El autor invirtió tres años y medio en un álbum pictórico que ahonda en las trampas de la memoria
Un novísimo a los pies de un clásico
TEREIXA CONSTENLA Madrid 31 OCT 2013
Miguelanxo Prado, en su estudio de Sada. / GABRIEL TIZÓN
Miguelanxo Prado (A Coruña, 1958) tiene larga carrera, muchos reconocimientos como autor de cómics (en Angulema, en Barcelona...) e incluso la admiración rotunda de Steven Spielberg. Esta mañana añadió uno más: el Premio Nacional de Cómic 2012 por su obra Ardalén. El álbum, que ha sido publicado en gallego por El patito editorial y en castellano por Norma, es un fiel ejemplo de su estilo: la historia se mueve en la nebulosa entre lo mágico y lo real; el trazo es más pintura que dibujo. Para culminar las 256 páginas de este, el autor empleó tres años y medio. "El cómic es un lenguaje muy lento. No hay atajos. Siempre hay una hoja en blanco en la que tienes que ir viñeta a viñeta. En este trabajé a buen ritmo, creo que si lo hubiera hecho con menos años de experiencia habría tardado el doble", cuenta por teléfono poco después de recibir la noticia de su galardón desde una casa rural de Segovia, donde pasa unos días de vacaciones.
El fallo del jurado le alegró, pero su reflexión inmediata es sobre lo colectivo y no lo individual. "El premio está siendo muy eficaz porque mucha gente ha empezado a darse cuenta de que se pueden abordar muchos temas". "Aunque en España la relación con el cómic no se ha normalizado como en otros países como Francia o Bélgica, donde lo lee desde el ministro de Cultura al repartidor de supermercado, el premio ha ayudado a cambiar la visión que había", añade.
Página de 'Ardalén', de Miguelanxo Prado.
Los protagonistas de Ardalén son Sabela, una mujer un tanto en crisis que comienza a rastrear los orígenes de su familia, marcada por la desaparición de un abuelo emigrante, y Fidel, un mayor solitario que podría atesorar valiosos recuerdos para esa búsqueda. Entre ambos surge una relación que, como ocurre a menudo en las obras de Prado, avanza en diferentes caminos: uno mágico y otro pegado a la realidad. El jurado destacó el carácter poético de su obra, que mezcla la realidad con el sueño, la memoria y el olvido, y su maestría técnica en el uso del color. El premio, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, está dotado con 20.000 euros
Viñetas de 'Ardalén', de Miguelanxo Prado.
Prado obtuvo un gran reconocimiento internacional con álbumes como Quotidianía delirante (1987) y Trazo de tiza (1992). Ambos están incluidos en 1001 cómics que hay que leer antes de morir, editado en España por Grijalbo. Aunque como todas las selecciones es arbitraria, no es baladí que Prado haya sido el único español con dos obras incluido en este volumen que aspira a fijar el canon mundial del cómic. Comenzó su trayectoria en revistas como Creepy, Comix Internacional y Zona84. En 1985 publicó Fragmentos da Enciclopedia Délfica, su primer álbum en solitario, al que seguiría Stratos en 1987, y la serie Quotidiania Delirante se publicó en la revista satírica El Jueves. Trabajó para la Televisión Galega creando el personaje Xabarín y todos los personajes de la serie Os vixíantes do Camiño. En 2003 publicó junto al guionista de Sandman, Neil Gaiman, en el libro colectivo Noches eternas. Desde 1998 dirige el salón del cómic Viñetas desde o Atlántico.
Gemma Sesar, directora de El patito editorial, destaca de él su profesionalidad ("siempre cumple") y su sencillez a pesar de su éxito: "Fue jefe de dibujantes de la serie Men in black, trabajó con Spielberg y, a pesar de que se lo pidieron, no quiso quedarse". Durante cuatro temporadas, entre 1997 y 2001, creó algo más de 1.700 personajes entre humanos y alienígenas para esta serie de animación.
Hace poco volvió a lo audiovisual con una película, De profundis, un filme de animación silente protagonizado por un pintor que sueña con ser marino y una intérprete de chelo que viven en mitad del mar (de nuevo el mar, sus criaturas fantásticas y el universo onírico), con una banda sonora de la Orquesta Sinfónica de Galicia y que luego se trasladó al cómic. Su obra ha sido traducida a 14 idiomas. Y Ardalén ha sido el primer álbum que ha salido al mercado simultáneamente en gallego, idioma en el que el autor hace la primera versión, y en castellano (él mismo se traduce y se "reescribe").
El Pais 31.10.13
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