martes, 22 de diciembre de 2020

Pongamos que 'flaneo' por Madrid…

El guionista El Torres y el dibujante Alberto Belmonte unen sus talentos para recrear en las páginas de un cómic una historia protagonizada por Benito Pérez Galdós


JOSÉ LUIS VIDAL

16 Diciembre, 2020 




Y lo hacen para completar la trilogía de la G, que comenzó con El fantasma de Gaudí, continuó con Goya, lo sublime, terrible y culmina con este Galdós y la miseria. Thriller, terror en los dos primeros y, finalmente, costumbrismo en ese Madrid que durante tantas noches el universal autor pateó (o flaneó), recorriendo sus rincones más desconocidos.

Pero esta historia comienza justamente cerca del final de su existencia, cuando un anciano Galdós, ciego ya, es homenajeado con la inauguración de una estatua que reposa desde entonces en el parque del Retiro madrileño. Allí se darán cita los principales personajes de la trama, que muy acertadamente, junto al propio literato, parecen sacados con precisión quirúrgica de alguna de sus famosas novelas.

Además de aquellos que le jalean y aplauden, que no eran pocos, también se encuentran en el lugar algunos tipos a los que le repugna no solo su obra literaria, sino su posicionamiento político y anticlericalismo. Uno de ellos es el vástago de una adinerada familia, los Botines, que van a jugar un papel muy importante en el argumento, convirtiéndose en los auténticos villanos del relato.

Pedro Botines se burla e insulta al anciano escritor, y se muestra asqueado cuando reconoce entre los acompañantes de Galdós a una joven, Elena, a la que parece conocer y odiar a partes a iguales.Esa noche, el destino de ambos quedará firmado a los pies de la estatua del insigne literato.

Retrocederemos en el tiempo algunos años, concretamente hasta 1913, momento en el Galdós, que comienza a perder la visión y se encuentra más acuciado que nunca por las deudas, tiene ensoñaciones que lo llevan a momentos de su pasado que han quedado grabados en su memoria.

Al borde de la depresión, los halagos de sus seguidores en las tertulias a las que acude de poco o nada le sirven para levantar el ánimo. Tan sólo la casualidad hará que, en uno de sus flaneos por la capital madrileña, se tope, tropiece con la joven Elena Menaique que, por una serie de circunstancias que vamos a ir conociendo poco a poco, se ha visto obligada a ejercer la mendicidad.

Pero esa no es la primera vez que Galdós y la muchacha cruzaron algunas frases, y dicho recuerdo hará que a partir de ese momento, ella sea adoptada y desde entonces ocupe un lugar importante en el devenir del escritor, con el que no solo compartirá animadas tertulias, sino al que también confesará los oscuros hechos que la sumergieron en el mundo de la pobreza más extrema. Son muchos y terribles los secretos que ella guarda, y que señalan directamente hacia los Botines, y en especial al odioso Pedro, al que veremos tratar con desprecio a su propia esposa, Rosa, que pasa las solitarias horas sumergida en la lectura de, curiosamente, varias obras del propio Galdós.

Nos encontramos ante una obra que se mete de lleno en el mundo galdosiano. Sin pretender en ningún momento convertirse en una mera biografía, transforma al autor en un personaje más de ese género, el realismo, que él cultivo con tanto talento.

Para ello, el guionista El Torres, como él mismo confiesa en entrevistas, se ha sumergido en infinidad de biografías del autor, así como en su vasta producción literaria, hecho que se puede constatar por las numerosas y sutiles pinceladas que de la vida del autor vamos a poder encontrar a lo largo del argumento.

El Torres también ha imitado, en la medida de lo posible, esos paseos a los que Galdós estaba tan habituado, y aunque la ciudad de Madrid ya no es la misma, el espíritu de esa ya lejana época se encuentra presente en las páginas y viñetas de este magnífico cómic.

Y buena parte de culpa la tiene el jerezano Alberto Belmonte, que ha ilustrado con maestría el guion de su primer trabajo largo en el mundo de la historieta, obteniendo un sobresaliente por su labor de caracterización no sólo de los personajes, sino de los numerosos, y diferentes, ambientes en los que los protagonistas se encuentran, narrando gráficamente con soltura un argumento que se aleja de la mayoría de obra firmadas por El Torres, más centradas en el género de terror.

