sábado, 2 de septiembre de 2017

…pero sigue siendo el Rey!

Panini publica un recopilatorio con lo mejor de Jack Kirby, autor fundacional del cómic norteamericano

JOSÉ LUIS VIDAL
30 Agosto, 2017




A lo largo de la historia de las Bellas Artes se producen momentos, auténticos puntos de inflexión, en los que surgen autores que van a marcar, a partir de entonces, a las generaciones venideras: música, pintura, literatura y… cómic.

El nombre de Jack Kirby siempre ha de escribirse con letras mayúsculas y en negrita, ya que en el mundo de los comic-book norteamericanos ocupa el lugar reservado a la máxima deidad, si lo comparamos con el Olimpo. Y ahora que se cumple un siglo de su nacimiento, no hay mejor momento para homenajearlo, y la editorial Panini pone a la venta el próximo 30 de agosto una auténtica joya, algo que se ha hecho con muy pocos autores en nuestro país. Se trata de un tomo, en el que, a lo largo de sus ochocientas páginas vamos a hacer un viaje a través del tiempo, el espacio, y las dimensiones más desconocidas. Como si de uno de los personajes de Kirby se tratara, nos vamos a introducir en su universo de mundos sin fin de los que fue el arquitecto, el creador gráfico que hizo de ellos lo que hoy son el día.

Huiremos de tremebundos monstruos de nombre impronunciable, daremos tortas como panes junto al defensor del American Way of Life, compartiremos aventuras junto a un cuarteto de lo más especial, seremos impregnados por la tremenda fuerza y poder de un tipo verdoso que siempre está de muy mal humor, viajaremos a las legendarias Asgard y Wakanda y, sorprendidos, descubriremos que en la prehistoria existió un dinosaurio de color rojo…

Pero esto sólo es un aperitivo de lo que nos espera dentro de este King Size Kirby, ya que comenzaremos nuestro periplo por los años cuarenta, con unas obras en las que un Kirby primigenio ya daba pequeños destellos de genialidad, pero aún estaba por llegar lo mejor. Página a página, el dibujante fue dejando atrás un estilo feísta, de trazos aún poco definidos y, gracias a una serie de entintadores (todo hay que decirlo, ya que en aquellos tiempos era vital a la hora de finalizar el trabajo entregado a lápiz por los dibujantes) fue emergiendo ese Jack Kirby ya totalmente reconocible, con un estilo en el que los rasgos, la fuerza y el dinamismo de sus personajes son únicos. Él creó una manera única de trasladar al papel las imposibles maquinarias con las que se topaban los héroes cuyas aventuras dibujaba y, por supuesto, creó lo que yo denomino, un "falso" 3D: Unas páginas en las que, sin la ayuda de ningún artilugio (gafas, etc…) nos sumergíamos, tirándonos de cabeza ante imposibles perspectivas, tremebundos collages que aún hoy en día transpiran modernidad y podrían ser colgados en la sala de cualquier buen museo que se precie.

Y es que, como ya decía al principio, la obra de Jack Kirby, a lo largo de los años, ha servido como base, cimientos, con los que muchos autores posteriores han comenzado a definir un estilo propio. Para hacer un listado de los dibujantes de cómic que han sido influenciados por el maestro neoyorkino me harían falta muchas más páginas que éstas. Si tan sólo nos centramos en el mercado norteamericano, creo que no me equivoco al decir que hay pocos, poquísimos dibujantes que no tengan, mantengan, un rasgo, por leve que sea, que no recuerde a Kirby. Y ya no hablo de autores europeos, que también los hay…

Notaréis que no estoy apuntando ningún dato biográfico del autor, y es que para los más interesados en sumergirse en la vida y obra de este titán de las viñetas, recomiendo la lectura y disfrute del libro del historiador y teórico de los cómics, José Joaquín Rodríguez, que en su obra King Kirby. Jack Kirby y el mundo del cómic, publicada por Dolmen, desvelará cualquier duda que tengáis sobre él.

