jueves, 19 de abril de 2018

Un diario de supervivenvcia

JAVIER FERNÁNDEZ
18 Abril, 2018




'Quiéreme bien'. Rosalind B. Penfold. Astiberri. 256 páginas. 16 euros.

Rosalind B. Penfold es el seudónimo de una mujer canadiense que comenzó a confeccionar un diario de dibujos y palabras para encontrar cierto alivio de la angustiosa pesadilla en la que se hallaba inmersa: la relación sentimental que mantenía con un hombre viudo, padre de cuatro hijos, se había transformado en una historia de maltrato psicológico, físico y sexual que la estaba anulando como persona. Las páginas de Quiéreme bien son las páginas de dicho diario, una advertencia para tantas mujeres que, por desgracia, se encuentran en una situación similar. En palabras de la propia Penfold: "espero que (…) te sirvan para detectar la violencia ahí donde esté, y para recordar que tú también mereces que te quieran mucho… y bien".


Malaga Hoy

Humor lúcido y divertido

JAVIER FERNÁNDEZ
18 Abril, 2018



'El show de Albert Monteys'. Albert Monteys. Astiberri. 160 páginas. 17 euros.

Libro a libro, ¡Caramba! se está convirtiendo en toda una referencia en la edición del humor gráfico de nuestro país. El sello de Astiberri edita ahora El show de Albert Monteys, recopilación en un solo tomo apaisado de todas las entregas de la serie homónima realizada por Monteys y publicada en la revista digital Orgullo y satisfacción entre los años 2014 y 2017. Este conjunto de historietas cortas protagonizadas por el propio artista es una auténtica delicia, en parte por el depurado estilo gráfico del ex de El Jueves y autor de Calavera lunar (mira que ha llovido desde entonces…), pero también, y sobre todo, por el sentido del humor made in Monteys, tan lúcido y divertido que resulta edificante. La vida, el trabajo y las opiniones del humorista gráfico son los materiales de un volumen coqueto y la mar de recomendable.

Malaga Hoy



Gaiman para niños


JAVIER FERNÁNDEZ
18 Abril, 2018




'El día que cambié a mi papá por dos peces de colores'. Neil Gaiman, Dave McKean. Astiberri. 56 páginas. 16 euros.

Publicado originalmente en 1997 por White Wolf Publishing, El día que cambié a mi papá por dos peces de colores fue el primer libro para niños de uno de los dúos creativos más fructíferos y sobresalientes de nuestro tiempo, el escritor Neil Gaiman y el ilustrador Dave McKean. Astiberri ya presumía en su catálogo de otros dos álbumes infantiles de la pareja (Los lobos de la pared y Cabello loco), además de su brillante novela gráfica Señal y ruido (Premio Eisner 1993 al mejor álbum), e incorpora ahora esta traducción de El día que cambié a mi papá…, que reproduce la edición posterior de la editorial Harper, esto es, incluye una nueva cubierta (y sobrecubierta) pintada por McKean y un interesante epílogo de Gaiman, fechado en 2003.


Tal como explica el autor de Sandman y American Gods en dicho epílogo: "Este libro empezó así: Mi hijo, que se llama Michael o Mike ahora, pero que entonces era Mickey, estaba enfadado conmigo. Yo había dicho una de esas cosas que dicen los padres como: ¿No es hora de que esté ya acostado?, y él me había mirado, furioso, y me había dicho: ¡Ojalá no tuviese padre! Ojalá tuviese…, y entonces se detuvo y pensó, intentando encontrar algo que se pudiera tener en vez de un padre. Finalmente dijo: ¡Ojalá tuviese un pez de colores! Y se fue a la cama dando grandes zancadas. La idea me dejó pasmado. Claro que uno debería cambiar a su padre por unos peces de colores. Parecía algo muy sensato. Escribí el primer par de frases en mi ordenador y me quedé un poco dubitativo de cómo seguir, así que lo dejé e hice otras cosas". Varios años después, Gaiman terminó el libro y se lo dio a McKean para que hiciese su magia habitual. En palabras de Catherine Romat: "McKean llegó con sus pinceles, sus tijeras y su cola de tubo. Rascó, recortó, embadurnó páginas y páginas. Pegó trozos de periódicos, fotos de zanahorias o de sellos de correos. Y luego, a fuerza de manipulaciones, la historia divertida y enredada del principio apareció claramente como un palimpsesto lleno de poesía". No se puede expresar mejor.


Malaga Hoy


Para inconformistas

La obra es una sátira futurista de tintes feministas que conjura el género distópico con la estética del cine de explotación


JAVIER FERNÁNDEZ
18 Abril, 2018




'Bitch Planet, libro dos'. Kelly Sue DeConnick, Valentine de Landro. Astiberri. 144 páginas. 18 euros.

