jueves, 28 de diciembre de 2023

Grandes creadores de historietas que dibujaron trenes

 El ferrocarril en el cómic



Dibujar trenes es un trabajo arduo, exije mucho detalle y documentación, cosa que pocos dibujantes de tebeos podían utilizar trabajando, las más veces, de memoria. Los dibujantes estadounidenses, que trabajaban para agencias y con equipos de asesores, se tomaban a molestia de documentarse, aunque algunas veces también resolvían "de memoria".

Gentes como Alex Raymond, John Prentice, Will Eisner, Outcault, Winsor Mac Cay y Roy Crane dibujaron trenes o solamente la máquina por aproximaión, como la mayoría de autores de historietas. Los europeos, especialmente los franco-belgas siempre tan meticulosos, parece que estén más documentados, y así los trenes que dibuja Hergé, el creador de Tintín, son bastante parecidos a los trenes de la epoca que ilustra. Como los que dibujan el francés Tardi y el italiano Giardino, que se atreve a dibujar el famosísimo "Orient Express". Moebius imagina trenes futuristas, y cuando firmaba como Gir, contando la epopeya del famosísimo Teniente Blueberry, sus trenes del Oeste son bastante fieles al modelo histórico. También son muy fieles los trenes que ilustra E. Jacobs, el de las historietas de Blake y Mortimer, incuso en los futuristas que imagina con detalles. Algo que también hacen Enki Bilal y Schuiten, entre otros creadores europeos.

Georges Pichard -fallecido el pasado mes de junio-, en una historieta erótica como es La Fábrica, hace alarde de documentación exhibiendo diversas máquinas de vapor, con detalles muy precisos y hasta numeración, como haría un coleccionista ferroviario, uno de los protagonistas. En las muy populares aventuras de Tex, un héroe del fumetto italiano, aparecen los trenes del Oeste con dibujos aproximados, como hace José Ortiz al reflejar el "Santa Fe Trail" de 1883, llevando al mítico Bat Mastterson a Dodge City. El italiano Vittorio Giardino, en su serie Las aventuras de Max Fridman, muestra la Europa de entreguerras y aún la guerra civil española, y en ella están los trenes presentes. Boixcar, el famoso dibujante español de los años 50 de las historietas de Hazañas Bélicas - en las que trabajaba con documentación fotográfica y de revistas militares-, dibujó estupendos trenes centroeuropeos, alemanes y rusos. Victor de la Fuente recrea estupendamente en su serie Los Gringos el ambiente de la revolución mexicana, con los trenes atestados del Ejército de Pancho Villa. Y el documentadísimo Antonio Hernández Palacios refleja los trenes blindados de la guerra civil española, aunque apenas con pequeños detalles.

Los dibujantes de humor, que no tienen que sujetarse más que a su fértil imaginación, intentan de todos modos pintar trenes aproximados a la época que tratan, aunque sea satíricamente. En este trabajo selectivo hemos incluido algunos de los trenes de risa más significativos, aunque la búsqueda haya sido un trabajo ingente.

Obvio que Francisco Ibáñez y su Mortadelo ha dibujado trenes en su cientos, miles de historietas, y que sus trenes son parodias de los que conoce de España y Europa, atreviéndose incluso, con trenes del Lejano Oeste. Como asimismo hace Jan con sus páginas de Super López, la mejor parodia de Superman, el superhéroe por antonomasia. Pero Escobar, Cifré, Conti, Peñarroya, Iranzo, Nadal, Jorge, el by Vazquez y casi todos los grandes de la historieta humorística dibujaron sus trenes de la risa con desparpajo y habilidad. Rastrear sus divertidos trenes llenaría muchas páginas de este y cualquier otro trabajo.

Los creadores españoles de historietas del fin de siglo XX, en su estilo actual, también incorporan trenes a sus historias, y como muestra podemos citar a Miguel Ángel Díez con su interpretación de El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad. O a Kike Benlloch y Alberto Vázquez, que realizan una exhibición de trenes actuales en visión realista y también ingenuo-infantil como evocación de la memoria.


Qué leer año 3 nº25. Septiembre 1998

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