jueves, 12 de septiembre de 2013

Mundo independiente: El efecto Image



Escrito por: Enrique Rios el día 10 septiembre, 2013    


Image Comics, querida por muchos, odiada por demasiados. Ahora mismo está en la cresta de la ola gracias a la indudable calidad de series tan punteras como Saga, Fatale, The Manhattan Projects, The Walking Dead, etc. Es muy difícil encontrar críticas negativas a la nueva política editorial de Image. Sin embargo, no siempre fue así. Cuando Image nació también estaba en lo más alto, pero por una cabeceras – muchas de ellas de dudosa calidad – que centraban su atención única y exclusivamente en el apartado gráfico. Las críticas no las acompañaron, aunque las ventas eran absolutamente espectaculares. Seguramente estábamos ante un caso de editorial que daba a los lectores lo que pedían, sin darse cuenta de que lo que éstos solicitaban no era exactamente lo que ellos querían; de manera que tras las consiguiente hecatombe, Image Comics inició una evolución que continúa hoy en día. Empezó en lo más alto, cayó a lo más bajo, y ahora vuelve a saborear las mieles del éxito… Ese es el resumen de la vida de Image. Nosotros vamos a ir más allá y hoy os explicaremos cómo se creó y cómo fueron esos primeros años de la casa de Los muertos vivientes







Los primeros años de Image
Todo iba miel sobre hojuelas… Pero la gente empezó a leerse esos tebeos y las críticas no se hicieron esperar. Algunas fueron malintencionadas, realizadas por autores y editores de la competencia. Otras eran comprensibles dado lo que sucedía en el primer episodio de Youngblood. No obstante, una de las cosas que más daño hizo a Image en los primeros días fue la inexperiencia como editores de los fundadores. Publicitaban tebeos que nunca veían la luz, o lo hacían muy tarde. Y desde inicios del siglo XX, los tebeos salían a la luz con puntualidad británica. Los retrasos eran un nuevo concepto que tardaría años en ser aceptado por los lectores. Para corregir este error, los chicos de Image contrataron a Larry Marder como director ejecutivo.
El primer año de Image fue una locura. Image cambió la forma de publicar tebeos, tanto en su organización como en el resultado final, es decir, Image llevó a un nivel nunca visto la libertad creativa y el respeto económico hacia los creadores. Pero a la hora de publicar, iniciaron una política que incluía papel de calidad, portadas múltiples, portadas con efectos especiales, etc. Cualquier triquiñuela era válida para vender los tebeos por su portada. Y sus principales competidores (DC y Marvel), copiaron esto último. Además, nacieron otras editoriales que intentaron emular a Image. Además de estas, casi todas las existentes crearon sus propios universos superheroicos para aumentar sus ventas. Image había abierto una caja de Pandora que más adelante se vería acrecentada cuando en DC Comics decidieron matar a Superman. A partir de ahí los años noventa se convirtieron en millones de tebeos de superhéroes, la mayoría de ellos de nuevo cuño, con portadas múltiples y con todo tipo de efectos, y… con todo superhéroe falleciendo en una nueva era de oscuridad. Lo que “molaba” eran las grandes pistolas y los cuerpos con músculos que no existen en la realidad… y la sangre… mucha sangre…
El mercado no podía aguantar todo eso y ya en 1993 empezó la caída, pero no tanto para Image. Lo cierto es que la editorial que hoy tratamos fue fundada por siete estrellas. Las colecciones punteras – sobre todo Spawn, que permaneció eones en lo más alto de las listas de ventas – se mantenían con salud, si bien perdieron lectores con el tiempo. Fueron los otros universos los que perdieron la batalla… ¿O no? Pues no. En 1996, Rob Liefeld y Jim Lee volvieron por un tiempo limitado a Marvel bajo unas condiciones envidiables (sueldo astronómico y total libertad creativa). En 1997, Rob Liefeld se fue de Image para fundar su propia editorial: Awesome Comics. Y ya el 27 de agosto de 1998, Jim Lee vendió su editorial a DC Comics. Image nació de una manera espectacular, pero en unos seis años peligraba su propia existencia.

Spawn fue la bandera de Image durante muchos años.



