sábado, 11 de mayo de 2019

Fluye el río, como la vida...

¿Puede encontrarse el sentido de la existencia al final de una caña de pescar?

Portada del cómic.

JOSÉ LUIS VIDAL
03 Mayo, 2019

La vida de Kenta Tsuda se desarrolla entre el bloqueo que le impide escribir nada y que hace que su carrera hay quedado prácticamente olvidada, pese a las excusas que se inventa para contentar a su mujer e hijos.


Tampoco se siente cómodo trabajando el negocio familiar, una tienda de ropa vaquera que, debido a la acuciante crisis, ha pasado por momentos mejores.

Pero un buen día descubre, en uno de sus largos paseos, una barca de la que se encariña y que, de pronto, hace que el hombre vuelva a tener una nueva ilusión. Recuperará su afición por la pesca y con mucho mimo, siempre dentro de sus posibilidades y habilidad, adecuará la barca para poder vivir en ella cuando le apetezca.

Y será a partir de ese momento, ese cambio en su existencia, que lo llevaba irremediablemente hacia la temida tercera edad, en el que va a conocer a varios personajes a lo largo de su 'travesía' vital.

Estancias éstas a bordo que no van a empezar de la mejor manera posible, ya que una intoxicación hará que Tsuda llegue a experimentar hasta una curiosa visión en el río.

Con un viejo amigo de la infancia compartirá momentos y recuerdos de ese Japón de la postguerra, del que recuerda momentos relacionados sobre todo con la escasez y esa profunda depresión en la que se sumió el país tras la rendición ante los norteamericanos en la segunda guerra mundial.

Mientras, pasan los días, el protagonista se va alejando cada vez más de su trabajo y su familia, pasando más tiempo pescando, compartiendo su tiempo con un monje budista al que le gusta demasiado el género femenino, o un curioso tipo que, en medio de la nada más absoluta, está construyendo algo con restos de muros, etc, y al que el protagonista se unirá en esta 'obra magna' que solo podrán disfrutar cuando menos se lo esperan.

El último en unirse a este curioso grupo de ociosos pescadores será el joven que regenta una pequeña y solitaria tienda en la que vende piedras que encuentra en el río y que él mismo trabaja y decora, transformándolas en objetos para decorar.

Todo el grupo se verá contagiado por el sueño de Tsuda, una obsesión que va creciendo a medida que el relato avanza y que tiene que ver con un enorme habitante de estas aguas. Casi una leyenda a que el hombre intentará atrapar sol, o en compañía de sus amigos y que siempre suele librarse, escurridiza…

Si en el cómic norteamericano nos encontramos con el relato autobiográfico, bautizado como slice of life, el manga japonés no podía ser menos y tiene el watakishi. Y éste es un magnífico ejemplo ya que, a través de sus seiscientas y pico páginas, su autor, Tadao Tsuge, se nos confiesa, retratando sus temores, enfermedades, hablando con total libertad de temas que hasta ese momento parecían tabú… Pero lo hace con una sencillez abrumadora, aderezada con esas anécdotas cotidianas que componen la mayor parte de nuestras vidas y a las que no damos demasiada importancia.

La editorial Gallo Nero está realizando una encomiable labor con la publicación de este 'otro manga', con autores especializados en el gekiga, como Yoshiriro Tatsumi (Pescadores de medianoche), Masahiko Matsumoto (La chica de los cigarrillos), o el propio hermano de Tadao Tsuge, Yoshiharu, del que podemos encontrar varias obras en su interesante catálogo (El hombre sin talento, La mujer de al lado, Nejishiki…).


Malaga Hoy

martes, 7 de mayo de 2019

Las dos caras de la BD

El tebeo galo más actual, con el botones Spirou, junto a un auténtico clásico se dan la mano en el catálogo de la editorial Dibbuks



Portada de 'Spirou y Fantasio Integral 1954-1956'.

JOSÉ LUIS VIDAL
01 Mayo, 2019

Y es que si algo caracteriza a esta editorial es su filosofía, con la que, desde su creación, han tratado de llevar a las librerías, y de ahí a nuestros hogares, lo mejorcito no solo del panorama patrio, sino también la recuperación de un personaje como Spirou, del que ya llevan algunos años publicando sus aventuras pasadas, presentes, así como la particular versión de autores de prestigio dentro de la viñeta francobelga.


