lunes, 2 de marzo de 2020

Una mirada a los orígenes

JAVIER FERNÁNDEZ
26 Febrero, 2020

'Marvel Cómics 1000'. VV. AA. Panini. 96 páginas. 8 euros

La editorial Marvel celebró en 2019 su octogésimo aniversario, y, como parte de la fiesta de cumpleaños, publicó un simbólico número 1000 de la cabecera que dio inicio a todo en 1939, Marvel Comics. Si en el lejano primer número de la serie se presentaban personajes tan icónicos como Namor o la Antorcha Humana original, de la mano de Bill Everett y Carl Burgos, en este suntuoso tomito nada menos que 80 equipos artísticos distintos (demasiados para consignarlos aquí en detalle) ofrecen su particular interpretación de innumerables héroes y villanos de un universo creativo singular e irrepetible. Por cierto, que la cosa se remata en otro tebeo, este sí más modesto, de apenas treinta páginas, titulado Marvel Comics 1001.


Malaga Hoy


La novela picaresca

'El Buscón en Las Indias' (2019), de Alain Ayroles y Juanjo Guarnido, continúa con 'Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos' allí donde lo dejó Francisco de Quevedo en 1626


GERARDO MACÍAS
26 Febrero, 2020

'El Buscón en Las Indias'. Guion: Alain Ayroles. Dibujos: Juanjo Guarnido. Norma Editorial, 2019.

Durante el Siglo de Oro español apareció la novela picaresca, un subgénero literario que surgió como rechazo al idealismo renacentista, y para criticar a la sociedad española. Con La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades asistimos a la primera gran expresión de este subgénero, que tuvo un gran éxito durante el XVI y el XVII.

Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños (1626) es una de las grandes obras de la picaresca y tuvo un éxito impresionante en su época hasta el punto de que Quevedo prometió escribir una segunda parte, en la que Don Pablos continuaría sus aventuras en las Indias. Un libro que no llegaría a escribir, pero que ahora se ha hecho realidad en el cómic El Buscón en las Indias, del guionista Alain Ayroles y el dibujante Juanjo Guarnido. En el cómic hay muchas referencias al original, como flashbacks de la infancia de Don Pablos y algunas desventuras que le ocurren realmente en la novela. Cuando Don Pablos llega a Las Indias, El Dorado no es el centro de la historia sino una metáfora de cómo la selva esconde sueños. Y si la selva se quema, también se queman los sueños.Alain Ayroles (Lot, Francia, 1968), antes de Don Pablos, había pensado en otro protagonista: Don Quijote criando llamas en Perú. Pero a Juanjo Guarnido (Granada, España, 1967) le pareció una afrenta a Cervantes. Entre las dos partes de Don Quijote de la Mancha de Cervantes hubo muchos apócrifos, entre ellos el de Avellaneda, que tuvo gran éxito, y eso le sentó fatal a Cervantes, que mató al personaje para evitar que otros se aprovechasen de él.


En la literatura francesa clásica no existe la figura del pícaro, así que Alain Ayroles tomó sus propias referencias: Jack Crabb, personaje interpretado por Dustin Hoffman en Pequeño gran hombre (Arthur Penn, 1970); los spaghetti western de Sergio Leone; el protagonista de Tartufo o el impostor (Molière, 1664)...

Alain ha querido ser fiel al estilo de la picaresca y de Francisco de Quevedo, con un relato en primera persona, usando el lenguaje arcaico y el verso. Alain domina el francés del Siglo XVII y escribe en versos alejandrinos con facilidad pasmosa. Guarnido lo tradujo tomando citas de muchas novelas de la época, como La vida de Lazarillo de Tormes y La vida del Buscón.