La oferta americana de Astiberri nos trae algunas de las series más interesantes del mercado independiente. Es el caso de Bitch Planet, de la guionista Sue DeConnick (Capitana Marvel, Bella muerte) y el dibujante Valentine De Landro. Se trata de una sátira futurista de tintes feministas que conjuga el género distópico con la estética del cine de explotación. En una sociedad antifeminista, regida por un patriarcado corporativo denominado el Protectorado, las mujeres que no aceptan el statu quo y se rebelan contra el adoctrinamiento machista son confinadas al Puesto de Obediencia Auxiliar, una prisión situada en un planeta lejano, el Planeta de las Zorras que da título a la serie.



DeConnick y De Landro se sirven de este argumento para cuestionar los roles tradicionales y para denunciar el sexismo y el racismo de nuestra cultura. Fresca y subversiva, Bitch Planet es una lectura adictiva y uno de los títulos más sobresalientes de Image. El segundo volumen recopilatorio ofrece los números 6 a 10 de la serie original.



También de Image, y también sobresaliente, es Sex Criminals, de Matt Fraction (El Invencible Iron Man, Ojo de Halcón) y Chip Zdarsky. Nominada en 2015 al premio Hugo a la Mejor Historia Gráfica y ganadora de los premios Eisner y Harvey a la Mejor Serie en 2014, Sex Criminals narra las peripecias de Suzie y Jon, una pareja capaz de congelar el tiempo y entrar literalmente en otra dimensión cuando alcanzan el orgasmo. Gracias a su extraño poder, los amantes deciden robar un banco, pero pronto descubrirán que no son los únicos que transitan por la dimensión "orgásmica".



El segundo recopilatorio de este excitante thriller reúne los números 6 a 10, más un apartado con material extra.





Mecánica orbital es el título del cuarto tomo del serial de ciencia ficción Descender, con guión del siempre reseñable Jeff Lemire (Essex County, Animal Man, Green Arrow) y dibujos de Dustin Nguyen (Wildcats Version 3.0, Batman), sacado también del catálogo de Image. El protagonista es el joven androide Tim-21, y el argumento nos sitúa en un conflicto cósmico entre humanos y robots alienígenas, en el que Tim-21 parece tener un papel clave, que desconoce. Van aquí los números 17 a 21, y el imaginativo universo ideado por Lemire sigue y sigue enriqueciéndose.



Por último, les recomiendo que no se pierdan Black Hammer, Premio Eisner 2017 a la Mejor Serie Nueva y Premio del Gremio de Libreros de Madrid al Mejor Cómic 2017. Esta virguería de Dark Horse, escrita también por Lemire, cuenta con dibujos de Dean Ormston y propone una sorprendente y melancólica deconstrucción del género de superhéroes. Seis antiguos héroes llevan diez años confinados en una misteriosa granja y han sido olvidados por la sociedad. La cosa cambia cuando llega alguien en busca del fallecido Martillo Negro y se reaviva la esperanza de escapar del extraño purgatorio.




El segundo tomo se titula El suceso, y contiene los números 7 a 13 de la serie (uno de ellos dibujado por el gran David Rubín), así como un nutrido apartado de extras.


Malaga Hoy


miércoles, 18 de abril de 2018

EL "caso Bartual" por Albert Monteys













El Pais Semanal Nº2.167 Domingo 8 de abril de 2018

QUEMAR DESPUÉS DE LEER El mundo después de Brian Michael Bendis


Marvel despide a su hijo pródigo, que deja la casa para entrar en DC, donde se encargará de Superman





LAURA FERNÁNDEZ
14 ABR 2018

Quedan exactamente cuatro días para que Brian Michael Bendis aterrice (capa mediante, por fin, esta vez) en DC. Aquellos no iniciados en el mundo de los superhéroes deberían saber que Brian Michael Bendis es el tipo que —hasta ahora— lo hacía todo en Marvel, y que Marvel y DC son, válgamonos del símil superheroico, archienemigas. Una suerte de Madrid-Barça de la viñeta, de tamaño astronómico, evidentemente. Brian Michael Bendis, nacido en Cleveland y con una pasión desmesurada por el noir —ama, con locura, a Jim Thompson y a Dashiell Hammett, y se nota en cada superhéroe que toca, y en cómo lo toca—, es, también, el creador de Jessica Jones, la superhéroe aburrida de su equipo de superhéroes que un día decidió montar un despacho de detectives y empezar a beber más de la cuenta. Alias, la serie que dio pie (16 años después) a la Jessica Jones de Netflix, nació, como la primera obsesión de Bendis, la muy recomendable Powers,del cruce de sus dos pasiones: el superhéroe entendido como alguien con más aristas que otra cosa, y el asunto criminal como telón de fondo.

