viernes, 28 de agosto de 2020

Aceptamos mono como animal de compañía

'Las aventuras de Jo, Zette y Jocko (2004)', de Hergé, es una serie francobelga que está protagonizada por dos niños, los hermanos Jo y Zette Legrand, y por su mascota, el mono Jocko

GERARDO MACÍAS

26 Agosto, 2020



'El testamento de Mr. Pump'. Guion y dibujos: Hergé. Editorial Juventud, 1970.


A finales de 1928, el suplemento infantil Le Petit Vingtième fue apareciendo cada jueves en Le XXe Siècle, periódico católico belga. Hergé dibujó en sus páginas la serie L'Extraordinaire Aventures de Flup, Nénesse, Pousette et Cochonet, escrita por un columnista de deportes del periódico. Pero Hergé deseaba escribir y dibujar una serie propia, y así dieron comienzo, en el año 1929, Las aventuras de Tintín.

En 1935, Hergé recibió la visita de los sacerdotes Courtois y Pihan, editores de Cœurs Vaillants, semanario católico francés donde también se publicaban Las aventuras de Tintín. Le pidieron que creara otro personaje, ya que Tintin no representaba los valores familiares tradicionales: no tenía padres, no iba al colegio... Se quería que las aventuras transcurrieran en Francia, no en Bélgica como las del reportero del mechón, y que el protagonista fuese un niño cuyo papá trabajase, que tuviese una mamá, una hermanita y un animal de compañía.

Hergé se adelantó a la expresión "Aceptamos pulpo por animal de compañía", que procede de un anuncio de los 90 sobre el Scattegories, juego de mesa cuyos participantes tienen que decir palabras de una misma categoría, que empiecen todas por la misma letra.

Entonces, Hergé tenía en casa un mono de juguete llamado Jocko para hacer una campaña publicitaria. Hergé se tomó la licencia de crear en torno a Jocko una familia con animal de compañía, pero no un pulpo, sino un mono. Así nacieron en Cœurs Vaillants nº 3, el 19 junio de 1936, y se publicaron en Bélgica en Le Petit Vingtième a partir de octubre de 1936, con la primera aventura, El rayo misterioso, apareciendo en el periódico hasta junio de 1937, y enlazando enseguida con la siguiente aventura.

Jacques Legrand es el padre de Jo y Zette. En 1936, aunque faltaban años para el comienzo de la carrera espacial, es ingeniero aeronáutico empleado en S.A.C.A. (Société Anonyme de Construction Aéronautique), es decir, un adelantado a su tiempo como su propio creador, Hergé. Este planteamiento hace presagiar un mayor carácter familiar de la historieta, ya que la tecnología del padre podría dar bastante juego. Pero Hergé pronto separa a los dos chavales del ingeniero Legrand y su esposa, a quienes les toca el papel de angustiados padres que esperan noticias de sus hijos.

Entre 1936 y 1939, se publicaron las dos primeras aventuras y las 25 primeras páginas de El valle de las cobras, que se interrumpe bruscamente al estallar la 2ª Guerra Mundial. Se publicaron primero en Coeurs Vaillants, en bitono, y después en Le Petit Vingtième, remontadas y en blanco y negro. Tras la 2ª Guerra Mundial, aparecieron en forma de álbum. La primera aventura, El rayo misterioso, se dividió en dos álbumes: El Manitoba no contesta y La erupción del Karamako. Igual sucedió con la segunda aventura, El Stratonef H.22, que se dividió en otros dos álbumes: El testamento de Mr. Pump y Destino Nueva York.

La versión coloreada de las dos primeras historias se publica, antes de convertirse en álbumes, en la revista Tintín entre 1946 y 1950, y el 30 de diciembre de 1953 comienza la publicación de la aventura inconclusa, El valle de las cobras, que se prolonga en todo 1954 con la colaboración de Jacques Martin, que a partir de la página 26 coescribe la historia con Hergé, y hace los dibujos en solitario. Sin embargo, ni Hergé ni el editor permitieron que figurase en el álbum la firma de Jacques Martin.

Le Thermozéro iba a ser una aventura de Tintín. Hergé había pedido al historietista Greg que crease el guión de la misma. Sin embargo, el proyecto fue abandonado en 1960, cuando Hergé decidió mantener el control absoluto sobre su obra.

Poco después, Hergé decidió resucitar Le Thermozéro, pero teniendo como protagonistas, en lugar de a Tintín, a Jo, Zette y Jocko. Llegó a realizarse un storyboard del álbum antes de que el proyecto terminara por desecharse para siempre.