Versátil como pocos, Belmonte nos lleva a ese Madrid, y no lo hace solamente con su trazo, sino que el color que imprime a los diferentes ambientes se convierte en un personaje más de la apasionante trama, que nos va llevando del presente de la obra a momentos del pasado en los que iremos comprendiendo por qué a la joven Elena la apodan La Miserias…


Malaga Hoy



Orgullo y perjuicio

'Los laureles del César' (1992), de René Goscinny y Albert Uderzo, es el álbum número 18 de la serie 'Astérix el galo' y trata acerca de los excesos de alcohol y orgullo


GERARDO MACÍAS

16 Diciembre, 2020


'Astérix el galo: Los laureles del César'. Guion: René Goscinny. Dibujos: Albert Uderzo. Salvat, 2017.


No es una errata: cambiamos aposta el orden de las letras de la última palabra del título de la novela Orgullo y prejuicio (1813), de Jane Austen, para escribir sobre el álbum Los laureles del César (1972), número 18  de la serie Astérix el galo, de René Goscinny y Albert Uderzo.

En la antigua Grecia se entregaba una corona de olivo a los atletas vencedores en los Juegos Olímpicos. Julio César copió la idea al crear la corona de laurel que usaba él mismo. Sin embargo, la corona de laurel de Julio César no era símbolo de victoria: la llevaba por orgullo, pues, según Suetonio, tenía severos problemas de calvicie.

Los laureles del César comienza con un flashback donde Astérix y Obélix están en Roma a causa de una cena a la que Abraracúrcix es invitado en casa de su cuñado Homeopátix en Lutecia (París). Homeopátix es adorado por su hermana Karabella, pero Abraracúrcix no lo soporta. Astérix y Obélix van como escoltas. Durante la cena, un borracho Abraracúrcix, tras aguantar la arrogancia del cuñado, le ofrece un plato que ni su riqueza puede comprar: estofado condimentado con la corona de Julio César. Astérix y Obélix parten a Roma a por el laurel.

Los autores muestran la sociedad romana: el sistema de esclavitud, el sistema judicial y los bajos fondos con sus catacumbas, en un homenaje a Roma, la más prodigiosa ciudad del mundo antiguo. La casa de Cualquierus es una fiel representación del domus, aunque esos edificios tan grandes de mármol son de la época de Octavio Augusto.

Además, hay paralelismos con las actuales ciudades, su tráfico, ruido y delincuencia. Hay guiños a Andy Warhol; y al Pensador de Auguste Rodin; al Laoconte de Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas; y al Discóbolo de Mirón, representados por un esclavo; y una caricatura de Jean Richard (1921-2001), actor francés que tuvo un zoológico y un circo en París y aquí aparece como domador de fieras del Circo Máximo.

La familia de Cualquierus parodia una de la segunda mitad del sigo XX, con un patriarca empresario y su fiel esposa, una hija pija, un hijo que hace juergas a su costa y el celoso esclavo Términus. Homeopátix es un snob que quiere dinero para fanfarronear, pero es un ser vacío. Cualquierus representa la burguesía que no sabe disfrutar de lo que posee. La criada de Homeopátix representa a las españolas que durante el franquismo tuvieron que ir a servir a Francia para sobrevivir.

Uno de los detonantes de las aventuras de los galos es el orgullo, en este caso, de Abraracúrcix, aumentado por el alcohol. Sobre los perjuicios que provoca el alcohol vuelven Goscinny y Uderzo al final del álbum, cuyo leit motiv son el orgullo y el perjuicio. Obélix y Abraracúrcix borrachos crean un chiste recurrente con la expresión ferpecto, que desde 2004 forma parte del título de un film de Álex de la Iglesia.

Astérix actúa de forma muy inteligente, pero a ojos de su entorno su comportamiento es irracional: se ofrecen como esclavos, intentan hacer la vida imposible a sus amos, se dejan encarcelar por los romanos, hacen una receta explosiva contra la resaca, los definen como objetos delicados, da un emotivo discurso en contra de sí mismo y de Obélix...

En este álbum hay muy pocas expresiones en latín: Ay pater, pater! (¡Ay padre, padre!). Quo vadis? (¿Adónde vas?), pregunta hecha por el primer Papa al encontrar a Jesús mientras huía de Roma para ponerse a salvo de Nerón. Jesús responde: "Voy a ser crucificado en Roma por segunda vez, porque mis discípulos me abandonan". Pedro regresa a Roma. Sin embargo, la frase fue popularizada como título de la novela de Henryk Sienkiewicz y su versión cinematográfica protagonizada por Robert Taylor, Deborah Kerr y Peter Ustinov. Delenda Carthago (Hay que destruir Cartago) se atribuye a Catón el Viejo que, según parece, finalizaba con estas palabras sus discursos en el Senado Romano durante las Guerras Púnicas.

