domingo, 16 de agosto de 2020

El arte macabro

'Goya, lo sublime terrible' (2018), de El Torres y Fran Galán, es un 'thriller' sobrenatural que comienza en 1792, cuando el pintor zaragozano contrae una enfermedad que lo deja sordo

GERARDO MACÍAS

12 Agosto, 2020 


'Goya, lo sublime terrible'. Guion: El Torres. Dibujos: Fran Galán. Dibukks, 2018.

Este cómic no es una biografía al uso, sino que se trata más bien de un thriller sobrenatural y terrorífico que comienza entre los años 1792 y 1793. El pintor Francisco José de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, España, 1746-Burdeos, Nueva Aquitania, Francia, 1828) padece una grave enfermedad autoinmune llamada síndrome de Susac que lo mantiene durante meses en cama en Cádiz, aquejado de alucinaciones visuales y auditivas que lo asedian, unas fuertes migrañas y problemas motrices severos, síntomas que son el punto de partida que escogen el guionista El Torres y el dibujante Fran Galán para presentarnos al precursor de la pintura contemporánea y de algunas de las vanguardias pictóricas del siglo XX. La personalidad de Goya se va perfilando a través de sus delirios, de su trabajo con los pinceles, de su relación con su esposa Pepa y de su amistad con la duquesa de Alba. Tras recuperarse, Goya adquiere una sordera que arrastra el resto de su vida y su estilo de pintura se escinde en dos vertientes, la del pintor de cámara regia y la del artista desencadenado.

El Torres y Fran Galán crean una historia de terror en la que entremezclan las vivencias de Goya con sus obras más emblemáticas, como si se tratase de recuerdos. Los historietistas andaluces reconstruyen la vida del pintor, rellenando los huecos vacíos con una historia sobre fantasmas y brujas ligada a sus obras oscuras, que representa la lucha interna de un Goya enfrentado a sus demonios.

El Torres se inventa, y combina a la vez con hechos históricos, la razón de las extrañas obras surgidas a raíz de esa enfermedad y somos testigos del proceso de lucha interna de un hombre ilustrado y racionalista contra sus propios demonios internos, la superstición y el miedo imperante en el país. Gracias a esa lucha, Goya da rienda suelta a su creatividad, alejándose de convencionalismos.

Fran Galán consigue que su estilo gráfico no sea engullido por el del pintor. Goya está presente en cada viñeta, pero el estilo de Galán es reconocible. Consigue que brujas y demonios se mezclen con nobles y pintores de manera natural. Goya es claramente distinguible, lo mismo que la Duquesa de Alba. La ambientación está exquisitamente cuidada por Fran Galán, especialmente, las escenas de fantasmas, brujas y aquelarres. Se documentó profusamente sobre arquitectura, ropa, detalles de las obras de Goya... No podría ser más acertada la paleta de colores, con el juego de tonos cálidos, que van oscureciéndose según Goya se va introduciendo en la locura.

Lo mismo se puede afirmar del guion de El Torres, desde los fluidos diálogos, al vocabulario que utilizan los personajes, totalmente respetuoso con la época, pero sin resultar extraño para el lector actual, y terminando en la cronología de la vida del artista.

El físico de la duquesa de Alba está inspirado en Eva Green. Posiblemente influyeron en esta caracterización los personajes sobrenaturales de la actriz en las teleseries Camelot (2011) y Penny Dreadful (2016), papel que aparentemente la duquesa repite en este cómic...

Juan Antonio Torres (Málaga, 1972), más conocido en el mundo del cómic como El Torres, es guionista, editor y dibujante, con una larga trayectoria en la que ha publicado cómics en los mercados japonés, americano y europeo. Sus obras más destacadas son El velo (2010) y El bosque de los suicidas (2011), ambas con Gabriel Hernández Walta al dibujo; Nancy in hell (2010), con dibujo de Juan José RyP; Bribones (2015), con dibujos de Juan José RyP, Nacho Tenorio y Lolita Aldea, entre otros; El fantasma de Gaudí (2015), con dibujos de Jesús Alonso Iglesias; Camisa de fuerza (2017), dibujada por Guillermo Sanna; y Goya, lo sublime terrible (2018), con viñetas de Fran Galán.

Fran Galán cursó estudios de Artes y Oficios, ya que en Sevilla es lo más parecido a su interés por el dibujo. En esa época, conoce al dibujante Pedro Fernández Ramos, con quien trabaja como ilustrador, tras lo cual crea su propia empresa. Tras dos años, decide abandonarla para dibujar cómics. En 2014, conoce a El Torres, para quien dibuja portadas e ilustraciones para su editorial Amigo Comics. En 2018, Fran Galán obtiene el premio al autor revelación en Héroes Cómic Con de Madrid por Goya, lo sublime terrible.


