viernes, 17 de noviembre de 2017

El cómic que no gustó al Gobierno de Singapur

'El arte de Charlie Chan Hock Chy' de Sonny Liew gana tres premios Eisner y se convierte en la sorpresa de la temporada


Portada y página de 'Charlie chan Hock Chye'.


ENEKO RUIZ JIMÉNEZ


Madrid 11 OCT 2017

Enrique Larrea volvió a España hace poco tras vivir seis años en Singapur y Malasia. Llegaba con una idea alocada: montar una editorial de cómics. No se iba a hacer rico con ella, lo sabía, pero le ayudaría a mantener esa conexión que había creado con el sudeste asiático y, de paso, recuperar una ilusión con la que soñaba el niño de seis años, aquel lector de tebeos de superhéroes, que una vez fue. Quería fundar una editorial, sin embargo, no para publicar los habituales mangas llegados del continente, sino para llenar un hueco que ninguna otra cubría en España sobre ese recodo del mundo adicto al noveno arte. Así nació Amok. Su primera aventura, editada junto a Dibbuks, no podría estar mejor elegida: Sin saberlo El arte de Charlie Chan Hock Chye se iba a convertir en la gran triunfadora de los premios Eisner.


Este original cómic firmado por Sonny Liew contaba la historia de Charlie Chan, un dibujante de tebeos de Singapur que echa la vista atrás para contar cómo desde 1954 luchó por lograr su sueño en un contexto casi imposible. Pero era mucho más que eso. A través del falso autor, y una estructura que se rompe constantemente, Liew aprovecha su relato en apariencia común para narrar los numerosos conflictos históricos y políticos de su país, algo con lo que no siempre es fácil allí: "Todo nació de la necesidad de narrar que hay mucha más historia que la que se cuenta en los libros de texto o en nuestros medios de comunicación", explica Liew por email a EL PAÍS: "El Gobierno siempre ha presentado una historia muy específica de lo que sucedió tras la independencia de 1965. Tienen muchos intereses y su partido, el Partido de Acción Popular, ha estado en el poder siempre. Las enormes mayorías y el apoyo del pueblo han ayudado a que controlen la narrativa. Algunos dicen que mi narrativa, que se enfrenta a la oficial, es revisionista, pero no me gusta porque no distorsiona la verdad. Creo que es más inclusiva, da una visión más compleja de la diversidad y riqueza de Singapur".

Como era de esperar, su libro no gustó demasiado al Gobierno. Pese a que en un primer momento le concedieron una ayuda pública nacional, cuando el libro fue publicado decidieron prescindir de la beca como si nunca hubiera existido, justificándose en que "minaba la autoridad y legitimidad" del Estado. Aunque Liew subraya que no se puede considerarlo exactamente censura, "en un país donde la financiación de las artes llega desde el Estado, era una señal clara de que ciertos trabajos no serían apoyados". El artista sigue, sin embargo, viviendo en el país y colaborando en distintas obras con el Gobierno tras el éxito de su cómic: "La asociación nacional de artes ha tomado una decisión un tanto esquizofrénica. Dicen que me apoyarán a mí, pero nunca ese libro en concreto. Creo que es algo, aunque espero que todavía pueda crear ese diálogo que tanto necesitamos".


De lo que está encantado Liew es de su éxito internacional, dado que estudiosos como Roger Sabin y autores como Jack Kirby también influyen en el metalenguaje de su complicada obra, lleno de saltos de estilos y tiempos: "En Singapur nunca tuvimos una industria del cómic, así que pensé que sería un ejercicio interesante crear una ficción sobre ella para repasar la historia del país. Entender un tebeo es entender un poco mejor la época en la que se escribió y a sus creadores. Aprendías historia". Sin importar del país del que viniera


Eso es parte de lo que atrajo a Larrea, el editor, cuando en su periplo asiático conoció a Liew y otros autores muy personales. "Todos contaban a través de un punto de vista local, historias universales, incluso si tenían personajes de nombres raros y estaban en el otro lado del mundo. Les pasan cosas como a nosotros y sus sueños también son rotos". Ellos le ayudaron a tomar su decisión de futuro, aunque hasta entonces este nuevo editor en el mercado español no se dedicaba en realidad a nada parecido a buscar trabajos, traducirlos y publicarlos. En su identidad "de día" hacía "un trabajo serio": diseñar software. Pero, sin entonces anticiparlo, su alter ego se había hecho con la novela que en 2017, tres años después de leerla en su país de origen, arrasaría en los premios más importantes del mundo del cómic, ganando el Eisner a mejor autor completo, mejor edición estadounidense de material extranjero y mejor diseño.

