miércoles, 16 de octubre de 2019

El banco de pruebas

'Juan Pistola' (1952), de René Goscinny y Albert Uderzo, es un joven empleado en una taberna, lector de novelas de piratas, que se hace corsario para emular a sus héroes novelescos


GERARDO MACÍAS
02 Octubre, 2019

'Todo Juan Pistola'. Guion: René Goscinny. Dibujos: Albert Uderzo. Grupo Editorial Bruño, 2014.

Presentar a René Goscinny y Albert Uderzo, a estas alturas, es innecesario. Su criatura más famosa, Astérix el Galo, ha consagrado a este tándem en el Olimpo de la Historieta, medio que han traspasado, incluyendo exitosas entregas cinematográficas en animación y en imagen real.

Pero Astérix el Galo no fue la primera colaboración entre Goscinny y Uderzo. Ese honor corresponde a Juan Pistola, corsario cuyas aventuras comienzan en 1952 en el suplemento juvenil La Libre Junior del diario La Libre Belgique, y continúan hasta mediados de los 60. El joven protagonista, empleado en una taberna, lector de novelas de piratas, decide emular a sus héroes novelescos. Juan Pistola compra un buque que se cae a pedazos, El Bravo, y recluta como tripulación a sus amigos Gil, Beltrán, Hugo, y Renatito (personaje con el que Uderzo caricaturiza a Goscinny). Es un precedente de los piratas de Astérix el Galo. Goscinny y Uderzo se adentran en la piratería para ensayar las claves que luego les llevarían al éxito mundial. Se trata de una serie que sirve de banco de pruebas para Umpa-pá el Piel Roja y Astérix el Galo. Encontramos elementos como la oposición entre dos culturas, y una aldea perdida en un rincón del mundo que se resiste al progreso.

Los autores presentan a los personajes y establecen las reglas: la cobardía de la tripulación, las bromas del loro Jazmín, los caprichos del monarca, etc. Goscinny aún no domina el tempo narrativo, y hay demasiados personajes, sin que ninguno (salvo el protagonista) resalte. Tras una serie de peripecias, atrapa a un peligroso bucanero y el rey le nombra corsario.La cosa mejora en el segundo álbum: Juan Pistola, corsario del rey. Si el anterior episodio parece ensamblado sobre la marcha, aquí se aprecia una historia preconcebida con una estructura determinada. También hay amagos que apuntan a consolidar los piratas con nombre de color, la broma recurrente con la mala puntería de quien maneja el cañón, etc.

La dinámica progresa, aunque sin la posterior originalidad y sentido del ritmo del dúo, que se lograrán en los dos siguientes álbumes. Juan Pistola y el espía, y Juan Pistola en América son grandes muestras de estos maestros de la Historieta: tramas ágiles, chistes sofisticados, etc.

Goscinny era maestro en desinflar la seriedad de alguien o de algo. Esto requiere, entre otras cosas, no convertir al tipo serio en un bufón. Su humor es una mezcla de respeto y falta de él. Pero Juan Pistola no empieza así. En su lugar, opta por el slapstick.

La perfección alcanza su punto álgido en Juan Pistola en América, tan redondo que muchos de sus hallazgos fueron reutilizados en Umpa-pá el Piel Roja. Goscinny quiso probar otro tipo de humor que no fuese slapstick. Entonces, llegó la genialidad.Vemos avanzar el estilo de escritura de Goscinny, con sus juegos de palabras y su sentido del ritmo que lo convertirían en uno de los mejores guionistas de la historia del cómic, creador también de Astérix el Galo, Umpa-pá el Piel Roja, Iznogud y Lucky Luke. En cuanto al dibujo, Juan Pistola tiene una peculiaridad: el aspecto del protagonista cambia en cada álbum. Uderzo es consciente de este vaivén de su propio estilo que, curiosamente, no sufre el resto del elenco.

Cuando un historietista empieza a trabajar, suele tener en su cabeza una imagen idealizada, reflejo del estilo que más le ha influido. Esto es evidente cuando va cambiando el diseño de Juan Pistola. Al principio, Uderzo se basa en los tebeos de aventuras de la época, de dibujo pseudorrealista, pero a partir del tercer álbum, los personajes le brotan naturalmente del lápiz.