Es por ello que, en este mes de abril, estamos una vez más de suerte, ya que llega a nuestras manos el cuarto tomo que reúne las peripecias del botones pelirrojo y su mejor amigo, Fantasio, creadas por André Franquin, autor gracias al cual el personaje se convirtió en universal, ya que sentó los estilismos gráficos y argumentales que van acompañando a la creación de Rob-Vel desde entonces.

Y el contenido de este cuarto tomo integral nos muestra a un autor treintañero, rebosante de ingenio. Y para muestra, cuatro botones, o mejor dicho, historias.

En La guarida de la morena, un concurso de submarinismo es convocado y los protagonistas, con la inestimable ayuda del conde de Champignac van a participar. Pero algo extraño sucede, ya que los saboteos comienzan y, en el fondo del mar, se esconde un secreto…

El Super Quick es un auto, un nuevo modelo que Spirou tendrá que testear. Lo malo es que hay una ola de robos, por lo que solo el recuerdo de una aventura pasada y la pericia del joven darán una solución a esta veloz peripecia.

Fantasio es el encargado de escribir un reportaje sobre una exclusiva ciudad, Incógnito City, camino de la cual se van a cruzar de manera harto peligrosa con uno de sus habitantes, Juan Corto Dos Orejas y Rabo. Una vez allí tendrán que desbaratar los soporíferos planes de un grupo de cacos. Menos mal que en el viaje los acompaña el Marsupilami, que demostrará tener algún que otro secretillo…

Y como colofón a este imprescindible volumen, La mina y el gorila, relato en que los valientes aventureros se proponen ver a los gorilas africanos en su hábitat natural. ¿Parece sencillo, verdad? Para nada, ya que se van a dar de bruces con villanos, peligrosas tribus y, claro está, unos gorilas a los que más vale no acercarse demasiado.

En fin, un maravilloso material el contenido en este integral, dirigido a todos los miembros de la familia.



Ahora demos un salto temático, gráfico, una vuelta de tuerca en la que nos encontramos con Puta Madre, un tomo integral que, tras este título tan explícito, nos narra la vida de un personaje al que vamos a conocer por varios nombres: Jesús, Pollito, Lobo y El Diablo.

Todo empieza al sur de California, en la vida de una familia con dos hijos, en la que el padre huirá a las primeras de cambio, lo que hará que el ya de por sí irascible carácter de la madre se agrie aún más. La vida de Jesús, un niño que vive acompañado por la silenciosa presencia de un extraño ser que parece sacado de sus pesadillas, cambia radicalmente cuando la desgracia cae sobre Pico, su hermano pequeño.

De golpe y porrazo se encontrará metido en una dura prisión, donde solo la ayuda de un anciano apodado Yayo, y más tarde, de un grupo de mexicanos, hará que la vida del muchacho sea algo más segura.

En esos años aprenderá a defenderse, a fortalecer su cuerpo, espíritu y mente, llegando a conocer también el horror que se esconde tras la punta de un objeto punzante, ya que detrás de los barrotes existe una silenciosa guerra que enfrenta a los diferentes clanes.

Libre al fin, beberá el amargo trago de la decepción cuando trate de regresar junto a su madre, terminando por vivir una temporada con un ex marine, y de ahí a ser prospect (novato) en una peligrosa banda de moteros…

Un letal camino que lo llevará hasta las puertas de la muerte, y a una última encarnación. El Diablo, un luchador que en el ring se enfrenta a los villanos más peligros y que junto a sus compañeros, tienen un papel muy importante en la resolución de Mutafukaz, un cómic (adaptado como película de animación en el 2017) también escrito por Run, padre fundador de esa maravilla de antología del horror y la violencia titulada Doggy Bags, de la que Dibbuks ya ha publicado varias entregas.

Junto al dibujante Neyef, en este tomo integral encontramos una historia dura, sin concesiones, pero a la vez, con ese ansia culturizante que caracteriza a sus autores, nos aportan valiosa información sobre los hechos reales en los que se basa mucha parte de la historia de Puta Madre.

