sábado, 20 de marzo de 2021

Neil Gaiman: “Solo puedo intentar hacerlo lo mejor posible y esperar que guste”

El autor británico se establece como gran productor de televisión con el control de tres series basadas en su trío de obras más destacado: ‘American Gods’, ‘Buenos presagios’ y ‘The Sandman’

Neil Gaiman posa en la Comic-Con de San Diego en julio de 2018.REBECCA CABAGE / REBECCA CABAGE/INVISION/AP


ÁLVARO P. RUIZ DE ELVIRA

Madrid - 09 ENE 2021

Neil Gaiman (Portchester, Reino Unido, 60 años) es un escritor privilegiado dentro del voraz mundo de la televisión. Y lo es por poder controlar al milímetro como productor la traslación de sus novelas y cómics a series, algo fuera del alcance de muchos, por no decir de casi nadie. El autor lleva el último lustro tras las cámaras de las adaptaciones de tres de sus hitos vitales: American Gods, Buenos presagios y el trabajo que le dio a conocer y que es la obra de su vida, The Sandman. De la primera estrena ahora la tercera temporada en Amazon Prime Video (11 de enero) con la seguridad de que mejorará la criticada entrega anterior, de la segunda celebra que ha sido “disfrutada por miles de personas” (también en Prime Video) y de la tercera, como buen bardo que es, se guarda todos los secretos para no desvelar nada antes de tiempo (se rueda en la actualidad para Netflix).

De la mente de Neil Gaiman suelen salir ideas buenas y 'American Gods' es su novela más famosa y vendida. Y su adaptación en serie es uno de los productos más llamativos del último lustro. Con mucho exceso, en lo visual y en el contenido. Los dioses viejos, como Odín, están a punto de desaparecer en una sociedad donde mandan los dioses nuevos: la tecnología o los medios de comunicación, entre otros. Dónde se puede ver: Amazon Prime Video.

El camino de Gaiman, como el de todo el mundo, se paró en marzo de 2020 cuando comenzaron a nivel global los confinamientos por la pandemia del coronavirus, y dejó demasiadas puertas abiertas. Un giro histórico que ninguno de sus dioses vio venir. American Gods cuenta la historia de un enfrentamiento entre los viejos dioses míticos y los nuevos (los medios de comunicación, Internet, la tecnología, etc). Y en The Sandman, unas figuras divinas, los Eternos (representaciones de conceptos como la muerte, el sueño, el deseo o el delirio), son los protagonistas. “Lo que he aprendido de 2020 es que cada vez que he intentado hacer cualquier tipo de plan, para lo que fuera, sin importar cómo de pequeño fuera, podía escuchar cinco minutos después, una semana o un mes más tarde, a dios reírse. Entré en 2020 algo malhumorado, pero sabiendo lo que iba a hacer cada día de los tres siguientes años. Y todo lo que sé ahora es que no sé nada”, cuenta en conversación por videoconferencia desde su casa en la isla de Skye (Escocia).

Gaiman, que en los últimos dos años ha publicado un libro sobre mitos nórdicos y ha supervisado la adaptación a audiolibro de The Sandman para Audible, se ha tomado la segunda mitad del año pasado, con media industria televisiva paralizada, para reflexionar sobre su faceta televisiva y su papel como productor ejecutivo. “Lo más importante que he aprendido es a confiar en mí mismo. En el principio, en especial con American Gods, no sabía si iba a poder ser suficientemente asertivo, no me fiaba lo suficiente de mí para decir, ‘no, en serio, sé de lo que estoy hablando’, y siento ahora, especialmente tras haber hecho Buenos presagios, donde necesitaba confiar en mi criterio hasta el final, que lo había hecho bien”, explica el autor.