Juan Pistola y el sabio loco, que estaba inédita en formato álbum, tiende hacia la aventura sin importancia, como una anécdota que hubiera necesitado menos páginas para llevarse a cabo, o más para desarrollarse. Hasta el dibujo parece falto de fuerzas, se diría que el ilustrador se ha venido a menos. Sin ser una mala historia, parece un final en falso, tal vez porque los autores nunca se imaginaron que este fuera, efectivamente, el final de la serie.

Hay que decir que la mayoría de los originales de estos cómics se han extraviado, por lo que es imprescindible destacar la estupenda labor de restauración.


Malaga Hoy

domingo, 13 de octubre de 2019

Tras el telón

La editorial Nuevo Nueve, de la mano de Ricardo Esteban, se estrena con la publicación de la obra 'Epilogo', original del autor sevillano Pablo Velarde


JOSÉ LUIS VIDAL
02 Octubre, 2019




Pese a su título, Epílogo es la primera piedra de una nueva editorial que aparece en el panorama comiquero español.

Pues sí, nace un nuevo sello, con el nombre de Nuevo Nueve, y tras él podemos encontrar a un editor que lleva tras sus espaldas una larga, larguísima trayectoria en esto de las viñetas y del que seguro que todos y todas habéis oído hablar, Ricardo Esteban.

Y es que Ricardo ha sido el alma mater de una de las editoriales más importantes de nuestro país, Dibbuks. Tras quince años de éxitos, Esteban decide emprender un nuevo camino, más libre y dependiendo solamente de su propio, y acertado criterio.

Estamos hablando del editor que trajo de regreso a un personaje ya clásico, al que todos los lectores que lo habíamos seguido echábamos mucho de menos. Nada más y nada menos que el botones de rojo, en sus facetas más modernas y, cómo no, recuperando el magnífico material clásico.

Ricardo es también culpable de haber acogido a uno de los grandes guionistas de nuestro país, El Torres. Junto a él y una legión de magníficos dibujantes han alcanzado el éxito, llenando sus estantes de los más importantes premios que se le conceden al cómic en nuestro país.

Me llevaría varias páginas más glosar los éxitos editoriales de Ricardo, que son muchos, pero en esta ocasión vamos a hablar del presente, y el futuro más próximo. Y por ello hemos de centrarnos en lo que nos ofrece como novedad del mes de septiembre la editorial Nuevo Nueve.

Epílogo es el título de esta novela gráfica, una historia creada por el autor sevillano Pablo Velarde, al que seguro que todos conocéis por su faceta como humorista gráfico, sobre todo dentro del semanario satírico El Jueves. Series como Porca Miseria, Amigas las tres o la más actual, Custodia compartida.

Pero este autor que abandonó su carrera de arquitecto cambia completamente de género y nos regala una trama que te atrapa desde la primera página.

Todo comienza con un joven periodista, Rodrigo Mendoza. Su trabajo dentro del periódico Liberación lo lleva a reseñar actos culturales. Nos encontramos a principio de los años 80 y la oscura manta del franquismo, al ser levantada, revela tesoros ocultos. Uno de ellos es la colección de fotografías Antoni Campañà, un fotógrafo catalán que a través del ojo de su cámara plasmó los horrores de la contienda que enfrentó a las dos Españas.

Pues bien, ya en el prólogo de la historia conoceremos que Rodrigo no ha tenido relación con su padre, José Mendoza, desde hace muchos años. De hecho, hasta se alegra de su fallecimiento. Pero cuál será su sorpresa cuando se encuentre de frente con un golpe que va a trastocar todo lo que pretendía conocer sobre su progenitor…

Una foto, una sola instantánea, va a ser la ficha de dominó que caiga y empuje a otras, en una sucesión de recuerdos que, en la investigación que el periodista inicia, van a ir rellenando ese hueco que existe en su pasado.

En su camino van a cruzarse varios personajes que lo van a ir conduciendo por unos hechos que él desconocía completamente y que nos van a demostrar a nosotros, lectores, lo frágil que es el mundo de los recuerdos. Estampas en blanco y negro instaladas en nuestra memoria.

