sábado, 26 de agosto de 2017

Verdugo estelar

Las aventuras de Nexus y su elenco de secundarios rompen las fronteras de los géneros para conformar un extraordinario culebrón espacial

JAVIER FERNÁNDEZ
23 Agosto, 2017



'Nexus, 6'. Mike Baron, Steve Rude, Paul Smith. Norma Editorial. 208 páginas. 25 euros.

Nexus es uno de los primeros cómics surgidos en la explosión del mercado independiente estadounidense de comienzos de la década de 1980, y uno de los mejores. Como escribió Lorenzo Díaz en su divertido Diccionario de superhéroes, el protagonista de la serie de Mike Baron y Steve Rude es un "verdugo de asesinos en masa, cuyas víctimas le son proporcionadas en sueños por una entidad extraterrestre. (…) Lo que empezó siendo un superhéroe futurista, [acabó] siendo una space-opera inteligente, con personajes verosímiles y que, curiosamente, hace muy pocas concesiones al lector". El héroe debutó en 1981, en el catálogo de Capital Comics, distribuidora metida a editorial, en una revista en blanco y negro que pronto cambió al formato comic book y comenzó a imprimirse a color a partir del primer número de su segundo volumen. La cabecera fue adquirida por la extinta First Comics en 1985, que retomó la numeración de Capital y siguió publicándola hasta el número 80. En 1992, Nexus pasó a Dark Horse, donde gozó de distintas miniseries, retroactivamente numeradas como parte del total de modo que la serie alcanzó su número 98 en octubre de 1997. Para seguir el lío, Rude Dude Productions publicó entre 2007 y 2009 el arco Space Opera, que equivale a los episodios 99, 100 y 101/102 (iban a ser cuatro cómics, pero se quedaron en tres, con un último de doble extensión), y, finalmente, el personaje ha vuelto a asomar en diversos números de la revista Dark Horse Presents entre 2012 y 2014. Dark Horse es también responsable de la compilación de Nexus en formato Archives y Omnibus, gracias a los cuales sigue disponible y al alcance de todos.

La edición de Nexus en España también ha tenido su miga, con distintas series y formatos que fueron complicando su seguimiento por los lectores hasta que Norma Editorial se decidió a traducir los Nexus Archives de Dark Horse, que reeditan cronológicamente todo el material de Capital y First desde el principio, a razón de siete episodios por tomo. De momento, han visto la luz los seis primeros volúmenes, y aunque hace ya bastante que se publicó el sexto, no pierdo la esperanza de que la editorial logre alcanzar algún día los 12 tomos que completan la colección. Nexus es un título bien conocido, pero uno tiene la sensación de que tanto lío editorial (aquí y en su país de origen) ha jugado en su contra, relegando esta maravilla a la poco rentable condición de obra de culto. Decía Joe Casey en 2005 que "veintiocho años más tarde, este cómic sigue estando años luz más allá. Prácticamente de cuantos cómics están a la venta hoy día", y yo que acabo de devorar los seis tomos de Norma no puedo estar más de acuerdo. Es difícil encontrar un tebeo tan imaginativo, tan excitante, tan adictivo. Las aventuras de Nexus y su rico elenco de secundarios rompen las fronteras de los géneros para conformar un extraordinario culebrón espacial, escrito con lucidez y dibujado (siempre que Rude se encarga de los lápices) a un nivel estratosférico. Les aseguro que si leen el primer número, no podrán parar.


Malaga Hoy

Fantasía heroica

JAVIER FERNÁNDEZ
23 Agosto, 2017


'Sigfried. Edición integral'. Alex Alice. Norma Editorial. 248 páginas. 35 euros.

Pocas obras literarias habrán conocido tantas adaptaciones al cómic (ya sean libres o literales) como el Cantar de los Nibelungos, y me pregunto si alguna de ellas supera a Sigfried, nombre genérico de la portentosa trilogía realizada por el francés Alex Alice, que toma a Wagner como inspiración y excusa para componer su propio universo de ficción. El volumen integral publicado por Norma Editorial recoge los tres álbumes de la serie, esto es, Sigfried (2007), La Walkyrie (2009) y Le Crépuscule des Dieux (2011), junto con diez páginas de contenido extra, y es una gozada leer de seguido esta cima de la fantasía heroica en la que destacan sobremanera las fabulosas composiciones y dibujos de Alice. Tanto si es aficionado al género como si no, le recomiendo que eche un vistazo al tomo y se deje seducir por la belleza de sus páginas. Altamente recomendable.


Malaga Hoy


Racismo y violencia

JAVIER FERNÁNDEZ
23 Agosto, 2017


'Blacksad: Artic Nation'. Juan Díaz Canales, Juanjo Guarnido. Norma Editorial. 56 páginas. 15 euros.

