martes, 11 de julio de 2017

La balada de Corto Maltés cumple 50 años

 Ofrecemos un avance de 'Equatoria', el nuevo álbum del personaje de Pratt

GUILLERMO ALTARES

Madrid 10 JUL 2017


Plancha del nuevo álbum de Corto Maltés, 'Equatoria' PELLEJERO / DÍAZ CANALES

Charles de Gaulle, el presidente que refundó la República francesa tras la II Guerra Mundial, afirmó una vez que su único gran rival era Tintín. Preguntado sobre el asunto, François Mitterrand, el más maquiavélico, leído y poderoso de los presidente franceses, se decantó por otro héroe de tebeo. "Yo tengo una debilidad por Corto Maltés. No es que me parezca al héroe de Hugo Pratt, pero no me aburriría en la piel de este aventurero lacónico, solitario, espíritu libre en el que confluyen numerosas culturas". Aquel marino que tuvo la capacidad para saltar de las viñetas a la sociedad cumple hoy 50 años: un 10 de julio de 1967 se publicó la primera entrega de La balada del mar salado en la revista Sergent Kirk, en la que Corto aparecía abandonado a la deriva en el Pacífico. Medio siglo después, el viaje continúa y el próximo septiembre se publicará una nueva historia de Corto, Equatoria, la segunda firmada por los españoles Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero.

El marino, con sus patillas, su aro en el lóbulo izquierdo y su eterno cigarrillo símbolo de unos tiempos en los que los héroes podían fumar, se ha convertido en un icono inconfundible (y un negocio tremendo, ya que sus volúmenes siguen vendiendo miles de ejemplares en todo el mundo). Existe un Corto Maltés que da nombre a bares y que se vende en forma de pósteres en casi todas las tiendas de cómics, un personaje que aparece hasta anunciando un perfume de Dior, una línea de relojes... Pero todo ese merchandising no ha logrado descafeinar al personaje original, heredero de los relatos de Jack London y Robert Louis Stevenson, el último gran héroe del mar, sobre el que Umberto Eco escribió: "Cuando quiero relajarme leo a Engels, cuando quiero algo serio leo a Corto Maltés".

"En estos 50 años se ha convertido en un personaje muy importante de la cultura europea", explica Juan Díaz Canales, el autor madrileño que junto a Rubén Pellejero recibió el encargo de resucitar a Corto Maltés. Tras la muerte de Hugo Pratt (1927-1995) se produjo un largo silencio durante el que, a diferencia de otros héroes, nadie retomó las aventuras del marino errante. El nuevo tebeo, Bajo el sol de medianoche, creó unas enormes expectativas, pero su publicación en 2015 recibió el beneplácito de los viejos lectores y enganchó a una nueva generación de fans. La agencia que lleva los derechos de Pratt indica que más o menos se venden 100.000 copias cada año, pero en 2015 se vendieron 220.000 ejemplares del nuevo título y se triplicaron además las ventas de todo el catálogo de Pratt.

"Corto Maltés era hijo de Mayo del 68, de esa filosofía que rompió tantas barreras", prosigue Díaz Canales. "Su publicación significó un cambio de paradigma en los cómics, tanto por el contenido como también por el continente, con historias mucho más largas. No supuso una ruptura total, porque se inscribe en una vieja tradición de cómics de aventuras, pero sí marcó un antes y un después". Aunque la publicación arrancó en Italia, fue en Francia donde el personaje alcanzó su cénit, cuando comenzó a aparecer en historietas en la revista Pif.

Portada de la edición celebrativa de los 50 años de 'La balada del mar salado'.

Corto nunca ha dejado de protagonizar exposiciones —actualmente puede verse una en la estación de Austerlitz en París—, tesis doctorales, hasta novelas —como Querido Corto Maltés, de Susana Fortes—, pero sobre todo es un personaje que ha logrado ser fiel a sí mismo durante 14 aventuras, doce dibujadas y escritas por Pratt y dos por sus continuadores. Pratt se inspiró en parte en su propia vida, casi tan aventurera como la de personaje, pero también en los clásicos de la literatura de viajes.

Hijo de una gitana de Sevilla y de un marinero de Cornualles, Corto Maltés nació en Malta un 10 de julio de 1887. Su primera aventura, La balada del mar salado, transcurre en 1915, durante la I Guerra Mundial, aunque en un tebeo posterior Pratt le situó en 1904, en Manchuria, en la guerra ruso-japonesa donde se cruza con un joven escritor y aventurero, Jack London. Recorrerá todos los escenarios que marcaron el primer tercio del siglo XX, desde la batalla del Somme hasta la lucha por la independencia de Irlanda, el final del Imperio Otomano, Siberia, las selvas de Centroamérica o Buenos Aires. La mayoría de sus aventuras transcurren durante la I Guerra Mundial.