La gran pregunta que se le planteará al protagonista es: ¿Quién fue realmente José Mendoza? ¿La temida y temible cabeza visible de la Oficina de Censura y Propaganda, un padre inflexible, uno de los máximos defensores de la dictadura franquista, manos ejecutora de muchas "desapariciones"… O, tal vez había otro hombre tras esta fachada?

Una anciana actriz de teatro, Carmen Cañas, su hija Amanda y el reputado director de teatro César Fuentes serán personajes clave a la hora de dilucidar el apasionante misterio.

Pablo Velarde nos regala una obra magnífica, que dirige con buen pulso como si de un director de orquesta se tratara. Una historia en la que junto a su protagonista, iremos descubriendo hechos, datos, hasta el momento silenciados, ocultos. El autor lo hace con unos diálogos milimétricos, cruciales para ir desvelando la trama.

Pero éste es un cómic muy, muy visual, en el que no se nos pueden escapar muchos, e importantes, detalles. Hechos pasados se muestran como mudos flashbacks que nos enseñarán momentos muy importantes en el pasado de los protagonistas.

Epílogo es la primera obra del catálogo de Nuevo Nueve, y le auguro un merecido camino lleno de éxitos. De verdad que los merece.


Malaga Hoy




El bestiario de Mizuki

Shigueru Mizuki recupera en 'Dentro de los yokais' la leyenda de estos seres sobrenaturales que pueblan el folclore japonés desde hace siglos



JAVIER FERNÁNDEZ
02 Octubre, 2019

'Dentro de los yokais'. Shigueru Mizuki. Astiberri. 96 páginas. 20 euros.


En su crítica de Kitaro en el volumen Manga. The Complete Guide, decía Jason Thompson: "Los dibujos [de Shigeru Mizuki] son incluso mejores que el guion, con su mezcla de fondos ricamente detallados, ocasionalmente surrealistas, y personajes caricaturescos y escalofriantes en primer plano; esta línea increíble muestra por qué Mizuki fue uno de los precursores del movimiento gekiga de la década de 1960, que buscaba introducir trabajos más realistas en los cómics japoneses. La única pega es que se haya traducido tan poco". Pues bien, desde que NonNonBa se alzara en 2007 con el premio al Mejor Álbum en el Festival Internacional de Cómics de Angoulême, y, en 2010, se le concediera a Mizuki el reconocimiento oficial en Japón como Persona de Mérito Cultural, los álbumes del mangaka no han dejado de llegar a Occidente, rescatándose de este modo una obra impresionante, digna del calificativo maestra.

Mizuki nació en 1922, cerca de Osaka, y falleció a finales de 2015, en Tokio. Su trayectoria como dibujante de cómics comenzó tarde, en 1957, cuando el pellejo del artista se había ya endurecido después de haber servido en el ejército en la jungla de Nueva Guinea, contraer la malaria, ver morir a la mayoría de sus compañeros y perder el brazo izquierdo en un bombardeo. Tenía mucho que contar y lo contó, en tebeos como el citado NonNonBa (relato autobiográfico de su infancia en la década de 1930), Operación Muerte (sobre su participación en la Segunda Guerra Mundial y el supuesto lema japonés de "atacar hasta morir con dignidad"), el resto de tomos que conforman su biografía (Astiberri los ha publicado en una serie de seis), 3, calle de los misterios (que recoge siete relatos escalofriantes), Hitler (impresionante retrato de la vida y la locura del líder nazi) o Kitaro, su serie más conocida, con su icónico protagonista, un chico tuerto, descendiente de una tribu de muertos vivientes en un mundo donde se enfrentan los humanos y los monstruos conocidos como yokais.



Como se en explica en Dentro de los yokais: "Los yokais son seres sobrenaturales que pueblan el folclore japonés desde hace siglos"; "gracias [a Mizuki, cuya infancia estaba marcada por estas leyendas, tal y como se muestra en NonNonBa], las generaciones de la posguerra volvieron a descubrir el universo de los yokais, una parte del patrimonio cultural japonés abandonado y olvidado en un país ansioso por modernizarse tras la derrota".