Finalmente, comentar que este enorme tomo puede tener varios receptores. Por una parte, esos lectores que desconozcan la obra de su autor, van a tener un magnífico catálogo, en formato grande, de las mejores obras que Kirby dibujó para Marvel (no están todas las que son, pero si son todas las que están). Un perfecto punto de partida para, posteriormente, buscar y disfrutar del resto de sus cómics, la mayoría publicados por la propia Panini y, estamos de suerte, otras editoriales como ECC, que en los últimos meses viene editando el magnífico Cuarto Mundo que éste creó para DC Comics.

Por supuesto, esta obra es también una herramienta para aquellos que quieran dedicarse al dibujo, ¿quién no ha copiado alguna vez las poses, las imposibles perspectivas del autor? Pues aquí tienen la oportunidad de disfrutar y aprender cómo se dibuja una página de cómic de superhéroes.

Soplemos todos las imaginarias cien velas de este aniversario, una fecha para recordar junto a la obra de un autor que no ha envejecido ni un ápice, más bien todo lo contrario. HAIL TO THE KING!


Malaga Hoy

El Castigador y Barracuda

JAVIER FERNÁNDEZ
30 Agosto, 2017



'Marvel Saga. El Castigador, 7: Barracuda'. Garth Ennis, Goran Parlov. Panini. 160 páginas. 15 euros.

La reedición de El Castigador MAX de Garth Ennis, una de las mejores series de superhéroes de la primera década del siglo XXI, llega a su séptimo tomo, y aquí Frank Castle se topa con un contrincante de su tamaño: el implacable Barracuda. Como dice Julián M. Clemente en su introducción: "Todo superhéroe que se precie tiene un villano por antonomasia. (…) Y quizás sin proponérselo, el guionista de Belfast encontró en Barracuda a ese enemigo perfecto, a ese contendiente que arrastará al vigilante de la calavera en el pecho hasta un infierno de difícil regreso". Barracuda recopila los números 31 a 36 de MAX: Punisher (2006), escritos por Ennis y dibujados por el estupendo Goran Parlov, siempre con portadas de Tim Bradstreet.



Malaga Hoy



Un renovado Spiderman

JAVIER FERNÁNDEZ
30 Agosto, 2017




Superadas las reticencias que provocaron los cambios radicales de Un nuevo día, el conjunto de artistas al cargo de las aventuras de Spiderman siguió convenciendo a los lectores con historietas tan frescas e interesantes como las incluidas en el tomo La primera cacería de Kraven. Dan Slott y Marcos Martín narran la forzosa conversión de Peter Parker en paparazzi (con sorpresa incluida), Bob Gale y Mike McKone traen de vuelta a Los Forzadores (y plantan la idea del regreso de los clones) y Marc Guggenheim y Phil Jimenez nos presentan a Ana, la más joven del clan Kravinoff, dispuesta a terminar el trabajo del malogrado Kraven en una oscura aventura con Daredevil y Alimaña como invitados. Van aquí compilados los números 559 a 567 de The Amazing Spider-Man (2008). Lo cierto es que este renovado Spiderman mola mucho, y lo mejor está por llegar.

Malaga Hoy

Un chico y su dinosaurio

JAVIER FERNÁNDEZ
30 Agosto, 2017



'100% Marvel HC. El dinosaurio diabólico'. Jack Kirby. Panini. 192 páginas. 16,50 euros.

Tras su paso por DC durante el primer lustro de la década de 1970, Jack Kirby regresó a Marvel en 1975 para firmar un puñado de títulos cargados de la rara potencia y el grafismo desbocado del maestro a sus cerca de sesenta años. Capitán América, Los Eternos, Pantera Negra y El Hombre Máquina quedan como testimonio de un autor irredento al que se le había escapado ya el pulso de su tiempo y que, por lo mismo, construyó un universo propio, alejado de las modas, que se agiganta y resulta más y más fascinante con el paso de los años. Panini ha ido reeditando paulatinamente todos estos cómics en las cabeceras Marvel Gold y Marvel Limited Edition, para gozo de los lectores, pero todavía faltaba la más extravagante de las piezas del puzzle: Dinosaurio Diabólico, que precisamente llega ahora a librerías en un bonito tomo de la colección 100% Marvel HC.