Los franceses René Goscinny (1926-1977) y Albert Uderzo (1927) crearon la serie Astérix el galo en 1959 para el primer número de la revista Pilote, que fundaron tras sus desavenencias con la agencia World Press por sus derechos de autor. Antes, habían trabajado los dos juntos en varias series desde 1951, pero el éxito les llega con el pequeño galo.



Malaga Hoy


La pesadilla del Murciélago

El Señor de la Noche se va a enfrentar a un nuevo enemigo tan inesperado como peligroso. Su propia memoria


JOSÉ LUIS VIDAL

10 Diciembre, 2020 


La batalla de Batman contra su némesis, el Joker, es eterna. El payaso psicópata ha ideado mil y una trampas en las que, como si de un ratón se tratara, introducir al defensor de Gotham.


Batman: Asesino de sonrisas


Guion: JeffLemire

Dibujo: Andrea Sorrentino

Tapa dura

Color

48 págs.

10,95 euros

ECC Ediciones


Afortunadamente, la preparación física, y sobre todo mental, de Bruce Wayne, ha conseguido que saliera ileso de todos estos enfrentamientos. Pero, ¿qué ocurriría si en esta ocasión el enemigo fuera él mismo, y unos oscuros recuerdos que, súbitamente, le hacen plantearse su verdadera existencia?

Huido una vez más (y van) del Asilo Arkham, Batman sigue al Joker hacia un lugar que le resulta conocido, el estudio de grabación de un programa de televisión dirigido a los más pequeños de la casa, protagonizado por una marioneta cuyo nombre se reflejaba en su propio rostro, surcado por una enorme sonrisa.

El Sr. Sonrisas se dirigía a su audiencia, retándoles a juegos, compartiendo canciones… Pero la relación que al parecer tuvo con el joven Brucie traspasaba la pantalla. Una auténtica amistad se había establecido entre la marioneta y el niño.

Y justo cuando estos recuerdos regresan, Batman abre los ojos a una nueva e impactante realidad, ya que la pelea que tenía con Joker, y que se decantaba hacia su lado, se detiene y, extrañamente, lo ha transportado a otro lugar. Un lugar que conoce y ha visitado mil y una veces para comprobar que todo iba bien en su interior, pero en esta ocasión las tornas han cambiado y su status para nada es el habitual.

Allí se encontrará con un rostro conocido, el del doctor Arnell, personaje que tuvo la mala fortuna de cruzar su camino con el de Joker, tratando de comprender su locura. Y bueno, ya sabéis lo que suele ocurrirles a los incautos que intenta acceder al caos que se esconde tras la terrorífica sonrisa del payaso, ¿no?

Esos recuerdos, hasta ahora desconocidos, arrasan a Brucen, que no los identifica como suyos, hasta que una inesperada visita los hace verdaderos. O tal vez se encuentre dentro de una trampa tan perfectamente elaborada, la definitiva, de la que debe escapar de una manera u otra…

Jeff Lemire, el guionista de moda, y Andrea Sorrentino regresan una vez más como tándem artístico a Gotham para regalarnos esta historia, spin off de la miniserie Sonrisa asesina, realizada por ambos, y siembran la duda en el lector, que se plantea si lo que hasta ahora sabíamos del protagonista, Batman, ha sido real o una mentira.

Comienza la que puede ser una de las pruebas más difíciles para el protagonista que, desprotegido, solo, y dudando de su propia memoria, se encuentra inmerso en una trama con una fuerte carga psicológica que está plasmada con maestría por Sorrentino (Green Arrow, Gideon Falls), que aprovecha el gran tamaño de este formato para regalarnos unas escenas espectaculares en su composición.


Malaga Hoy


Recuérdame

Alrededor de la historia de una vieja foto, Paco Roca nos invita a conocer su nueva obra, que acaba de llegar a las librerías, publicada por Astiberri


JOSÉ LUIS VIDAL

09 Diciembre, 2020 




La negritud más absoluta nos recibe en el prólogo de este cómic. De repente, un pequeñísimo brillo, una vida, la de una mujer, Antonia. Una puntada en ese enorme tapiz que conforma la memoria personal y colectiva, el mayor tesoro que la humanidad posee.En esta historia un objeto tiene la mayor importancia. Una instantánea, amarillenta por el paso de los años, y que muestra a un grupo familiar que, sonriente, disfruta de un día en una playa valenciana.

