domingo, 25 de marzo de 2018

El maltrato infantil

El doctor Bruce Banner es víctima de unas radiaciones y sufre una escisión de personalidad. En determinados momentos se convierte en Hulk, creado en 1962 por Stan Lee y Jack Kirby


GERARDO MACÍAS
21 Marzo, 2018





'El increíble Hulk: La encrucijada'. Guion: Bill Mantlo. Dibujos: Sal Buscema, Mike Mignola y Herb Trimpe. Panini Cómics, 2014.

En mayo de 1962, Hulk fue creado por Stan Lee y Jack Kirby en The Incredible Hulk nº 1. El segundo superhéroe de Marvel es víctima de las radiaciones provocadas por la explosión de una bomba gamma de su propia creación. El doctor Bruce Banner sufre una escisión de personalidad que en momentos de miedo o ira lo convierte en un ser de fuerza incontrolable. La sociedad se empeña en hostigarlo por medio de los militares que financiaron su bomba.


Este planteamiento alimentó la serie durante más de dos décadas. En los años setenta, la serie se convirtió en la segunda más popular de Marvel después de The Amazing Spider-Man, y a finales de la década se le concedió una serie televisiva.


La serie cayó en la monotonía hasta que todo cambió de la mano del guionista Bill Mantlo y el dibujante Sal Buscema, en The Incredible Hulk nº 272 (1982), cuando Banner obtuvo el control de su conversión en Hulk, conservando personalidad e intelecto del científico.

Por fin, Bruce Banner podía usar el poder de Hulk para ayudar a la humanidad, con el aplauso de la población civil y de todos los demás superhéroes de Marvel. Además, Hulk y Bruce Banner se ganaron una amnistía concedida por el presidente de Estados Unidos.

Pero este aparente triunfo es en realidad el preludio de una regresión, no al anterior bruto noble, sino a un Hulk salvaje. Bruce Banner descubre que el causante es Pesadilla, gobernante de una dimensión onírica, que se ha instalado en sus sueños, confundiéndolo para derrotar al Doctor Extraño, Maestro de las Artes Místicas y aliado de Hulk en Los Defensores.

En The Incredible Hulk nº 300, Hulk se enfrenta a todos sus aliados. El Doctor Extraño entra en la mente de Hulk, sólo para presenciar el suicidio interior de Bruce Banner, cansado de luchar. Hulk queda liberado de Banner. Extraño, sabiendo que un Hulk salvaje es imparable, lo exilia en un lugar mágico llamado La Encrucijada, donde confluyen miles de mundos, pensando que Hulk encontrará la paz en alguno de ellos.

Mantlo lleva a Hulk a aventuras que no tienen que ver con superhéroes, sino con la fantasía, la ciencia-ficción, Lovecraft, Espada y Brujería, etc... Hulk se busca a sí mismo, mientras se enfrenta a seres cuyo poder lo hacen palidecer: Hulk sangra, sufre y se agota, en una odisea para recuperar su humanidad y regresar a casa.

Lentamente, la mente de Banner va retornando, y Hulk, de forma inexorable, va mostrando cada vez más rasgos de razón y de humanidad.

Mantlo aprovecha el exilio de Hulk para narrar momentos introspectivos, donde prima el sentimiento de soledad y el reencuentro con su propio yo. En esa línea, The Incredible Hulk nº 312 revela la infancia de Bruce, marcada por un padre que lo odiaba por su precoz inteligencia. Brian Banner privó a Bruce de su madre, muerta a manos de su esposo. Bruce es un ser introvertido, apartado de sus semejantes por su brillantez, hasta que creó la bomba gamma que lo convierte en Hulk. La propuesta de Mantlo consiste en que el accidente con la bomba no creó a Hulk, sino que lo hizo emerger del interior de Banner, donde se hallaba en estado latente debido a la ira reprimida por sus tristes circunstancias. Este número, además, es un cruce con otra serie, Secret Wars II, cuyo protagonista, Beyonder, descubre un rayo de energía que está buscando vida en La Encrucijada, y desvía dicho rayo hacia el reaparecido Banner, intentando ayudarle a salir de allí.

En The Incredible Hulk nº 313, último guionizado por Bill Mantlo, se produce de nuevo un cruce con otra serie, Alpha Flight, protagonizada por el supergrupo canadiense. Descubrimos que fue Alpha Flight quien envió a La Encrucijada el rayo de energía que, gracias a la intervención de Beyonder, hace volver a Hulk a La Tierra.