Trabajar con un guionista que también dibuja, como Alain Ayroles, ha sido una gran ventaja para Juanjo Guarnido, porque Ayroles hace storyboards a sus dibujantes. Tardaron diez años en hacer este cómic. Juanjo Guarnido estuvo tres años y medio dibujándolo a lápiz sobre papel de plástico de poliéster, que antes usaban los aparejadores y se utilizan para imprimir planos de dibujos industriales. La superficie es completamente lisa, por lo que el lápiz se resbala, y el resultado parece un grabado. Guarnido reprodujo ese lápiz con tinta sepia, y sobre ese acabado dio color con la acuarela.

Destaca la portada hecha al óleo de un metro cuarenta de alto por uno de ancho. Guarnido tuvo que pedir ayuda a Alex Alice, dibujante de cómics que le dio clases de pintura. Para reproducir la portada, se necesitó un fotógrafo especializado en cuadros de museo. Guarnido hizo un retrato al estilo Barroco, pero sin imitar a Diego Velázquez. Quevedo no describe a Don Pablos en la novela, pero cuenta que recibe un navajazo en la cara, así que debería tener una enorme cicatriz. Como eso le habría dado un aspecto demasiado reconocible cuando se disfraza, Guarnido se tomó la pequeña licencia de eliminar la cicatriz, tras años de bocetos antes de dar con su aspecto de gamberro pero, a la vez, encantador.

Vemos a Velázquez pintando Las Meninas. Se trata de un guiño a la época histórica, que rápidamente se convierte en fundamental, porque en esta historieta, el punto de vista de los protagonistas es esencial, como le pasa a Diego Velázquez en este cuadro. Para poder documentarse, los autores fueron a ver Las Meninas al Museo del Prado, pero no les permitieron hacer ninguna foto al cuadro.

Encontramos en este cómic algunos personajes con el rostro de grandes actores clásicos del cine español, como por ejemplo Alfredo Landa. Es un juego con el lector que Uderzo hacía a menudo en los álbumes de Astérix el Galo.

Malaga Hoy


El último crimen de la gran dama del cómic

La británica Posy Simmonds, una de las autoras más veteranas a sus 74 años, publica 'Cassandra Darke', adaptación libre y negra del 'Cuento de Navidad' de Dickens

Posy Simmonds, el 19 de febrero, en su casa de Londres, delante del espejo donde simula movimientos y expresiones para luego dibujarlos. CARMEN VALIÑO

TOMMASO KOCH

Londres 1 MAR 2020

En el despacho de Posy Simmonds habitan cientos de criaturas. Ahí nacen —sobre una mesa iluminada por dos lámparas y una ventana—, crecen y esperan a que una historia las necesite. Algunas, en realidad, no saben todavía ni quiénes son: tan solo lucen un busto, no tienen ni un trazo de piernas para salir a dar un paseo. Otras, en cambio, ya han encontrado incluso a su media naranja, como un lobo trajeado y un entrecot vestido de novia que se funden en un vals. Hay mujeres con velo y prisa, niños vestidos de soldados u hombres con pinta de tramar el enésimo trapicheo. Incluso el dueño pakistaní de la tienda de la esquina ha acabado retratado en unos esbozos. “Pero él no lo sabe”, se ríe Simmonds. Para descubrirlo, tendría que visitar el hogar de la dibujante, descender unas escaleras y acceder al cuarto que encierra su tesoro. No hay cofres amontonados en las estanterías, sino cuadernos. Dentro, la gran dama del cómic británico conserva sus gemas más preciadas: todas sus ideas.


Hace décadas que Simmonds fía a estas páginas sus ocurrencias. Y aquí empezó a dibujarse el camino que la llevó de la granja lechera de su familia en el pueblo de Cookham hasta ser una pionera del tebeo. Porque ya hay muchas creadoras celebradas, pero ninguna tiene 74 años y dibuja desde los sesenta. “Hasta que no coincidí en festivales de cómics con otras artistas que me contaron sus dificultades, no fui consciente de estar fuera de lo ordinario”, asegura la inglesa. Lo cierto es que así es: entre novelas gráficas, libros infantiles y la viñeta que cada semana entregaba a The Guardian, ha acumulado una carrera excepcional. Y todo un manual de sátira sobre la clase media y sus contradicciones.


