sábado, 19 de diciembre de 2020

Más y más Breccia

Un tomo recoge los 13 episodios de la serie 'Buscavidas' publicados por 'Superhumor' entre 1981 y 1982, creados en los peores momentos de la dictadura de Videla


JAVIER FERNÁNDEZ

18 Noviembre, 2020 


'Buscavidas'. Carlos Trillo y Alberto Breccia. ECC. 224 páginas. 25 euros.


Hace poco les hablaba de la reedición por parte de Astiberri de algunas de las adaptaciones de Alberto Breccia en el volumen El corazón delator y otros relatos extraordinarios de E. A. Poe, y ahora les traigo noticia de hasta tres volúmenes más del genio uruguayo, dos publicados ya y uno en capilla, estos editados por ECC. El primero de ellos es Buscavidas, un título mítico para los seguidores de Breccia, fruto de la colaboración entre el dibujante y uno de esos guionistas sobresalientes que abundan en la historieta argentina, Carlos Trillo. El tomo recoge los 13 episodios de la serie publicados por la revista Superhumor entre 1981 y 1982, más el magnífico homenaje a H. G. Oesterheld titulado Caleidoscopio, que vio la luz a fines de 1984 en la revista L'Eternauta, y en el que el personaje se cruza nada menos que con los protagonistas de Mort Cinder.

Además, el libro contiene una amplísima sección de extras con los bocetos de cada una de las páginas. Viene también una interesantísima introducción de Álvaro Pons, que nos recuerda primero el encuentro entre los dos artistas en Un tal Daneri y cómo "para su siguiente colaboración, Breccia decidió ir un poco más allá: ya había experimentado con el blanco y negro puros, pero en Buscavidas los contrastes drásticos se unirían a un tratamiento del dibujo exagerado y caricaturesco, grotesco en sus excesos. Figuras deformadas casi con crueldad que se moverían sobre fondos de oscuro negro donde los blancos rasgan la perenne negritud para expresarse con visceralidad. (...) No es baladí la elección de este tratamiento gráfico: Breccia y Trillo abordan su obra (...) en los peores momentos de la dictadura argentina de Videla. (...) Y el Buscavidas de Trillo y Breccia no podía ser ajeno: es un juntacadáveres en el estricto sentido que le dio Onetti, coleccionista de historias terribles en las que es fácil reconocer las duras narraciones de los supervivientes de las atrocidades de Videla, Viola y Galteri".

El segundo se titula Había otra vez... y lleva por subtítulo el lema El lado oscuro de los cuentos infantiles. Es otra asombrosa colaboración entre Trillo y Breccia, y aquí el protagonista principal es el color, aplicado de nuevo a formas grotescas que subvierten el mensaje de diversos cuentos para niños: Hansel y Gretel (publicada en 1979 por la revista El Péndulo), La Cenicienta (publicada en 1980 por la revista Hurra), La Bella Durmiente (publicada en 1981 por la revista Superhumor), Caperucita Roja (publicada en 1981 por la revista Alter Alter) y, finalmente, Blancanieves (publicada ese mismo año por Milano Libri en Chi ha paura delle fiabe?). De este contenido da cuenta detallada otro prólogo, también firmado por Pons.Como dije antes, el tercer tomo de ECC aún no ha visto la luz, pero está anunciado para noviembre, de modo que les recomiendo que estén atentos. Se titula ¿Dracula, Dracul, Vlad? ¡Bah...! y ofrece las cinco historietas mudas que Breccia realizó en torno al clásico de Bram Stoker. Para no perdérselo.


Malaga Hoy


Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la Humanidad

'Objetivo: La Luna' (1950), de Hergé, decimosexto álbum de 'Las aventuras de Tintín y Milú', no es ciencia ficción, sino una anticipación tan precisa como le fue posible al autor


GERARDO MACÍAS

18 Noviembre, 2020


'Tintín, objetivo la Luna'. Guion y dibujos: Hergé. Editorial Juventud, 1958.


"Una leyenio". La atribución de la cita a Groucho se publicó por primera vez en el Legal Times en 1983, algunos años después de su fallecimiento. En cualquier caso, con esta fórmula se describe al político que acomoda su discurso, para decir lo que el público quiere oír.

Desde el siglo XVII, viajar a la Luna había sido un sueño científico. En 1865, Julio Verne escribió De la Tierra a la Luna, dando, por primera vez, un cierto rigor, pero fue tras la II Guerra Mundial cuando el viaje a nuestro satélite pasó de ser fantasía a posible realidad.