Tras cinco años, Bill Mantlo dejó la serie, que ya no podría volver al mismo punto de partida. Los guionistas posteriores desarrollaron la premisa de Mantlo sobre maltrato infantil y rabia reprimida: John Byrne y Al Milgrom, durante seis meses cada uno; y Peter David, durante once años, convirtiendo de nuevo la serie en una de las más populares de Marvel.

La película Hulk (2003), de Ang Lee, se basa en las premisas de Mantlo, situando la desdichada infancia del personaje como clave para la emersión de Hulk.


Malaga Hoy


domingo, 18 de marzo de 2018

El horror de las trincheras

JAVIER FERNÁNDEZ
14 Marzo, 2018






'Black Dog: Los sueños de Paul Nash'. Dave McKean. ECC. 120 pág. 17,95 euros.

El enorme Dave McKean regresa a la historieta con Black Dog: Los sueños de Paul Nash, un trabajo nominado a los premios Eisner 2017 e incluido en la selección oficial del Festival de Bande Dessinée de Angoulème 2018, que vuelve a dar muestra de la brillantez plástica del artista británico. Como se explica en el prólogo, el libro "forma parte de 14-18 NOW, un programa de nuevas obras culturales de cinco años de duración creado especialmente para conmemorar el centenario de la Primera Guerra Mundial". Buscando "arrojar nueva luz sobre las experiencias y la repercusión" del conflicto bélico, McKean se centra aquí en la vida del pintor londinense Paul Nash, que reflejó en sus cuadros surrealistas el horror de las trincheras.


Malaga Hoy

La némesis de Flash

JAVIER FERNÁNDEZ
14 Marzo, 2018





'Flash de Geoff Johns: Zoom'. Geoff Johns y otros. ECC. 312 páginas. 30,50 euros.

Sigue a buen ritmo la reedición de la primera etapa de Flash escrita por Geoff Johns, con Wally West bajo la máscara, uno de los mejores trabajos del guionista en sus comienzos y seguramente el mejor conjunto de episodios del personaje en los que llevamos de siglo. El tomo más reciente se titula Zoom y contiene los números 189 a 200 de The Flash (2002-2003), en los que se presenta el supervillano del mismo nombre, némesis del velocista escarlata que es una nueva encarnación del Flash Reverso de antaño. También se narra aquí el origen del Flautista y el enfrentamiento entre Flash y otro villano recurrente de la serie, Gorila Grodd, y es que Johns supo actualizar al superhéroe, pero sin renunciar a los elementos que forman parte de su legado, esto es, hallando un interesante equilibro entre lo moderno y lo clásico. Como en anteriores tomos, el dibujante Scott Kolins brilla en el apartado gráfico (con tintas de Doug Hazlewood), y se suman aquí otros artistas como Rick Burchett, Justiniano y Phil Winslade.

Velocidad terminal, por su parte, es el título del siguiente tomo de la recuperación del Flash de Mark Waid, el segundo gran rescate de ECC en lo que al velocista se refiere. La etapa de Waid es anterior a la de Johns, se desarrolló en la década de 1990, y es un ejemplo de lo divertido e interesante que puede llegar a ser el género de superhéroes cuando se deja libertad y tiempo a los artistas (especialmente si uno de ellos es Waid, un guionista sólido donde los haya). Van aquí los números 95 a 107 de Flash (1994-95), junto con el Annual 8 (1995) y los tres números de la saga Underworld Unleashed (1995), en la que el nuevo regente del infierno, Nerón, ofrece a distintos supervillanos del universo DC la posibilidad de que cumplan sus deseos a cambio de sus almas. Esto último está dibujado por Howard Porter, más conocido por su colaboración posterior con Grant Morrison en la JLA, y en el resto del volumen aparece la firma de tres importantes dibujantes españoles: Salvador Larroca, Carlos Pacheco y Óscar Jiménez.


Malaga Hoy


Un asesino futurista

JAVIER FERNÁNDEZ
14 Marzo, 2018


'Showman Killer'. Alejandro Jodorowsky, Nicolas Fructus. ECC. 176 pág. 23 euros.

Showman Killer recopila en un solo tomo, de pequeño formato, la imaginativa serie de ciencia ficción realizada entre 2010 y 2012 por el sin par escritor, guionista y cineasta chileno Alejandro Jodorowsky (autor de tebeos imprescindibles como El Incal, La Casta de los Metabarones o El lama blanco) y el espectacular ilustrador, animador y publicista francés Nicolas Fructus. Un héroe sin corazón, El niño de oro y La mujer invisible son los sugerentes títulos de los álbumes que componen esta peculiar trilogía ambientada en una especie de Imperio Romano futurista y protagonizada por un mercenario implacable, diseñado genéticamente para convertirse en el arma de destrucción definitiva. Showman Killer es un cíborg asesino, privado de emociones y dotado de poderes extrasensoriales, cuyo destino cambiará cuando acepte el encargo de matar a un recién nacido.