El presente volumen es un bellísimo bestiario, compuesto por más de 80 láminas dibujadas en los años 60, en las que Mizuki disecciona literalmente a cada una de estas criaturas, al tiempo que detalla su función y su morfología. Es así que, por ejemplo, sabemos que el muy literario Kappa: "era originalmente un dios del agua que fue bajando de rango hasta convertirse en yokai", que el nombre de Hitotsume-Kozo significa "niño de un ojo" o que el Shirouneri "es un yokai nauseabundo y viscoso generado a partir de trapos usados, utilizados durante demasiado tiempo". En pocas palabras, un libro delicioso.


Malaga Hoy



domingo, 6 de octubre de 2019

Donde reine la tolerancia

JAVIER FERNÁNDEZ
02 Octubre, 2019


'Mirror 2: El nido'. Emma Ríos, Hwei Lim. Astiberri. 208 páginas. 20 euros.

En la bibliografía de Emma Ríos se alternan los trabajos comerciales con obras más personales, lo que da muestra de su ambición artística. Así, Ríos ha prestado sus lápices a personajes como el Doctor Extraño, Spiderman o Norman Osborn, que protagonizó en 2011 la miniserie Osborn, en la que la dibujante coincidió con la renombrada guionista Kelly Sue DeConnick. Lejos de los superhéroes, la gallega nos ha ofrecido experimentos como I.D. (Astiberri, 2016), con guion propio, y series tan aplaudidas como Bella Muerte (Astiberri, 2014 y 2016), que le valió dos nominaciones a los premios Eisner (mejor portadista y artista de interiores), de nuevo con DeConnick en labores literarias. Ríos es una ilustradora sobresaliente, pero no se ha conformado con eso y ha demostrado sus dotes como guionista en la serie Mirror, editada originalmente por Image y servida en nuestro mercado por Astiberri (primer volumen editado en 2017), con dibujos de la malaya Hwei Lim.

Mirror es un peculiar saga de ciencia ficción y fantasía protagonizada por un conjunto heterogéneo de seres humanos, espíritus, animales antropomórficos y animales sentientes en difícil convivencia. El universo mezcla la magia y la tecnología, y su argumento trasciende lo anecdótico, planteando temas como la identidad colectiva, la importancia de la tolerancia o el respeto a la diversidad, hasta conformar lo que la autora denomina una "fábula existencialista", inspirada por obras como el manga Oda a Kirihito, de Osamu Tezuka, o la novela La isla del Dr. Moreau, de H. G. Wells.

Con sus espectaculares composiciones de página, la dulzura de su línea y el hermoso coloreado, el arte orgánico de Lim se ajusta como un guante al poético argumento de Ríos, que concluye con este segundo tomo de Mirror, subtitulado El nido. Van aquí los números seis a diez de la serie, junto con las portadas y algún material extra (un par de bocetos, un par de ilustraciones de otros artistas y unas bonitas fichas de personajes).


Malaga Hoy



Un espejo para la sociedad


JAVIER FERNÁNDEZ
02 Octubre, 2019


'Viviendo del cuento'. Juanjo Sáez. Astiberri. 176 págs. 17 euros

Astiberri reedita Viviendo del cuento, de Juanjo Sáez, una divertida obra autobiográfica, que mezcla texto, cómic e ilustración y que se alzó con el premio Junceda al mejor libro para adultos. Con el subtítulo de Un diario de 10 años de profesión, el álbum es una especie de biografía personal de un artista gráfico que se mueve en la Barcelona de principios de siglo, pero también una mirada cínica a una comunidad que se dice moderna y está llena de contradicciones, de modo que Sáez termina por ofrecernos un auténtico retrato generacional y una reflexión sobre la estupidez y el vacío de nuestra sociedad. El presente volumen, revisado, incluye un nuevo prólogo dibujado de doce páginas, en el que Sáez explica, entre otras cosas, cómo ha evolucionado su punto de vista en estos años. En sus propias palabras: "Hemos ido a peor, pero el mundo no se acaba".



Malaga Hoy


De lo concreto a lo abstracto

JAVIER FERNÁNDEZ
02 Octubre, 2019

'En otro lugar, un poco más tarde'. David Sánchez. Astiberri. 84 pág. 16 euros.

