viernes, 24 de febrero de 2017

Olor sepiado



El Olor es la araña invisible que toma al asalto, silenciosamente, los cuarteles desguarnecidos de nuestra memoria. El paso del tiempo procura esta especie de memoria en salazón que es el olor. La literatura, los libros, siempre han gozado de un olor sagrado que luego, con el paso de los años, se convierte en el más íntimo y preciado de los tesoros. La literatura modesta de los tebeos también participa de esa gloria sentimental del olor. De ahí el título, evocador y brumoso, que José María Conget ha escogido para su libro: El olor de los tebeos, que publican al alimón la editorial Pre-Textos y la Diputación de Sevilla.

Hemos llamado con cariño literatura modesta al universo sepiado de los tebeos. Hay que recordar que la modestia es el orgullo que entra por la puerta de servicio, como dice el ácido Jules Renard. Cognet muestra con orgullo su memoria sentimental de lector, apareada entre libros y tebeos, a partes iguales, sin exclusiones, lo que prueba que a veces son los lectores los que salvan la literatura del engolamiento de los escritores. En estos ensayos, que aparecieron algunos en diversas revistas y suplementos culturales, Conget afirma haber disfrutado con los comics de toda la nacionalidad y escuela (americana y franco-belga sobre todo, también los muchos tebeos españoles). Viñeta personal de la memoria, El olor de los tebeos no defraudará nuestras nostalgias más preciadas.

Publicado en la revista Mercurio. Septiembre 2004


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