Malaga Hoy


viernes, 14 de agosto de 2020

Un cuento de hadas

'Moonshadow', la maxiserie de 12 números creada en la segunda mitad de los años 80, es un tebeo de hadas para adultos, denso, poético, imaginativo y tierno


JAVIER FERNÁNDEZ

12 Agosto, 2020


'Moonshadow'. J. M. Dematteis, Jon J. Muth. Panini. 512 páginas. 35 euros.

La Marvel de los años 80, dirigida por Jim Shooter, fue una compañía esquizofrénica. Por un lado, se lanzó sin complejos a conquistar el mercado de superhéroes, realzando la importancia de los personajes frente a la de los autores, explotando el éxito de los mutantes hasta el hartazgo o proponiendo taquillazos como el evento Secret Wars, una fórmula tan novedosa y exitosa como mediocre. Por otro lado, espoleada primero por la explosión de la escena independiente (son los años de Cerebus y Love and Rockets, nada menos) y, después, por el nivel de calidad de la competencia directa (DC resucitó de sus cenizas con joyas del calibre de El Regreso del Caballero Oscuro o Watchmen), Marvel ofreció resistencia con algunos títulos inolvidables, la mayoría de ellos publicados bajo el paraguas del sello Epic.De Dreadstar (Jim Starlin) a Stray Toaster (Bill Sienkiewicz), pasando por la malograda Void Indigo (Steve Gerber y Val Mayerik), la innovadora Elektra Asesina (Frank Miller y probablemente el mejor Sienkiewicz de toda su carrera), la divertidísima parodia Groo (Sergio Aragonés y Mark Evanier), la excitante (por momentos) revista Epic Illustrated, el desembarco de Akira en Occidente o de Moebius en Estados Unidos, el sello Epic (1982-1996) tuvo su cuota de brillantez (y mucho tebeo prescindible, todo hay que decirlo). La mayoría de lo bueno ha visto la luz en nuestro país, pero faltaba una de las joyas de la corona, la maxiserie de 12 números Moonshadow (1985-1987), escrita por J. M. DeMatteis y pintada por Jon J. Muth. DeMatteis es recordado por el grueso de lectores gracias a tebeos epatantes como La última cacería de Kraven, su larga etapa posterior al frente de las aventuras del Hombre Araña o la encarnación ochentera (y paródica) de la Liga de la Justicia (con Keith Giffen, Kevin Maguire y compañía), aunque sus mejores trabajos son aquellos en los que supo expresar con acierto sus intereses espirituales y filosóficos.

En esa cuerda, DeMatteis firmó en 1985 la interesante novela gráfica esotérica Doctor Extraño: Dentro de Shamballa (con bellas páginas de Dan Green), y llevó las riendas del Doctor Fate entre 1987 y 1991, comenzando con una hermosa miniserie dibujada por Giffen a la que siguió una rompedora serie regular que seguramente sea lo mejor de DeMatties en el ramo de los superhéroes (se puede añadir aquí también la sorprendente miniserie del Detective Marciano, salvajemente dibujada por Mark Badger y editada en 1988).

Moonshadow es el tebeo definitivo de DeMatteis, un cuento de hadas para adultos, denso, poético, imaginativo, pretencioso, verboso y tierno. Se beneficia del bellísimo arte de Muth, que había encontrado un lugar en aquellos años en que estaba de moda experimentar con el coloreado manual, o sea, pintar directamente las páginas. Por desgracia, a Muth lo hemos visto cada vez menos, pero tenemos Moonshadow para asombrarnos de su enorme talento. Máxime en esta cuidada edición, rematada con notas de los creadores y muestras del arte conceptual de la obra.


Malaga Hoy



La espada inoxidable

JAVIER FERNÁNDEZ

12 Agosto, 2020 


'Biblioteca Conan. La espada salvaje de Conan, 1'. Roy Thomas, Barry Smith y otros. Panini. 240 páginas. 20 euros.


Se ve que la reedición del material clásico de Conan en España está siendo un éxito, pues Panini acaba de inaugurar la Biblioteca Conan, que ofrece en un nuevo formato lo que ya se estaba publicando en gruesos volúmenes de edición limitada. Personalmente, no puedo estar más contento, porque todo Conan me parece poco y porque me alegro de que se pongan estas páginas al alcance de la mayoría de los lectores y no sólo de los coleccionistas más acérrimos. Con esta intención, la Biblioteca Conan tiene periodicidad mensual y un precio de 20 euros, con la consiguiente reducción de páginas con respecto a los tomos limitados. La colección ha comenzado directamente con La espada salvaje de Conan (y su precedente, Savage Tales), esto es, las revistas en blanco y negro para adultos (por algún que otro desnudo y el nivel de violencia, mayor que el de los comics books), o sea, las historietas de mayor calidad de todo el periplo del bárbaro en Marvel (imagino que, en la decisión de aplazar una posible reedición de la cabecera a color Conan The Barbarian habrán influido el que Planeta lo haya servido una y otra vez en los últimos años).