"Singapur siempre se toma como caso de éxito, pero hay una realidad que no sale. Es un nepotismo ilustrado donde los derechos civiles y sociales se vulneran a diario. Y ahí es donde entra esta historia", explica Larrea. "Por eso Sonny era un outsider. Pero ahora se está convirtiendo en un personaje famoso de la cultura popular. Está haciendo un cómic encargado por un organismo del Estado para el Museo principal allí. Han acabado conviviendo".


Ahora Larrea espera tener tanto éxito con sus próximos trabajos como con Charlie Chan. Tiene cuatro cómics comprados con los que viajó debajo del brazo desde Asia. Lo próximo es Kampung Boy de Lat y el vietnamita Holy Dragon Imperator, sobre la invasión mongol. "Todos son géneros distintos y depende de mi gusto. Todas son cosas únicas sin importar que vendan cinco". El objetivo es sacar una obra cada cinco meses. También tiene en su remesa otra obra de Lee, Shadow Agent, que describe como un homenaje pulp al cómic. ¿Se puede sacar beneficio de obras tan minoritarias? "Quiero cubrir costes. No busco sacar muchos títulos y llenar el mercado. Así compenso. Publicar cosas muy concretas para un público pequeño. Soy realista". Y mientras tanto sigue dando de comer al todavía apasionado niño de cinco años que sigue teniendo muy presente al hablar de su redescubierta gran pasión.


El Pais

jueves, 16 de noviembre de 2017

Mortadelo y Filemón, sexagenarios



Barcelona, 15 Noviembre, 2017


Francisco Ibáñez, durante la presentación de '60 aniversario'. / EFE

Mortadelo y Filemón acaban de cumplir 60 años y están "llenos de achaques", pero siguen luchando contra el crimen y lo continuarán haciendo "hasta que lleguen a los 100", según ha dicho este miércoles su autor, Francisco Ibáñez, que a sus 81 años está como sus personajes, mayor pero muy activo.

"Ya estoy preparando gags para cuando cumplan 100 años", ha dicho entre risas Ibáñez, que acaba de publicar el álbum 60 aniversario, en el que se dibuja a sí mismo calvo, sordo, con poca vista y dentadura postiza.

Aunque lo cierto es que Francisco Ibáñez está en plena forma y lo ha demostrado respondiendo preguntas, posando para los fotógrafos y firmando autógrafos con más energía que algunos jóvenes. "Me levanto por la mañana, me veo lleno de achaques, me río y le paso mis cosas a los personajes", ha explicado el historietista, que en la cuarta viñeta de su nuevo tebeo dibuja a Mortadelo sordo como una tapia. Ofelia aparece en la tercera página y no puede llamar por teléfono porque tiene reúma en el dedo; después llega Filemón y, como no podía ser de otra manera, paga los platos rotos y es objeto de la furia del jefe.

Pero, como le pasa al autor, los achaques no impiden a esta pareja de detectives continuar trabajando, y esta vez viajan nada menos que a Kolea d'Aliba para intentar que el mandatario Pxing Pxong haga las paces con el presidente de los Estados Juntitos, Mr. Trompf.

"Saco personajes conocidos porque le da actualidad al librito, es como coger lechugas frescas, pero no hago crítica social ni política", ha aclarado el autor, fiel al estilo blanco que le ha hecho famoso. "Yo sólo quiero que la gente se ría un poco, olvide sus problemas y pueda dormir bien. Estoy pensando en venderlo en las farmacias como somnífero", ha bromeado,

Ibáñez espera seguir haciendo reír muchos años, pero no descarta que sus personajes le sobrevivan en manos de otros dibujantes y guionistas. "Yo no soy como aquel hindú que quería que enterraran a su mujer con él, me encantaría que mis personajes me sobrevivieran, y hay muchos dibujantes mejores que yo que podrán hacerlo muy bien. Otro tema es los guiones, eso lo veo más complicado", ha señalado.

Francisco Ibáñez se define a sí mismo como historietista, "que es la unión de dibujante y guionista", y de sus dos facetas destaca la de guionista, que para él es "más importante". "No dibujo demasiado bien -asegura-, pero del guión estoy más orgulloso, porque es lo que hace que la gente se ría, y me alegro mucho de que se sigan riendo y me pidan que siga haciendo historietas, aunque luego me duelan los riñones de estar sentado firmando autógrafos".