Malaga Hoy


Un rescate necesario

La obra de Blasco, uno de los más grandes dibujantes de cómic españoles, no había sido publicada en su totalidad y de forma ordenada hasta ahora


JAVIER FERNÁNDEZ
14 Marzo, 2018


'Colección Jesús Blasco: Los guerrilleros'. Jesús Blasco. ECC. 192 páginas. 25 euros.

De todos los cómics publicados por ECC en estos años, ninguno me produce más emoción que Los guerrilleros, de Jesús Blasco (Barcelona, 1919-1995). Y es que, como afirma Joaquim Noguero en la primera de las tres introducciones que completan este volumen (las otras son de Antoni Guiral y Luis Gasca, respectivamente): "Uno se siente un poco marciano y algo extraño cuando mira alrededor, a los estantes que tan a menudo acogen excelentes ediciones de los maestros internacionales del cómic (con sus extras, con los textos que contextualizan cada aportación para comprender lo que fueron, pero sobre todo sentir lo que estos artistas representan hoy a la hora de adquirir oficio en este fabuloso medio fabulador en imágenes) y, al mismo tiempo, comprueba el vacío con que tan a menudo nos encontramos todavía en casa, con nuestros propios clásicos". Parte de este vacío (una parte crucial, por la talla del autor, uno de los más grandes dibujantes españoles de cómic de todos los tiempos) es el que se ha propuesto cubrir la Colección Jesús Blasco que aquí se estrena.


En palabras del sabio Antonio Martín, citadas por Noguero: "Jesús Blasco pertenece a la que podríamos llamar primera generación profesional de historietistas españoles, es decir, el grupo de autores que se inician en el arte de la historieta en los años treinta, se afianzan en los cuarenta y se convierten en magníficos profesionales a partir de esta época. Se trata de los primeros dibujantes españoles que se dedican directamente a la producción de historietas, sin provenir de ningún otro campo del dibujo o la ilustración. Una generación que vivió y vive de dibujar historietas, hombres que en muchos casos, después, se convirtieron en magníficos ilustradores, coloristas, publicitarios, pintores… pero desde la historieta. De entre esta generación, destaca con fuerza propia, con una maestría que lo sitúa en primera fila, Jesús Blasco". Gracias a series como Cuto o Anita Diminuta, el dibujante catalán (y sus hermanos, con los que colaboraba, tal como se detalla convenientemente en los paratextos de la presente edición) se convirtió en una referencia dentro del mercado nacional, pero no solo eso, su figura traspasó nuestras fronteras hasta forjarse un nombre propio en el panorama internacional. La firma de Blasco está íntimamente ligada a ese emblema del cómic británico que es Zarpa de Acero, también asomó en el Tex italiano o en la Marvel estadounidense y triunfó en la revista belga Spirou, cabecera que publicó originalmente Los guerrilleros, entre 1968 y 1973.

"Su grafismo sigue la estela del hiperrealismo", escribe Antoni Guiral a propósito del wéstern que nos ocupa, y el ensayista repasa luego sus excelencias: el detallismo de la imagen, lo abrumador de la atmósfera, la viveza de las figuras, los matices de la puesta en escena, el alarde compositivo y, en suma, la riqueza de recursos técnicos. Créanlo o no, esta maravilla, tocada por la madurez gráfica de Blasco y sus hermanos, no había sido publicada en su totalidad y de forma ordenada en nuestro país. Hasta hoy.


Malaga Hoy

Humor blanco de género negro

Gil Pupila es el detective que protagoniza los cómics de Maurice Tillieux, a quien acompañan los secundarios Libélula y Corrusco. El autor era un maestro a la hora de dibujar vehículos


GERARDO MACÍAS
14 Marzo, 2018



'Gil Pupila: El integral Nº 1'. Guion y dibujos: Maurice Tillieux. Planeta Cómic, 2009.

Maurice Tillieux nació en Lieja (Bélgica) en 1921. Durante un tiempo, trató de trabajar en la Marina Mercante, pero no llegó a hacerse a la mar a causa del estallido de la II Guerra Mundial. Más adelante, la lectura de los clásicos policiacos le inclinó a la escritura de novelas de este género. Tras colaborar en revistas de historietas como Bimbo y Jeep, Tilleux desembarcó en Spirou, revista fundada en 1938 y dirigida por Jean Dupuis. Su descubrimiento a mediados de la década de los años cuarenta de Hergé le hizo abrazar la línea clara, en la que poco a poco se mostraría como un maestro consumado. Entre los años 1949 y 1956 dibujó sesenta y cinco relatos de la serie Félix, precedente de su obra más conocida: Gil Pupila.