Os guste la bande dessineé más clásica, aventurera o ésta última, rompedora, seguro que Dibbuks tiene ese cómic que buscáis.


Malaga Hoy


lunes, 6 de mayo de 2019

La odisea zombi

JAVIER FERNÁNDEZ
01 Mayo, 2019

'Izombie: Integral'. Chris Roberson, Michael Allred. ECC. 680 páginas. 53.50 euros.

Ecc presenta en un solo tomo integral, muy grueso y con un tamaño de página ligeramente más pequeño de lo habitual, los veintiocho números que compusieron la serie iZombie, publicada originalmente por el sello Vertigo de DC entre 2010 y 2012, junto con las siete páginas previas del House of Mystery Annual 1, también de 2010, y una sección extra con dibujos y bocetos de Michael Allred. Divertida y espeluznante, la odisea zombi de Gwen Dylan, bien conocida por su adaptación televisiva, se beneficia del siempre estupendo Allred (coloreado, cómo no, por su mujer, con esa simbiosis que tantas alegrías ha dado a lo largo de los años), y cuenta, además, con las colaboraciones de Gilbert Hernández, Jay Stephens, J. Bone y Jim Rugg.


Malaga Hoy


Terroristas espaciales

Tom King, antiguo oficial de la CIA, forma parte de la nueva hornada de guionistas estadounidenses
DC le ha confiado las riendas de Batman



JAVIER FERNÁNDEZ
01 Mayo, 2019

'Omega Men'. Tom King, Barnaby Bagenda. ECC. 296 páginas. 29,50 euros.

De la nueva hornada de guionistas estadounidenses, el nombre de Tom King es uno de los que suena con más fuerza (si no el que más). Con apenas un puñado de obras en su haber, este antiguo oficial de la CIA reconvertido en escritor ha convencido a crítica y público, y no es casualidad que DC le haya confiado las riendas de Batman tras las etapas gloriosas de Grant Morrison y Scott Snyder. Muchos le conocen por su celebrada reinterpretación de la Visión para Marvel, pero el grueso de su producción lo ha realizado para DC, donde ha firmado, al menos, tres títulos imprescindibles: El sheriff de Babilonia, Omega Men y Mister Miracle. Mientras saboreamos la reciente reedición de lo primero por parte de ECC y esperamos la recopilación en tomo de lo último, llega a librerías una nueva edición de Omega Men, esta vez en cartoné, para los que se perdieron la edición en rústica o les gustó tanto que quieren tener las dos.

Con espectaculares dibujos de Barnaby Bagenda, los doce números que componen la serie, publicados entre 2015 y 2016, son una sofisticada reinvención del grupo de superhéroes espaciales creados por Marv Wolfman y Joe Staton a comienzos de la década de 1980, en las páginas de Green Lantern, y recordados especialmente por la serie regular posterior, de Roger Slifer y Keith Giffen, entre otros. Aun contando con la presencia del White Lantern Kyle Rayner, King se aleja de los tópicos del género y compone una sorprendente mezcla de thriller político y relato de ciencia ficción, con los protagonistas retratados como terroristas que buscan liberar los planetas del sistema Vega oprimidos por un régimen totalitario. Absorbente, violenta, llena de giros argumentales inesperados, la rebelión de los Omega Men es una de las lecturas más intensas del catálogo actual de DC y un ejemplo del vuelo que se alcanza cuando un buen guion es acompañado de buenos dibujos. He dicho que el trabajo de Bagenda es espectacular, y basta abrir el tomo para comprobarlo, pero no deja de ser reseñable que el dibujante recurra a una narrativa ordenada, casi canónica, que se rompe aquí y allá con viñetas de gran tamaño, splash pages y double splash pages que aportan grandiosidad al conjunto, algo a lo que ayudan también el impresionante coloreado y las estupendas cubiertas de la serie.

