La cuna de Batman y Superman revela sus secretos
La génesis de DC Comics, la editorial que creó a Superman, Batman y Wonder Woman, se vuelca en un volumen que conmemora su 75º aniversario
ABEL GRAU - Madrid - 24/11/2010
Eran poco más que un puñado de guionistas y dibujantes de tebeos para chavales que trabajaban en los años treinta en unas modestas oficinas en el centro de Manhattan, pero de sus mesas de trabajo nacerían algunos de los mayores mitos del cómic, como el hombre de acero, el hombre murciélago y la mujer maravilla, entre tantos otros. De aquella empresa -que luego se llamaría DC Comics- surgió toda una legión de personajes que 75 años después se reparte con Marvel, la otra gran factoría de superhéroes, una millonaria industria de cómics, merchandising y taquilleras adaptaciones cinematográficas. Una trayectoria que equivale a recorrer el nacimiento, desarrollo y eclosión popular del mito superheroico, tal como recoge el libro 75 years of DC Comics. The art of modern mythmaking (Taschen), de tamaño din A3 y cinco kilos, con 700 páginas que desgranan el nacimiento del cómic de superhéroes.
Fue como una vía de escape para una época difícil. A principios de los años treinta, Estados Unidos intentaba recuperarse de
Un nuevo concepto
Había nacido Superman, uno de los grandes personajes de la cultura popular del siglo XX. Las páginas del número uno de Action Comics, en junio de 1938, supusieron el nacimiento de un nuevo arquetipo de héroe y marcaron el inicio de una nueva era en la industria del entretenimiento. "Se convirtió en el prototipo épico del superhéroe. Aunque tenía elementos de otros medios, parecía un concepto completamente nuevo", recuerda Levitz, asesor consultivo de DC Entertainment (la antigua DC Comics). Aquel personaje creado por dos adolescentes de Cleveland, Jerome Siegel y Joe Shuster, fue un éxito inmediato y catapultó a la pequeña editorial que luego se convertiría en DC Comics.
La historia del sello, sin embargo, comienza oficialmente tres años antes. El empresario editorial Malcolm Wheeler-Nicholson, veterano de
Fenómeno editorial
Superman fue un fenómeno. Los cómics se agotaban y se reeditaban. Pero costó que alguien apostara por aquella insólita idea. "Lo rechazaba periódico tras periódico", subraya Levitz. "A menudo con una completa incredulidad de que nadie quisiera leer la historia de un personaje procedente de un planeta condenado que llega a
La gente sí quiso leerlo. Y también las del resto de personajes como él que llegaron inmediatamente. Sólo un año después nació el otro icono de la editorial: Batman. El dibujante Bob Kane (muy limitado técnicamente) y el guionista Bill Finger crearon el Hombre murciélago, una especie de vigilante nocturno inspirado en el héroe pulp The Shadow. Fue presentado en el número 27 de Detective Comics, en mayo de 1939, y pronto representó el reverso oscuro de Superman. Y luego llegó Wonder Woman, creada en 1941 por el erudito William Moulton Marston. Tal fue el éxito que las creaciones de DC fueron copiadas a mansalva y la editorial inició varias demandas por plagio. Comenzaba
Idilio con la gran pantalla
El libro repasa la trayectoria de la editorial y sus personajes. "La profundidad de cometarios y debates muestra cómo se han convertido en mitos, historias narradas una y otra vez, y reinterpretadas en busca de sus significados más profundos", escribe Levitz. De contenido eminentemente visual, el volumen reúne tiras originales, portadas históricas, cronologías, bocetos y fotografías. Mención especial merece la relación de dos direcciones de los cómics con el cine. "Cuando se estrenó Ciudadano Kane, disparó nuestra imaginación", recordaba recientemente el histórico dibujante de Batman Jerry Robinson. "Ahí en la pantalla, Orson Welles hacía el tipo de narración que queríamos volcar en el papel". Era una admiración abierta. "Nos emocionamos cuando oímos que a Orson Welles le encantaban los cómics y que le influeyeron".
Desde el principio, los comic books le debieron mucho al séptimo arte. Siegel estudiaba las películas para escribir sus guiones: plano corto, contraplano, panorámica "aunque nunca vio un guión escrito", indica Levitz. La identidad secreta de Superman, Clark Kent, se inspiraba en el cómico Harold Lloyd; la mueca sardónica del Joker capturaba la risa escalofriante del alemán Conrad Veidt (el Cesare de El Gabinete del doctor Caligari) en El hombre que ríe (1928). Pronto llegaron los seriales, el de Superman (1948), con Kirk Alyn (el primer actor que le dio vida) y el serial noir de Batman (1943), con Lewis Wilson, y la teleserie camp de los años sesenta, con Adam West y Burt Ward, y decenas de onomatopeyas sobreimpresionadas. En los setenta, Superman saltó a la gran pantalla con una superproducción de Richard Donner y Christopher Reeve, como el hijo de Krypton. Tras años de languidez, las adaptaciones cinematográficas regresaron con fuerza gracias a el Batman, de Tim Burton, cuya imaginería gótica (y con Jack Nicholson de Joker desbocado) convirtió al personaje en un éxito de taquilla absoluto.
