Los relatos tienen como protagonista a un fanático religioso que vaga por el mundo en una cruzada personal contra los demonios que pueblan la tierra
JAVIER FERNÁNDEZ
07 Abril, 2021
Con el éxito de sus cómics de Conan el cimerio, allá por la década de 1970, Marvel se envalentonó y buscó más material de Robert E. Howard que adaptar. De este modo, siempre con el impulso inicial de Roy Thomas, llegarían a la Casa de las Ideas personajes tan carismáticos como Kull, Solomon Kane o Esau Cairn (el protagonista de la novela Almuric), este último en una soberbia versión dibujada por Tim Conrad y serializada en la revista Epic Illustrated. A esta familia pertenece también Red Sonja, si bien la heroína pelirroja fue una variación libre de la Red Sonya de Rogatino howardiana, una espadachina del siglo XVI trasplantada por Thomas y Barry Smith al épico asedio de Makkalet, y cuyo célebre bikini plateado fue diseñado posteriormente por Esteban Maroto. De todos ellos (incluidos los que vendrían después en otras editoriales), Sonja es la que más recorrido ha tenido, y los tebeos de Kull presumen de fases de una inusual calidad (véanse los firmados por Marie y John Severin o los de John Bolton), aunque, si hay uno que se puede considerar de culto, este es el puritano Solomon Kane.
Los relatos de historietas de Kane están ambientados a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, y tienen como protagonista a un fanático religioso que vaga por el mundo en una cruzada personal contra el diablo y los demonios que pueblan la Tierra. El personaje de Howard debutó en el número de agosto de 1928 de la revista Weird Tales, con el relato Red Shadows, y su canon literario lo componen una docena de textos, entre cuentos y poemas, más un puñado de fragmentos inconclusos. Es un tipo seco, antipático, obsesivo, pero tiene la dignidad y el atractivo de los héroes del creador de Conan, y una imaginería y motivaciones propias que lo distinguen de sus famosos bárbaros. Lo vemos ejercer su cruzada en Europa, pero sobre todo en África, un territorio tenebroso y fascinante que lo confronta continuamente con sus creencias.
Thomas lo llevó a viñetas en el primer número de Monsters Unleashed, fechado en agosto de 1973, con una estupenda adaptación de Skulls in the Stars dibujada por el especialista en terror Ralph Reese. Y siguió apareciendo en las revistas para adultos de Marvel, impresas en blanco y negro, de la mano de Thomas, Neal Adams, Alan Weiss, Howard Chaykin, Virgilio Redondo, Doug Moench, Don Glut, Dave Wenzel y otros. Tuvo también apariciones en los cómics a color: dos estupendos Marvel Premiere, a cargo de Thomas y Chaykin, y una soberbia miniserie de seis números publicada en los años 80, con Ralph Macchio a los guiones y un sólido apartado gráfico (Brett Blevins, Mike Mignola, John Bogdanove, etc.), que permanece como uno de los mejores proyectos relacionados con Howard en los que no ha participado Roy Thomas. Todas estas historietas se ofrecen juntas en el magnífico volumen Marvel Omnibus. Solomon Kane: La etapa Marvel original, que se suma a la serie de reediciones que está poniendo Panini en el mercado, y que no debería dejar pasar ningún aficionado a la fantasía y el terror.
Malaga Hoy
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