"Llevar luz donde hay oscuridad,
y el ojo se abrió y el dios vio al elegido
en el espejo y tuvo que mostrarse furioso
al no saber si elegir a la forma o a su reflejo".
Delius Shabarat.
Inscripción del Templo erigido a Hercules en Roma en el Año 108 a. C.
Resulta dificil creer en las casualidades, y es este un claro ejemplo de ello, al menos para mi. Llevaba tiempo esperando ver la última película del Estudio Ghibli, un referente mundial para la animación, o simplemente un ejemplo claro y contundente de como hacer buen cine.
Como decía, esperaba con ansiedad esta película, y lo que me encontré, fue imagenes que ya estabamos preparando en nuestra historieta. La pelicula no es nuestra historieta, pero encontrar en un film elementos comunes a nuestro trabajo me producía una convulsa sensación en el estómago. Los fotogramas muestran inconfundibles el Ojo de Melkart que lucen las pequeñas embarcaciones en el Mediterraneo desde hace más de 2000 años, desde que los fenicios extendieron el comercio más allá de las Columnas de Hercules. La llegada en barco a la costa, la persecución y posterior salvamento. El puerto en plena efervescencia. Ha sido edificante. Tambien hay que tener en cuenta que la película se basa en las novelas de una autora, Ursula K. Le Guin, practicamente a la altura de J.R.R. Tolkien, aunque jamás he leido nada suyo.
Solucionados unos problemas técnicos, continuaremos, o eso espero, con la vida de este blog.
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