Levitz subraya desde el principio el reconocimiento a los autores (aborda, aunque sea de pasada, cuestiones delicadas para la editorial como la de los derechos de autor) . "Es imposible en un solo volumen hacer toda la justicia a los personajes reales", advierte Levitz en la introducción. "Miles de personas que aportaron su creatividad y su talento a DC y que elaboraron mitos modernos en medios de comunicación muy diferentes para crear reflexiones de dimensiones épicas que nos ayudan a comprender nuestra humanidad y nuestro mundo". Son nombres como los de Carmine Infatino y Gil Kane, que marcaron
Inyección de realismo
Son años en los que DC se enfrenta a un terremoto: a principios de los 60 nacen los grandes títulos del sello Marvel, su gran rival, que pronto le toma la delantera. Sus héroes son complejos e incluso a menudo viven angustiados; ya fuese por sus responsabilidades (Spider-Man), la familia (Los Cuatro Fantásticos) o por la marginación social (X-Men). En unos EE UU conmocionados por la lucha de los derechos civiles, los cómics aplicaron una inyección de realismo. Llegaba
Los años ochenta significan quizá la mayor revolución del género. Es la llamada Edad Oscura (1984-1998), por sus dosis de género negro y descreimiento crepuscular. Auspiciadas por directores editoriales astutos como Dick Giordano, se suceden las cumbres narrativas. En 1986, el año milagroso de los superhéroes, se publicanWatchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, El regreso del señor de la noche, de Frank Miller (ambas en DC) y Daredevil Born again, de Miller y David Mazzucchelli (en Marvel), que desmantelan las coordenadas formales y argumentales del género y elevan el noveno arte a los altares de cultura.
Obras cumbres que proyectan el comic book hacia
Superman
DC COMICS | 24-11-2010
El hombre de acero se presentó al mundo en el número 1 de 'Action Comics', en junio de 1938. Creado por Jerome Siegel y Joe Shuster, el personaje bebía de diversas fuentes: desde 'John Carter of Mars', de E. R. Burroughs, a 'Gladiator', de Philip Wylie, pasando por el profeta Moisés. Fue un éxito absoluto.
Batman
DC COMICS | 24-11-2010
El hombre murciélago se enfrenta al vampiro El Monje en el número 31 de 'Detective Comics' (1939), dibujado por Bob Kane. La atmósfera vampírica estuvo presente en la serie desde el principio.
Clark Kent era un cómico
ARCHIVO | 24-11-2010
Las relaciones del cómic con el cine han sido estrechas, constantes y en dos direcciones desde el principio. La identidad secreta de Superman -por ejemplo, el atribulado reportero Clark Kent, firma estrella del 'Daily Planet', se inspiraba en el cómico del cine mudo Harold Lloyd, muy popular en los años treinta.
Mueca demencial
WARNER BROS | 24-11-2010
El personaje del Joker se inspiró en el protagonista de la película 'El hombre que ríe' (1928), interpretado por el alemán Conrad Veidt, sobre un personaje condenado a sonreír. Debía morir en su primera aparición pero demostró tener más vidas que un gato. Es uno de los villanos más célebres de la historia del cómic.
Seriales de los 40
WARNER BROS | 24-11-2010
El forzudo Lewis Wilson dio vida a Batman en el serial de 1943, inundado de un ambiente de novela negra, con hampones y gánsteres de los bajos fondos de Gotham.
Escapismo durante la II Guerra Mundial
TASCHEN | 24-11-2010
Los 'comic-books' fueron un entretenimiento para que niños y jóvenes escaparan de la realidad de los años cuarenta, como muestra esta imagen de 1943, en la que unos chavales leen ejemplares de 'Action Comics', en una calle de Manhattan. Muchos de aquellos chicos crecerían para convertirse en creadores de nuevas historias y personajes.
Excesos de los sesenta
WARNER BROS | 24-11-2010
Adam West dio vida a una de las encarnaciones del hombre murciélago más descacharrantemente pop. La teleserie, emitida en los sesenta, incorporó a actores como César Romero (Joker), Burgess Meredith (Pingüino), Lee Meriwether (Catwoman) y Otto Preminger (Freeze). Onomatopeyas chillonas y desmanes sonrojantemente divertidos.
La conciencia social de los setenta
DC COMICS | 24-11-2010
Azuzados por los héroes angustiados de Marvel, también DC administró una dosis de realismo a sus series. En Green Arrow, el compañero del protagonista, Speedy, aparecía en portada inyectándose una dosis de heroína en portada bajo el título "la cruda verdad sobre las drogas". Era
La revolución de los ochenta
TASCHEN | 24-11-2010
Bajo la dirección de Dick Giordano, DC Comics dio un golpe de timón a sus principales cabeceras en los años ochenta con algunos proyectos arriesgados. Uno de ellos fue 'El regreso del señor de la noche' (1986), en el que Frank Miller dibujaba un Batman cincuentón en un futuro distópico en el que ajusta cuentas con el Joker e incluso con Superman. Fue una miniserie histórica, como recoge el volumen de Taschen.
La edad moderna
TASCHEN | 24-11-2010
Con el inicio del siglo XXI y la editorial DC Comics convertida en la millonaria división DC Entertainment, de Warner Bros, los cómics se lanzan a la conquista de los públicos masivos que ha conseguido el cine. Entre los talentos recientemente incorporados a las filas DC está Jim Lee, autor que recoge la influencia del manga en sus dinámicas composiciones (como la de la imagen).
El salto definitivo al cine
WARNER BROS | 24-11-2010
Títulos como 'Spider-Man', de Sam Raimi, y 'El caballero oscuro', de Christopher Nolan, han consolidado el éxito en taquilla de las adaptaciones de cómics. Tras el fracaso de 'Superman returns' y el éxito absoluto de 'El caballero oscuro', DC se lanza de nuevo con la versión de Green Lantern (Linterna verde), protagonizada por Ryan Reynolds (foto).