Los protagonistas son Gil Pupila (incapaz de despeinarse y con su característica pajarita roja), Libélula (malhechor redimido que aporta el contrapunto humorístico) y el inspector Corrusco, que recuerda a Hernández y Fernández no sólo físicamente, sino por ser un policía muy serio que involuntariamente hace el ridículo sin parar. La secretaria Cerecita, con su intolerancia a los chistes de Libélula, completa el reparto.


Llama la atención el oficio de Gil Pupila: detective privado. Gil no es periodista como Tintín, Fantasio o Lefranc. Tampoco es agente secreto como los que proliferaron durante los años 60 tras el éxito de 007. Gil Pupila es un detective de novela negra trasladado al cómic.

La serie arrancó con un díptico sobre el tráfico de estupefacientes. El álbum Libélula se evade (1959), es el primer acto de la presentación del detective y de los personajes secundarios Libélula y Corrusco.

En el segundo álbum, Arte y popaína (1959), tenemos la segunda parte y conclusión de la presentación de los personajes. Los censores le espetaron al autor que no se puede poner en un cómic la palabra popaína, ya que es una droga. Maurice les recordó que la popaína no existía, que la había inventado él precisamente para no tener problemas con la censura. Por supuesto, el álbum terminó publicándose.

En esta primera historia, el estilo del artista ya está consolidado, con esa mezcla entre la influencia de Hergé y la de Franquin, esta última en parte impuesta por Charles Dupuis, el editor para el que trabajaba.

El tercer álbum es El paso del ahogado (1960), relato en el que una isla se une con tierra firme por una carretera, la cual al subir la marea queda sumergida con el riesgo de arrastrar a los conductores y que no sobrevivan. Aparentemente eso le sucedió a la víctima de este caso, cuyo sobrino contrata a Gil Pupila para esclarecer los hechos. En este álbum está basada la película Maleficio (1962), de Henri Decoin, rodada en la isla francesa de Noirmouitier con un argumento similar al del cómic. Gil Pupila pierde su coche, un Dauphine rojo, casi al final de la historia, pero enseguida es sustituido por otro amarillo.

El cuarto álbum, Los barcos del crepúsculo (1962), trata de un evadido de la cárcel y un asesinato. En esta historia se introduce un elemento fantástico: un suero que permite al recluso escapar de la cárcel dando grandes saltos. El argumento es típico del género negro, con una estafa a una compañía de seguros perpetrada por sujetos sin escrúpulos.

Sorprende el tono de novela de negra, con asesinatos incluidos, en un tebeo juvenil y con gags a cargo de Libélula. Combinar humor blanco con género negro no es fácil, pero Tilleux lo logra.

Las persecuciones que aparecen en la serie le vendrán estupendamente al autor para disfrutar a lo grande dibujando algo que hace maravillosamente: los vehículos. Tilleaux era un genio recreando todo tipo de automóviles, además de que se dedicaba a hacerles todas las trastadas posibles: vuelcos, impactos, derrapes y accidentes variados.

Tilleaux estaba cada vez más atareado. Para solucionar esto contó con Gos, dibujante del estudio de Peyo, que rápidamente tuvo que adaptar su estilo a Gil Pupila. Aun así, Tilleaux no dejaba de pasarle story boards para que realizara los álbumes.

Maurice Tillieux falleció en Niza (Francia) en 1978 en un accidente de tráfico. Dejó inconclusa una historia que fue terminada por Gos, a pesar de no saber qué final había pensado Tilleaux.


Malaga Hoy


jueves, 15 de marzo de 2018

Regreso a Ciudad Espanto

David Rubín rehace y recupera 'Cuaderno de tormentas' sin perder ni un poco de frescura






Viñeta del cómic 'Pólvora mojada'.

JOSÉ LUIS VIDAL
14 Marzo, 2018

La nada, el espacio en blanco… Pesadilla de creadores, en este caso particular, escritores y autores de cómic. Así comienza esta historia. Cuando has alcanzado el éxito y ya no sabes que hacer, no logras levantar la mano para ejecutar ese primerizo trazo que dará nacimiento a una nueva historia o eres incapaz de teclear una sola frase, frente a una pantalla de ordenador que te observa, silenciosa.

