitaneada por la editora Karen Berger. Vivió con esplendor veinte años, los noventa y la primera década de los 2000, ofreciendo tebeos inolvidables como lo fueron Los libros de la magia, 100 balas, La fuente y más que ninguno Sandman, amén de reediciones de clásicos como la etapa de Alan Moore de La cosa del pantano o V de Vendetta o los propios de Grant Morrison, Animal man y Doom patrol.

La segunda década de los 2000 y los múltiples cambios que han sacudido —aún en pleno seísmo— al mundo del cómic tambaleó a Vértigo. Hasta muy reciente fecha, en la que se ha anunciado un auténtico renacimiento del sello con un buen puñado de nuevas series. Pero Vértigo fue y es lo que Berger soñó hace 25 años, en un mundo de viñetas poblado por superhéroes y sus eternas batallas, un paréntesis para aquellos lectores que buscan otra clase de hondura en los tebeos sin renunciar por ello a un imaginario de envergadura.

Portada de uno de los tomos integrales de 'Lucifer', con guion de Mike Carey.

Esta pasada semana, en el marco de las XXIII Jornadas Internacionales del cómic de Avilés, dos autores de fuste de Vértigo, el guionista Mike Carey (Sandman presents: Lucifer, Sandman presents: Petrefax) y el dibujante R.M. Guerá (Scalped), homenajearon los 25 años de Vértigo y a su creadora durante una mesa redonda. Ambos llegaron a Vértigo antes como lectores que como escritores. “Yo por aquel entonces era periodista en medios pequeños y recuerdo que fue precisamente escribiendo una reseña del primer número de Sandman de Neil que me di cuenta de la enorme revolución que se estaba gestando en el medio.”

Guerá precisó más los cimientos artísticos que singularizan a Vértigo y su propuesta, asemejándola a un gusto mucho más europeo por lo artístico: “Yo tuve una infancia singular por crecer en Yugoslavia y allí está muy claro que algo interesante es mucho mejor que algo generalista. Cosas que están bien se han hecho muchas en la historia; pocas realmente interesantes. Vértigo, y por eso su supervivencia era tan importante, era uno de esos pocos lugares donde las historias siempre tenían algo interesante. Para mí, representaba lo más europeo que había en Estados Unidos.”

Vértigo, para Carey, nació de una hipérbole: “Se creyeron que en nuestras islas había 58 millones de Alan Moore, y eso, a mí también en lo personal, nos vino muy bien. Venían año a año a ver a quiénes se llevaban”. Fue así, los Berger y Levitt del momento rastrearon las huellas que explicaran una obra de la magnitud de Watchmen y se encontraron con lo que Berger describió, en una entrevista para el canal televisivo Syfy, como una “vibrante escena underground”. Revistas como 2.000 A.D. o Warrior eran las trincheras en las que autores de la talla de Garth Ennis, Neil Gaiman, Grant Morrison, Mike Carey o el propio Moore se batían el cobre. Un filón a explotar por un mercado americano sobresaturado de superhéroes. Y una oportunidad de DC Comics para ofrecer algo que su competidora de siempre, la Gran M, nunca ha logrado sublimar: el tebeo de autor con alcance de fenómeno de masas. Guéra lo define de manera sucinta: “En Vértigo hubo corazón. Todo el mundo lo daba todo. Es algo que en Marvel no ha pasado mucho.”

Portada de uno de los números de 'Scalped', de R. M. Guéra y Jason Aaron.

Pero no fue algo inmediato, como recuerda Carey. “Los primeros cómics de Vértigo [como La cosa del pantano de Moore] llevaban el sello de DC Comics porque el sello en sí no existía. Fue Karen Berger la que se dio cuenta de que estaban publicando una serie de cómics que compartía un espíritu, una sensibilidad entre sí. Y ello le llevó a crear el sello que podía englobarlas a todas. Karen creó Vértigo por entero, era su visión”. Carey abundó en el papel esencial de esta editora en pavimentar una continuidad en una apuesta tan experimental, tanto por el trabajo que hacía en primera persona como por la cultura que transmitía a sus compañeros de edición: “Si nos fijamos en la lista de los grandes editores de Vértigo, nos damos cuenta de una cosa: todos empezaron como asistentes de Karen Berger. Axel Alonso, Will Dennis, Shelley Bond… Todos aprendieron sus instintos editoriales de ella. Era una suerte de linaje”.