Hergé no estaba contento con esta serie sobre unos padres que lloraban todo el tiempo mientras buscan a sus hijos que se habían ido a cualquier parte, pero sin la libertad de Tintín. Mientras que la familia de papel de Tintín se constituyó a lo largo de los años, aquí había que crear de un plumazo todo un universo. Gifts.


Malaga Hoy



Regreso triunfal

El trabajo de Mark Waid con el Capitán América en la década de 1990 es una de las etapas esenciales del personaje

JAVIER FERNÁNDEZ

26 Agosto, 2020



'Heroes Return. Capitán América, 1: Servir y proteger'. Mark Waid, Ron Garney, Andy Kubert. Panini. 328 páginas. 32 euros

El trabajo de Mark Waid con el Capitán América en la década de 1990 es una de las etapas esenciales del personaje, nombrada siempre junto a otras del calibre de la de Steve Englehart en los 70, Mark Gruenwald en los 80 o Ed Brubaker ya en el siglo XXI. Digo etapa, aunque, en realidad, se trata de dos periodos muy cercanos. Waid y el dibujante Ron Garney se hicieron con las riendas del personaje en 1995, después de la larguísima intervención de Gruenwald, pero fueron despedidos en 1996 cuando Marvel decidió poner un puñado de sus franquicias en manos de algunos de los estudios que acababan de fundar la editorial Image. Aquella (fallida) iniciativa se llamó Heroes Reborn, y, en el caso del Capitán, el encargado de suceder a Waid y Garney fue Rob Liefeld (acompañado por el guionista Jeph Loeb), quien dejó para el recuerdo algunas de las imágenes más grotescas del personaje, aunque eso es otra historia.

Waid había debutado hacía pocos años en la escritura de guiones y estaba demostrando una rara capacidad para conjugar tradición e innovación en su inolvidable Flash (DC). Con el vengador abanderado, trató de hacer tres cuartos de lo mismo, aunque apenas pudo calentar motores. Una prueba de que se encontraba en plena forma es que aquel mismo año de 1996 acabaría firmando, también para la competencia, uno de los mejores tebeos de su bibliografía, la ominosa Kingdom Come, junto a un Alex Ross en estado de gracia.

En total, en aquella primera intervención, firmó casi una docena de números, recuperados recientemente por Panini en dos volúmenes de la colección 100% Marvel HC, uno titulado Capitán América: Operación Renacimiento (números 444 a 448) y, el otro, Capitán América: El hombre sin patria (números 450 a 454, más algún material extra). No sólo Waid, el dibujante Garney también estuvo espectacular, y los recomiendo para todo el que quiera iniciarse en la lectura del Capitán América.

Lo de Liefeld, ya lo he dicho, fue un error monumental (como el resto de la línea Heroes Reborn), y, un año más tarde, Marvel giraba 180 grados el timón para cambiar de rumbo. Heroes Reborn dio paso a Heroes Return, con el que los personajes cedidos a los chicos de Image volvían a manos más capaces. El Capitán América fue devuelto a Waid y Garney, aunque el dibujante no tardaría en marcharse, siendo sustituido por diversos artistas entre los que cabe destacar a Andy Kubert (con quien Waid ofreció, por cierto, un interesante Ka-Zar, también dentro del Heroes Return). Esta segunda intervención fue editada hace ya un tiempo por Panini en un formato reducido, el de la Colección Extra Superhéroes, y reaparece ahora en librerías en tapa dura y con un tamaño más generoso, como parte de la recuperación sistemática de las cabeceras que conformaron la línea Heroes Return. El primer volumen se titula Servir y proteger y reúne los primeros 12 números del regreso de Waid a la serie en 1998, que resultaron ser tan vibrantes y entretenidos como los que había firmado un par de años antes.


Malaga Hoy


Revuelta en la escuela

JAVIER FERNÁNDEZ

26 Agosto, 2020 



'New X-Men 4:  Revuelta en la escuela'. Grant Morrison y otros. Panini. 136 págs. 15 euros.


