sábado, 14 de septiembre de 2013

Los ilustradores responden

Por: Virginia Collera | 10 de septiembre de 2013

A life in illustration_press_Jan Van Der Veken

¿Cómo trabajan los ilustradores hoy? ¿Para quién y en qué formatos? ¿Cómo se llevan arte y comercio? ¿Qué salidas profesionales hay? ¿Quiénes son los consagrados y cuáles son las historias de su éxito? Y, ya que nos ponemos, ¿qué entendemos por ilustración?
Estas son algunas de las preguntas que plantea A Life in Illustration (Gestalten), un libro que repasa las trayectorias de 23 profesionales de la ilustración, un área en continua expansión pues “la ilustración ya no es solo ilustración”. Hoy los ilustradores firman libros infantiles y novelas gráficas, organizan la información mediante infografías, diseñan logotipos, fuentes y otras aplicaciones tipográficas, revistas, periódicos, desarrollan sus propios productos…
Ante todas esas preguntas, ¿qué responden los ilustradores?




Andrea Ventura
Milán, 1968. Vive en Alemania. En la profesión desde 1992. Principales clientes: The New Yorker, the New York Times, Rolling Stone, AD, Newsweek, Rizzoli.
Con frecuencia, los clientes le piden que utilice colores más vivos y reduzca el contraste, dice. Esperan, sobre todo en el caso de gente famosa, que sus retratos suavicen e idealicen a la persona en lugar de exagerar o extraer detalles poco halagadores. Sin embargo, Ventura no pinta para complacer ni para conseguir la aprobación de su trabajo. Las trabas y rechazos iniciales hace tiempo que quedaron atrás. “Quizás se trata de una especie de inclinación personal. Pero pinto así, instintivamente, de una forma sucia, densa y oscura, demasiado oscura, supongo, para que guste a clientes como empresas o agencias de publicidad”.

 
Jonathan Burton
Nottingham, 1972. Vive en Francia. En la profesión desde el año 2000. Principales clientes: Folio Society, Penguin Books, Asset International, the New York Times.
“En caso de los libros, hay ciertas escenas que se salen de la página y que creo que necesitan ser ilustradas. Cuando se trata de ilustración editorial, siempre trato de reducir el texto a una frase o un tema para llegar a la idea. Creo que lo mejor es trabajar a partir de un lugar en el que se esté abierto a cualquier posibilidad, y para eso necesito un punto de partida sencillo que me permita empezar a trabajar. Un ilustrador se arriesga a ser un esclavo del texto, a que lo que prime sea el contenido. La mejor ilustración tiene el equilibrio adecuado entre imaginación y contexto. Recuerdo que un tutor me decía: ‘no ilustres, ilumina”.





Francesco Franchi
Milán, 1982. Vive en Italia. En la profesión desde 2002. Principales clientes: trabaja en Il Sole 24 Ore.
Franchi asegura que su interés por la visualización de datos proviene de su padre, diseñador de automóviles para Alfa. “Siempre he preferido hacer un esquema a escribir”. En 2004 Franchi terminó diseño industrial en el Politecnico di Milano y se fue al Reino Unido con una beca Erasmus para asistir a clases de diseño gráfico en la London Metropolitan University. Cuando volvió a Italia, empezó a trabajar en una tesis sobre la importancia del lenguaje gráfico en el contenido periodístico que llamó la atención de los responsables del diario Il Sole 24 Ore. Lo contrataron para dar forma al suplemento  Intelligence in Lifestyle y desde 2008 es el director de arte de la cabecera. “Las audiencias cultivadas valorarán el esfuerzo del diseñador por presentar contenidos complejos con ilustraciones concebidas con sutileza. Creo que subestimar al lector evitando la complejidad es una mala idea”.



 
Catalina Estrada
Medellín, 1974. Vive en España. En la profesión desde 2006. Principales clientes: Paul Smith, Coca Cola, Nike, Camper, Paulo Coelho, Microsoft, Levis.
Estrada se instaló en Barcelona en 1999 –tenía 26 años- y, durante tres años, se especializó en litografía. Quería encontrar su sitio en el mundo del arte pero el sector no veía con buenos ojos su trabajo: imágenes de flores de vibrantes colores. “Intenté ganarme la vida sin mucho éxito. La escena artística de Barcelona era totalmente abstracta en esa época y mi trabajo era demasiado figurativo”. Decepcionada, Estrada recurrió al diseño gráfico para pagar el alquiler. Fue una constante autopromoción la que le consiguió suculentos encargos. “Escribí a montones de revistas, blogs, etc., tratando de que mi trabajo se publicase, se difundiese. Y empecé a recibir encargos de clientes que jamás hubiera imaginado pidiéndome que participase en sus proyectos empleando mi propio estilo”.




 
Alex Trochut
Barcelona, 1981. Vive entre España y Estados Unidos. En la profesión desde 2001. Principales clientes: Absolut, Adidas, Arcade Fire, Converse, British Airways.
Trochut no ha parado de trabajar desde el día que decidió ponerse por cuenta. “Creo que si tienes un porfolio interesante online no será demasiado difícil recibir encargos. Es un gran momento. No estaría trabajando si no fuera por internet y todas las oportunidades que nos ha brindado. Hace diez años probablemente hubiera tenido que estar sentado en un estudio haciendo cosas que no me gustaban”. En estos momentos, el cincuenta por ciento de los clientes de Trochut están en Estados Unidos, aunque el porcentaje fluctúa constantemente. El catalán tiene varios agentes que lo representan en Estados Unidos, Reino Unido, España y Francia. “[…] Creo que es muy positivo trabajar con un agente porque establece las mejores condiciones, tanto para el artista como para el cliente”.
A Life in Illustration está editado por Gestalten.


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