El legado de Berger ha dejado un poso palpable que ha tenido una continuidad incluso más allá de Vértigo. Guéra ve en la editorial indie del momento, Image, la gran heredera de este espíritu: "Para mí es el futuro del cómic. Es una editorial de pocas personas, infinitamente menos que DC Comics o Marvel o, si nos vamos a Europa, Glénat. Ellos se encargan de dos cosas, marketing y distribución. Como autor, desde luego, incurres en muchos más gastos, pero también ganas luego mucho más. Yo creo que tienen mejor futuro que DC o Marvel porque en estas editoriales se siguen usando ideas porque en el pasado funcionaban. Jamás he creído en eso. Nadie puede tener certezas en el cómic sobre qué va a funcionar. Lo único que se puede poner es el esfuerzo." Además, Image coincide con la estrategia multicultural de gigantes como Netflix, apostando por equipos de guionista-ilustrador inusuales como el que conforman por ejemplo la española Emma Ríos como guionista y la malaya Hwei Lim en Mirror.

El cómic atraviesa por un momento particularmente tumultuoso. En ventas y en cuestionamiento ético, con una terrible tormenta bajo el hashtag Comicsgate amenazando en el horizonte, un colectivo de exaltados de extrema derecha que quieren dinamitar la diversidad en cómics y crear una industria paralela que lleve a la praxis sus ideas retrógradas. Entre otras cosas, ridiculizando a las mujeres que se dedican a la viñeta, como hicieron acosando a un grupo de editoras de Marvel por subir una foto a Instagram para celebrar su compañerismo. No está mal recordar que el momento más crucial de la historia del cómic contemporáneo se le debe a una mujer. Una mujer con una visión muy clara, que recordó en el día más duro, hace seis años, cuando dejó marchar su Vértigo tras 20 años de maternidad: "Estoy increíblemente orgullosa de haber creado un hogar para que guionistas y dibujantes puedan contar historias progresistas y provocadoras que ampliaron los horizontes del tebeo". Exactamente eso es lo que hizo.


El Pais



Superman vuelve a pegarle al Ku Klux Klan medio siglo después

Ka-BOOM COORDINADO POR
ENEKO RUIZ JIMÉNEZ Y ÁNGEL LUIS SUCASAS

Un cómic oficial del superhéroe recupera un serial de radio de los años 40 para enfrentarlo a la hermandad de supremacistas

El detalle de una viñeta de 'Superman smash the Klan'.

ÁNGEL LUIS SUCASAS

Madrid 17 OCT 2019

Allá por 1946, un escritor concienciado, Stetson Kennedy, le daba un golpe de gracia al Ku Klux Klan. Tras infiltrarse en la hermandad, desveló los secretos de la misma a la prensa y a un medio más poderoso que los periódicos para lograr el retrato que marcó a Hanna Arendt: el de la banalidad del mal. Kennedy habló con los guionistas del tremendamente popular show radiofónico de Superman. Juntos, maquinaron un arco argumental que enfrentaba al hombre de acero con la Hermandad de la Cruz Furiosa. Esto es, el Ku Klux Clan.

Ahora, medio siglo después, los autores Gene Lueng Yang y Gurihiru (seudónimo artístico del dúo de ilustradores japoneses: Chifuyu Sasaki y Naoko Kawano), han resucitado a la Hermandad de la Cruz Furiosa y han llevado esta historia por primera vez a las viñetas. "Ese show radiofónico le dio un enorme mamporro publicitario al Ku Klux Klan [Kennedy llegó a desvelar códigos secretos de la hermandad que se airearon en la ficción]; demostró por qué las historias importan. Lo leí, no sé, hace como 10 años, y se me ha quedó clavado en la memoria desde entonces", confesaba Lueng en una reciente entrevista a Polygon.