Entre las propuestas más novedosas de DC, destaca también todo lo que procede del sello DC's Young Animal, especie de heredero espiritual de Vertigo, pero centrado en el género superheroico, eso sí, desde una perspectiva radical. La línea aterrizó en España con la Doom Patrol de Gerard Way (el creador de The Umbrella Academy) y sigue con el delirante crossover Las guerras lácteas, que reúne los especiales JLA/Doom Patrol, Mother Panic/Batman, Shade, the Changing Girl/Wonder Woman, Cave Carson Has a Cybernetic Eye/Swam Thing y Doom Patrol/JLA, realizados por un puñado de creadores, con el propio Way a la cabeza. Delirio, sofisticación gráfica, frescura y experimentación para un volumen imaginativo y estimulante al que merece la pena asomarse.


Malaga Hoy


El honor en Japón

'El lobo solitario y su cachorro' (1970), de Kazuo Koike y Goseki Kojima, fue un cómic nipón que destacó fuera de su país en tiempos en los que el manga era desconocido en Occidente



GERARDO MACÍAS
01 Mayo, 2019

'El lobo solitario y su cachorro nº 1'. Guion: Kazuo Koike. Dibujos: Goseki Kojima. Planeta Cómic, 2018.

A la memoria de Kazuo Koike, guionista de 'El lobo solitario y su cachorro', que ha fallecido recientemente, el 17 de abril de 2019, a causa de una neumonía a la edad de 82 años.

El manga japonés El lobo solitario y su cachorro fue publicado originalmente con el título Kozure Ôkami entre 1970 y 1976. La historia, creada por Kazuo Koike e ilustrada por Goseki Kojima, está formada por veintiocho volúmenes, de unas trescientas páginas cada uno.

La historia tiene lugar en el Japón feudal del siglo XVIII, en el llamado periodo Tokugawa. El país es gobernado por un shogun de la dinastía Tokugawa, cuya sede es Edo, el actual Tokyo.

La trama gira alrededor del shogun, alto rango militar y título histórico en Japón concedido por el Emperador, que tenía autoridad para ordenar el seppuku de aquellos que cometían una afrenta contra él.

El seppuku es un suicidio ritual, realizado por samuráis y daimyo (señores feudales) para restituir a su clan el honor perdido por su actos, clavándose una espada en el vientre, teniendo derecho a ser asistidos por el kaishakunin, que se encargaba de cercenar la cabeza al suicida una vez éste se había apuñalado el estómago, ahorrándole una lenta agonía. Como alguien de menor rango no podía actuar como kaishakunin para un daimyo, al kaishakunin le fue dado un rango superior, y ostentaba el emblema del shogun.

El lobo solitario y su cachorro cuenta la historia de un kaishakunin, Ogami Itto. La envidia desencadena la trama por la que Itto es deshonrado por una falsa acusación del clan Yagyu, cuyo señor Yagyu Retsudo ambiciona ser el kaishakunin. Itto regresa al hogar al nacer su hijo Daigoro, para comprobar que su esposa es asesinada por hombres de Yagyu, para vengar una supuesta afrenta de Itto contra su shogun. El hallazgo en el templo de la familia Ogami de una tabla funeraria con el emblema del shogun, colocada por Yagyu, que indica que el dueño del santuario desea la muerte de la persona cuyo nombre se halla en la tabla, es el detonante.

Ante la presunta traición, es obligado por el shogun a realizar seppuku, pero Itto escapa, se convierte en un ronin (samurái sin señor), y junto a su hijo, viaja por Japón como mercenario. Combatirá a los soldados del clan Yagyu, cuyas maquinaciones afectan al propio shogun. Con estructura de road movie, cada episodio independiente enriquece la historia principal.

El niño, Daigoro, jamás muestra miedo, ni se niega a ayudar a su padre, ni llora ante los derramamientos de sangre. De hecho, el niño parece divertirse en momentos en los que sirve para distraer la atención del objetivo. El cachorro dota al lobo solitario de un lado humano, y permite al lector ver en Itto un amante padre que todo lo hace por su hijo.

Ogami Itto y su hijo Daigoro matan a todos los hijos de Yagyu Retsudo, y finalmente pelean con el propio Retsudo. Previamente malherido, Itto muere en esta pelea, y su hijo toma la lanza, embistiendo enfurecido. Retsudo abre sus brazos, y le permite a Daigoro clavarle la lanza.