Cassandra, en una viñeta del cómic.

Un día, hace 11 años, apareció en sus bocetos una anciana merchante de arte, tan rica y culta como intratable. Poco a poco, le puso abrigo, gafas, muchos kilos y una lengua afiladísima. Y la rodeó de un invierno tan gélido como su alma. Debió apartarse de ella, obligada por una larga neumonía. Pero volvió. Y, en cuatro años de trabajo, le dibujó una hermanastra, un exmarido, un perro, una estafa y una pistola. Es decir, un relato. El “más oscuro” de su carrera, ennegrecido por “la coincidencia con el Brexit”. Tituló el tebeo como su personaje principal, ya que su presencia domina cada página. Y, ahora, Salamandra Graphic —que invitó a este periódico a Reino Unido— edita Cassandra Darke en español.

“Camino mucho por Londres. La diferencia entre los barrios pobres y ricos me recordó al Cuento de Navidad de Dickens. Es como si fueran dos sociedades”, explica Simmonds. Así que volvió al viejo Scrooge, aunque se permitió leerlo solo una vez: “La historia tenía que ser mía”. Hace tiempo que la autora se alió con los clásicos para crear nuevos éxitos: en Gemma Bovery, convirtió a la madame de Flaubert en una joven inglés expatriada; en Tamara Drewe, una columnista de cotilleos sustituye a la protagonista de Lejos del mundanal ruido de Thomas Hardy. Ambas obras han sido adaptadas al cine. Y Cassandra Darke va por la misma senda: sus derechos han sido adquiridos para una película o una serie.

Otra viñeta del tebeo.

Esta vez, Simmonds se ha llevado el Cuento de Navidad a 2017: no hay fantasmas, los móviles enganchan más que cualquier villancico y no es tan raro recibir en el teléfono la foto del miembro de un desconocido —“Nunca me ha ocurrido. Para la parte tecnológica, me asesoraron mis nietos”, aclara ella—. Quedan, eso sí, la nieve, una ciudad de tintes grises y luces festivas, y una protagonista huraña como su predecesor. “No está interesada en caerle bien a nadie. Supone lo contrario de lo que se espera de las mujeres, de cómo nos crían”, defiende Simmonds.

“Quería que le gritara a la gente”, agrega. De alguna forma, Cassandra era una venganza. Por un mundo que tolera más que pierda los papeles un hombre. Por aquel señor al que Simmonds pidió que no tirara basura al suelo y que respondió insultándola. Por las heces de perro que cualquiera ha pisado alguna vez. En definitiva, por esos momentos de rabia ciega que la buena educación impide, pero un dibujo es libre de concederse. Y eso que su creadora parece colocarse en el extremo opuesto. Serán sus exquisitos modales, la sonrisa con la que invita a un café, la ardilla dibujada en sus zapatos o quizás un barrio donde los pajaritos cubren el ruido de Londres; pero en casa de Simmonds se contagia una paz casi mágica. Al fin y al cabo, el gran espejo de su despacho crea hechizos todos los días: ante él, la autora simula movimientos, prueba expresiones o sacude objetos. Luego, su lápiz transforma esos ensayos en arte.

Posy Simmonds enseña uno de sus cuadernos, con varias pruebas de dibujos para el personaje de Cassandra Darke. CARMEN VALIÑO