Sobre su final se sabe muy poco. Un personaje de Las Etiópicas, Cush, asegura en otro álbum de Pratt sobre su compañero: "Parece que desapareció durante la Guerra Civil española". Su creador siempre dijo que no había sitio para Corto en un mundo crecientemente tecnológico y en su última aventura incluso le envío a descubrir la Atlántida. "Corto Maltés se irá porque en un mundo en el que todo es electrónico no hay lugar para un tipo como él", afirmó Pratt en una entrevista.

Corto Maltés se grabó en la mano con una navaja una nueva línea de la vida porque la que tenía no le gustaba y, cuando alguien intenta leerle la buenaventura, responde: "No quiero conocer mi futuro porque entonces no me interesaría vivirlo". Es imposible imaginar al marinero entre teléfonos móviles y redes sociales, pero han pasado 50 años y sigue ahí, esperando una nueva aventura.

NOSTALGIA DE UN MUNDO PERDIDO
"Con la muerte de Corto, Hugo Pratt fue calculadamente ambiguo, como en el amor", explica Díaz Canales. Aunque le hizo enamorarse varias veces, nunca le vemos consumar una relación como tampoco tenemos datos sobre su muerte. Simplemente se desvanece. Pellejero y Díaz Canales no tienen intención de meterse en ese territorio, sino que piensan recorrer un largo periodo, entre 1905 y 1915, que Pratt dejó inexplorado. Su nueva historia, de la que El País Semanal publicará este verano un adelanto, transcurre en 1911. Umberto Eco aseguró que Pratt "hace de su nostalgia de la literatura de aventuras, y de la nuestra, un tema de novela de aventuras" y, en ese sentido, los dos creadores españoles siguen siendo fieles a la aventura, pero también a la nostalgia de un mundo perdido.


El Pais

lunes, 10 de julio de 2017

SPAIN IS DIFERENT mucho...bastante, de hecho, otra canallada de Gallardo








El Pais, Ideas Nº 112 Domingo 2 de julio de 2017

DIBUJAR PARA HACER MEMORIA

La Guerra Civil se ha convertido en tema recurrente de la novela gráfica nacional, donde muchas veces son los testimonios de sus familiares los que inspiran a los autores

TEXTO_Aitor Marín


'La balada del norte 2' (Zapico)

SI ES USTED DE ESOS a los que les gusta criticar el cine español por estar siempre a vueltas con la Guerra Civil, rebusque en librerías y tiendas especializadas: en el mundo del cómic nacional tiene hoy también motivos de sobra poner el grito en el cielo. Si, por el contrario, es usted más cabal, hallará en esta oferta motivos para, como se decía en tiempos de Roberto Alcázar y Pedrín, solaz y esparcimiento, y también para la reflexión. Nuestra guerra lleva años plasmándose en viñetas de obras tan interesantes como El ala rota o El arte de volar (Norma Editorial), de Altarriba y Kim, o Doctor Uriel (Astiberri), de Sentó. El auge de la novela gráfica ha ampliado los campos temáticos y las batallas ya no se dirimen en el espacio exterior ni entre superhéroes y supervillanos. Es más, gran parte de estos cómics parten de testimonios reales silenciados durante décadas para penetrar en el terreno de la no ficción. "Este es un recurso muy valioso y que confirma que lo que se cuenta son hechos recientes, de los que quedan aún supervivientes. La no ficción es uno de los campos en los que más está creciendo la novela gráfica española y donde más le queda por explorar", explica Fernando Tarancón, editor de Astiberri.