Ibáñez es uno de los autores más relevantes de la historia del cómic español y tiene la suerte de ser muy querido, pero da la sensación que, aunque su público no se lo pidiera, él no podría dejar de trabajar. "Cuando acabo un álbum ya estoy pensando en el siguiente. Ahora estamos presentando éste del 60 aniversario, pero ya no me acuerdo de los chistes que puse, porque después he hecho dos más sobre los mundiales de fútbol", aclara.

Prolífico, tiene entre sus personajes algunos tan entrañables como Rompetechos, que Ibáñez reconoce que se parece un poco a él y que le tiene cariño. Su editor, Manuel de Cos, ha anunciado que en abril saldrá a la venta el primer tomo de la antología integral de Rompetechos, que tendrá 384 páginas.

Malaga Hoy



Una dosis de realidad

JAVIER FERNÁNDEZ
15 Noviembre, 2017


'Ortega y Pacheco Deluxe, Volumen 2'. Pedro Vera. ¡Caramba! 200 páginas. 24 euros.

A los de muchachos de ¡Caramba! habría que ponerles un piso, o algo. Tras rescatar del olvido y salvar para las generaciones futuras la serie Ranciofacts, de ese paciente cronista de nuestro tiempo que es Pedro Vera, ahora vienen haciendo lo propio con otra de sus grandes creaciones: Ortega y Pacheco. Las historietas del dúo calaveras, termómetros de la cultura (es un decir) popular española, fueron serializadas en El Jueves entre 1998 y 2012, y están siendo ahora recopilada en gruesos tomos Deluxe, de los que acaba de ver la luz el segundo, o volumen 2, con historietas fechadas entre 2002 y 2006. Son casi 200 páginas de verdades como puños, exégesis y variaciones de la realidad que resultan más reales que el original.

Malaga Hoy

Poética de acidez y ternura

JAVIER FERNÁNDEZ
15 Noviembre, 2017



'Archivos estelares'. Flavita Banana. ¡Caramba! 208 páginas. 18 euros.

Colaboradora de medios como Smoda, Orgullo y Satisfacción o Mongolia, la dibujante barcelonesa Flavita Banana ha publicado este año nada menos que dos libros: Las cosas del querer y este rotundo Archivos estelares que recopila sus viñetas más populares. Banana tiene un radar por mirada, un grafismo contundente y una poética que une acidez y ternura con estilo propio, inconfundible. Sobre el presente volumen, dice la propia autora: "Una antología a los 30 años me viene grande, joder. Es como si me hubiera muerto. (…) sin embargo me sacan una antología a mi edad. Así que ya puestos, me he venido arriba". Y tanto que se ha venido arriba. Les confieso que hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una recopilación de viñetas humorísticas, y es que los chistes de Banana son tan frescos como lúcidos, y se benefician de la hermosa edición del sello ¡Caramba!


Malaga Hoy

Criaturas extrañas

JAVIER FERNÁNDEZ
15 Noviembre, 2017




'Mirror, 1. El reflejo de la montaña'. Emma Ríos, Hwei Lim. Astiberri. 232 páginas. 19,95 euros.


Astiberri bucea también en el mercado estadounidense, más concretamente en el catálogo de Image Comics, para ofrecernos dos interesantes volúmenes dentro de la colección Sillón Orejero.

Mirror. El reflejo de la montaña es la primera entrega de una serie regular escrita por la española Emma Ríos y dibujada (pintada sería más correcto) por la malaya Hwei Lim. Se trata de una bella historieta de ciencia ficción, con toques de fantasía, ambientada en el misterioso asteroide de Irzah en el que conviven en difícil equilibrio humanos, animales, criaturas antropomórficas y seres mitológicos, y en el que pronto estallarán los conflictos. La necesidad de un diálogo y una convivencia respetuosa entre los distintos colectivos es uno de los temas principales de la obra, aunque, más allá de su argumento, Mirror brilla por su viva ambientación, su rico elenco de personajes y las sofisticadas relaciones entre estos. Más conocida por su trabajo como dibujante, Ríos había asumido las labores literarias en la extraña distopía I.D. (también traducida al castellano por Astiberri), pero es en Mirror donde certifica que posee una imaginación incontenible. Por su parte, Lim tiene una línea dulce y atractiva que se carga de matices en el coloreado, y las dos autoras demuestran una total sintonía. Este primer volumen recopila los números 1 a 5 de la serie, más un estupendo apartado de material adicional.