“Lo dibujo todo a mano”, confiesa Simmonds. Suyos son los guiones, los textos y los diseños. Y no solo: la británica suele recrear también la biografía entera de sus personajes, para conocerlos mejor. Por eso, en sus cuadernos, hay bocetos donde la vieja Cassandra apenas es un bebé e incluso sonríe. Mientras la tecnología revolucionaba el mundo, la autora apenas ha cambiado su rutina. Las únicas diferencias llegan a posteriori, cuando su marido escanea las imágenes y mecanografía las letras. Aunque el paso del tiempo sí ha afectado a la autora, que se nota “más lenta”. Lo dice con naturalidad, sin dramas: por eso asume menos proyectos. Aun así, ya tiene al menos dos en marcha. Por un lado, quiere recrear en dibujos su vida en los cincuenta y sesenta. Y, por otro, una hoja en su mesa de trabajo muestra a varios niños enfundados en uniforme de soldado. Es el homenaje que Simmonds prepara a los militares que mueren en conflictos, y a sus familias. Quiere recordarlos como lo hacen sus padres: ninguna máquina de guerra; tan solo su pequeño e indefenso hijo.


El Pais


jueves, 27 de febrero de 2020

La mascota perdida

Genial adaptación al formato manga de la maravillosa película dirigida con talento por Wes Anderson


JOSÉ LUIS VIDAL
25 Febrero, 2020

He de confesaros que sería incapaz de colocar en una imaginaria balanza, cada uno en un platillo, al cómic y al cine, sin que uno pesara más que el otro. Ambos son igual de importantes para mí.

Me recuerdo, aún sin levantar un palmo del suelo, sentado en una butaca, disfrutando de una sesión de cortos animados protagonizados por Tom y Jerry.


Isla de perros
Guion: Wes Anderson
Dibujo: Minetaro Mochizuki
Rústica (flexibook)
80 págs.
9,95 euros
ECC Ediciones

El cine me ha acompañado a lo largo de todos estos años, y sigue haciéndolo. Y dentro del séptimo arte, tengo una especial predilección por las películas de animación, y si me habláis de las que están realizadas con el método bautizado como stop motion (fotograma a fotograma) ya me vuelvo totalmente loco.

Tuve la inmensa suerte de conocer y entrevistar a uno de los padres de este método de filmación, tal vez el más conocido, Ray Harryhausen, momento que atesoro. Recuerdo todas y cada una de sus películas, y la magia que conseguía transmitir a través de la pantalla, dando vida a guerreros esqueletos, la mítica Medusa o a la letal Kali…

Toda esta introducción sirva de ejemplo de la vigencia que este tipo de cine aún tiene, no hay más que disfrutar de las películas de las productora Laika y, por supuesto, y es el caso, de Isla de Perros, dirigida por uno de mis directores de cine preferidos, Wes Anderson que, película a película (The Royal Tenenbaums, Life Acuatic, El Gran Hotel Budapest…) ha sabido crear un universo propio, que se mueve entre el surrealismo y un sentido del humor muy particular.

Si con Fantástico Mr. Fox ya nos trasladaba su amor por el stop motion, en Isla de Perros nos propone una historia protagonizada por un niño, Atari, y un buen montón de cánidos.

La acción se sitúa en Japón, por lo que era de recibo, y totalmente lógico, que la cinta tuviera su obligada traslación al formato manga, el tebeo nipón.

Dicho y hecho. ECC Ediciones nos ofrece la posibilidad de poder disfrutar de esta particular versión, algo reducida, de la trama de la apasionante película. Y claro, esta tenía que estar realizada por uno de los grandes autores llegados del País del Sol Naciente, nada más y nada menos que Minetaro Mochizuki, al que todos los aficionados al manga conoceréis por sus obras de terror psicológico, Dragon Head, La mujer de la habitación de al lado; o el drama Chiisakobee.

El joven Atari, huérfano de padre y madre tras un terrible accidente del tren bala, queda bajo la tutela de su tío, el inflexible alcalde Kobayashi, que inicia una campaña anti perruna, debido a una enfermedad que ataca a los animales, tomando la drástica decisión de aislarlos en una inhóspita isla, a la que el protagonista tendrá que trasladarse si quiere volver a encontrarse con su mascota, el perro Spots, con el que se forjó un irrompible vínculo desde el accidente…



Malaga Hoy

Mascotas letales

Un nuevo tipo de arma ha sido creada, imparable y letal. Pero, ¿qué ocurriría si se descontrolara?