Pero, ¿por qué esta foto fue tan importante en la vida de esta mujer, a la cual acompañó durante toda su existencia, siempre muy cerca de ella?

Paco Roca, el autor de este cómic, Regreso al Edén, nos va a hacer pasar a través de este momento detenido en el tiempo para llevarnos a una época ya lejana, los terribles años de la posguerra en nuestro país. Época en la que la mayor parte de la población soñaba ya no con una vida mejor, sino simplemente con poder llevarse un plato de comida a la boca todos los días.

En estos años, los 40, se centra la mayor parte de la narración. Y justo ahí conoceremos a la joven Antonia, una muchacha que vive junto a sus padres, Vicente y Carmen, y sus otros cinco hermanos.

Poco a poco los iremos conociendo, tanto a los que con el tiempo se marcharon, desapareciendo de la vida de la protagonista, como a los que compartieron con ella ese singular momento en la playa de Nazaret, y cada uno tendrá su momento, su porción de recuerdo.

Pero el autor no se conformará con narrarnos las historias de estas personas, sino que con breves pinceladas nos sitúa perfectamente en una época dura, en la que la bota militar de la dictadura había acabado con las esperanzas, ilusiones, e incluso vidas de muchos españoles, que ahora, cabizbajos y silenciosos, trataban de sobrevivir a toda costa.

En aquellos grises años, las mujeres llevaban las riendas de los hogares, y veremos como Carmen, la piadosa madre de la joven Antonia, no sólo organizaba todo los referente al hogar, sino que de paso se encargaba, a su particular manera, de educar a su hija, a la que inculcó valores y creencias (muchas de ellas, supersticiones) que la acompañarían durante toda su vida.

Y hablando de mujeres, con la sutilidad a la que nos tiene acostumbrados el autor, seremos testigos también de una lacra social que por desgracia aún perdura en nuestros días: El maltrato a la mujer, que debía callar y obedecer a su marido si no quería recibir una injusta y brutal paliza.

Pero el tema más importante que se trata en este cómic es el de la memoria, el recuerdo, y como estos pueden ser acomodados, transformados en algo que tal vez no fueron, regresando a esos instantes ¿tal vez felices? una y otra vez a lo largo de nuestra existencia. Momentos que, como en los de la vieja fotografía, eran felices. O tal vez no tanto, quién sabe.

Paco Roca, como ese gran autor que es, vuelve a dar de pleno en la diana, y con esa aparente facilidad que le caracteriza como narrador, nos desgrana a través de saltos en el tiempo y los recuerdos, la historia y vida de esta mujer, Antonia.

Y lo hace demostrando, para todos aquellos que aún nos se hayan percatado de ello, de las casi infinitas posibilidades del cómic como medio narrativo, experimentando con nuevas soluciones visuales que nos introducen en una historia que no por cotidiana es menos interesante. Y todo lo que hay tras esta foto lo es, os lo puedo asegurar.

Tal como ya hizo en La casa, Paco Roca regresa al mismo formato, el apaisado, al que saca todo su partido, llevándoselo a su terreno y convirtiéndose en una herramienta narrativa más (como ya podréis comprobar en el prólogo y epílogo…).

Con un estilo de dibujo totalmente reconocible, Paco se adentra en otros terrenos gráficos para narrarnos (tal como Carmen hizo con su hija) la expulsión de Adán y Eva de ese Edén con el que Antonia soñará durante toda su vida, un lugar feliz al que regresar y que tan solo existió en su memoria.


Malaga Hoy


A estas alturas creo que es innecesario remarcar que Paco Roca es nuestro autor de cómic más internacional, poseedor de numerosos galardones por su obra, que ha sido traducida a innumerables lenguas y que, una vez más, vuelve a emocionarnos con una historia muy personal para él.


No puedo pensar en una mejor manera de recordar, siempre recordar, a esta mujer tan importante en la vida del autor. Y sobre todo realizando un ejercicio de memoria, rellenando huecos que habían permanecido en blanco y mostrándonos la verdad tras esa foto que fue tan importante en la vida de la protagonista.

domingo, 20 de diciembre de 2020

La Factoría mas Animada

 Por Victor Nuñez Jaime. Fotografía de Gorka Lejarcegi









Publicado en El Pais Semanal Nº 1.873 Domingo 19 de agosto de 2012

Mundos de fantasía

Comenzó como una parodia del género, pero 'La Mazmorra' se ha convertido en una de las mejores series fantásticas de todos los tiempos


JAVIER FERNÁNDEZ

09 Diciembre, 2020


'La mazmorra. Integral, 2'. VVAA.Norma Editorial. 404 páginas. 39,95 euros.