Los nueve números que componen la serie fueron publicados originalmente con fechas de portada de abril a diciembre de 1978, es decir, en el último año de Kirby en Marvel, y narran las aventuras en el pasado prehistórico de "un demonio gigante de escamas rojas, acompañado únicamente por un joven primigenio llamado Chico Luna", tal y como reza el texto de presentación que precede a cada número. Fiel a su estilo y a su larga trayectoria, Kirby añadió elementos de ciencia ficción y monstruos grotescos, como las hormigas gigantes de los números cinco y seis, similares a aquellas otras criaturas que poblaban sus propios tebeos de finales de los años 50. Una mezcla imposible sublimada por los espectaculares dibujos del artista, en los que brillan, como era habitual, los planos generales y las dobles páginas, así como el ritmo vertiginoso que caracteriza la obra de principio a fin. Tras la marcha de Kirby, los personajes pasaron a un olvido relativo, del que salieron solo en contadas ocasiones, y más recientemente los conceptos han sido recuperados en Moon Girl y Dinosaurio Diabólico, una desenfadada actualización en la onda a la que nos tiene acostumbrados la última Marvel.


Malaga Hoy

Cien años del rey

Marvel presume del que fuera uno de sus grandes creadores, Jack Kirby, y saca a la venta un volumen de 800 páginas con superhéroes y otros géneros

JAVIER FERNÁNDEZ
30 Agosto, 2017



'King-Size Kirby'. Jack Kirby y otros. Panini. 816 páginas. 100 euros.

Cuando se cumplen cien años de su nacimiento, pocos autores brillan en el firmamento del tebeo estadounidense con la fuerza de Jack Kirby (1917-1994). Judío neoyorkino, Kirby comenzó su larguísima carrera en 1936, y solo la muerte, seis décadas después, pudo separarlo del tablero de dibujo. A lo largo de todo ese tiempo, el artista revolucionó el medio, dotando al formato comic book de un estilo propio, de una gramática definitivamente emancipada de la del cómic de prensa, merced a un storytelling enérgico y la espectacularidad de sus splash pages, con frecuencia dobles. Ayudó a fundar el género de superhéroes en los años 40, creando para Timely (futura Marvel) el abanderado más famoso de la historia, el Capitán América, pero también con las páginas que firmó en DC de personajes como Sandman, Manhunter, Boy Commandos o Newsboy Legion, siempre colaborando con Joe Simon. Y ayudó también a refundarlo en los años 60, cuando alumbró de una tacada, junto al guionista Stan Lee, el universo Marvel. Pero la larga sombra de Kirby no se limita a los superhéroes, fue pionero del género romántico y dibujó tebeos virtualmente de toda clase: bélicos, paródicos, de género negro, de terror, de ciencia ficción, del Oeste y hasta en formato 3-D.

Kirby trabajó para todas las editoriales importantes, aunque su nombre está asociado sobre todo a Marvel. Como ya he apuntado, en una explosión creativa sin precedentes y en apenas un par de años, Kirby y Lee se sacaron de la chistera casi todos los personajes clásicos de la editorial: Los Cuatro Fantásticos, Thor, Hulk, Iron Man, Los Vengadores, La Patrulla-X, etcétera; y no dejaron de añadir personajes y conceptos al canon marvelita hasta la marcha de Kirby a DC en 1970. Cierto es que el autor y la editorial mantuvieron una tortuosa relación (nada extraño en un negocio que tiene por costumbre escamotear a los artistas los derechos y las ganancias), pero el legado de Kirby sobrepasa cualquier polémica y Marvel presume de ello. Véase si no, el volumen King-Size Kirby, recién publicado por Panini, que es uno de los libros más alucinantes, por forma y contenido, que uno puede echarse a la cara.