El lobo solitario y su cachorro trascendió en Estados Unidos en una época en que el manga era desconocido en Occidente. Influyó en cómics de Frank Miller (Daredevil, Ronin), Stan Sakai (Usagi Yojimbo), Max Allan Collins (Camino a la Perdición); y en el cine de Quentin Tarantino (Reservoir Dogs, Kill Bill). En los setenta, se estrenaron siete películas en Japón basadas en el cómic. Dejó impronta en videojuegos: Kozure Ookami, Puyo Pop Fever, Fatal Fury o Final Fantasy X; y series animadas como Samurái Jack o Samurái Champloo.

El lobo solitario y su cachorro fue lanzado en EEUU por First Comics en 1987, pero la editorial cerró en 1991, publicando un tercio de la serie. En 2000, Dark Horse Comics lanzó la serie completa. En ambos casos, con portadas que fueron realizadas expresamente por varios historietistas estadounidenses de renombre.

El manga cuenta con una secuela, El nuevo lobo solitario y su cachorro (2014), escrita por Koike y dibujada por Hideki Mori, y ha inspirado en 2002 el cómic pos apocalíptico Lone Wolf 2100, de Mike Kennedy, publicado por Dark Horse.

Kazuo Koike (Akita, 1936) es un guionista de manga reconocidos, como Crying Freeman. Su obra abarca más allá del cómic: poesía, novela, producciones cinematográficas, y teatro.

Goseki Kojima (Yokkaichi, 1928-Tokyo, 2000) comenzó con su trabajo como ilustrador con el manga titulado Dojinki.



Malaga Hoy


domingo, 5 de mayo de 2019

Batman cumple 80 años en plena forma

El 1 de mayo de 1939, la revista Detective Comics estrena su segundo superhéroe, The Bat-Man, que pasará a ser uno de los mayores éxitos comerciales de la industria del cómic




 Bajo la máscara de Batman se esconde el multimillonario Bruce Waynee.

PACO NÚÑEZ
01 Mayo, 2019


Batman fue un éxito inmediato entre el público de historietas. Es un personaje creado por los estadounidenses Bob Kane y Bill Finger (aunque sólo se reconoce la autoría al primero) y propiedad de DC Cómics. La primera aparición de The Bat-Man fue en la historia titulada El caso del sindicato químico. La revista fue lanzada por la editorial National Publications.

Según Bob Kane, sus fuentes de inspiración para Batman fueron Superman, el diseño de Leonardo da Vinci de un planeador murciélago y dos películas: The Bat Whispers y La marca del Zorro. Batman obtuvo su propia revista en 1940. Y, en 1943, Columbia Pictures lanzó la primera versión para TV.


Una de las primeras viñetas que se publicaron de Batman en 1939.

Cuando debutó en 1939, Batman fue concebido como una criatura de la noche, un héroe inspirado por el mundo oscuro y misterioso de las revistas pulp de la época. Este vigilante tenebroso no tardaría en iluminarse con el añadido de un joven compañero, Robin, y se iluminó aún más en las décadas de 1950 y 1960.

La llegada de Frank Miller

Batman recuperó su papel de auténtico caballero oscuro en los 70 en historias como El secreto de las tumbas vacías y aún se volvió más duro y sombrío en las dos décadas siguientes. En los años 80, DC Cómics revolucionó el mundo del tebeo con la saga Crisis en tierras infinitas, que hizo borrón y cuenta nueva en el Universo DC con el fin de que este fuera más accesible para los nuevos lectores.

Muchos orígenes de superhéroes se trastocaron. Sin embargo, el relato del origen de Batman seguía siendo perfectamente válido tal y como lo habían contado Kane y Finger en 1939. En apenas dos páginas, los creadores del personaje habían narrado aquel atraco que acabó con la vida de Thomas y Martha Wayne delante de un niño que utilizó ese trauma para luchar contra el mal.



Batman como el ángel vengador de Frank Miller en 'El regreso del caballero oscuro'.