Que Lueng se quedara marcado por la historia no es casualidad. El lector de 2019 asumirá que los personajes chinos que protagonizan esta historia, amén de Superman, son invención de Lueng; a fin de cuentas, el guionista es hijo de dos emigrantes taiwaneses, por lo que su propia biografía parece el combustible perfecto para dichos personajes. Sin embargo, resulta que el show de radio partía precisamente de ese punto, de la mudanza de una familia china a Metrópolis y cómo el caldo racista hervía ante su llegada. Al autor, como señala en dicha entrevista, le sorprendió sobremanera este hecho: "No estaba acostumbrado a encontrarme con gente china en una historia de Superman".

El cómic tiene un estilo de dibujo y de personajes que recalca la inocencia, por lo que, cuando la violencia del clan se hace presente resulta peculiarmente aterradora. En una escena también recobrada del show de los 40, la hermandad quema una cruz en el jardín de la familia china. La pareja de hermanos preadolescentes que protagoniza el tebeo, contemplan abrazados y temblorosos la escena.


Portada del primer número de 'Superman smashes the Klan'.

Es particularmente brillante como Lueng y Gurihiru, recuperando la vivacidad e inocencia de la Edad Dorada del cómic, manifiestan también los rasgos de la nueva ficción pop. El chaval que es hijo del líder del clan está retratado con la misma humanidad que las víctimas. De hecho, tras una escena que lo describe como racista, cuando pierde humillantemente al béisbol con el recién llegado muchacho chino, tiene otra escena que lo redime. Su cara de horror cuando su padre le muestra el uniforme de la hermandad y le dice que, siempre que lo lleve puesto, se dirija a él como: "Señor Escorpión".

Tras 70 páginas que rematan con un... Continuará, y Superman salvando el día, a uno le queda claro, nuevamente, que el tebeo de superhéroes contemporáneo se está convirtiendo en uno de los canales más políticos de la ficción presente. En las páginas finales de este primer número de Superman machaca al Klan (el segundo llegará el 18 de diciembre, Lueng escribe una anécdota conmovedora. Cuando era un chaval, inventó un relato de G.I. Joe que leyó en voz alta en su clase, para deleite del alumnado. Un chaval en concreto, Danny, muy popular, lo aplaudió copiosamente. Después de que terminaran las clases, volvió a felicitarlo. "G.I. Joe, una historia muy molona. ¡Choca los cinco!" , pero cuando el joven Lueng intentó hacerlo, le dijo "No voy a tocar a un...". Y Lueng describe que la palabra omitida ahí rimaba con stink (pestazo). Es decir, que el Danny en cuestión lo había insultado con la palabra humillante dedicada a los asiáticos, dink, popularizada tras la guerra de Vietnam.


Doble splash page de 'Superman smash the Klan'.

Superman machaca al Klan es un cómic de su tiempo. En él se lee un relato de trinchera en esa guerra cultural que se libra en lo pop, esa que alinea a los bandos retrógrados ligados al supremacismo, la alt-right y la subcultura incel (para que lo que nos ocupa, #comicsgate es su hashtag) con la defensa de la diversidad en los contenidos y en los creadores, un grupo que ha sido ridiculizado por los primeros bajo las siglas SJW (social justice warrior; guerrero de justicia social). Pero la falta de ira que manifiesta Lueng contra ese chico de su cómic que tanto se parece a ese chico de su vida, el hijo del racista, da esperanzas para que la guerra pueda llegar a un punto de alto el fuego donde el contacto humano se recupere sin antorchas de por medio.

Ángel Luis Sucasas es director narrativo del estudio de videojuegos Tequila Works y novelista en sellos como Planeta, Dolmen Editorial y Nevsky Books.


El Pais

Antes de Águila Roja

'Las 7 vidas del Gavilán' (1983), de Patrick Cothias y André Juillard, es un cómic lleno de intrigas políticas, justicieros enmascarados, amor y muerte en la Francia de Enrique IV


GERARDO MACÍAS
16 Octubre, 2019



'Las 7 vidas del Gavilán.' Guion: Patrick Cothias. Dibujos: André Juillard. Norma Editorial, 2004.

En 2009 se estrenó en La 1 de TVE la serie Águila Roja, ambientada en el Madrid del Siglo de Oro durante el reinado de Felipe IV, y protagonizada por Gonzalo de Montalvo, maestro de escuela de la Villa y héroe enmascarado.