Dentro del cómic europeo, el género de fantasía ha dado un buen número de obras maestras, y, curiosamente, muchas de ellas han sido publicadas en nuestro idioma por Norma Editorial, así que ya saben dónde ir a pillarlas. Puestos a recomendarles algunas, se me ocurren, por ejemplo, estas cuatro: Thorgal, La búsqueda del pájaro del tiempo, Las ciudades oscuras y La Mazmorra, series que merecen figurar en cualquier biblioteca que se precie.



De Thorgal les he hablado bastante en los últimos meses, a raíz de la publicación de su reedición en formato integral (de momento, han salido cuatro imponentes volúmenes, que recopilan los primeros dieciséis álbumes de la serie). Escribe Jean Van Hamme y dibuja el estupendo Grzegorz Rosinki, creadores de este rico universo de fantasía que ha seguido creciendo sin parar. Se trata de una peculiar mezcla en la que caben la ciencia ficción, la mitología nórdica y las aventuras de vikingos, y la edición integral de Norma es una gozada, con una factura realmente linda y llena de material extra.


La búsqueda del pájaro del tiempo fue el título que nos descubrió al gran Régis Loisel, allá por los años 80 (los cuatro álbumes del ciclo original se publicaron en Francia entre 1982 y 1987). El artista se asoció con el guionista Serge Le Tendre para trazar este hermoso canto al género fantástico, habitado por truhanes, guerreros, dioses, brujos, una hechicera joven e inolvidable y un adorable bichito azul. Una obra sensual y cargada de humor a la que se sumaron, más tarde, otros cuatro tomos.


En una onda bien distinta, Las ciudades oscuras es lo que se dice un hito de la historieta mundial, fantasía conceptual en la onda de Italo Calvino o Jorge Luis Borges. Es obra de un equipo creativo en estado de gracia y con una química irrepetible: el escritor Benoit Peeters y François Schuiten, del que cabe afirmar que es uno de los mejores dibujantes que ha dado el cómic en sus más de cien años de historia. Misteriosa, sugestiva, imaginativa, sofisticada, la serie es un clásico con mayúsculas capaz de excitar al límite la imaginación y los sentidos de los lectores. Son álbumes autoconclusivos, todos sobresalientes, de modo que se puede empezar por donde se quiera.

Cierro el mini repaso con otro título genial, La Mazmorra, patio de juegos de dos genios de la talla de Joann Sfar y Lewis Trodheim, que se han acompañado en esta cabecera de otras bestias pardas de la historieta como Christophe Blain, Boulet, Alfred, Blutch, Manu Larcenet, Carlos Nine o David B. La Mazmorra comenzó como una parodia del género de fantasía, pero se ha convertido, por derecho propio, en una de las mejores (y más originales) series fantásticas de todos los tiempos. Son un buen montón de álbumes, articulados en torno a diversos ciclos argumentales, y Norma Editorial los está reeditando agrupados en unos hermosos tomos integrales de los que ya han visto la luz dos (el segundo ofrece todos los álbumes del ciclo Amanecer y los de Monstruos relacionados con él). Háganse un favor y vayan por él.


Malaga Hoy



Una nueva adaptación

JAVIER FERNÁNDEZ

09 Diciembre, 2020 


'Dune. La novela gráfica, libro 1'. VVAA. Norma Editorial. 176 págs. 25,95 euros.


Los veteranos recordarán la adaptación gráfica de Dune firmada por Ralph Macchio y Bill Sienkiewicz para Marvel en la década de 1980. No era propiamente una adaptación de la obra maestra de Frank Herbert, sino una versión gráfica de la película de David Lynch, pero estaba igualmente chula. Precisamente Sienkiewicz se encarga de dar la bienvenida con sus portadas a esta nueva adaptación, ahora sí, del material literario emprendida por dos escritores abonados a la franquicia, Brian (el hijo de) Herbert y Kevin J. Anderson. El mayor interés, en mi opinión, es el estupendo trabajo de los dibujantes vallisoletanos Raúl Allén y Patricia Martín, de quienes ya hemos podido leer virguerías como la miniserie Secret Weapons de Valian.


Malaga Hoy