domingo, 9 de julio de 2023

GRENDEL. La Odisea del Diablo



LAS ESTRELLAS, NUESTRO DESTINO


Había pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a Grendel Prime

La última vez que dibujé al personaje fue hace veinte años, en las páginas de la novela ilustrada Grendel: Prime superado, escrita por Greg Rucka. Pero el último punto de continuidad en las historias en curso de Prime fue al final de Grendel: Buscar al Diablo, que sirvió de paréntesis narrativo a los acontecimientos narrados en el segundo cruce Batman/Grendel. Al regresar al mundo del futuro, la última vez que vimos a Grendel Prime estaba muy dañado, pero seguía luchando y siendo formidable. Mientras se alejaba en una moto robada en las escenas finales, su destino final era incierto. Hasta ahora.

Tras completar el último volumen de mi trilogía Mage: El héroe desestimado, sentí la necesidad de volver a mi otra epopeya de autor. En las páginas de Grendel, tengo vía libre para contar cualquier historia que me intrigue, y la propia estructura de la saga me concede mucho margen para realizar prácticamente cualquier tipo de historia. Así que puse mi ojo creativo en la continuación de la historia de Grendel Prime y en lo que había sido de él tras el ambiguo final de Buscar al Diablo.

Como es habitual en mi enfoque narrativo de Grendel, siempre siento la necesidad de agitar las cosas y cambiar de dirección, especialmente después de un paréntesis tan largo en la serie. Además, tenía la sensación de que habíamos pasado mucho tiempo en el mundo de Grendel Prime tal y como estaba, esa distopía futurista de clanes Grendel enfrentados y un tenue imperio global. Parecía un poco repetitivo limitarse a mostrar cómo Prime habría terminado reparándose y recuperándose. Obviamente, tendría acceso a los archivos de su principal creador, el Dr. Uno, y a los de su soberano, primer Grendel Khan, Orion I. Sabemos que nunca se tomaría su semidestrucción como algo más que un contratiempo temporal y, ya fuera por lealtad imperial o por otros medios más agresivos, encontraría los recursos y la ayuda para reconstruir por completo su cuerpo y sus sistemas cíborg. Probablemente incluso mejor que antes. Todo eso se daba por hecho. el lector no necesitaba verlo.

Sabía que necesitaba un cambio radical para poner las cosas en marcha. La última vez que dejamos a Grendel Prime, estaba sumido en un estado de ánimo oscuro y cínico, recurriendo a métodos increíblemente siniestros para redefinir lo que él consideraba la desintegración de la identidad Grendel. No se negaba a sucumbir a los actos más inhumanos en una búsqueda desesperada por alcanzar un objetivo inalcanzable. Después de todo eso, ¿qué podría animarle a volver a comprometerse con la humanidad y retomar el papel de paladín?

Fue entonces cuando decidí enviarlo al espacio exterior.

Tenía dieciséis años cuando la revista Heavy Metal apareció por primera vez en Estados Unidos, y su influencia en mi imaginación creativa fue enorme. Sacar escondidas este cómic "Para adultos" y de gran tamaño de la repisa superior de los estantes de las revistas siempre me pareció un poco audaz, y las historias y el dibujo no se parecían a nada que hubiera visto hasta aquel momento. Esos fueron los primeros cómics que encontré que iban dirigidos a un público más adulto y que incluían violencia y sexo explícitos. Además, la estética visual de artistas como Moebius, Richard Corben, Philippe Druillet y Enki Bilal era completamente diferente a la de los dibujantes de cómics estadounidenses populares que yo conocía y adoraba.

Lanzar a Grendel Prime a una aventura en el espacio exterior me brindó una oportunidad de oro para rendir homenaje a Heavy Metal y a su efecto integral en mi desarrollo como creador de cómics por derecho propio. El explorador solitario en un viaje a través de las estrellas era un tema que había desaparecido de la mayor parte de la ciencia ficción moderna, y yo tenía aquí la oportunidad de revivir ese escenario clásico. Además, Grendel: La odisea del Diablo está más que inspirado en Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift, y cada nuevo mundo extraño que visitan Prime y Siete actúa como un espejo retorcido de nuestra propia realidad.

Y a veces, parece... que ese espejo puede ser demasiado reflectante. A estas alturas, todos hemos sentido los efectos de la pandemia vírica mundial, una alteración masiva de la sociedad que suspendió temporalmente la publicación de esta serie a mitad de su andadura... justo cuando estaba a punto de publicarse el siguiente número, que presenta un mundo alienígena en el que toda una población que estaba obsesionada con sus propias distracciones y entretenimientos había sido aniquilada por un virulento virus informático. Toda esta serie comienza con un asedio rebelde a la capital imperial. Aunque no es ni de lejos tan destructiva como esa escena, los acontecimientos que llevaron a una insurrección en la capital de nuestra propia nación me resultaron al menos inquietantemente familiares. Si bien no soy exactamente un satírico de nivel swiftiano, es agradable saber que al menos toco algunos de los mismos puntos sensibles.

Sin embargo, es en los momentos más difíciles cuando agradezco nuestra capacidad para reflexionar, rebatir y reexaminar la vida real a través de la ficción. Al imaginar tanto los mejores como los peores desenlaces posibles de nuestro mundo en constante cambio, la ficción nos ayuda a aliviar un poco la sorpresa y conmoción devastadoras que los acontecimientos potencialmente traumáticos a menudo amenazan con provocar. En la ficción hacemos realidad nuestros sueños, exorcizamos nuestros demonios y nos esforzamos por superar un día más de vida... una página después de otra.

También me alegro de que hayais podido acompañarnos en el relato completo de la odisea de Grendel Prime en el espacio exterior. Fue muy divertido transportarle a él y a su acompañante dron (aunque ella prefiere que la llamen "Siggy"' a través de una miríada de otros mundos y otras culturas. Algunas de ellas se parecen inquietantemente a la nuestra... otras son solo oscuros reflejos. Al final, La odisea del Diablo marcará el comienzo de una nueva era en la saga de Grendel, una que espero siga sorprendiéndoos y deleitándoos a vosotros, mis fieles lectores.

Porque incluso en los confines más lejanos de la galaxia... el Diablo nunca muere.


-MATT WAGNER, junio de 2021.



























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