miércoles, 22 de mayo de 2024

EL ESTANDARTE DE UNA NUEVA GENERACIÓN Pablo Begué



Ladrona

Lucie Bryon 

Nuevo Nueve

Francia 

Rústica

208 págs.

Color

Traducción: Inés Sánchez Mesonero


Obras relacionadas


Laura Dean me ha vuelto a dejar

Mariko Tamaki y Rosemary Valero-O’Connell 

(Ediciones La Cúpula)

La noche es mi reino

Claire Fauvel

(Editorial Astronave)

El beso número 8

Ellen T. Crenshaw y Colleen

AF Venable

(Ediciones La Cúpula)


El amor y la amistad juveniles se han convertido en uno de los principales letimotivs en la viñeta europea de los últimos años como parte de una aparente liberación de las restricciones que, hasta hace bien poco, parecían sobrevolar el concepto de la novela gráfica en nuestro continente. Es así como Lucie Bryon presenta una sencilla premisa en la que Ella y Madeleine exponen sin tapujos una fuerte relación personal repleta de tensiones, vaivenes con sus amigos, celos, fiestas, secretos... Aunque todo empieza a cobrar un matiz frenético cuando Ella descubre objetos robados en su cuarto sin ser consciente de lo que ha sucedido realmente y quiere reparar los daños. Algo que puede no tener una gran profundidad visto desde fuera se convierte para las dos protagonistas en un mundo, uno propio que pueden compartir y que terminará por darle algunos de sus mejores, y peores, momentos hasta la fecha.

La narrativa de actos tan cotidianos y tipos populares tiene algo de magnético si se trabaja con las manos correctas, y Bryon es capaz de encajar el romanticismo con la aventura, la cleptomanía y los problemas personales de forma paulatina, haciendo que la acción se desenvuelva y se descubra a la par que conocemos a los personajes. Es complicado no acelerarse y querer meter al lector in media res en este tipo de relatos, pero su autora es hija de una generación que ha dado voz a otras, como Mariko Tamaki, Claire Fauvel o Ellen T. Crenshaw, para contar historias auténticas y sentidas desde el punto de vista joven, rebelde y femenino que pedían tanto la sociedad como el mercado. El mundo ya tiene suficientes héroes volando por el cielo; es momento de poner los ojos en la escala de grises de lo terrenal para que el cómic alcance su propio coming of age.

Así, la ágil lectura y el original planteamiento de la trama, a pesar de su reparto juvenil, es capaz de alcanzar distintas capas generacionales sin necesidad de demasiados quebraderos de cabeza ni giros forzados en el guion, pero todo se refuerza con viñetas de dibujo sencillo pero firme, captando nuestra mirada desde la cercanía, la ternura y la amabilidad del trazo y la expresión de unos personajes a medio camino entre el manga y la caricatura clásica occidental. Si Byron era hija de una cuestión narrativamente generacional, también lo es de otra desde el punto de vista gráfico, acercándose al trabajo de autoras como Rosemary Valero-O’Connell o Colleen AF Venable desde la utilización de una paleta cromática sencilla y calmada que hace que cada uso ligeramente distinto de la gama principal de colores resalte de forma inteligente y vibrante para llamar nuestra atención. A ello debemos sumarle un uso totalmente funcional de los fondos y una composición totalmente libre de la cuadrícula y, aunque repite algunos patrones en el esquema de cada página, sus viñetas no tienen una definición clara, facilitándole llegar a propuestas más arriesgadas en momentos de ensoñación. Este trabajo, junto al formato del tomo que presenta Nuevo Nueve hace que leer Ladrona no sea únicamente una cuestión de disfrute, sino una experiencia ligera que disfrutar sin prisas en todos sus apartados.

A pesar de tratarse del primer gran trabajo en solitario de Lucie Bryon, Ladrona es una muy buena carta de presentación de su madurez en la industria. Su tratamiento denota los años de reposo que le llevó cada una de sus páginas hasta que se sintió lo suficientemente segura como para abordar el proyecto. Deja entrever su fuerte carga en el mundo de la ilustración infantil y su interés por reproducir, mediante técnicas digitales, efectos tradicionales, pero también su interés en el detalle y su eficacia mezclando, con bastante acierto, el drama social y el humor de lo cotidiano. Es así como decide darse a conocer, de forma más que efectiva, al mercado internacional, aunque, lamentablemente, da la sensación de que tendremos que volver a esperar para leer algo de una de las autoras más completas de los últimos años.

En definitiva, una novela gráfica dirigida a un público juvenil desde el presente para quienes son, desde el pasado para quienes fuimos y hacia el futuro para quienes todavía tienen esta complicada etapa por venir; un tomo en el que el amor, la amistad, el equivocarse y el encontrarse, a uno mismo y con los demás, forman la delicada base de la existencia humana en un momento de transformación personal.

Jot Down Comics nº 7

Anuario de Comics, 2024




No hay comentarios: