Bautismo
Kazuo Umezz
Satori
Clamo al cielo para que mis plegarias no caigan en saco roto. Si ya están familiarizados con el trabajo del gran maestro del terror japonés no sigan leyendo, porque “Bautismo” es un título clásico del mangaka, dibujado y escrito entre 1974 y 1976. Una suerte de “El crepúsculo de los dioses” bizarro salpicado por el rankestein de Shelley y aderezado con toda la mala baba y la locura habituales del autor de “Aula a la deriva”. El primero de los volúmenes de la serie se nos revela como un crescendo enfermizo que nos deja, en la última página, sin aliento. Una madre psicótica, una hija que… bueno, mejor dejemos abiertas las incógnitas y que sean las viñetas de Umezz las que les marquen el camino
Joan S. Luna
Chacales
Nadia Hafid
Sapristi
Si “El buen padre” (Sapristi,20) fue una declaración de intenciones en toda regla, un “aquí estoy porque he venido” por el que Hafid se llev´ço además el Premio al Mejor Autor Emergente de la Asociación de Críticos de Cómic. Con “Chacales” consigue afianzar su posición como una de las narradoras más interesantes del panorama nacional. Lo es por su estilo minimalista en formas, diálogis y paleta de colores; por su manera de plantearnos la composición de sus páginas y viñetas, extrañamente ordenadas y contenidas por una geometría oculta y desconcertante; y por saber poner todos esos recursos al servicio de la soledad de esos tres personajes cuyo único vínculo, la ira, los caba aislando en una existencia solitaria e incomprendida.
Laura Madrona
Yume no Q-Saku: Los sueños de Maruo
Sueshiro Maruo
ECC
Nuestro mangaka chalado favorito (“Midori”, “Dr. Inugami”, “La sonrisa del vampiro”) recopila quince relatos cortos que publicó en la década de los ochenta y donde hace gala del eroguro más auténtico, provocador y recalcitrante. ¿Y de qué van? Pues de sexo, estupor, horror bien macerados, puro subgénero más que consolidado por autores como Hino, Kago, Umezz, Ito y el que nos ocupa. Nada nuevo. O sí, porque en los ochenta la censura no estaba tan atenta a las manifestaciones artísticas extremas y lo políticamente correcto no era un valor en alza. Aquí los ecos de las perversidad Ballardiana (o Cronengberesca, por extensión), la decadencia moral y la crueldad obligan al lector a tomar descansos para asimilar el pandemónium de atrocidades.
Octavio Botana
mondo sonoro noviembre 2022
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