Revuelta en la escuela es el título del cuarto tomo de los New X-Men de Grant Morrison. El presente libro es un poco más delgado que el anterior, pero tiene un interés añadido: de los cinco episodios recopilados, cuatro están dibujados por el gran Frank Quitely, de largo, el mejor artista de todos los que trabajaron en esta estupenda etapa (ay, si Quitely la hubiera dibujado de principio a fin...). Son los números 134 a 138 de New X-Men (2003), y en ellos se desarrolla uno de los arcos argumentales más interesantes del conjunto: el ataque a un diseñador de moda mutante provoca una serie de reacciones en la escuela de Xavier que terminan en una revuelta de estudiantes liderada por el telépata de clase Omega Quentin Quire.


Malaga Hoy


miércoles, 26 de agosto de 2020

Nuevos mundos

JAVIER FERNÁNDEZ

26 Agosto, 2020




'New X-Men 3: Nuevos mundos'. Grant Morrison y otros. Panini. 176 págs. 15 euros.


De dos en dos, nos llega cada mes una nueva dosis de la reedición de la seminal etapa de Grant Morrison en New X-Men, uno de los tebeos de superhéroes más recordados de los primeros años del siglo XXI (y de actualidad por su influencia en la remodelación de la franquicia iniciada por Jonathan Hickman con las exitosas miniseries Dinastía de X y Potencias de X). El tercer volumen de la etapa de Morrison, de los siete previstos, se titula Nuevos mundos, y el argumento profundiza en el misterio de Xorn, ofrece revelaciones sobre la identidad de Fantomex, nos transporta de nuevo a Genosha (donde se está cociendo un homenaje al desaparecido Magneto) y sigue mostrando las maquinaciones de Emma Frost, entre otras cosas. Van aquí recopilados los números 127 a 133 de New X-Men (2002), dibujados por Phil Jiménez, Ethan Van Sciver, Igor Kordey y John Paul Leon.


Malaga Hoy


El mejor Conan

JAVIER FERNÁNDEZ

26 Agosto, 2020 




'Biblioteca Conan. La espada salvaje de Conan, 2'. Roy Thomas, John Buscema y otros. Panini. 208 páginas. 20 euros.


Se cumple un año y medio del regreso de Conan a Marvel y el resultado no se acerca ni de lejos al nivel de excelencia que logró el personaje en su primera década de existencia. Por suerte, la editorial ha inundado el mercado con reediciones del material clásico, que, si ya era bueno, comparado con lo actual es poco menos que sublime. Pensarán ustedes que soy un nostálgico, pero no es así. Me gusta muchísimo el trabajo que hizo Roy Thomas con el universo de Robert E. Howard, aunque conservo también en la retina la grandeza de las páginas de Timothy Truman, Tomás Giorello y José Villarrubia para Dark Horse (el último número de su adaptación de Wolves Beyond The Border tiene fecha de 2016). Quiero decir con esto, que estoy deseoso de nuevas interpretaciones, pero es que lo de Savage Avengers me parece una tomadura de pelo, y de Conan 2099 mejor no hablamos.

En fin, a falta de pan, buenas son tortas, así que me he puesto a releer estos tebeos que tienen ya más de 40 años y debo confesar que me siguen pareciendo la hostia de buenos. Pasa, además, que la presente reedición es la mejor que se ha visto nunca, con el único defecto de que faltan algunos complementos de otros personajes por problemas de derechos. En lo que respecta al trabajo editorial, los volúmenes incluyen las ilustraciones, los artículos y los correos de los lectores de la edición original, están llenos de extras, la calidad de reproducción es estupenda, como lo son también la traducción y la rotulación (y es que hemos tenido que soportar cada cosa...). Por ahora, Panini ofrece lo mismo en dos formatos: en gruesos volúmenes de tirada limitada y en los tomos más pequeños y manejables de la recién estrenada Biblioteca Conan. El segundo ejemplar de esta última compila los cuatro primeros números de la mítica revista La espada salvaje de Conan, publicados originalmente en 1974 y 1975, en los que brillan con fuerza las páginas dibujadas a lápiz por John Buscema y embellecidas por las tintas creativas y minuciosas de un inmenso Alfredo Alcalá.


Malaga Hoy



domingo, 23 de agosto de 2020

Corto Maltés, 25 años de orfandad

Se cumple un cuarto de siglo de la muerte de Hugo Pratt, creador del inolvidable marino

Su amigo Milo Manara confiesa que el autor le pidió que prosiguiera con las aventuras del personaje, aunque nunca se atrevió a hacerlo



Corto Maltés, en una viñeta del autor italiano. / D. S.