A finales de los años cuarenta, Hergé quiso mandar a Tintín a la Luna, pero de forma realista, un reto difícil, puesto que el hombre no llegaría al satélite hasta 1969. Para ello, contactó con el científico belga Bernard Heuvelmans, autor del libro El hombre entre las estrellas, que en 1948 presenta un guion a Hergé, que se quedó solamente con algunas ideas relacionadas con la gravedad. En marzo de 1950, 19 años antes de que Neil Armstrong dijera su frase ("Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la Humanidad"), Tintín se adelantó incluso al lanzamiento del Sputnik de la URSS. No es ciencia ficción, sino una anticipación tan precisa como le fue posible a Hergé.

Al comienzo del álbum, Tintín y Haddock reciben un telegrama del profesor Tornasol desde Syldavia, a donde los invita a ir. Los estados ficticios de Syldavia y Borduria están cada uno a un lado del telón de acero, frontera ideológica que dividió Europa tras la II Guerra Mundial. Syldavia es el país occidental; Borduria pertenece al Este, aunque Hergé le da pinceladas comunistas y nazis.En el aeropuerto de la capital de Syldavia, les recoge el servicio secreto, que los conduce a un centro de investigación, donde Tornasol les cuenta que está desarrollando un cohete para viajar a la Luna. Tintín y Haddock son reclutados junto a Tornasol y otro científico, Frank Wolff.

Durante la construcción del cohete, una serie de sabotajes apuntan que hay un traidor. Por fin, llega el lanzamiento. Los astronautas suben a bordo mientras Baxter, director del proyecto, dirige la operación desde el centro de control. El cohete despega, pero conforme sale de la atmósfera, nadie responde a las llamadas desesperadas del centro de control…

Al término de esta aventura, el semanario Tintín inició inmediatamente la serialización del álbum Aterrizaje en la Luna, en el que un traidor y un polizón ponen en peligro a los astronautas.Hergé consultó libros de pioneros como Wernher Von Braun y Hermann Oberth. Vio Con destino a la Luna (Irving Pichel, 1950), que inició la era moderna del cine de ciencia ficción, y La mujer en la Luna (Fritz Lang, 1929), para la que había sido asesor Hermann Oberth.

En 1950, nacieron los Estudios Hergé, un grupo de profesionales que aligeraban trabajo al autor. Destacó entre ellos Bob de Moor, que dibujó las torres de lanzamiento, el asteroide Adonis, los paisajes lunares… y el propio proyectil, convertido en icono de la cultura popular.

El estudio construyó una maqueta del cohete para que De Moor la dibujara y Hergé la presentó para su aprobación a Alexander Ananoff, autor del libro La astronáutica. Como era desmontable, permitía a Bob de Moor saber dónde se encontraban los personajes. El diseño se inspiró en las bombas que los alemanes arrojaron en Inglaterra en la II Guerra Mundial.

La ingravidez la representa Hergé así: cuando el cohete se detiene, deja de tener efecto. La interpretación es incorrecta, aunque con enfoque científico. Hergé da un tono humorístico a los discursos científicos que podrían aburrir al lector: cuando Wolf y Tornasol explican conceptos muy complicados, allí está el capitán Haddock para hacernos sonreír.

La representación de la superficie lunar, la dificultad de movimientos, y la ausencia de sonido están bien representadas, dado que nadie había estado en la Luna. El agua que Tintín descubre en una caverna lunar, fue en su momento motivo de controversia entre los científicos.

Los auténticos cascos llevan un filtro que frena las radiaciones solares, pero Hergé decidió que fuesen transparentes para poder mostrar los rostros y expresiones de los personajes.

Sacar a los protagonistas de la Tierra fue muy atrevido por parte de Hergé, pero también un callejón sin salida. Para mantener su línea, no podrían aparecer alienígenas. En los álbumes que restarían hasta su muerte, Hergé daría a la serie un tono más realista.


Malaga Hoy



El coste de ser superhéroe

JAVIER FERNÁNDEZ

16 Noviembre, 2020 



'Héroes en crisis'. Tom King y otros. ECC. 240 págs. 25 euros.


Tom King pasa por ser uno de los guionistas más aclamados del momento. No en vano, suyos son títulos tan estupendos como El sheriff de Babilonia, La Visión, Omega Men o Míster Milagro, a los que cabe sumar una larga e interesante etapa de Batman. King estaba precisamente embarcado en esto último cuando escribió el evento Héroes en crisis, dibujado por Clay Mann y Mitch Gerads, que se aparta de otras "crisis" recientes de argumentos grandiosos (al estilo de Crisis Infinita o Crisis Final) y construye un misterio sobre la violencia y el coste emocional de ser un superhéroe, más en la onda de lo que fue Crisis de identidad. La edición de ECC compila los nueve números de la miniserie publicada originalmente entre 2018 y 2019.



Malaga Hoy

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Universo a negro

Fundido a negro. Algún día intentaré dar color a las imágenes. Por ahora disfruto como un niño con el blanco y negro. 

   
 















domingo, 6 de diciembre de 2020

Mondo azulado (diciembre 2020)

 Un año mas. Un año raro. No quise ir en enero a Angouleme. Total, ¿que podía pasar?.