Impreso en gran formato, encuadernado en tapa dura y encajado en un estuche, el exuberante volumen de más de 800 páginas celebra todas las etapas de Kirby en Marvel, desde sus inicios en la Edad de Oro hasta la década de 1970. Contiene números escogidos de sus trabajos en el género de superhéroes (Captain America Comics, Fantastic Four, The Incredible Hulk, The Avengers, The X-Men, The Mighty Thor o The Eternals) y una selección de los muchos géneros que trabajó dentro de la Casa de las Ideas (Yellow Claw, Rawhide Kid, Strange Tales, Amazing Adventures, Teen-Age Romance o Sgt. Fury and His Howling Commands), con no pocas rarezas inéditas en nuestro idioma. El tomo vale cien euros, y esto asustará a la mayoría de ustedes, pero les invito a que vayan metiendo dinero en una hucha, pues el libro es un auténtico trozo de historia, y visto así no resulta caro.

Malaga Hoy

sábado, 26 de agosto de 2017

Cinco décadas de Corto

JAVIER FERNÁNDEZ
23 Agosto, 2017


'La balada del mar salado'. Edición 50 aniversario'. Hugo Pratt. Norma Editorial. 200 páginas. 59 euros.

En 1967, hace ahora 50 años, debutaba en las páginas de la revista genovesa Sgt. Kirk un aventurero destinado a cambiar la historia del cómic: Corto Maltés. Lo hizo atado de pies y manos a una balsa, naufragando al borde de la muerte en los mares del sur, en la página cinco del serial La balada del mar salado (en italiano, Una ballata del mare salato, con ese artículo indeterminado potenciando el hechizo de un título de lo más sugestivo).

Recopilada posteriormente en álbum, La balada… es una de las muchas obras maestras que Hugo Pratt firmaría a lo largo de su vida, un tebeo revolucionario, un triunfo artístico y literario de apenas 160 páginas del que se han escrito innumerables ensayos para poner en valor su estética, su estructura, su ideología o su enorme influencia en el desarrollo del medio; pero también, y más allá de que se aprecie o entienda toda su dimensión, La balada… es un tebeo delicioso, un relato que invita a soñar, a perderse en la aventura, la magia y el misterio. Por una cosa y por otra, pienso que no debería faltar en ninguna biblioteca. Norma Editorial es quien posee en la actualidad los derechos del título en castellano, y lo tiene incluido dentro de la Colección Hugo Pratt, en cartoné, con una estupenda introducción, un tamaño de página más similar al de los comic books que al de los álbumes tradicionales y el coloreado oficial que imita los tonos de las acuarelas del autor, y que resta no poca fuerza al poderoso blanco y negro en que fue concebida la obra. A esta edición, digamos, estándar, se suma ahora la exuberante Edición 50 aniversario, de 41 centímetros de altura y 32 de anchura, numerada y limitada, impresa en el blanco y negro original y complementada con diversos materiales extra como el dosier Corto Maltés, medio siglo del señor de la aventura, en el que Gianni Brunoro explica los materiales e influencias que condujeron a la creación del personaje, y una docena de acuarelas de Pratt (estas sí, a color) con diversos motivos de la serie.


Malaga Hoy


¡Bienvenidos a Villa Pingüino!

La niña robot Arale salió de la mente de Akira Toriyama antes que su personaje más conocido, Son Goku. El propio autor entró en la ficción y adelantó la interacción con el lector

GERARDO MACÍAS
23 Agosto, 2017




'Dr. Slump Ultimate Edition nº 1'. Akira Toriyama. Planeta DeAgostini Cómics, 2009.

Todo el mundo conoce a Akira Toriyama por su obra más famosa, Dragon Ball (1984). Pero antes, este autor creó las absurdas aventuras de la niña robot Arale (tan fuerte e ingenua como Son Goku), que vive en un pueblecito llamado Villa Pingüino.