EFE

Roma, 21 Agosto, 2020

En Italia se recuerda, cuando se cumplen 25 años de la muerte del autor de cómics Hugo Pratt, que el escritor Umberto Eco solía afirmar: "Cuando quiero relajarme, leo un ensayo de Engels; si quiero una lectura más comprometida, leo Corto Maltés". Y es que las intrigantes aventuras del legendario marinero escritas y diseñadas por Pratt, que murió en Lausana (Suiza) en 1995, están consideradas como alta literatura, pues gracias a él el mundo de la cultura empezó a reconsiderar su actitud condescendiente hacia el arte de la viñeta.

Corto Maltés es uno de los personajes inolvidables de la historia del cómic. Hijo de una prostituta sevillana afincada en Gibraltar y de un marinero de Cornualles, romántico y apasionado, solitario y con un complejo mundo interior, este capitán de mar con alma pirata reflejó las inquietudes de Pratt, quien hizo coincidir en sus historias al icónico aventurero con personajes reales, desde el escritor Jack London al bandido Butch Cassidy, pasando por el Barón Rojo, el as de la aviación alemana de la Primera Guerra Mundial.

Hugo Pratt, seudónimo de Ugo Eugenio Prat, nació en Rimini el 15 de junio de 1927, pero vivió toda su infancia en Venecia, de donde viene su profundo amor al mar. Su abuelo paterno era de origen inglés, mientras que el materno era judío sefardí emigrado de España y tuvo una abuela de origen turco, por lo que vivió un continuó encuentro de creencias. Con 10 años viajó a África, donde su padre era oficial del ejército colonial italiano en Abisinia, la actual Etiopía. Su padre fue capturado por soldados británicos que lo llevaron al campo de prisioneros del que nunca regresó, y en el que pudo al menos hacer un último gesto por su hijo: pidió que le entregaran el libro de Stevenson La isla del tesoro con la dedicatoria: "Verás que un día tú también encontrarás tu isla del tesoro".

Una vez de vuelta en Venecia, una vez acabada la guerra, Hugo Pratt participó con un grupo de amigos en la creación de una revista de historietas, la Asso di Picche, y aquí comienza oficialmente su carrera como autor. Desde el verano de 1959 hasta el de 1960 vivió en Londres, donde produjo –junto con escritores ingleses– algunas historias de guerra cómicas para la agencia Fleetway Publications. A los 22 años, junto con amigos del Grupo Venecia, Pratt se fue a Argentina, donde continúa con su faceta creativa.


Hugo Pratt. / D. S.

En 1963 regresó a Italia (aunque volverá a Argentina varias veces durante los años 60), y en 1967 Hugo Pratt conoce a Florenzo Ivaldi, un fanático del cómic genovés, con quien decidió lanzar una publicación mensual para el público italiano, así como su propia producción de la época argentina. En el primer número de la revista aparece una nueva historia, La balada del mar salado, el debut de Corto Maltés, que no tardó en lograr un éxito mundial. Y con él comienza la gran notoriedad, se traslada a París, publica en la revista PIF y el personaje se convierte en un héroe que vende millones de ejemplares. Durante más de 25 años, Pratt llevó a Corto por todo el mundo hasta Mü, la ciudad perdida, su última aventura.

Además de Corto Maltés, la imaginación del autor dejó su huella inconfundible incluso en los campos más dispares del mundo publicitario: desde coches de Fórmula 1 hasta las mochilas de la marca Invicta. También diseñó carteles de películas y portadas de discos de cantantes como Paolo Conte.

Su amigo y también ilustrador Milo Manara afirmó en una entrevista publicada ayer en el Corriere del Véneto que Pratt "nunca fue en busca del éxito, sólo le interesaba contar sus historias porque él era realmente la historia". Corto Maltés no murió con Pratt aunque Manara revela que el diseñador le pidió que continuara con sus historias. "Pero nunca lo haré", aseguró Manara.

Sí se atrevieron los españoles Juan Díaz Canales, al guión, y Rubén Pellejero, al dibujo, que han continuado las andanzas del intrépido marino en Bajo el sol de medianoche, Equatoria y El día de Tarowean.


Malaga Hoy


jueves, 20 de agosto de 2020

Un panteón muy particular

'Creo en Frankie' (2004) de Mike Carey, Sonny Liew y Marc Hempel, cuenta la historia de una adolescente que se inventa su propia religión, en la que hay una divinidad y una feligresa

GERARDO MACÍAS

19 Agosto, 2020



'Creo en Frankie'. Guion: Mike Carey. Dibujos: Sonny Liew y Marc Hempel. Norma Editorial, 2004

Un panteón es el conjunto de todos los dioses de una mitología, como por ejemplo, los dioses de las mitologías grecorromana y nórdica. Normalmente, el panteón se refiere a las creencias politeístas de las distintas civilizaciones, pero en este caso, nos topamos con un peculiar panteón formado por una única divinidad, que, además, tiene una única feligresa.