Con su primera novela gráfica, Tú me has matado, el madrileño David Sánchez ganó el premio al autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona, y su siguiente libro, No cambies nunca, fue nominada a mejor obra en el citado festival. Desde entonces, y siempre gracias a la editorial Astiberri, Sánchez no ha dejado de demostrar que es un valor firme del tebeo español actual, poseedor de una poética propia, un raro talento para la narración y un estilo gráfico hermosísimo. En otro lugar, un poco más tarde es su cómic más reciente, una extraña fábula (casi) muda, de ambiente prehistórico, llena de recursos y aciertos visuales que nos lleva, con un ritmo asombroso, de lo concreto a lo abstracto, de lo físico a lo espiritual.


Malaga Hoy


sábado, 5 de octubre de 2019

La Guerra, sin más

Èmile Bravo continúa narrando su particular versión de los avatares del botones que viste de rojo


JOSÉ LUIS VIDAL
01 Octubre, 2019

'Una aventura de Spirou por Èmile Bravo: La esperanza sobre todo'. Dibbuks. 88 páginas. 20 euros.

Aviso para navegantes: no inicies la lectura de esta reseña si antes no has leído Diario de un ingenuo,
primera entrega publicada por Dibbuks, en la que el autor galo Èmile Bravo traza con acierto momentos en la vida del joven Jean-Baptiste o, mejor dicho, Spirou, que hasta el momento nos eran desconocidos.

Para aquellos que sí disfrutaron de su lectura, un breve recordatorio. Conoceremos cómo el joven es expulsado por los curas de una casa de acogida tras defender a un compañero. Su próxima parada será el Hotel Moustic, donde va a vivir mil peripecias, mientras huye de las collejas del maltratador portero, Entresol.

Allí conocerá a dos personajes que van a marcar el resto de la historia, la joven camarera Kassandra, de la que se enamorará. Aunque, por desgracia, el romance sea demasiado breve, debido a las creencias religiosas y políticas de la muchacha. Los aires de guerra llegan a Bruselas, entre ellos una comisión polaca-alemana que tiene mucho por lo que discutir y cuyas conversaciones quieren ser oídas por cierto periodista de tres al cuarto, que se va a convertir en inesperado compañero de fatigas del joven pelirrojo. Su nombre, Fantasio.

Pues bien, saltamos a La esperanza pese a todo, título del segundo álbum, que nos sitúa en 1940, con una Europa golpeada por el irrefrenable puño nazi. Spirou vive desesperado por conocer qué le ha ocurrido a su amada Kassandra y Fantasio, como de costumbre, se esfuerza sobremanera por hacer las cosas mal.

Mucho va a ocurrir en esta nueva entrega. Los protagonistas van a conocer a algunos refugiados alemanes, como el pintor Félix y su encantadora esposa, Felka, que los van a ayudar en más de un momento.

Pero unas temibles nubes negras llegan a la ciudad, que será objetivo de los bombardeos alemanes, con el consabido caos que esto origina, obligando al dúo de protagonistas, con un Fantasio desertor por momentos, a salir de la urbe, sin un destino claro y un camino que se abre ante ellos, donde se van a encontrar con más de un problema aunque, eso sí, como señala su título, si hay algo que conservar siempre es la esperanza, la que nos hace encontrar a buenas personas que nos ayudan ante los sucesos más inesperados.

Y este hecho tomará forma también en el contenido de una misiva, la única con noticias de la joven desaparecida, cuyos problemas se acrecientan y que hace que el corazón de Spirou se encoja. Este joven que está aprendiendo a marchas forzadas cómo comportarse ante los variados e inesperados golpes que la vida nos asesta.

Émile Bravo ya demostró en su anterior obra como hacer suyo al personaje, rellenando huecos de su ya extensa biografía y metiéndolo de cabeza en una trama en la que el drama ocupa una buena parte, en unos tiempos en los que Europa recibió el mazazo más fuerte de su historia. Sin embargo, el autor sabe introducir momentos de respiro, sobre todo con ese contrapunto cómico llamado Fantasio, personaje patoso, que siempre se mete y mete en problemas a los que lo rodean (con un guiño estético a cierto familiar) y, como ya ocurría en el anterior álbum, un recordatorio al personaje creado por Hergé, con el que sus amigos los niños vuelven a confundir al pobre Spirou en un momento de la historia.

Historia ésta que nos deja con un tremendo e inesperado cliffhanger, deseosos de conocer el siguiente capítulo en la vida de este ingenuo que ya no lo es tanto.


Malaga Hoy