Llega a las librerías la décima edición (se dice pronto) de Blacksad: Artic Nation, el segundo tomo de la premiadísima serie de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Si usted no está enganchado a este espectacular thriller ambientado en un mundo de animales antropomórficos es sencillamente porque no lo ha leído aún, y si se pregunta por dónde empezar a leerlo la respuesta es que cualquier episodio sirve, pues son todos sobresalientes. En Artic Nation, el secuestro de una niña negra es el catalizador de una reacción explosiva en un suburbio azotado por el racismo. Blacksad es contratado para resolver el rompecabezas y se ve arrastrado a una espiral de violencia, con los fanáticos de la supremacía blanca en el centro del meollo.


Malaga Hoy

Encuentro inesperado por Paco Roca











El Pais Semanal Nº2.132 Domingo 8 de Agosto de 2017



martes, 22 de agosto de 2017

EL ARTE DE LA GUERRA por Sarah Glidden








Traducción de Regina López Muñoz. Sarah Glidden ha publicado recientemente "Oscuridades programadas. Crónicas desde Turquía, Siria e Iraq" (Editorial Salamandra)

El Pais Semanal Nº 2.131
Domingo 30 de julio de 2017



lunes, 21 de agosto de 2017

Alfonso Azpiri, el color de la ciencia ficción y el erotismo

El dibujante de cómics y videojuegos, fallecido a los 70 años, era un referente de la historieta y la ilustración

ÁLVARO PONS



El dibujante Azpiri en una foto de archivo en El País.

En los salones de cómic, la figura de Alfonso Azpiri (Madrid, 1947-2017) era una presencia fija reconvertida en icónica. Siempre reclamado por sus fans, sus eternas gafas oscuras ocultaban sus ojos, pero solo para dar todo el protagonismo a una inconfundible y amplia sonrisa que le acompañaba siempre junto a sus lápices, rotuladores y pinceles. Es posible que muchos de los visitantes de los salones no supieran enumerar muchas obras del dibujante madrileño, pero para casi todos ellos, formaba parte inseparable de su vida. Porque, aunque en sea de obligado cumplimiento hacer repaso de la obra de un dibujante al desaparecer, en el caso de Azpiri este listado se confunde inseparablemente con la iconografía de una época y una generación.


Dibujante de vocación temprana, dejó la música a la que parecía destinado por tradición familiar por los lápices y los tebeos. Seguidor del Víctor de la Fuente, que sería también su mentor, sus primeras historias publicadas en Trinca ya muestran su facilidad para dibujar la anatomía femenina con trazo elegante y seductor, pero también para el dibujo de espectaculares escenas de fantasía como las que mostraría en Zephyd, todo un homenaje a su maestro.

Dos características que marcaron toda su carrera posterior en el campo de la historieta y la ilustración, que discurriría casi siempre entre el erotismo y la fantasía y la cienciaficción, convergiendo en la que sería una de sus grandes creaciones: Lorna y su robot. Una serie creada a finales de los 70 para una de las muchas revistas eróticas que poblaban en quiosco en ese momento, pero que pronto pasaría a las publicaciones de la entonces debutante editorial Norma, donde Azpiri se erigiría en uno de sus estandartes en la década de los 80.

Su reconocible estilo de dibujo y su espectacular tratamiento del color le hicieron pronto favorito de los lectores, pero el gran éxito popular llegaría con dos trabajos destinados a grabarse a fuego en la memoria popular: el primero, la popular serie Mot que realizara para El pequeño País sobre guiones de Nacho. Las aventuras de este carismático Monstruo Orgánico Telúrico fueron lectura dominical obligada para los niños de esos primeros noventa, que crecieron con los dibujos de Azpiri en los tebeos. El segundo, sus ilustraciones y diseños para los videojuegos más conocidos de las productoras Dimanic, Erbe, Opera Soft o Topo. Los posters de Army Moves, Abu Simbel, Rocky o Camelot Warriors decoraban las habitaciones donde los chavales de los 90 pasaban horas jugando en los populares Spectrum, MSX o Amstrad. Su éxito le llevó también al cine, donde realizó diseños para El caballero del Dragón y la animación, con la adaptación de su gran éxito Mot. En los últimos años siguió realizando historias cortas de ciencia-ficción y. sobre todo, series eróticas para la revista Penthouse Comix.

Con él desaparece todo un referente: nunca eludía el momento de dar consejos y responder a las preguntas de los jóvenes autores y de aquellos que se querían dedicar profesionalmente a la historieta, lo que le convirtió casi en padre espiritual de toda una generación de dibujantes.


El Pais