Cuando en 1945 los nazis invocaron a una criatura infernal que les ayudara a ganar la II Guerra Mundial, un niño-demonio surgió de una bola de fuego en las ruinas de una iglesia inglesa. Pero cayó en las filas aliadas, recibió el nombre de Hellboy y fue criado en una base aérea por el profesor Bruttenholm. Pesa 160 kilos, mide más de dos metros y le gustan el escritor John Steinbeck y el músico Tom Waits. Odia a los nazis. En 1952 la ONU le concede el estatus de ser humano y entra a formar parte del equipo de la Agencia de Defensa e Investigación Paranormal, donde se convierte en el mejor agente frente a hombres lobo, vampiros, monstruos y alienígenas. Pero, muy a su pesar, también le persigue su oscura naturaleza: fue convocado para sembrar el caos en la Tierra y dispone de una mano de piedra capaz de causar su destrucción.
Creado en 1993 por Mike Mignola (Berkeley. California, 1960), Hellboy se ha convertido en uno de los cómics estadounidenses actuales de mayor éxito, gracias a su excelente dibujo, a su magistral dominio de las luces y las sombras, y a una ambientación gótica inspirada en el folclor mundial, en los grabados de Durero y en la literatura de Blake, Poe y Lovecraft, muchas de cuyas citas son introducidas con frecuencia por el autor en el relato de sus aventuras.
El Pais, 2005
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