Garabatos azulones. Me encanta el azul de Faber-Castell. He copiado de Ben Caldwell, Patricio Betteo, actores, actrices y fotografías varias. Hacía mucho que no participaba en mi propio blog. Y no creo que sirva de precedente.  















Una revista en viñetas. Paco Roca reconstruye grandes crónicas publicadas en El Pais por Paco Roca













El Pais Semanal Nº 2.092 / Domingo 30 de octubre de 2016
 

lunes, 30 de noviembre de 2020

Desde el Infierno

El famoso demonólogo Jason Blood escondía en su interior el mayor de los secretos, al que podía invocar en los momentos de peligro, ¡el demonio Etrigan!


JOSÉ LUIS VIDAL

16 Noviembre, 2020

Creo que a estas alturas resulta del todo innecesario que os presente a Jack Kirby, uno de los mayores y más prolíficos creadores que han existido en el universo de los comics norteamericanos. Cada género por el que pasaba su mano se convertía en una visión personal y espectacular, como fue el hecho de convertirse en uno de los padres fundadores del universo marvelita.



Título: Demon

Autor: Jack Kirby

Tapa dura

Color

384 págs.

37 euros

ECC Ediciones


No se dejaba intimidar por ningún encargo, y ya en su segunda época de éxito, esta vez en la editorial DC, además de crear toda la saga del Cuarto Mundo y el mundo de Kamandi, le llegó una inusual propuesta. Las modas de aquellos tiempos habían traído de regreso a las historias de terror, ¿así que  por qué no crear una nueva colección?

Como el propio Mark Evanier narra en el prólogo de este volumen, la cuestión se solucionó entre sándwiches y hamburguesas, en medio de una cena familiar.

Y es que el talento de Jack Kirby no solo lucía en sus planteamientos, sino sobre todo en cómo los plasmaba en el papel.

Así fue cómo nació y se inició la colección protagonizada por Demon.

Y como ya había hecho con otras de sus creaciones, lo importante era dotar al protagonista de un origen y pasado interesantes, que nos llevarán a la Camelot del Rey Arturo, donde en el fragor de la última batalla, el poderoso mago Merlín invocará a un ser que proviene del Hades, con peligrosos poderes. Éste va a estar íntimamente relacionado con Jason Blood, un hombre que caminará a través de los siglos con este alter ego en su interior, y que lo llevará hasta la ciudad de Gotham, donde es admirado tanto por sus conocimientos en demonología como su maravillosa colección de artefactos y objetos relacionados con el tema que domina.

Pero claro, para que un personaje sea del todo interesante hay que rodearlo de unos secundarios a su nivel, y en este caso Kirby volvió a dar en la diana. Randu, un hindú con extraordinarios poderes psíquicos; Harry Mathews, el auto proclamado mejor amigo de Blood y contrapunto humorístico. Y para rematar el cuarteto, Glenda, una rubia y bella joven que va a compartir más de una peripecia junto al protagonista.

Y sí, Jason Blood se va ver metido en una y mil aventuras, solo o junto a este trío de amigos y aliados. Por supuesto, cómo no podía ser de otra manera, tendrá su correspondiente némesis en Morgan Le Fey, que lo ha perseguido a través del tiempo con la intención de recuperar su hermosura, convirtiéndose en una adversaria dura de pelar.

Aunque la galería de monstruos y seres de la oscuridad va a ser de lo más variada: Licántropos como El Aullador, peligrosas sectas como la del Ojo Místico y sus miembros, Los Reencarnadores; Meg La Fea, una letal bruja que, junto al Duque de Hierro, le van a poner las cosas difíciles a Jason…

Y este será solo el principio, ya que Blood va  a tener que arreglar las travesuras de Klarion, un niño brujo que viene de otra dimensión y que le va a acarrear más de un dolor de cabeza.

También vais a conocer la dramática historia de Farley Fairfax, un famoso actor que por una serie de dramáticas circunstancias se verá obligado a vivir en las alcantarillas, convertido en un oscuro ser que oculta su rostro y busca a su amada Galatea, que se parece peligrosamente a Glenda, la amiga de Jason…

La lista de enemigos incluida en estos trepidantes dieciséis números se completa con el malvado doctor Maldadstein, y el regreso de dos personajes que le van a poner las cosas muy difíciles a Jason y su contrapartida demoniaca, que entre versos y ráfagas de fuego infernal, tratará de salir de los sucesivos embrollos.

Aquí vais a disfrutar de la génesis de un personaje único, al que otros grandes autores como Matt Wagner o Garth Ennis desarrollaron a partir de la semilla de su creador.

Una joya ésta más que se suma a la línea de obras creadas por el genio absoluto de los cómics, el gran y único Jack “El rey” Kirby.


Malaga Hoy