“Con The Sandman, donde Allan Heinberg está haciendo de showrunner de forma increíble, me veo capacitado para argumentar y explicar por qué esto es así o de aquella manera”, añade el escritor, que redirige la conversación al próximo estreno de la tercera temporada de American Gods, cuyo rodaje terminó justo antes del confinamiento. “Todo lo anterior ha funcionado muy bien también en la tercera entrega. [El guionista] Charles Eglee y yo hicimos un trabajo añadido durante una semana, en el festival South by Southwest de Austin, Texas. Lo pusimos todo junto y planeamos cómo llevar la historia de vuelta al libro y cómo convertirlo en una montaña rusa que viaje tanto por el libro y por la serie”, explica, quitándose de golpe y con elegancia las críticas a la segunda temporada de la serie, acusada de ser más un viaje estético que un contenido con fondo y de alejarse de las tramas del libro original.


Ian McShane y Ricky Whittle en la tercera temporada de 'American Gods'.AMAZON

Dentro de esos proyectos que Gaiman dice que sabía cómo iba a ejecutar los próximos tres años antes de toparse con el año 2020 y la pandemia entra la cuarta y definitiva temporada de American Gods. Como creador de historias, ¿cómo afronta este mundo de cancelaciones? “Es siempre el mundo en el que he vivido, porque comencé trabajando en cómics. Empecé a escribir The Sandman [publicado a finales de los ochenta] y tenía una historia enorme en mi mente. Sabía que si no vendíamos suficientes cómics, nos iban a cancelar. La razón por la que planeé la trama de la primera historia para que se ciñera a solo ocho entregas fue porque en la número 8 es en la que te decían si te habían cancelado si no vendías lo suficiente. Siempre he vivido en un mundo en el que eso es una posibilidad”, responde. “No puedes vivir pendiente de eso. Tienes que trabajar en lo que crees que tienes que hacer, y esperar a que encuentre a su público. Con American Gods [el libro fue un bestseller en 2001] hemos tenido suerte, ha encontrado una audiencia enorme en todo el mundo. Buenos presagios también. El número de personas que la vio es increíble. Y The Sandman no puedo esperar a que se estrene, lo que estoy viendo ahora en el rodaje es muy inspirador. Haces lo mejor que puedes hacer, no puedes hacer a la gente que llegue y vea las cosas, nunca hay una garantía de una segunda o tercera temporada, solo puedes hacerlo lo mejor que puedas y luego tener esperanza”, finaliza.

La nueva temporada de American Gods se volverá a centrar en el libro y en una de las tramas favoritas de Gaiman del mismo, localizada en un pequeño pueblo de Wisconsin en medio de un crudo y nevado invierno. Ahí su protagonista, Sombra (Ricky Whittle), tendrá que replantearse su vida tras conocer los secretos de la segunda temporada. ”Me ha gustado ver estos años a Ricky, que ha dado un paso adelante y se ha convertido en un protagonista absoluto. Ha crecido como actor y ahora proyecta una confianza y una calma que sabes lo que hace cuando está en pantalla. Hemos ido de la mano de un actor protagónico con 60 años de experiencia y hemos creado uno en la serie”, dice el escritor.

Esos 60 años de experiencia tienen el nombre de Ian McShane, que también ejerce de productor en la serie. El actor de series como Deadwood, da vida a Odín, principal dios de la mitología nórdica. “Uno de mis momentos favoritos en American Gods fue durante la promoción de la primera temporada, en aquellos tiempos antiguos que igual recuerdas en los que todo el mundo iba a sitios. Estábamos en Nueva York y volamos a Los Ángeles a la premier, y me senté junto a Ian en el avión. Durante seis horas pude hablar con él sobre actuación, sobre teatro, hablamos de cómo, cuando era un actor joven participó en la primera representación de Loot de Joe Orton. Una de las cosas de las que me di cuenta es que Ian McShane encarna a la actuación inglesa, es un tesoro nacional, y cuando le das un papel como este… ay, hubiese sido tan sencillo haberlo hecho sin sentido del humor, sin encanto, y aun así Ian le da al papel un encanto pícaro que le deja, literalmente, salir indemne de ser un asesino. Siempre le darías una segunda oportunidad, porque amas pasar tiempo con él cuando está en la pantalla, y eso es siempre una delicia”.


El Pais. Sábado 9 de enero de 2021


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