Águila Roja bebe del cómic Masquerouge (1978), de Patrick Cothias y André Juillard, publicado en Pif Gadget, revista del Partido Comunista Francés. La acción comienza en 1624: Richelieu gobierna Francia junto al rey Luis XIII (el de Los tres mosqueteros); mientras la baronesa Ariane de Troïl toma la identidad de Máscara Roja, que lucha por los necesitados. El contrato acaba en 1981 y fichan por Glénat, donde hacen una precuela: Las 7 vidas del Gavilán.

Águila Roja se inspira aún más en Las 7 vidas del Gavilán: el enmascarado es masculino. Además, coinciden en la conspiración contra los reyes: Enrique IV de Francia (el de "París bien vale una misa") muere asesinado; y su hijo Luis XIII tiene en contra una logia como la que maquina contra Felipe IV de España en la teleserie. Otro nexo entre teleserie y cómic es que Felipe IV de España fue yerno de Enrique IV de Francia.

Las 7 vidas del Gavilán son siete álbumes: La muerte blanca (1983), El tiempo de los perros (1984), El árbol de mayo (1986), Hyronimus (1988), El señor de los pájaros (1989), La parte del diablo (1990) y La marca del Cóndor (1991). El último álbum se desarrolla tras Masquerouge.

Las 7 vidas del Gavilán generó multitud de precuelas y secuelas, todas escritas por Cothias con distintos dibujantes. El Ciclo de las 7 vidas del Gavilán incluye nueve series, que suman más de cincuenta álbumes. Ninguna de ellas es necesaria para disfrutar de este Integral.

Asistimos al relato de una bruja sobre los destinos de sus siete gavilanes, siete aves, relacionadas con siete testigos de la época previa a la Revolución Francesa, los verdaderos protagonistas.

Las 7 vidas del Gavilán comienza el 27 de septiembre de 1601, con el nacimiento de Luis XIII en la corte; y de Ariane de Troïl en un bosque nevado, donde muere su madre, que huye de su marido, el barón. En ese instante, María de Médicis da a luz al futuro Luis XIII de Francia. En Auvernia, ocho años más tarde, El Gavilán, un enmascarado vestido de rojo incita al pueblo a la sublevación contra el conde Thibaud de Bruantfou y despierta la admiración de Ariane.

En 1610, el anciano Leonard Lengua Ágil aterroriza a Enrique IV con la predicción de su muerte. La aparición de Leonard Lengua Ágil y de la bruja dan un elemento sobrenatural a la serie, que recuerda a la obra de Shakespeare.

En el mismo año 1610, María de Médicis, esposa de Enrique IV, se prepara para su coronación como reina de Francia. El Gavilán es motivo de conflicto entre Ariane de Troïl y su padre, quien lo odia. Thibaud de Bruantfou intenta utilizar a Ariane para llegar hasta su enemigo. El rey Enrique IV cree cada día más en la profecía de que su muerte sería en atentado, como finalmente ocurre.

Nombran regente a María de Médicis, que gobierna el país con la ayuda del italiano Concino Concini. El Gavilán ha perdido su brazo derecho en combate contra la Inquisición. En 1617, Luis XIII ordena la muerte de Concini y toma el mando. Aquí termina el sexto álbum, La parte del diablo. Antes del séptimo álbum, La marca del Cóndor, se sitúa toda la serie Masquerouge, creada por los mismos autores.

Tras Masquerouge, el álbum La marca del Cóndor sitúa la acción en París, en 1625. En la corte de Luis XIII, nadie sabe que Ariane de Troïl es Masquerouge, el justiciero enmascarado. Para ponerle fin, llaman al Cóndor, espadachín tuerto y manco exiliado en América, que en realidad es el Gavilán original, Gabriel de Troïl, hermano del barón y verdadero padre de Ariane.

Patrick Cothias (1948) es un guionista francés. En sus inicios también era dibujante pero enseguida lo dejó para dedicarse al guion. Sus trabajos más destacados fuera del Ciclo de Las siete vidas del Gavilán son Las Aguas de Mortelune y El viento de los dioses.

André Juillard (1948) es un dibujante francés. En 1974, comienza su carrera en el cómic dibujando La longue piste de Loup Gris. Ha colaborado con guionistas tales como Pierre Christin en Lena; Jacques Martin en Arno; Yann en Mezek; Yves Sente en Blake y Mortimer.



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