JOSÉ LUIS VIDAL
25 Febrero, 2020


El guionista escocés Grant Morrison siempre sorprende, de eso no hay duda. Puede que sus historias no conecten contigo, pero lo que es innegable es la originalidad de sus propuestas, lo que le ha convertido, desde su 'desembarco' en el mercado estadounidense en uno de los grandes nombres del comic-book, habiendo firmado memorables etapas al frente de iconos de la editorial DC como Batman, Superman y sacado del ostracismo, de ese baúl de los recuerdos donde tantos y personajes que dormían el sueño de los justos, como por ejemplo Animal Man, por citar solamente a uno.

WE3
Guionistas: Grant Morrison
Dibujante: Frank Quitely
Cartoné
144 págs.
17,95 euros
ECC Ediciones

Él siempre sabe darle una vuelta de tuerca a sus historias, pero considero que WE3, dentro de no tener un argumento excesivamente complejo, roza la auténtica genialidad, y nos toca la patata a todos aquellos a los que nos gustan los animales.

Eso sí, ¿qué sería de una buena idea si no es plasmada adecuadamente por un dibujante capaz? Frank Quitely, en la cima de su carrera (de la que, por desgracia, se encuentra bastante apartado) fue capaz de regalarnos a los lectores un tebeo cuyas viñetas parecen salirse de las páginas. Y nunca mejor dicho, ya que sin utilizar grandes parafernalias digitales, tan solo el talento y las buenas ideas, el dúo de creadores ideó una manera de simular un efecto 3D que les funciona a la perfección. Tan solo tenemos que visionar el prólogo de la obra, esa misión de 'limpieza' que los protagonistas ejecutan…

Y hablando de protagonistas. Esta miniserie publicada originalmente dentro del desaparecido sello Vertigo no tiene nada que ver con el universo superheroico de la casa madre, es una historia totalmente independiente, y en parte, en ello radica parte de su belleza y valor.

Bandido, Garras y Pirata son los nombres de tres mascotas. Perro, gato y conejo. Tres animales de compañía como otros cualquiera… ¿O no?

¿Qué ocurre si, utilizando los últimos avances armamentísticos, transformas a estos animales en un trío letal, capaz de afrontar cualquier misión? Pues que has creado a WE3, máquinas de matar que incluso han desarrollado, a base de implantes y drogas, la capacidad de comunicarse (atención al curioso idioma que se inventa Morrison, simple pero a la vez muy efectivo).

Pero la frialdad de los políticos y los científicos es tal que, pendientes del nuevo avance con otro tipo de armas, se les pretende eliminar. Así, tal cual, sin más preámbulos.

Menos mal que la doctora y cuidadora del trío, Roseanne Berry, les guarda un especial cariño y se saltará todas las órdenes de sus superiores, comenzando la cacería más violenta y sangrienta que se ha visto en las páginas de un tebeo.

No os voy a dar muchos más detalles de los que ocurre a continuación, tan solo que os preparéis para lo que se avecina, junto a este peculiar comando de soldados peludos, que os va a dejar sin aliento.

Este nuevo volumen de la colección dedicada a Grant Morrison viene trufado con interesantes extras, bocetos, textos de los autores, portadas inéditas…


Malaga Hoy


domingo, 23 de febrero de 2020

La gran matanza

El índice de criminalidad de aquella ciudad había subido tanto que el porcentaje de asesinos a sueldo se medía por metro cuadrado…


JOSÉ LUIS VIDAL
20 Febrero, 2020

Pues sí, al igual que existe una lista que nombra a los mejores temas musicales, o la clasificación de los equipos de fútbol, hay una que ordena, clasifica, a los asesinos de mejor a peor. Y claro, si eres el amenazado jefe de una de las familias criminales, y ves cómo alguien ha puesto precio a tu pescuezo, lo normal es que solicites la asistencia de estos matones.


