miércoles, 30 de noviembre de 2022

Meisel elevó al olimpo a las supermodelos

Una exposición en A Coruña muestra los retratos de l fotógrafo neoyorquino a las estrellas de moda de los noventa

Enrique Alpañés, A Coruña




Unos años más tarde, cualquiera habría matado por ponerse ante su objetivo, pero en la década de los sesenta, Steven Meisel tenía que retratarlas a hurtadillas, como un paparazi. Se escapaba de su colegio, en la calle 57 de Nueva York, y merodeaba las agencias de modelos con su Instamatic al cuello, preparado para fotografiar a aquellas mujeres: Loulou de la Falaise, Marisa Berenson..."Cuando era niño, las modelos que veías en las calles de Nueva York eran de otro mundo", diría el fotógrafo en 2008, en una de las escasas entrevistas que ha concedido en sus 68 años de vida. "La gente se quedaba mirando. Tenían el mismo aspecto que en las revistas, pero en la calle. Eran supermujeres. Eran increíbles". Puede que esos seres mitológicos nunca pisaran las calles de Nueva York. Puede que solo existieran en la cabeza del pequeño Meisel. Pero cuando creció, supo recrearlos en sus fotos, dando forma a un nuevo mito que marcó la estética y la cultura pop de los años noventa: el de las supermodelos.

Algunas de estas primeras fotografías son las que abren la muestra Steven Meisel 1993. A Year in Photographs, que se puede ver desde hoy en A Coruña y hasta el 1 de mayo. "Las fotografías que veis aquí no han sido mostradas hasta ahora (en otra exposición)", explica Jimmy Moffat, agente de Steven Meisel desde hace 40 años. "Son de los sesenta. La música está cambiando, la estética está cambiando. Fue un momento muy interesante para crecer en Nueva York", detalla. Estas primeras foros sirven como carta de presentación del plato fuerte, más de un centenar de imágenes que el retratista realizó en 1993, en una explosión creativa que le llevó a firmar más de 100 editoriales de moda y 28 portadas de revistas. "Puede que ese número no signifique mucho para algunos, pero es como un músico haciendo 40 álbumes en un año, o un escritor lanzando 30 grandes novelas", asegura Moffat.

Esta exposición, dice su agente, es la más grande que jamás se haya montado sobre su figura. Una muestra de tal calibre, bromea, que solo se le dedicaría a un muerto. Y Meisel está muy vivo. Pero el fotógrafo se fía plenamente de Marta Ortega, presidente de Inditex. Es su fundación, MOP, la que ha organizado esta muestra -en la que ella se ha involucrado personalmente-, revalidando así su apuesta por la cultura y la moda en el espacio expositivo en el muelle de la Batería de la ciudad gallega. Muchas de las fotos que componen la muestra pertenecen a Vogue Italia, cabecera para la que llegó a firmar su portada durante 20 años, hasta el fallecimiento de su directora, Franca Sozzani, en 2015. Con Sozzani formó una dupla única. "Steven nunca habría sido Steven sin Franca Sozzani", reconoce Moffat. "Ella le dio la plataforma, la libertad, tuvo una relación estupenda con Vogue Italia, nunca ha habido una relación tan estrecha entre un fotógrafo y una publicación". Con Sozzani y Meisel, las imágenes pasaron a ser el mensaje fuerte de la revista, muy por encima del texto. Sin renunciar a la belleza, sus fotos hablaban del racismo, de control policial o de vertidos de petróleo. El fotógrafo yuxtapuso la moda y la política, creando editoriales de revista que tenían tanto mensaje como los editoriales de un periódico.






No son las fotos que componen esta muestra, que apuesta por imágenes icónicas de fondo neutro, mucho blanco y negro. Se puede ver la foto de Madonna desnuda para el libro Sex, un retrato de Barbra Streisand en el puerto de Nueva York. Hay muchas de Linda Evangelista sonriendo como solo ella sabía hacerlo. Piernas largas, vestidos vaporosos. Están Carla Bruni, Naomi Campbell, Hamish Bowles, Claudia Schiffer... En sus instantáneas, las modelos se mostraban como seres inalcanzables en los que la sensualidad y glamour conjuntaban estupendamente. "Fotografiaba a las chicas que le gustaban. Me gustaba el glamour y estas chicas eran muy glamurosas", diría el autor. "La moda era muy excesiva. La época era muy excesiva". Hasta que dejó de serlo. Sigue en activo, aunque retirado del ojo público y con un ritmo de trabajo más pausado. "Yo soy diferente y las modelos son diferentes".


El Pais, Sábado 19 de noviembre de 2022

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