La profecía siempre está allí, como las aguas de un negro secreto. Por lo general, se ocultan en profundidades desconocidas.
Buscas con desesperación el aire fresco del exterior. Pero sólo encuentras un aire reseco que abrasa tu garganta. El agua y la sed; el frío y el calor. Cuando buscas una voz solo encuentras un silencio profundo. Pero cuando buscas el silencio, sólo encuentras una voz que te va repitiendo incesantemente la profecía. Tu corazón es como un gran río crecido tras un largo periodo de lluvias “sí, justo. Ese es mi corazón”
Del libro "Kafka en la orilla" de Hakura Murakami, Tusquests Editores.
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