Plutona recupera una serie limitada del guionista Jeff Lemire (Essex County, Animal Man, Descender), publicada originalmente entre 2015 y 2016. Lemire colabora aquí con la dibujante Emi Lenox (que también participa en el argumento) y la colorista Jordi Bellaire para narrarnos las tensiones que surgen entre cinco amigos adolescentes cuando, a la salida de clase, se topan con el cadáver de una superheroína en un bosque. Además de la historia principal, Lemire firma en solitario el puñado de páginas que componen La última aventura de Plutona, y el tomo se completa con una galería de bocetos, pin-ups de otros artistas y portadas varias.


Malaga Hoy

El fin de la infancia

El clásico de los 80, que regresa en una nueva edición, traslada al lector a un mundo postapocalíptico cuyos únicos supervivientes son los niños

JAVIER FERNÁNDEZ
15 Noviembre, 2017


'El último recreo'. Carlos Trillo, Horacio Altuna. Astiberri. 128 páginas. 16 euros.

Quizá es usted de esos lectores que le piden al cómic algo más que un rato de diversión. Que aprecian las buenas historias y buscan los mejores dibujos. En ese caso, imagino que tendrá a Astiberri entre sus editoriales de cabecera. Si no es así, permítame que le recomiende tres títulos recientes que seguro que le harán cambiar de opinión.

El último recreo es la obra maestra de los argentinos Carlos Trillo y Horacio Altuna, un clásico de comienzos de la década de 1980 que ahora regresa en una fenomenal edición, de gran tamaño y estupenda calidad de reproducción. El argumento de esta fábula distópica nos transporta a un mundo postapocalíptico sin adultos, en una suerte de cruce de El señor de las moscas con las novelas de catástrofes de J. G. Ballard. Los únicos supervivientes de El último recreo son los niños, y sobre ellos pesa, como una espada de Damocles, la amenaza de la madurez, que equivale literalmente a la muerte. Tierna y cruel, la novela gráfica retrata la dura convivencia de los niños en la urbe, donde no hay otro sistema que la ley del más fuerte y el miedo y la violencia se han adueñado de las calles. Todo ello narrado con la prosa certera e hiriente de ese gran guionista que fue Trillo y el dibujo hermosísimo del maestro Altuna, que brilla aquí a su mejor nivel. Como escribe Antoni Guiral en la introducción: "El último recreo es una historia universal. (…) Sensaciones intensas transmitidas por personajes creíbles y situaciones no por conocidas menos dramáticas. La esencia misma del ser humano".

Sostiene Pereira es la adaptación a viñetas de la célebre novela de Antonio Tabucchi. El reto imposible de adaptarla a viñetas ha sido resuelto con enorme solvencia por el historietista Pierre-Henry Gomont, cuyo trabajo combina una línea suelta y orgánica y un maravilloso coloreado. No en vano, el libro ha merecido este año en Francia el Gran Premio RTL de cómic y ha resultado finalista del Gran Premio de la crítica ACBD. Gomont hace suyo el material literario y desarrolla sus propios recursos para trasladarlo al cómic. En palabras de Gomont, Sostiene Pereira es "una novela cerebral, nada visual, que dejaba el campo libre para el dibujo. La leí cuatro o cinco veces, la cerré y empecé a trabajar, para quedarme con su esencia. Elegí como telón de fondo el café Lisboa donde Fernando Pessoa iba a menudo, ya que él era la figura tutelar de Tabucchi". La magnífica edición de Astiberri se completa con bellas ilustraciones del cuaderno de dibujo de Gomont.



Por último, El largo y tortuoso camino reúne al guionista francés Christopher y a uno de los dibujantes de moda, Rubén Pellejero, quienes proponen una especie de road movie (con banda sonora incluida). El protagonista, un mediocre cuarentón, se ve obligado a viajar a la mítica isla de Wight para esparcir las cenizas de su padre, y claro está que, en el viaje, descubrirá lo poco que conocía a su padre y, lo que es más importante, lo poco que se conoce a sí mismo. Una pasada con el rock y con Borges de telón de fondo.

Malaga Hoy



El amuleto inca

'El ojo mágico de Kelly' es una obra que cuenta con los guiones de Tom Tully y los dibujos del argentino Francisco Solano López. El protagonista es invulnerable si porta la gema

GERARDO MACÍAS
15 Noviembre, 2017





'El ojo mágico de Kelly nº 1'. Guion: Tom Tully. Dibujos: Francisco Solano López. Planeta DeAgostini Cómics, 2010.

