viernes, 6 de junio de 2025

Esther, Daisy, Susan por Eduardo Maroño

Tras unos inicios titubeantes, Boom! Comics ha ido redefiniendo su política de publicaciones hasta convertirse en una editorial con un perfil reconocible dentro del competitivo mercado norteamericano. Junto a las franquicias de productos televisivos y cinematográficos (Historias corrientes, Power Rangers, Golpe en la pequeña China) y a una interesante línea de cómic infantil (Kaboom!), en los últimos tiempos ha ido cobrando fuerza su subsello Boom! Box, en gran medida debido al éxito de la premiada Leñadoras. Aunque, según la propia editorial, esta línea se creó para acoger obras «experimentales y alegres», lo que realmente reflejan cabeceras como Misfit City, Slam! o la propia Leñadoras es una visión avanzada del tiempo en que vivimos, con un considerable número de mujeres en sus equipos creativos y unos personajes protagonistas que representan fielmente la noción norteamericana de diversidad. Sin proselitismos, pero también sin disimulo, Boom! busca alejarse de la tendencia conservadora del fandom comiquero y encontrar un nuevo perfil lector menos aferrado a las tradiciones del medio. A juzgar por el éxito de alguna de sus propuestas, se diría que lo están consiguiendo.

Uno de los éxitos recientes de Boom! Box es Giant Days, serie promovida por dos autores que podemos considerar, cada uno a su manera, debutantes. Por una parte, estamos ante el primer trabajo para el mercado norteamericano del británico John Allison, autor que lleva más de veinte años dedicado a la creación de webcomics (Bad Machinery, Scary go round). La propia Giant Days surge como la prolongación en papel de una serie creada inicialmente para el medio digital. Para la versión impresa, Allison confía el dibujo a Lissa Treiman, una artista procedente del mundo de la animación que se ocupa por primera vez de un cómic mensual. Ambientada en Gran Bretaña, la serie tiene como protagonistas a tres chicas que se conocen durante su primer año en la Universidad de Sheffield, una premisa sencilla que le vale a Allison y Treiman para tejer una agradable comedia juvenil, bien sustentada en el encanto de los personajes y en lo afinado de su tono desde la primera viñeta.

Giant Days puede parecer una serie ligera. En cierto sentido lo es, la mayor parte de sus argumentos giran alrededor de los tópicos de la comedia universitaria: las relaciones personales, los estudios, las dudas propias de una etapa de transición... Sus pretensiones no suelen ir más allá de hacer pasar un buen rato al lector. Si la serie ha sido capaz de hacerse un hueco entre las preferencias de los aficionados es porque Allison y Treiman han sabido dotar al trío de protagonistas de una personalidad propia y establecer entre ellas y los secundarios una serie de dinámicas que crean constantes oportunidades para el humor. El hecho de que Esther, Daisy y Susan queden perfectamente definidas en las primeras páginas de la serie nos habla ante todo de la claridad de ideas y la concisión narrativa de los autores, pero también de una caracterización caricaturesca muy eficaz en comedia. El complicado equilibrio entre originalidad y estereotipo en su caracterización permite tanto la identificación del público como su aprovechamiento humorístico. A ello hay que sumarle el indiscutible talento para el diálogo de Allison, que exhibe un humor agudo y mordaz por boca de sus personajes, y su feliz combinación con el dibujo suelto y vivaz de una Lissa Treiman que abandonará la serie en su sexto capítulo. Su sustituta, Max Sarin, dibuja con un trazo fino menos vigoroso, pero igual de expresivo que el de su predecesora. No es que el cambio no se note, es que simplemente no importa.

La manera en que Allison representa el día a día en la Universidad se aleja tanto del elitismo finolis del circuito Oxford-Cambridge como de los clichés de juerga y lucha ancestral entre populares y nerds de la comedia gamberra norteamericana. El microcosmos que constituye el campus universitario, con su telaraña de relaciones personales, sus exigencias académicas y

las inseguridades propias del tránsito a la vida adulta, pone a su disposición un extenso catálogo de premisas argumentales de las que va echando mano a medida que avanza la narración. Como en una sitcom televisiva, la mayoría de los capítulos son en lo esencial autoconclusivos aunque la suma no es cero, existen tramas de fondo que avanzan lentamente. Giant Days se dirige hacia algún sitio y es difícil no dejarse arrastrar. Fandogamia ha publicado hasta la fecha los dos primeros paperbacks de la serie, ocho capítulos que aportan una refrescante pizca de variedad y buen humor a la oferta de cómics de nuestro país.



Giant Days (vols. 1 y 2)

John Allison, Lissa Treiman, Max Sarin y Whitney Cogar 

Fandogamia Editorial 

Estados Unidos

Rústica (2 vols. hasta la fecha) 

112 págs.

Color

Obra relacionada

Scary go round

John Allison

(webcomic)

Leñadoras 1 y 2

Noelle Stevenson, Grace Ellis, Shannon Watters y Brooke Allen

(Sapristi Comic)

Archie 1-3

Mark Waid y otros 

(Norma Editorial)


Anuario Comics 2017 Jot Down

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