Frankie Moxon es una chica de 17 años que estudia en un instituto de Secundaria, comparte sus secretos con su mejor amiga, Kay,... Frankie es la que mejor juega a las canicas, siempre gana al escondite, toda la suerte del mundo está en sus manos, saca buenas notas…

Todo parece irle maravillosamente bien, excepto con los chicos. Frankie nunca tuvo una relación que durase más de 20 segundos, porque Frankie realmente tiene algo especial: su propio dios particular que se ha inventado ella misma, y que le hace caso solamente a ella, un dios que colma sus más pequeños caprichos y también, un dios celoso, que no soporta ver cómo su única creyente flirtea con los chicos.

Jeriven es un dios joven que encuentra su propósito en sobreproteger a su única feligresa, lo que incluye espantar a todos los chicos que pretendan cortejar a su acólita. A pesar de que Kay jamás ha visto a Jeriven, no duda de Frankie. Pero todo se complica cuando Dean Baxter, amigo de la infancia que volvió de entre los muertos, regresa a la ciudad.

El guionista Mike Carey actualmente es muy conocido a través la teleserie de Netflix basada en la serie de cómics Lucifer, creada por Neil Gaiman y desarrollada por Carey para la Línea Vértigo de DC Cómics. Carey es también el aclamado guionista de memorables etapas de los cómics de X-Men y Hellblazer y creador de The Unwritten. En un registro totalmente distinto, presenta esta comedia romántica juvenil con dibujos de Sonny Liew, autor asiático, cercano al manga pero con un ligero toque al estilo de Sam Keith.

Creo en Frankie (2004) no es de sus obras más famosas, pero puede verse la creatividad que tiempo después veríamos mucho más desarrollada. La serie se publicó en USA en cuatro revistas, formato de bolsillo y blanco y negro, al estilo de edición del manga, aunque en España se optara por un tomo único a color y a mayor tamaño.

Sonny Liew (Seremban, 1974) es un historietista malayo que reside en Singapur. Su obra más conocida es El arte de Charlie Chan Hock Chye, ganadora del Premio Nacional de Literatura de Singapur en 2016 y de tres premios Eisner en 2017. Tiene un estilo muy influido por el manga, que combina aquí con un estilo a lo cartoon, en homenaje a Charles M. Schulz (Carlitos y Snoopy) cuando se trata de contar la infancia de los personajes en pequeños flashbacks que son una maravilla. Liew tuvo otra colaboración con Carey años después, titulada Regifters.

Marc Hempel (Chicago, 1957) es un historietista que suele hacer equipo con Neil Gaiman, Mike Carey y Sonny Liew en la Línea Vértigo de DC Cómics.

Mike Carey es ya un viejo conocido para quienes se hayan acercado al sello Vértigo en algún momento. Es famoso por su etapa en Hellblazer, además de por haberse hecho cargo del guion de todos los capítulos de Lucifer. El guionista cuenta en Creo en Frankie una historia accesible para todos los públicos, que sería la lectura perfecta para cualquier adolescente.

Mike Carey (Liverpool, 1959), tras foguearse en las editoriales independientes, comenzó a colaborar en 2000 AD, llamando la atención de los responsables de la Línea Vértigo, que dieron luz verde a la serie regular Lucifer, a cuyo éxito siguieron proyectos como Las Furias, God Save the Queen, Creo en Frankie, Faker y Neverwhere. Una vez que finaliza su celebrada estancia en Hellblazer y en la truncada Crossing Midnight, da forma a otro gran éxito de la Línea Vértigo de DC Cómics: The Unwritten.

En los últimos años, colabora con otras editoriales, destacando el trabajo realizado en la franquicia X-Men y su aportación a la Línea Ultimate de Marvel Comics. De forma paralela a su carrera de guionista de cómics, ha desarrollado su faceta de novelista, publicando la serie protagonizada por el exorcista Félix Castor y otros lanzamientos más recientes como The Steel Seraglio -escrita junto a su esposa Linda y su hija Louise- y The Girl With All The Gifts.


Malaga Hoy