El primer tomo de esta biblioteca se titula Clavos rojos y otros relatos y recopila todas las historietas del cimerio publicadas en los primeros cinco números de la revista Savage Tales, entre 1971 y 1974. El grueso lo compone la fenomenal adaptación del relato (casi una novela corta) Clavos rojos, el último escrito por el creador de la criatura Robert E. Howard y uno de los mejores del conjunto literario del bárbaro. La adaptación corrió a cargo del escritor Roy Thomas, el hombre que llevó Conan a Marvel y dirigió con brillantez sus andanzas durante la primera década, y el extraordinario dibujante Barry Smith, que supera aquí con creces su trabajo en Conan The Barbarian. El resultado es una joya, el tebeo perfecto de Conan, y uno no se cansa de releerlo. Van otras historietas, más los artículos, ilustraciones, portadas a color y un sinfín de material que enriquece la lectura.


Malagq Hoy



Un 'noir' sofisticado

JAVIER FERNÁNDEZ

12 Agosto, 2020 


'100% Marvel HC. El Castigador: Soviético'. Garth Ennis, Jacen Burrows. Panini. 136 págs. 35 euros. 18 euros.


Si hay un escritor asociado al Castigador, ése es Garth Ennis. El guionista de Irlanda del Norte tomó las riendas del justiciero en el año 2000 (antes había firmado un delirante especial: Punisher Kills the Marvel Universe, 1995), dentro del sello Marvel Knights y con Steve Dillon (su socio principal en Predicador) como dibujante. Fue una etapa divertida, lo mejor del personaje hasta que el propio Ennis, ahora con Darick Robertson, llevaba el concepto un paso más lejos en la miniserie Born (2003), perteneciente al sello MAX. La fórmula Ennis-Punisher-MAX resultó ser revolucionaria y dio como resultado uno de las mejores series de la historia de Marvel, un noir sofisticado, realista y violento que poco o nada tiene que ver con los superhéroes. El genio se fue, pero ha vuelto en una miniserie imprescindible que Panini recopila en el volumen Soviético.


Malaga Hoy


Tiempo de revelaciones

12 Agosto, 2020 



'Marvel Saga. El asombroso Spiderman, 44. Spiderman Superior: Nación duende'. VVAA. Panini. 184 págs. 19 euros.


Se acabó lo que se daba. El número 44 de la recopilación de las aventuras de Spiderman en la colección Marvel Saga nos ofrece el final de la saga más importante del Trepamuros en la segunda década del siglo XXI, la saga del Spiderman Superior (por si hay alguien que no lo sepa: la mente de Otto Octavius ha sustituido a la de Peter Parker, de modo que el doctor Octopus se ha convertido en Spiderman, o, mejor dicho, en un Spiderman superior). Nación Duende recopila los números 27 a 31 de The Superior Spider-Man, más el Annual 2 (2014), con Dan Slott y Giuseppe Camuncoli como artistas principales. Tiempo de revelaciones y de desenlaces, de la caída definitiva del Rey Duende, pero también del legado de Octavius como Spiderman.


Malaga Hoy


miércoles, 12 de agosto de 2020

domingo, 9 de agosto de 2020

El cómic del yo para preadolescentes

Raina Telgemeier se ha convertido en un fenómeno editorial con obras gráficas que ahondan en traumas infantiles a partir de su propia vida. Dos premios Eisner acaban de encumbrarla

TEREIXA CONSTENLA

Pontevedra - 28 JUL 2020


'Coraje', de Raina Telgemeier.

Raina Telgemeier (San Francisco, EE UU, 43 años) se convirtió hace diez años en un fenómeno editorial con un libro sobre ortodoncia, esa plaga bíblica que recorre bocas infantiles de medio mundo. Se titulaba Sonríe y contaba su propia desesperación con la pérdida de dos incisivos que le hicieron perder pie en el mundo. Nada que banalizar si uno tiene 11 o 12 años y empieza a interesarse en chicos. El éxito animó a escarbar más en su propia autobiografía a la dibujante, que dedicó un libro al nacimiento de su hermana Amara (y a todas las malas sensaciones que también puede desatar algo así en la vida de un niño) y otro a las fobias y miedos que sintió a partir de los 9 años, titulado Coraje.