El éxito de hasta la más delirante de sus propuestas —hizo que se hablara más, y se vendieran también más ejemplares, de su Utimate Spiderman (el hispano adolescente Miles Morales) que del Spiderman clásico, todo un hito en un mundo en el que todo debe cambiar para que nada cambie, y en el que, invariablemente, este tipo de cosas no pasan—, no tardó en convertirle en el epicentro del Universo Marvel. Se le puso al frente de las series de más impacto —incluida Los Vengadores— y, hoy por hoy, era el Chico Para Todo de La Casa de las Ideas.

Bendis anunció en noviembre que había llegado a un acuerdo —suponemos que millonario— con DC para sumarse a sus filas, y desde entonces se ha estado especulando con, al menos, dos cosas: 1) ¿Cómo piensa cubrir Marvel el millón de huecos que deja Bendis?, y 2) ¿Con qué iba a estrenarse Bendis en su nueva casa?

La respuesta a la segunda pregunta llega en cuatro días a librerías, y es nada menos que el número 1.000 de Action Comics, la cabecera en la que nació (en 1938) Superman, así que se estrena nada menos que con su, según ha dicho, superhéroe favorito. La respuesta a la primera es una buena noticia. Porque, en buena parte, Bendis es responsable del viraje girlpowerístico de Marvel, y su marcha, posibilitará la llegada a grandes cabeceras de nombres como los de G. Willow Wilson (la responsable de la muy potente Ms. Marvel o qué pasa cuando eres una adolescente musulmana de Nueva Jersey con poderes), Jody Houser, Kelly Thompson, Saladin Ahmed, o Matt Fraction, y siga dando cancha (o alzando al podio de una vez) al sin duda más brillante guionista que milita en Marvel estos días: el exindie Jeff Lemire. Lo dicho, una (muy) buena noticia.


El Pais






EN POCAS PALABRAS

Ángel de la Calle: “El cómic sigue en el furgón de la infancia”

El dibujante recibe el premio a la mejor obra española en el Salón del Cómic de Barcelona por 'Pinturas de guerra', retrato de los artistas latinos que combatieron por la revolución

17 ABR 2018



SETANTA

Hace 15 años se publicó la monumental Modotti, donde Ángel de la Calle (Molinillo de la Sierra, 1958) exhibía el poderío del cómic para biografiar el siglo XX. Ha vuelto a las andadas con Pinturas de guerra (Reino de Cordelia), retrato de una generación que perdió la revolución y el arte durante las dictaduras latinoamericanas. El libro acaba de recibir el premio a la mejor obra de autor español en el 36º Salón del Cómic de Barcelona. Dolmen, además, reedita estos días su biografía sobre Hugo Pratt.

Además de san Hugo Pratt, ¿tiene otros dioses? Buff...! Crepax, Miller, Toppi, Caniff, Spiegelman, Prado...

¿Cuál fue la primera historieta que cayó en su mano en el pueblo donde nació? Unos cuadernillos de El Cosaco Verde. Un chico los compraba y los escondía de sus padres, el mío los encontró y me los dio.

¿Mejor un buen guion o un buen dibujo? Para mirar el dibujo, para leer el guión. Los mejores son en los que te pierdes y no te haces esa pregunta.

¿Qué lee cuando no lee cómics? De todo. Ahora mismo los Diarios de Ricardo Piglia. Y el libro de entrevistas a Tardi de Numa Saul.

Escribe sobre Pratt, Modotti, pintores perseguidos… ¿La ficción pura no le interesa? Me interesa la vida como ficción. Y la ficción como parte de la vida. Y mezclar las dos cosas.

Cite la creación cultural que más le ha influido. El séptimo sello de Bergman, que vi a los 15 años. Me dije, pues oye esto de contar historias puede tener más cosas detrás.

¿Faltan lectores y sobran editoriales? Faltan las dos cosas. Y es culpa nuestra. De los autores.

Si tuviera todo el presupuesto del mundo, ¿a quién pondría a debatir en la Semana Negra? A John Le Carre, Paco I. Taibo II, Paul Auster y Fred Vargas.

¿El cómic empieza a estar socialmente sobrevalorado? Más bien, a la que nos descuidamos, seguimos en el furgón de cola de la infancia.

¿Qué encargo no aceptaría jamás? Cualquier hagiografía.

¿A quién le daría el próximo Premio Cervantes? Si toca español a Luis García Montero y si toca latinoamericano a Leonardo Padura. Y de paso le daba el Carvalho a Taibo, que no sé a qué esperan.


El Pais