miércoles, 9 de abril de 2025

LA BIBLIOMULA DE CÓRBOBA Una aventura de libro

Jordi Canyissà


La bibliomula de Córboba

Wilfrid Lupano, Léonard Chemineau y Christophe Bouchard

Norma Editorial

Francia

Rústica con solapas Cartoné 

264 págs.

Color

Traducción: Eva Reyes de Uña

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Hay un tipo de cómic, ese que llamamos franco-belga, que ha dado y sigue dando obras con un formato muy característico. En una librería los reconocemos enseguida aunque no seamos expertos en historieta. Son álbumes en tapa dura, a todo color y con un formato relativamente grande. Un modelo que se fraguó con Tintín o Astérix y que sigue bien vivo pese al auge de la novela gráfica. Este modelo de álbum —de libro, en definitiva— ha evolucionado con los años, manteniendo algunas características e incorporando otras. La bibliomula de Córdoba es un buen ejemplo de esta evolución dentro de la tradición. Una obra inteligente, bien hecha técnicamente, apta para un público de lectores muy amplio, que mezcla aventura, humor, historia y reflexión para lograr una lectura muy atractiva.

La bibliomula de Córdoba está escrita por Wilfrid Lupano, creador de una serie de gran éxito en Francia, Los viejos hornos, y dibujada por Léonard Chemineau. Se trata de un álbum en color y en tapa dura —como los clásicos franco-belgas— pero que, en lugar de tener las 44 o 62 páginas canónicas, supera en este caso las 250. Es un libro imponente. Un libro que trata de libros. De ahí que los autores hayan tenido el acierto de dar una vuelta de tuerca más a su proyecto y lo hayan convertido en un objeto bello y editado con mimo, con una portada que se aleja del diseño habitual de los cómics franco-belgas para acercarse más a las cubiertas que tenían esos viejos libros manuscritos con filigranas en sus tapas. La tipografía del título adopta formas cercanas a la caligrafía árabe, las guardas están adornadas con arabescos, los bordes de las hojas son de color azul y una cinta dorada sirve de marcapáginas para dar la sensación de que tenemos entre las manos un libro de culto.

Este es un cómic sobre el amor a los libros como expresión de la cultura, como instrumentos para el progreso individual y colectivo. En sus páginas habla de tolerancia y reivindica todo aquello que podemos aprender con los libros. La bibliomula de Córdoba es un relato contra los fanatismos que destruyen libros porque aportan ideas nuevas, porque contribuyen al debate poniendo en duda algunas viejas creencias. Libros como símbolo de la cultura, del saber y del progreso. Libros amenazados por los totalitarismos y el fanatismo. Y ahí es donde Lupano extrae todo el potencial de su historia, y lo que arrancó como una aventura divertida y desenfadada adopta otro cariz y gana hondura. Es entonces cuando nos damos cuenta de que el guionista nos está contando una historia mucho más cercana, que nos recuerda las persecuciones que los libros han tenido y siguen teniendo hoy. La persecución y la quema de libros, que tan bien trató Ray Bradbury desde la ciencia ficción en Farenheit 451, se aborda aquí partiendo de una situación histórica real.

A finales del siglo x, la ciudad de Córdoba es la capital occidental del conocimiento, un califato que rivaliza con la mismísima Bagdad y que  se ha convertido en un enorme centro cultural con universidades gratuitas, copistas que se encargan de reproducir obras de grandes filósofos universales y ha logrado formar una biblioteca con 400.000 libros. Pero esta biblioteca, la más grande del mundo, sufrirá una destrucción masiva de libros. Esto ocurre cuando fallece el califa Alhakén II y su hijo solo tiene diez años. Quien asume el control es Ibn Abi Amir, más conocido como Almanzor, tras el cual el califato se dividirá en los famosos reinos de Taifas. Durante dos décadas de poder absoluto, Almanzor quemará centenares de miles de libros de esa enorme biblioteca porque sus páginas contradecían la palabra sagrada. Religión contra filosofía, fanatismo contra cultura. Prohibición y censura. Pese a enmarcarse en el siglo x, son asuntos que presentan un poderoso y alarmante eco con la actualidad.

Partiendo de este hecho real, La bibliomula de Córdoba nos cuenta una historia protagonizada por tres entrañables personajes: Tarid, un eunuco responsable de la biblioteca; Lubna, una esclava y talentosa copista; y Marwan, un ladronzuelo de poca monta y buen corazón que aporta el toque cómico a la historia. Juntos, se embarcan en una misión heroica para salvar el mayor número de libros posible antes de que sean pasto de las llamas. Juntan con urgencia todos los libros que pueden y los cargan a lomos de una mula muy testaruda, que se convierte en un protagonista más de la historia. Siguiendo la tradición clásica franco-belga, los personajes son simpáticos y ricos en contrastes. Pronto nos encariñamos con estas criaturas tan distintas, obligadas a convivir en una situación que les sobrepasa y movidas por un empeño encomiable, cruzando territorios llenos de ladrones que les quieren robar y guardias que les persiguen.

Más allá de la aventura y del humor, La bibliomula de Córdoba nos invita a reflexionar sobre el conocimiento, la tolerancia, la preservación del saber y la importancia de defender la libertad de pensamiento y de expresión. Este es un libro que reivindica el valor de los libros, el placer de leerlos, disfrutarlos y compartirlos. Y predicando con el ejemplo, este álbum es también un libro que se lee con el placer que nos proporcionan las historias bien contadas.






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