La evolución de Image

Ya en 1998, las colecciones no llegaban ni por asomo a los 100.000 ejemplares (ni las de Image ni las de nadie), y en Image se inició un camino que dura hasta nuestros días: se dio el salto al cómic indie, que no independiente. Los términos aquí son complicados, ya que independiente sería cualquier editorial no mainstream (explicándolo muy resumidamente) pero indie hace referencia a aquellos tebeos de autores de editoriales independientes que se alejan de lo que se publica en las dos grandes (también explicación rápida). Empezaron a llegar talentos como Robert Kirkman y Brian Michael Bendis y el mundo siguió girando.
Estos últimos años de Image se caracteriza por la simbiosis. Una constante desde antes de la formación de Image es el éxodo de autores. En 1986, John Byrne se marchó a DC Comics y relanzó Superman, con un éxito equiparable al nacimiento de Image. Batman Año Uno es obra de Frank Miller, quien se había hecho famoso por su trabajo en Daredevil. Los Jóvenes Titanes y Crisis en tierras infinitas triunfaban gracias a un Marv Wolfman que estaba en su mejor momento, pero, mira por donde, Wolfman abandonó Marvel Comics en 1980 tras una discusión. DC no triunfó en los 80 únicamente por el desembarco de autores británicos, también robó autores a Marvel. Ya en los años 90, los autores que fundaron Image vinieron de Marvel, como recién acabamos de explicar… Sin embargo, a mediados de los 90, los implicados se empezaron a mover de una casa a otra con una facilidad pasmosa. Aquí tenéis unos cuantos ejemplos, que ya hice un artículo sobre el tema y no es cuestión de repetirse…
Los sospechosos habituales
Ahora hagamos un rápido vistazo a las personas más importantes de la Image de sus primeros años:
De izquierda a derecha, arriba: Erik Larsen, Rob Liefeld, Todd McFarlane y Marc Silvestri. Abajo: Whilce Portacio, Jim Lee y Jim Valentino.