Por esta obra, que acaba de publicar en España Maeva, al igual que las anteriores, Raina Telgemeier recibió este fin de semana dos premios Eisner, uno de ellos como mejor escritor/artista, categoría suprema para distinguir a aquellos que tienen el don de narrar igual de bien con dibujos que con palabras y que también alcanzó con Hermanas en 2015. Los dos galardones se suman a los tres que tenía por libros anteriores (Sonríe y Fantasmas, además de Hermanas) y la colocan en un pedestal de elegidos donde apenas hay autores de cómic infantil y juvenil. Uno de esos casos donde las ventas masivas acaban apuntaladas por el reconocimiento de la crítica y la industria.

Coraje (Guts, en inglés) fue saludado en The New York Times como uno de los mejores libros publicados sobre la ansiedad y sus mecanismos. Viñetas para pensar. Hace tiempo que el cómic pisa fuerte por territorios complejos y Telgemeier ha tenido la habilidad de aunar dos corrientes de moda: la literatura del yo y la novela gráfica. “Yo fui una hipocondriaca temerosa de la enfermedad. El miedo derivó en una ansiedad severa y en ataques de pánico, que han permanecido toda mi vida, aunque he aprendido a manejarlos y a vivir con ellos”, expone en una entrevista por correo electrónico realizada en junio.

Si ella es el mejor material de sus libros, sus cómic se han convertido en una terapia redonda para su autora. “Lo son. Así como escribir un diario desde los 11 años me ayudó a procesar mis pensamientos entonces, escribir sobre cosas que me sucedieron hace tiempo es todavía catártico. Ahora tengo el beneficio de la edad para entender mejor quién fui y por qué”, confía.

En Coraje, Raina es una niña a dos minutos de la pubertad, considerada la rarita de la clase, aunque sin problemas de acoso. Tiene una buena amiga y una buena familia. Hace cómics y vive en un piso minúsculo. Se describe a sí misma como “nerviosa, tímida, callada y vergonzosa”. Un buen día comienza a vomitar (o a creer que lo hará) y esta señal de que algo no va bien acaba colonizando su mente. Entre otros miedos desarrolla el de la emetofobia (fobia al vómito).

El cómic nace de las vivencias de la autora, que acabaría en manos de una psicóloga infantil. “Comencé un diario a los 11, así que el acto de anotar mis pensamientos y sentimientos significa que tengo una grabación de todo lo que experimenté de joven. Ha sido un valioso regalo leerlos de nuevo, además creo que el hecho de escribirlos en el momento ayuda a que permanezcan más accesibles en la memoria”, indica.

La viveza con la que traslada sus convulsiones emocionales podría explicar la conexión con sus lectores, que hacen que sus libros figuren siempre en las listas de superventas de EE UU. A pesar de estar publicado en 2019, Coraje aún figuraba como el tercer cómic más vendido en junio en la lista de The New York Times. “Yo trato de escribir con honestidad y humor. Creo que el trabajo artístico ayuda a los lectores a visualizar mis historias y a colocarse en la piel de mi personaje”, reflexiona.

A partir de la adolescencia, Telgemeier dibujó numerosas historietas, que abordaban tanto infancias como vidas adultas. “La gente”, recuerda, “parecía disfrutar mucho de las historietas infantiles, así que empecé a concentrar mi energía en ellas”.

La autora estadounidense Raina Telgemeier.

Al margen de su línea de autoficción, Raina Telgemeier también decidió adaptar al cómic una popular colección de novelas juveniles, El club de las canguro, escrita por Ann M. Martin entre 1986 y 2000. Netflix acaba de estrenar este mes la serie inspirada en esta saga, que ha vendido más de 176 millones de ejemplares. “Hice la adaptación a la novela gráfica bastante pronto en mi carrera, y funcionó porque ¡eran mis libros favoritos cuando yo era niña! Trasladar algunas de mis historias y personajes predilectos fue un placer, y también fue una forma de cumplir con ellos al introducirlos para toda una nueva generación de lectores”, responde Telgemeier. Los cuatro libros adaptados por la dibujante han sido también editados por Maeva,que publicó recientemente El club de las canguro. El talento de Claudia.

Telgemeier no ha inventado la autoficción ni el cómic, pero ha sido una de las pioneras en juntarlos a ambos para abordar con empatía las vidas de los preadolescentes. Ese territorio que no es infancia ni juventud y que hasta entonces había descuidado la industria editorial. Y que gracias a ella se ha convertido en un boom.


El Pais