Assassin Nation
Guionista: Kyle Starks
Dibujante: Erica Henderson
Cartoné
120 págs
15,95 euros
Planeta Cómic

Pero claro, la idea de Rankin, que en sus buenos tiempos fue el número uno de la famosa lista, excede todo lo que se nos pudiera ocurrir, ya que se va zafando por los pelos de uno y otro atentado contra su vida, por lo que determina que va a contratar no a uno, ni dos, ni tres, sino a todos los asesinos que conoce.

Y es que resulta que el amigo Rankin arrebató el segundo puesto dentro de las familias criminales a los Merda Morra, por lo que su deforme jefe, Equidna, se la tiene jurada desde entonces, colocándose en la diana de los contratados, ya que piensan que él es la cabeza pensante tras los intentos de borrar del mapa a su empleador.

Eso sí, dentro de esta loca ecuación también entran los Huynus, otro grupo en el que cuentan con una auténtica legión de asesinos, bautizados como los Krios Katana (creo que no hay que explicar nada más sobre sus métodos…) y que están comandados por una auténtica fuerza de la naturaleza, el letal e imparable Taipán.

Una vez colocados los peones sobre el imaginario tablero, Rankin irá librándose por los pelos de ataque tras ataque, mientras junto a su antiguo compañero de fatigas, Max Bishop, que también tiene una agenda secreta (averiguar quién mató a su marido) ven como lo que era una auténtica legión a su servicio va disminuyendo disparo a disparo…

Si al principio fueron veinte los elegidos, su número va a ir bajando, pese a contar con Fernando, que ostenta el primer puesto, Triste Stan, Tanaka, Palote de Carne…

La pareja de creadores tras este divertidísimo cómic son el guionista Kyle Starks, que ha trabajado previamente en la versión en viñetas de franquicias tan exitosas como Invader Zim o Rick and Morty, dando el salto a la independiente Image Comics, con series como Sexcastle y Rock Candy Mountain.

Por su lado, la dibujante Erica Henderson no puede negar por su estilo de dibujo que proviene del mundo de la animación (Venture Bros, Underdog) así como del de los videojuegos, donde ha desarrollado su labor como diseñadora de personajes.

En el mundo de los cómics ha dejado su sello en las páginas de la serie Jughead, perteneciente al universo del personaje Archie, aunque el éxito le llegó al frente de los primeros treinta y siete números de la serie de Marvel Squirrel Girl, gracias a la cual obtuvo dos premios Eisner.

Si os gustan las historias con mucha acción, humor, adrenalina y sangre a borbotones, no sé a qué estáis esperando para lanzaros de cabeza a las páginas de Assassin Nation



Malaga Hoy

La importancia del legado

'Capitán Marvel' (1999), de Peter David y ChrisCross, es Genis-Vell, el hijo de Mar-Vell, el Capitán Marvel original, un gran campeón intergaláctico cuyas aventuras debutaron en 1977


GERARDO MACÍAS
19 Febrero, 2020

'Colección Extra Superhéroes: Capitán Marvel nº 1'. Guion: Peter David. Dibujos: ChrisCross. Panini Cómics, 2013.

Marvel Comics tenía que volver a sacar la cabecera Captain Marvel para no perder derechos sobre el título. En vez de recurrir al Capitán Marvel de los 70, muerto en el cómic La muerte del Capitán Marvel (1982) de Jim Starlin, se creó a Mónica Rambeau, joven negra que debuta en The Amazing Spider-Man Annual nº 16 (1982), y protagoniza Captain Marvel vol. 2, con dos entregas en 1989 y 1994. Rambeau terminó llamándose Fotón (1996), Púlsar (2005) y Spectrum (2013), dejando llamarse Capitán Marvel a Genis-Vell, que debutó con el nombre de Legado en Silver Surfer Annual nº 6 (1993) y es hijo del Capitán Marvel original.