La serie británica de historietas El ojo mágico de Kelly fue creada por Tom Tully a los guiones y Francisco Solano López al dibujo para la revista Knockout de la editorial International Publishing Company el día 21 de julio de 1962. Al año siguiente, pasó a la revista Valiant, donde continuó hasta 1971. Se publicaban dos páginas en cada número, siempre en blanco y negro. Relataba las aventuras de Tim Kelly, un joven inglés dotado con el Ojo de Zoltec, un talismán inca que otorga fantásticos poderes.

En 1964, el Ministerio de Información y Turismo prohibía en España la publicación de los tebeos de Superman, Batman y demás personajes de DC, una prohibición que no sirvió para nada, porque estos cómics nos llegaban desde México de la mano de la editorial católica Ediciones Novaro.

Entonces, los lectores españoles descubrieron a través de la barcelonesa Ediciones Vértice lo que podría llegar a ser un sustituto de los superhéroes norteamericanos, los personajes de la editorial Fleetway británica: Flierman, Zarpa de Acero, Mytek, y Kelly Ojo Mágico.

La serie fue publicada en España en varios formatos: quince tebeos de sesenta y ocho páginas en 1965 y siete libros en rústica de alrededor de trescientas páginas en 1971, ambos por Ediciones Vértice y con la distribución de las viñetas alterada; la de Mundicómics, también de siete números, en 1981, y la de Surco en grapa en 1983.

En esta serie nos encontramos con Tim Kelly, un rico heredero bonachón y fanfarrón que viaja hasta Sudamérica para reclamar la fortuna de su tío. Una vez allí, es capturado por un policía corrupto que pretendía venderle como esclavo. Consigue escapar de sus captores y durante su huida salva la vida a un anciano indígena que en agradecimiento le muestra el templo de Zoltec. Allí encontró una enorme escultura cuyos ojos eran dos gemas, los ojos de Zoltec. Uno de ellos proporcionaba a su poseedor la invulnerabilidad absoluta, mientras llevase el ojo encima nada ni nadie podría hacerle daño.

En 1969 regresaron a España Batman y Superman, y la misma Vértice que nos trajo los personajes de Fleetway, nos traía a los superhéroes de Marvel... pero eso ya es otra historia.

Armado con la mística gema Kelly se dedicó a viajar por el mundo viviendo aventuras al estilo de la época. Luchaba contra cultos selváticos, malvados piratas, monstruos... Entre estos adversarios destaca Diablo, quien posee el otro ojo de Zoltec. Éste, a diferencia del que posee Kelly, otorga a su propietario el poder de controlar las mentes de humanos y animales. Cabe preguntarse por qué el indio que llevó a Kelly hasta la estatua de Zoltec no le advirtió que cogiese los dos ojos…

En octubre de 1966, Tim Kelly conoció al Doctor Diamond, un excéntrico anciano con una peculiar forma de vestirse y que había construido una máquina del tiempo con la que podía viajar tanto por el tiempo como por el espacio y que estaba camuflada como un objeto cotidiano, en este caso un reloj de péndulo. De este modo, Kelly se convirtió en acompañante del Doctor Diamond, viajando por el tiempo para luchar contra todo tipo de amenazas al más puro estilo de lo que se que llevaba haciendo tres años en televisión con bastante éxito en Doctor Who.

Un tebeo de Tom Tully y Francisco Solano López que en estas primeras entregas recopiladas en el volumen editado por Planeta DeAgostini acusa demasiado su espíritu original. Por mucho que se intente contextualizar en su momento de publicación, la serie resultaba en sus inicios tan ingenua que rozaba lo simplón y previsible, a lo que hay que añadirle que la labor del dibujante argentino Francisco Solano López está muy lejos de la que pudimos admirar solamente tres años antes en las páginas de su obra cumbre, El Eternauta.

Lo cierto es que, a medida que iba avanzando la serie, comenzó a ganar interés: por un lado, el catálogo de enemigos de Kelly se convirtió en una especie de locura a la búsqueda del antagonista más estrafalario e inverosímil. Por otra parte, la invulnerabilidad de Kelly, que en sus inicios se restringía a sobrevivir a balas, caídas y explosiones, fue poniéndose a prueba de las maneras más increíbles, ya que poco a poco, el guionista hizo padecer a su personaje barbaridades y tropelías inimaginables en las primeras entregas.


Malaga Hoy