De esta manera, el elegido para profundizar en ese origen del vigilante murciélago fue el pujante guionista y dibujante Frank Miller, que ya había sentado las bases de la novela gráfica contemporánea con esa obra maestra titulada El regreso del caballero oscuro (1986), donde el autor aprovechaba para realizar una crítica lacerante a los medios de comunicación sensacionalistas y al Gobierno Reagan a través de una trama cruda y crepuscular y una distribución rígida de las viñetas.

Así nació Batman: Año uno, donde Miller con la trama y los diálogos y David Mazzucchelli con su preciosista trazo no se conformaron con abordar el proceso de transformación de Bruce Wayne, sino que también se centraron en James Gordon, futuro comisario de la policía local. El comienzo de una profunda amistad. Fue tal éxito que hasta se hizo una película de animación de este cómic.


Aunque Miller, que hace poco publicó la tercera entrega de El regreso del caballero oscuro, es el más importante, otros grandes autores dejaron también su sello en la historia de Batman: Gerry Conway, John Romita Jr., Neal Adams, el español Carlos Pacheco, Jeph Loeb, Rafael Albuquerque, Garth Ennis, Grant Morrison, John Byrne, Jim Lee, Adam Pollina... Actualmente, el prestigioso Scott Snyder, responsable de la odisea de terror American Vampire, se encarga de la colección principal.


Batman pelea con el Joker.

El legado que deja Batman en estos 80 años es inmenso y, dentro de esa caja de joyas incunables, hay que abrir cuidadosamente el cajón de los villanos. Harvey Dos Caras, El Pingüino y, por supuesto, el Joker son prodigios de la perversidad que superan a muchos de esos malos planos del Universo Marvel. El terror de Lovecraft o de Mary Shelley está muy presente en ellos, esa historia repleta de romanticismo que se vuelve oscura por accidente y dramática por la crueldad de la sociedad. Lo feo colocado en una vitrina para que la gente se ría, pero esa fealdad puede salir de ahí para propagarse como un virus letal... hasta que llega Batman para contenerla de nuevo.

Otro de los iconos que deja Batman (y el Universo DC en general) es la ciudad de Gotham, esa New York con aspecto de los años 20 y con la oscuridad de Blade Runner que ha dado hasta una serie de televisión donde se cuentan los orígenes de todos los personajes de forma muy ingeniosa.

El murciélago de los huevos de oro

Con los grandes personajes (su trasunto en Marvel sería Spiderman) ocurre que se les quiere explotar hasta la saciedad. Por eso, ha habido etapas un tanto surrealistas del vigilante oscuro, como la línea de cómics Batman Beyond, una representación futurista del personaje en la que llevaba un traje blindado capaz de volar y hacerle invisible, y Batman Incorporated, un grupo global de Batmans trabajando juntos para la seguridad del mundo entre los que estaban el Batman de Japón, el Gaucho, el Cuervo Rojo... y la Bat-Vaca.

En 80 años, el logo de Batman se ha convertido en un recurso icónico de la cultura popular, habiéndose modificado ligeramente en más de 30 ocasiones. Hay todo tipo de merchandising del hombre murciélago que, a diferencia de la mayoría de superhéroes DC, no tiene poderes sobrenaturales, pero sí mucho dinero con el que inventar gadgets a lo James Bond y un duro entrenamiento diario para estar en plena forma: batmóviles de juguete, llaveros, pósteres, camisetas, bodis para bebés, disfraces, gafas, pulseras, muñecos, cartas, álbumes de cromos, series de animación... Y por supuesto películas de gran éxito de taquilla.