Tras la muerte de Mar-Vell, Elysius, su mujer, creó un hijo póstumo con sus genes, sirviéndose de tecnología de Titán, hogar de la pareja cuando se diagnosticó cáncer a Mar-Vell. Para proteger a Genis de enemigos paternos, se aceleró su crecimiento.

De Silver Surfer Annual nº 6 pasó en diciembre de 1995 a Captain Marvel vol. 3, escrito por Fabian Nicieza y dibujado por Ed Benes. Solamente duró seis números, pero Genis volvió en la miniserie Avengers Forever (1998), donde Kurt Busiek presentó una versión futura del hijo de Mar-Vell. El Genis futuro fundió las moléculas de Rick Jones con las del Genis presente. Desde entonces, Genis y Rick intercambian sus cuerpos entrechocando las Nega-Bandas. Mientras uno está en la Tierra, el otro está en el Microverso, aunque se comunican mentalmente.

El personaje obtuvo enseguida la cabecera mensual Captain Marvel vol. 4, primera serie regular escrita por Peter David tras su longeva etapa en The Incredible Hulk. David recupera a Rick Jones y a su esposa Marlo, que compartieron con Bruce y Betty su etapa en la serie de Hulk. Peter David convierte la serie en una mezcla de sitcom y space opera. Rick intenta volver con su esposa, a quien oculta su vínculo con Genis para no estropear la reconciliación. Jones ha sido escudero de Hulk, el Capitán América, ROM, los Vengadores y el Capitán Marvel original.

Peter David es de los mejores guionistas de superhéroes en situaciones cotidianas, lo que hizo memorable su etapa en The Incredible Hulk. David se pone serio en el nº 13 USA, cuando plantea el problema social de la ablación de clítoris, usando un símil con las costumbres sexistas de los alienígenas Kree.

El dibujante de la serie es ChrisCross, de estilo ideal para plasmar el tono humorístico de Peter David, dotando a sus personajes de marcadas expresiones faciales.

En el nº 11 USA, Genis viaja al pasado y se encuentra con su padre, con dibujos de Jim Starlin, el autor de las mejores historias del personaje. El nº 14 USA es un fill-in a cargo de Fabian Nicieza en el que condensa, en flashback, argumentos que el propio guionista tenía previstos para el vol. 3, en 1996, que no vieron la luz por la prematura cancelación de la serie.En 1998, Toy Biz y Marvel Entertainment se fusionan para salir de la bancarrota. En enero de 2000, Bill Jemas se convirtió en editor de Marvel Comics. Jemas pensaba que la continuidad era un estorbo para enganchar nuevos lectores. Los tebeos de Marvel se alejaron de generaciones anteriores, lo que enfrentó con Jemas a guionistas como Peter David.

En 2002, Bill Jemas montó una competición entre tres series, entre ellas, Capitán Marvel de Peter David. Solamente una sobreviviría. Se cancelaría el título que vendiera menos. Peter David salvó su serie, pero lo obligaron a cambiar el tono de la misma.

Aunque tiene los mismos autores y protagonistas, con el nuevo volumen, la serie es mucho más trágica, y se eliminan referencias al pasado. El Capitán Marvel enloquece, se pierde la comedia. ChrisCross permanece, pero entintado y coloreado digitalmente por Chris Sotomayor.

Captain Marvel volumen 5 cuenta cómo llega Genis a la locura. La búsqueda de disciplina para controlarla le llevará a solicitar la ayuda de los extraterrestres Kree, alistándose como soldado con el uniforme que ya llevase su padre, en un claro homenaje al primer Capitán Marvel.

Peter David no se desentenderá de Rick Jones, que trata de seguir siendo la conciencia de Genis, mientras sobrevive en el Microverso, donde permanece durante el período de locura del Capitán Marvel, que se niega a intercambiarse con él.


Malaga Hoy