Cuando Dr. Slump apareció en las páginas de la revista Shonen Jump en enero de 1980, su autor era desconocido. Sin embargo, la aceptación del manga fue tal, que el 8 de abril de 1981 se estrenó el primer episodio de la teleserie de animación. El manga terminó de publicarse en 1984. La serie de televisión sobrepasó los 240 episodios, terminando el 19 de febrero de 1986.

Dr. Slump narra las desternillantes aventuras protagonizadas por un robot humanoide con forma de niña de trece años llamada Arale Norimaki, quien carece de sentido común y cuenta con una fuerza extraordinaria.

La historia transcurre en Villa Pingüino, donde sus habitantes no saben que Arale es en realidad un robot. El creador de Arale es el Dr. Sembei Norimaki (el Dr. Slump del título), un científico casi treintañero, tan buenazo como salidillo, capaz de concebir los más absurdos inventos a los que Arale y sus amigos siempre le sacan partido.

La verdad es que contar de qué va Dr. Slump no tiene mucho sentido, porque lo que define a este cómic no es lo que cuenta, sino cómo lo cuenta. El autor se permite algunos juegos, como que en un personaje del cómic haga referencia a otros mangas (Astroboy y Doraemon), o que otro personaje use físicamente una onomatopeya de la viñeta para golpear a un pajarraco.

También aparecen personajes secundarios como Suppaman, parodia de Superman, que es capaz de volar pero prefiere ir en monopatín, la pareja de extraterrestres, con trasero como cabeza, la familia Tsun, que tiene poderes sobrenaturales, la profesora Yamabuki, amor platónico de Sembei, el bebé Gatchan, capaz de volar y de expulsar rayos por sus antenas, además de comer metal, etc. A estos personajes recurrentes se les sumarían otros como los policías, la familia Gorila o Caca (sí, una caca), aunque para sonada, la aparición de Son Goku, el protagonista de Dragon Ball, cuando se dejó caer por Villa Pingüino y se encontró con Arale.

El propio autor se convierte en un personaje más de su propia ficción, interactuando con sus personajes con total libertad. No sólo eso, sino que Toriyama va más allá, y también se dirige abiertamente al lector, nos hace partícipes del relato, en una ruptura de la cuarta pared que el autor maneja como nadie.

Arale tiene algunas carencias, porque hay detalles que el buen doctor a sus veintiocho años no ha visto, y que tampoco aparecen en películas o mangas. A pesar de eso, Sembei no solo crea una niña sino que intenta hacerla pasar por humano entre los habitantes de Villa Pingüino, una tarea casi imposible dada la fuerza desmedida de Arale y la ingenuidad de la misma, que le hace en ocasiones desvelar su origen.

Eran otros tiempos, pero, a pesar del ligero toque picante que en ocasiones tienen las historias, Dr. Slump es una serie para niños que también sorprenderá a aquellos más veteranos que dejen de lado sus prejuicios y se adentren en el maravillo mundo de Villa Pingüino.

Gran parte del humor de Dr. Slump es autorreferencial; por ello, cuanto mejor conocemos a los vecinos de Villa Pingüino, más nos reímos y nos divertimos con lo que Toriyama nos cuenta, y más fácilmente nos damos cuenta de lo inteligente y brillante de su propuesta.

El autor se olvida de todos los elementos racionales y va metiendo elementos de todas las películas, cómics, series y libros que le gustan, para crear un universo surrealista, donde el límite es la imaginación del autor y la tolerancia del lector.

A nivel de guión, Toriyama utiliza esquemas simples para hacer reír al lector, ya sea mediante el humor situacional o el absurdo, incluyendo a su vez gags y elementos recurrentes. No sigue los esquemas del shonen, puesto que no hay un progreso del héroe, ni nada similar, es únicamente el humor por el humor.

En el apartado artístico, nos encontramos con un dibujo sencillo, que, a pesar de los años transcurridos, se conserva bastante bien. Los diseños están llenos de imaginación y resultan muy atractivos y diferenciados, cada uno con su personalidad.


Malaga Hoy