 'El arte de volar' (Kim y Altarriba)

El ala rota nace del descubrimiento por parte de Altarriba de que su madre jamás pudo mover con normalidad su brazo izquierdo. Se dio cuenta cuando ella ya estaba en su lecho de muerte. Le contó entonces que fue porque su padre intentó matarla al nacer, tras morir su madre en el parto. La invisivilidad de las mujeres en la posguerra le permitió disimularlo toda su vida. Gracias a los dibujos de Kim, Petra se ha convertido en un icono. También discreto fue el lanzamiento hace 15 años de Un largo silencio (Astiberri), donde Miguel Gallardo, creador de Makoki, relata en primera persona la vida de su padre, militar republicano, desde su nacimiento hasta que conoció a su esposa. La ola de cómics sobre la Guerra Civil ha traído ahora su reedición. La lista, larga y muy recomendable, incluye, además de a consagrados como Paco Roca (Los surcos del azar, Astiberri) o Alfonso Zapico (La balada del norte, Astiberri), la adaptación al tebeo por parte de José Pablo García de dos obras del historiador Paul Preston, La Guerra Civil española y La muerte de Guernica (Destino), y creaciones más personales como Asylum (Astiberri), de Javier de Isusi, que toca también el tema del exilio. Nuestro cómic goza hoy de una memoria envidiable.



'Un largo silencio' (Gallardo)








'Asylum' (De Isusi)


viernes, 7 de julio de 2017

Cierre de una etapa

JAVIER FERNÁNDEZ
05 Julio, 2017



'Marvel Gold. Los Vengadores Costa Oeste: Relatos para asombrar'. Steve Englehart, Al Milgrom y otros. Panini. 272 páginas. 25 euros.


Termina la recopilación en Marvel Gold de la primera etapa de la colección The West Coast Avengers, debida a los veteranos Steve Englehart y Al Milgrom. El volumen Relatos para asombrar ofrece los números 33 a 41 de The West Coast Avengers, más el tercer anual de la colección, publicados originalmente entre 1988 y 1989, con Mantis, el Espadachín, la Visión y la Bruja Escarlata como invitados. Además de los autores ya citados, en los créditos figuran, entre otros, Tom DeFalco, Ralph Macchio o Mark Gruenwald, que terminan de enhebrar los argumentos que se quedaron inconclusos con la marcha de Englehart, y preparan el terreno para la inminente llegada de un John Byrne dispuesto a ponerlo todo patas arriba.


Malaga Hoy


Crecimiento y avance

La colección Marvel Limited Edition de Panini recupera la serie 'Master of Kung Fu', perdida en el limbo por cuestiones de derechos de autor.

JAVIER FERNÁNDEZ
05 Julio, 2017




'Marvel Limited Edition. Shang Chi: Juegos de engaño y muerte'. Doug Moench, Paul Gulacy y otros. Panini. 520 páginas. 41,50 euros.

Años y años hemos esperado a que Marvel reeditase una de las grandes joyas de su catálogo, la serie Master of Kung Fu, perdida en el limbo por cuestiones de derechos de autor, y la noticia saltó cuando la editorial neoyorkina anunció su recuperación en el formato Omnibus. Los seis tomos de la colección Marvel Limited Edition de Panini que compondrán la versión española son un acontecimiento para los que atesoramos los cómics originales o los viejos y desvencijados tebeos de Vértice y no dudo que asombrarán a los que no han tenido la oportunidad de leerlos hasta ahora. Como escribe Eduardo de Salazar en su introducción: "me provoca sana envidia los que van a disfrutar esta obra completa por primera vez. Pero los que ya las conocemos también estamos de enhorabuena, hemos esperado mucho tiempo (más de treinta años) para que estas historias fueran recuperadas. Ha llegado el momento de disfrutarlas".

Por si alguien no lo sabe, i nació en la década de 1970, reflejo de la moda de las artes marciales en la cultura popular que nos dejó mitos como Bruce Lee o la famosa teleserie de David Carradine. Al hilo de esto, Marvel pobló su universo de judokas y karatekas: Iron Fist, los Hijos del Tigre o, el mejor de todos, Shang Chi, hijo del mismísimo Doctor Fu Manchú del escritor pulp Sax Rohmer (en una imposible mezcla de géneros, tan de su época). A Shang Chi, cuyo nombre significa "el crecimiento y avance de un espíritu", lo crearon Steve Englehart y Jim Starlin en el número 15 de la cabecera Marvel Special Edition (diciembre de 1973), que pronto pasaría a llamarse Master of Kung Fu. De nuevo en palabras de De Salazar: "Shang Chi, hijo de Fu Manchú, fue adiestrado desde la niñez en las artes marciales orientales, con el objetivo de convertirse en la herramienta perfecta que llevaría a cabo los planes de conquista de su malvado padre. Imbuido de una nobleza innata, y considerando a su padre un hombre de paz justo y venerable, el joven afronta su destino hasta que tras asesinar a uno de los viejos enemigos de su padre, el Doctor Petrie, le revelan la naturaleza maligna y las ansias de conquista de su progenitor. A partir de ese momento, aliado de la otrora eterna némesis del malvado doctor oriental, el ya anciano Sin Denis Nayland Smith y su ceñudo y corpulento guardaespaldas Black Jack Tarr, el Maestro del Kung-Fu recorre el mundo desbaratando los diabólicos planes de su padre y enfrentándose a su letal ejército de asesinos Si-Fan".