Erik Jon Larsen:
Debutó en 1983 dentro del circuito independiente con un cómic titulado Megaton, y en 1987 se pasó a las dos grandes con un ejemplar de Secret Origins (DC Comics) y otro de The Amazing Spider-Man (Marvel) que se publicaron el mismo mes. En aquellos primeros años, la casa de Superman tentó con más fuerza a Larsen, pues le encargaron los lápices de The Outsiders y Doom Patrol. Sin embargo, Larsen despuntó realmente en la Casa de las Ideas cuando se convirtió en el sustituto de McFarlane en The Amazing Spider-Man. Su problema fue evidente. McFarlane estaba de moda, mucho. Las comparaciones entre uno y otro hicieron que Larsen obtuviese una etiqueta de segundón, que no tardaría en quitarse ya que su estilo era tan personal que no era comparable al de su compañero. Ya en Image, Larsen publicó The Savage Dragon, una de las pocas colecciones que continúan al pie del cañón desde el primer día. Actualmente, esta colección se acerca al número 200.
Jim Lee:
En 1987, Jim Lee debutó en las páginas de Alpha Flight #51 y a partir de ahí empezó una meteórica carrera dentro de Marvel que supuso su paso por series tan importantes como The Punisher War Journal y Uncanny X-Men. Jim Lee fue el elegido para dibujar otra cabecera de la Patrulla X que se dio a conocer simplemente como X-Men. Como ya hemos dicho antes, ese ejemplar vendió unos 8 millones de ejemplares. Ya en Image, Lee creó los WildC.A.T.S. y un universo entero de personajes – perteneciente al sello WildStorm Studios – que posteriormente vendería a DC Comics. Aun así, no perdió el contacto con sus personajes ya que continuó dirigiendo el Universo WildStorm hasta su reciente fusión con el Universo DC tradicional. Los lápices de Lee son unos de los más cotizados del mundo, lo cual explica que cada vez que dibuja una serie, ésta entra de repente en el Top #10 de ventas, si no lidera en el primer puesto…
Todd McFarlane:
Debutó en una serie de Eclipse llamada Coyote en 1985, pero casi de manera inmediata se convirtió en el dibujante regular de Infinity Inc., donde fue creciendo como artista y fue evolucionando progresivamente de artista convencional a dibujante único. En 1988 dio el salto a Marvel Comics, donde primero se encargaría de ilustrar The Incredible Hulk y, más adelante, The Amazing Spider-man. Fue en esta colección donde McFarlane se transformó en el hombre del momento, convirtiéndose en el dibujante icónico del hombre araña. Tanto es así que en 1991 se convirtió en el autor completo de Spider-man, donde pudo dar rienda suelta a todas sus rallas sin limitación de tinta… Ese tebeo se convirtió en un éxito de ventas y anticipó lo que sucedería tras su marcha, y es que su colección en Image, por todos conocida como Spawn, fue la bandera de Image durante muchos años. Para bien o para mal, McFarlane acabó dejando sus dotes artísticas en los tebeos para dedicarse a controlar sus creaciones y potenciar su línea de figuras articuladas, un producto que también revolucionó tras la creación de Image.
Whilce Portacio:
Inicialmente lo pudimos ver como entintador de Alien Legion y de la famosa miniserie de Longshot de 1985. A partir de ahí, Portacio se convirtió en un entintador estrella, embelleciendo lápices en Alpha Fligh, Uncanny X-Men y muchas otras cabeceras hasta que finalmente se convirtió en el dibujante de The Punisher. Después dio el salto a X-Factor y finalmente se convirtió en el sustituto regular (porque hubieron sustitutos de relleno antes de él) de Jim Lee en Uncanny X-Men. De hecho, si no fuese por su trabajo de entintador, las biografías de ambos dibujantes serían muy similares. Ya en Image, Portacio creó Wetworks y ayudó a desarrollar los estudios WildStorm, pero a mediados de los noventa marchó a Filipinas para enseñar a una nueva generación de artistas. Aun así, fue publicando en todo tipo de editoriales. Ya en 2006 volvió a los tebeos mainstream con Batman Confidencial, y a los independientes con una nueva versión de Wetworks.
Marc Silvestri:
Aun a riesgo de sonar repetitivo, he de decir que Silvestri saltó a la fama gracias a Uncanny X-Men, si bien inició su carrera en 1981 en antologías de DC como Ghosts o House of Secrets. En Marvel fue saltando de una colección a otra, pasando por King Conan, Web of Spider-Man o X-Factor antes de encargarse de la más importante de las colecciones de mutantes. En Image, Silvestri lanzó Cyberforce, un título que debutó con unas ventas de 850.000 copias y que permitió que el lanzamiento de su sello, Top Cow Studios, fuese todo un éxito, sobre todo a partir de la aparición de Witchblade y Darkness, dos títulos que actualmente siguen siendo dos joyas que aún brillan en Image. A mediados de los noventa, Silvestri se mudó, con su estudio, a Hollywood. Y más adelante convirtió Witchblade en una serie de televisión. Actualmente se encarga de la última versión de Cyberforce, además de dirigir su sello.
Jim Valentino:
Valentino es el autor más independiente de todos los citados hasta ahora, pues inició su carrera en 1984 en el noveno arte escribiendo y dibujando Normalman para Aardvark-Vanaheim. No se prodigó tanto como sus compañeros y publicó trabajos menores hasta que en 1990 se convirtió en el autor completo de Guardians of the Galaxy. Cuando anunció su marcha a Image, Valentino fue fulminantemente despedido de esta serie, de manera que no le quedó otra que triunfar en su propia editorial. El autor inició su aventura en Image con ShadowHawk y debutó con cerca de medio millón de copias vendidas. A partir de 1999 disminuyó su participación en los cómics porque se convirtió en una especie de editor de Image. De hecho, fue él quien trajo a Brian Michael Bendis a esa casa. En 2004, volvió a sus labores tradicionales, pero sin una línea clara de publicación. Suele escribir y dibujar lo que le apetece.