Batman en el cine

La iconografía del personaje era demasiado jugosa como para que el séptimo arte no le hiciera justicia con una buena película. Así, llegó Batman, de Tim Burton, en 1989. El mejor director para llevar al celuloide esa oscuridad manifestada por Frank Miller, pero con el punto de ironía y sarcasmo que caracteriza al autor de Pesadilla antes de Navidad y con Michael Bitelchús Keaton en el papel del caballero oscuro. Su gran éxito le valió tener una total libertad para hacer Batman Begins, una delirante puesta en escena con actores de altura que chocó a algunos por su hiperbólica factura. Después, Val Kilmer y George Clooney se metieron en el traje del hombre murciélago, pero la gente empezó a hartarse de tanto cambio de protagonista y del devenir paródico de la saga (Jim Carrey haciendo de un histriónico Enigma). Tras unos años de descanso, Christopher Nolan confeccionó la saga de El Caballero Oscuro, la que muchos consideran la mejor trilogía de superhéroes jamás filmada, con Christian Bale como Wayne y un elenco de secundarios majestuoso: Michael Caine, Morgan Freeman, Tom Hardy como un Bane aterrador, Liam Neeson… Y el difunto Heath Ledger haciendo del mejor Joker jamás visto a falta de ver a Joaquin Phoenix en la próxima película sobre el villano sonriente. Las tres últimas apariciones de Batman en la pantalla grande han sido por obra y mentón de Ben Affleck en Batman vs Superman: el amanecer de la justicia, Escuadrón Suicida y Liga de la Justicia. Así, Affleck se convierte en uno de los pocos actores en hacer doblete con superhéroes o supervillanos de cómics (hizo de Daredevil, otro vengador de la noche) junto con Michael B. Jordan (la Antorcha Humana y Erik Killmonger en Black Panther), Chris Evans (la Antorcha Humana y el Capitán América), Jason Momoa (Conan y Aquaman) y Michael Keaton (Batman y El Buitre).


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Las Gemas del Infinito en los cómics de Marvel y de los Vengadores

Las piedras en torno a las que giran las tramas del Marvel Cinematic Universe y que se cierran en 'Vengadores Endgame' aparecieron por primera vez en los cómics a finales de los 70.

Portada de la serie de cómics de Marvel 'El Guantelete del Infinito'. / MARVEL

SUSANA C. GÓMEZ
24 Abril, 2019

La primera aparición de las Gemas del Infinito, entonces llamadas Gemas del Alma, en los cómics de Marvel se remonta a finales de los 70, pero la recopilación de las piedras por parte de Thanos data de 1990, con una serie de dos números titulada The Thanos Quest cuyas peripecias nada tienen que ver con lo mostrado en Infinity War ni con sus héroes.

Tampoco comparten cine y cómics la motivación de Thanos para hacerse con las gemas: en las viñetas es su amada, la Muerte, quien le ordena reunirlas para aniquilar a la mitad del Universo. En los filmes, en cambio, su motivación es más difusa: el titán se dedica a ir planeta por planeta borrando del mapa a la mitad de sus habitantes con la excusa del equilibrio y la sostenibilidad (sus desquiciados esquemas mentales establecen que, si hay menos bocas que alimentar, habrá menos hambre y por tanto menos conflictos) y el Guantelete y las gemas son simplemente una herramienta para acelerar el trabajo.

La serie de cómics El Guantelete del Infinito (1991, seis números) es la que lidia directamente con el genocidio de Thanos y comienza, como Infinity War, con un ser procedente del espacio profundo que aterriza en el Santuario del Doctor Strange en Manhattan advirtiendo de la llegada de Thanos.


Sólo que, a diferencia de su adaptación fílmica, el recién llegado no es Bruce Banner, sino Silver Surfer, ausente (hasta ahora) del Universo Cinematográfico de Marvel por cuestiones de derechos, como todo lo que tiene que ver con Los 4 fantásticos y los X-Men (la adquisición de Fox por parte de Disney abre nuevas posibilidades).

Tanto Silver Surfer como Strange (que pereció en Infinity War) son esenciales en las páginas del cómic para derrotar a Thanos, pero en última instancia todo depende de un personaje que (aún) no ha aparecido en el MCU: Adam Warlock (en Guardianes de la Galaxia vol. 2 se habla sin embargo de la creación de un ser llamado Adam).

De historia tan enrevesada como la de tantos otros personajes de cómic, Warlock es, en resumen, un ser todopoderoso cuyo puesto ocupa en la pantalla la Capitana Marvel.

La historia de Thanos y las gemas continúa en los cómics más allá del Guantelete del Infinito (con series como La guerra del infinito o La cruzada del Infinito, todas ellas con Warlock involucrado), pero los mandamases del MCU aseguran que la historia fílmica de las gemas termina con Vengadores Endgame.


Malaga Hoy