La premisa argumental ganó enteros con la llegada del guionista definitivo de la serie, Doug Moench, que sumó a la mezcla elementos de las novelas y películas de espías y compuso diversas etapas entre las que brilla con fuerza la dibujada por el gran Paul Gulacy, influido en sus inicios por Steranko. Innovador, sofisticado y absorbente, el Shang Chi de Moench y Gulacy (del que ya vimos algún que otro episodio suelto en el primer tomo de la colección) viene recogido en toda su grandeza en este segundo, Juegos de engaño y muerte, que solo puede calificarse de imprescindible.


Malaga Hoy

El final de una era

JAVIER FERNÁNDEZ
05 Julio, 2017




'Marvel Gold. El asombroso Spiderman: Escaramuza bajo las calles'. Len Wein, Ross Andru y otros. Panini. 696 páginas. 39,95 euros.

Ocho gruesos tomos lleva ya Spiderman en la colección Marvel Gold, ocho tomos que, efectivamente, son oro puro para los aficionados al género de superhéroes. No en vano, recopilan la etapa clásica del personaje, es decir, los tebeos (principalmente de The Amazing Spider-Man) que van desde la propia creación del superhéroe en 1962 hasta el año 1978. En este tiempo, las aventuras del Hombre Araña pasaron por las manos de unos cuantos nombres propios de la historia del cómic: Stan Lee, Steve Ditko, John Romita, John Buscema, Roy Thomas, Gil Kane, Gerry Conway, Ross Andru, Len Wein… Casi nada. Personalmente considero, y es una opinión compartida por la mayoría, que esta larga etapa es, con mucho, la mejor de la historia del personaje (cabría sumarle el periodo realizado por Roger Stern y John Romita Jr., que supieron recuperar el espíritu de los grandes años), pues aquí se definió un estándar de calidad narrativa y visual que rara vez ha vuelto a alcanzarse.

Escaramuza bajo las calles reúne en un solo volumen el final del periodo, los números 151 a 181 de The Amazing Spider-Man (1975-1978), debidos principalmente al guionista Wein y el dibujante Andru, cuyos lápices quedan embellecidos casi todo el tiempo por las tintas de Mike Esposito, así como los Annuals 10 y 11 (1976-77). Esta dinámica y conocidísima etapa se abre con Spiderman arrojando a una chimenea industrial el cadáver de su clon (ya saben que esto daría para mucho en la década de los 90) y se cierra con el enfrentamiento entre el héroe y nada menos que dos Duendes Verdes. Por el camino, asoman el Conmocionador, el Doctor Octopus, Cabeza de Martillo, Kingpin, el Castigador, Rondador Nocturno, Nova, el Hombre Ígneo, el Corredor Cohete y hasta el Spidermóvil. Wein no dio descanso al protagonista, encadenando sin descanso tramas y subtramas, y Andru firmó aquí algunas de las páginas más impactantes de su dilatada carrera, como esa pelea en las alcantarillas o aquella inolvidable caída libre sin paracaídas. En una palabra, memorable.


Malaga Hoy


Revulsivo arácnido

JAVIER FERNÁNDEZ
05 Julio, 2017


'Marvel Saga. Spiderman: Un nuevo día'. Dan Slott, Steve McNiven y otros. Panini. 232 páginas. 19,50 euros.

Con Un nuevo día, comienza la recopilación en la colección Marvel Saga de una de las etapas más apasionantes del pasado reciente del Hombre Araña, la del relanzamiento posterior al polémico Un día más, en el que Mefisto alteraba radicalmente el statu quo del personaje, borrando de un plumazo el matrimonio de Peter y Mary Jane. La decisión fue muy discutida en su momento, pero, a la larga, se ha demostrado que la franquicia arácnida necesitaba un revulsivo así para que el personaje volviera a recuperar una posición central dentro del universo Marvel. Para ello se contó con el editor Stephen Wacker, llegado directamente de la competencia, que coordinaría un conjunto de equipos creativos, con Dan Slott a la cabeza. El tomo reúne los números 546 a 551 de The Amazing Spider-Man (2008) y el one-shot Swing Shift (2007), adelanto de lo que vendría después.


Malaga Hoy