sábado, 2 de julio de 2022

Aventuras en el desierto con la daga y el escorpión

EL FARO DEL FIN DEL MUNDO /JACINTO ANTÓN

 

Una viñeta de The Regiment sobre el Special Air Service (SAS). 

No hay nada que anime tanto la vida como una dosis de aventuras en el desierto (leídas). Y entre las mayores de esas andanzas de arena se cuentan, sin duda, las de las fuerzas especiales aliadas que combatieron a los nazis y fascistas en el Norte de África durante la Segunda Guerra Mundial. Bajo las banderas de lo que los británicos bautizaron, alzando un poco la ceja, como private armies, ejércitos privados, se enrolaron como comandos algunos de los personajes más extraordinarios y extravagantes, y sin duda valientes (en esas unidades el valor se te suponía, como nos decían en la mili, tanto como la . rudeza, la indisciplina y el desaliño) que ha dado el género de la aventura. Ahí están David Stirling, Ralph Bagnold, Paddy Mayne, o Popski Peniakoff, nombres mayores no sólo de las hazañas bélicas, sino del desigual enfrentamiento del ser humano con los parajes más inhóspitos y grandiosos del planeta.

Decía que cuando estás algo decaído, ale, al desierto; y yo me he sumergido en el mar de dunas y peligros de la mano de esos aventureros reales y otros imaginarios (aunque de los mismos grupos audaces), con dos álbumes de cómic estupendos. Uno es la integral de Los escorpiones del desierto, el gran clásico de Hugo Pratt, que acaba de publicar Norma en un monumental volumen de 344 páginas (qué gusto tener toda la aventura junta); y el otro, asimismo de Norma y también la obra completa (tres partes), The Regiment, la verdadera historia del SAS, con guión de Vincent Brugeas y dibujos de Thomas Legrain. El primero toma como excusa al legendario Long Range Desert Group (LRDG), los "escorpiones del desierto" por su insignia del venenoso artrópodo, para relatarnos sobre todo, en el más puro estilo del creador de Corto Maltes, las peripecias de uno de sus miembros, el polaco Koinsky. En el biográfico El deseo de ser inútil (Confluencias, 2012), Pratt asegura que lo conoció, aunque parece evidente que la mayoría de sus aventuras en el cómic son inventadas. Con pretensiones más históricas, The Regiment trata de ofrecer un relato a la vez riguroso y emocionante de los inicios en el frente norteafricano de la que se convertiría en la unidad más famosa de fuerzas especiales del mundo, con perdón (cualquiera los ofende) de Seals o Boinas verdes: el Special Air Service (SAS). Su lema, who dores wins, quien se atreve vence, y su emblema, la célebre espada o daga con alas, disfrutan de una temible reputación.

A mí siempre me ha sido más simpático el LRDG, que tiene en sus orígenes a verdaderos exploradores y amantes del desierto, empezando por su creador, Bagnold, mucho más agradable (aunque cualquiera de los dos me habría descartado para su unidad sólo con verme) que Stirling. El LRDG heredó una circunspección, un ascetismo y un espíritu científico, y estoy tentado de añadir un romanticismo, que contrastan con la musculada arrogancia, la impetuosidad violenta y la tendencia camorrista del SAS. A la gente del LRDG les puedes imaginar con el motor parado en el Mar de Arena contemplando en silencio un crepúsculo de sin igual pureza; los del SAS. estarían afilando el puñal. A una de las características camionetas Chevrolet del LRDG, por cierto, me pude subir hace años en el Imperial War Museum de Londres, donde se exhibía, y soñar por un rato que formaba parte (sin riesgo) de esa comunidad de héroes sufridos y taciturnos.

The Regiment sigue con unos dibujos realmente espléndidos con puntillista atención a uniformes, vehículos y equipos, el despliegue del SAS y su leyenda, sus éxitos y fracasos. El cómic está protagonizado por tres personajes reales, Stirling, el desmesurado y brutal Paddy Mayne, capaz de destruir aeroplanos literalmente con las manos, y el teniente Jock Lewes. A destacar que las viñetas recogen también muy bien el ambiente de camaradería y amistad profunda —Ben Macintyre ha sugerido en Los hombres del SAS (Crítica, 2017) que de tintes homoeróticos— en la unidad.

La amistad es asimismo un tema principal en Los escorpiones del desierto, obra señera en la que Pratt, pese a admirar las actividades del LRDG y los otros cuerpos, se decantó por utilizar el marco histórico para ambientar las aventuras de trazos clásicos (hay referencias a Beau Geste y a Las cuatro plumas) de sus personajes, siempre peculiares outsiders, antihéroes y perdedores. Por ahí aparecen sin embargo rostros históricos tan conocidos como el ya mencionado Popski el as de caza Visentini y Orde Wingate.

En Los escorpiones aparecen muchas de las obsesiones de Pratt, las mujeres bellas y peligrosas (en todo The Regiment solo sale una mujer, en foto), la mezcla de culturas y razas, las tierras exóticas, la traición, el nihilismo y la aventura desaforada. Entre los grandes momentos del álbum, el viaje en camello de Koinsky y el teniente Stella, rodeados de paisajes inenarrables y peligros. ¡Ah, el desierto y la aventura!


El Pais, Sábado 25 de junio de 2022

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