Conoceremos a El Narrador, el inconsciente guía, cartógrafo de esta urbe maldita, Ciudad Espanto. Un lugar para cuyo acceso hay que pagar un alto precio, ya que si miras hacia atrás, si te arrepientes, sufrirás un severo castigo.


Con su Cuaderno de Tormentas, el protagonista de este viaje se va a ir encontrando con la ciclópea, bizarra, irreal arquitectura del lugar: Las Gargantas del olvido; Los Pilares del Dolor; El Parque Silencio; La Taberna de lo Invisible… son sólo un puñado de todas las localizaciones que visitaremos, nosotros lectores, junto aEl Narrador. Y una a una, compartirá su historia, un secreto contado a voces por los grises habitantes de tan especial urbe. Narraciones la mayoría tristes, de vidas desencajadas, con finales trágicos, que el creador irá registrando en su diario, gozoso por haber encontrado, al fin, temas para su seca inspiración.

Pese a habernos avisado al principio de la historia, unos lazos invisibles nos obligan a seguir el recorrido por las callejuelas de la ciudad, hasta ser testigos de cómo, en medio de tanta oscuridad, puede nacer un latido, el calor humano, la piel, una mirada al principio tímida y, finalmente el deseo.

Pero claro, nada es lo que parece en este intrigante Juego de la Oca, y el pobre hombre que sólo quería contar historias no es consciente de los invisibles hilos que lo van manejando, como una torpe marioneta, hacia su cruel y final destino.

David Rubín recupera y rehace esta obra, publicada hace años, y en estos momentos totalmente descatalogada. Se ha realizado un nuevo tratamiento del color, una nueva rotulación, así como una muy adecuada elección del papel y el formato. Y así nos encontramos con una obra que no ha perdido frescura con el paso de los años, todo lo contrario. En ella, Rubín, más visceral que nunca, se transfigura y mete en la piel de ese Narrador y desnuda su alma, enseñándonos esa búsqueda de la inspiración, de la inalcanzable musa que todos los creadores persiguen.

Y como extras, una serie de ilustraciones que fueron el germen de esta ciudad, así como una historia titulada Los fantasmas del bosque. Todo ello convierte a esta "nueva" versión en una obra más redonda si cabe.

Punto de inflexión en la carrera del autor gallego, que a partir de entonces cogería carrerilla (y nunca mejor dicho) y se posicionaría como uno de los autores españoles de cómic más fértiles y productivos. Si con las dos entregas de El Héroe realizó una genial mezcla de mitología, superhéroes, videojuegos y no sé cuantas más influencias, el resto de su obra desde entonces ha sido un no parar de éxitos. Ya sea en solitario o acompañado por otros guionistas (como en el caso de Beowulf, junto a Santiago García y Gran Hotel Abismo, con Marcos Prior) no se ha conformado con ser uno de los grandes nombres de la Historieta en nuestro país, sino que simultaneando sus trabajos aquí, dio el gran salto mortal hacia otro mercado, el norteamericano pero, a diferencia de otros, sin pasar por el tamiz superheroico, sino que en sus dos primeras incursiones, las celebradas El momento de Aurora West y La caída de la casa West, con guión de J.T. Petty, y enmarcadas dentro del universo creado por un genio como es Paul Pope, ya se dejaba traslucir una búsqueda de otro tipo de cómic, más personal, más de autor, pero sin renunciar a las historia de género.

De esta manera, sin darnos tiempo para respirar casi, su obra se ha ido incrementando, produciendo el interesante "prologo" que supuso "La Ficción", junto al Curt Pires, para Boom Studios (sello para el que también ha realizado innumerables portadas, desde Power Rangers hasta las actuales de la nueva colección dedicada a John Murphy, Robocop).

Mientras, en nuestro país, Astiberri publicaba en formato digital Olimpus, una serie de historias realizadas en el año 2007, que nos devolvían al Rubín más mitológico, auténtica génesis de los que después sería El Héroe.

Y llegó el momento, ese instante en el que el status de un autor que publica en el extranjero cambia. Y ha sido gracias al trabajo conjunto con tres de los mejores guionistas del panorama internacional: Jeff Lemire, Matt Kindt y John Arcudi.

Junto a ellos ha parido maravillas gráficas como su trabajo en la colección Black Hammer, la miniseries Ether(en cuya segunda entrega ya trabaja) y Sherlock Frankenstein o, tomándole el testigo a James Harren, convertirse en el nuevo dibujante de la genial Rumble.

En fin, una carrera frenética, imparable y que, al contrario de lo que le sucede al protagonista de este Cuaderno de Tormentas, totalmente fértil y llena de éxito y reconocimiento.


Malaga Hoy