Rob Liefeld:
Como buen autor independiente, Liefel debutó en 1987 en Dark Horse Comics con una historia corta escrita y dibujada por él, que podéis encontrar en Boris the Bear #6. Después fue ocupándose de trabajos menores hasta que se convirtió en toda una sensación con la publicación en 1988 de una miniserie de Halcón y Paloma. Marvel vio el futuro en aquellos cómics y rápidamente robó Liefeld a DC para que se encargarse, entre otras cosas, de X-Factor y The New Mutants, serie que Liefeld acabaría transformando en X-Force, una inolvidable cabecera donde asumiría funciones de dibujante y guionista. Ya en 1992, Liefeld dio el pistoletazo de salida en Image con la publicación de Youngblood y creó todo un universo que después se llevaría a otra editorial de creación propia. Inexplicablemente, porque sus tebeos son de una calidad envidiable (léase lo anterior en tono irónico), con el paso de los años, Liefeld se ha convertido en un artista criticado por casi todos y que ya no vende tanto como antes. En 2005 empezó a tontear con DC Comics y en el nuevo relanzamiento llegó a ocuparse de varias series, hasta que dejó esta casa por discrepancias editoriales. Afortunadamente, Liefeld siempre tendrá su lugar en el mundo independiente.
Reflexiones
Ya para finalizar, os incluyo algunas reflexiones sueltas sobre el asunto extraídas de Image Comics: The Road to Independence de George Khoury.
Uno de los factores que permitieron el éxito de Image y la proliferación de editoriales independientes fue la creación del sistema de distribución en librerías especializadas ya que éstas conseguían tebeos mucho más baratos (por lo tanto tenían más margen de beneficios) a cambio de no poder devolverlos, cosa que no sucedía con anterioridad. Eso suponía que los vendedores eran los que realmente asumían los riesgos, por lo que la crisis de los 90 se debió en gran parte a que se pidieron muchos más tebeos de los que realmente se vendieron… Aún quedan muchas tiendas que no saben qué hacer con esos grandes “éxitos” de venta… Según Steve Milo (fundador de una de las tiendas más grandes de los noventa, “ellos podían entrar en el mercado sin el sistema de devolución, lo cual suponía un riesgo muy bajo, y podían arriesgarse más en lo que ofrecían. Así que no tenían que preocuparse en sacar productos mainstream. Podían tomar riesgos. Y esto creó una especia de revolución creativa, y realmente abrió más oportunidades para el nuevo talento que anteriormente había estado restringido por DC y Marvel“.
El boom especulativo posiblemente se inició con la Batmania tras la película de Batman de Tim Burton. Los tebeos llamaron la atención de gente que no los leían y finalmente fueron tratados como cartas coleccionables. Ese fue un factor determinante a la hora de solicitar tebeos de Image, además de los grandes nombres implicados. Según Milo, “realmente pensaba que Image iba a ser una gran triunfadora porque estaba muy ligada a Marvel. Había un método Marvel por aquel entonces, y desde el punto de vista de la creatividad, ese era el camino a seguir…. Creo que vendimos 40.000 ejemplares de Youngblood, 50.000 de Spawn y entre 30.000 y 40.000 de WildC.A.T.s . Ésta había aparecido más tarde. Se empezaron a disolver por sí mismos, así que los tebeos iniciales tuvieron mejores ventas porque no habían tantos de ellos cuando salieron“.
¿Era algo bueno? Según Steve Geppi, fundador de Diamond Comics, sí. “El momento era bueno. Era un tiempo innovador. Y creo que marcaron tendencia, y creo que aprendieron algunas lecciones por el camino, y gente como Todd y Jim Lee mantuvieron un buen sistema de negocios e hicieron unos cuantos aciertos por sí mismos cuando vieron que no se podía seguir por el mismo camino… Era una especie de Renacimiento. Incluso puedes, con todo el respeto, compararlo a la Marvel de 1962. De repente el mercado se vio convulsionado. Nuevas cosas estaban sucediendo. Podía haber un tebeo independiente vendiendo grandes cantidades de comics y eso era, muy, muy, muy…. era genial para la industria. Como dije, el problema fue que cuando colapsó esto no se había construido en una base sólida, pero la calidad de los títulos se mantuvo, y la calidad de los creadores se mantuvo. Y creo que expandió el mercado. Estoy seguro que DC y Marvel no estaban felices en aquel tiempo. Sobre todo Marvel“.
Poco después de la creación de Image, Marvel y DC hicieron de todo para mantenerse en la cresta de la ola, provocando un aumento de la especulación con trucos cuestionables, como los de la competencia. ¿Cuando se empezó a derrumbar el mercado de los cómics? Según Chuck Rozanski, “incluso te puedo dar una fecha, fue el 25 de abril de 1993. Ese fue el día en que se vendió el tebeo en el que volvía Superman. (…) Aquellos tebeos fueron el beso de la muerte. Cualquiera que pidiese más de los que vendía tuvo pérdidas porque en efecto estabas invirtiendo en tebeos en los que pagabas un dolar o más por tebeos que, un años después, (…) valdrían cinco centavos, si llegaba. Así que cuando inviertes en un negocio del que obtienes un 95 % de pérdidas ya sea en esta o cualquier otra industria (…) estás jodido. Y el motivo por el que estoy aquí hablando contigo es porque nosotros pedimos a nuestros clientes que nos pagasen por adelantado. No aceptábamos pedidos de nadie a no ser que tuviésemos su número de targeta en nuestros archivos, y eso nos salvó“.

Fuente:

http://www.zonanegativa.com/?p=69044


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