domingo, 3 de febrero de 2019

TORPEDO por Bernet y Abulí: El Sórdido















El Pais Semanal

La aristocracia venida a menos

'Pascual, criado leal' (1953), de Ángel Nadal, es una serie de historietas cómicas sobre un mayordomo y su amo que debutó en el semanario 'Pulgarcito' nº 1.139 de Editorial Bruguera


GERARDO MACÍAS
30 Enero, 2019


'Clásicos del humor: Pascual, criado leal'. Guion y dibujos: Ángel Nadal. RBA Coleccionables, 2009.

En la España de posguerra, donde los tebeos contribuyeron a formar el imaginario colectivo, las revistas de la Editorial Bruguera elaboraron una crónica extraoficial y sarcástica de la época.

En los años 50, en la sociedad española circulaban bastantes ejemplos de aristócratas venidos a menos que intentaban aparentar un rango y fortuna que estaban lejos de disfrutar. Esta situación se ve reflejada en la serie de historietas Pascual, criado leal creada por Ángel Nadal para el semanario Pulgarcito nº 1139, en 1953. Se serió también en la revista Din Dan.

Pascual, criado leal está protagonizada por un mayordomo y su señor, Don Acisclo, un noble arruinado hasta tal punto que los dos protagonistas residen en un lujoso chalet de dos plantas, pero más adelante se mudan a un modesto pisito. Don Acisclo llega incluso a trabajar, aunque en empleos de señorito.

Don Acisclo es un hombre bajito, con bigote y pelo muy bien cuidados. Lleva un monóculo, símbolo de la aristocracia. Don Acisclo es envidioso, tacaño, y malhumorado; le gusta rodearse de personas de su misma clase social, en la que las apariencias son lo más relevante.

Pascual es un criado calvo, con patillas, y grandullón. Va ataviado con el clásico uniforme de mayordomo y luce corbata y bombín cuando sale a la calle. Guarda las formas como criado servicial, pero se aprovecha en algunas historias del carácter superficial de su señor.

Pascual, criado leal destaca por el efecto cómico que produce la diferencia de volumen entre amo y criado. También porque, por mucho que lleguen a enfadarse entre ellos, forman una pareja indisoluble, aunque siempre con el señor mostrando su superioridad ante Pascual, que en ocasiones incluso lleva en brazos a su amo.

Ángel Nadal Quirch (Barcelona, 1930-2016) publicó sus primeras historietas con 14 años y a los 18 debutó en Bruguera. Allí trabajó al lado de Escobar, Jorge, Peñarroya y Cifré, integrantes de la primera generación de dibujantes de la editorial, aunque por edad y afinidad se adscribe a la segunda generación, la del 57, con Vázquez, Figueras, Ibáñez, Gin y Raf.

En 1946 publicó los cuadernos de aventuras Azul y Tokán el invencible para la editorial Fantasio, pero finalmente se decantó hacia la historieta de humor, simultaneando sus trabajos entre Editorial Valenciana, con Sindulfo Sacarina (revista Jaimito, 1948); y Editorial Bruguera, donde, para la revista Pulgarcito, creó series como Casildo Calasparra (1948), Sandalio Pergamín (1948), Don Folio (1951), Don Cloroformo (1951) y Pascual, criado leal (1953).

Nadal practica el dibujo realista en los fondos y la indumentaria de los personajes, y la caricatura en los rostros. Sus guiones, de corte costumbrista, desprenden cierto tono crítico, como se refleja en Matildita y Anacleto, un matrimonio completo, o Maripili y Gustavito, todavía sin pisito.

En una época en la que dibujar a una mujer era una osadía -había que lidiar con la censura- Nadal destacó por sus estilizadas figuras femeninas, que respondían a la imagen idealizada por Hollywood, destacando las series Rosita, la vampiresa (1951); Las mujeres de Nadal (1954); Las chicas de Nadal (1959); y Marilín, chica moderna (1959).

Abandonó el mercado español en 1960 y empezó a trabajar para el Reino Unido a través de la agencia Bardon Art. Su obra apareció en la editorial británica Fleetway gracias a series como Buster, Lazy Sprocket, Milkiway y The Nuts. Irónicamente, muchas de estas páginas acabaron publicándose en España a través de las revistas de Bruguera.

Nadal se introduce también en el mercado alemán, para el que desarrolla varias historietas de humor, publicadas en revistas. En los años 70 y 80 dibuja varios cómics de Disney, como Goofy y Mickey Mouse, para el grupo danés Egmont-Gutenberghus.

En homenaje a la serie Pascual, criado leal, y a sugerencia de Gin, director por entonces del semanario El Jueves, se tituló así Pascual, mayordomo real, de Idígoras y Pachi, en 1996.

Nadal siguió activo hasta su jubilación, en 2013, y desde entonces repartió su tiempo entre su Barcelona natal y Cadaqués. En ese mismo año, el Museo del Cómic de La Massana, en Andorra, le dedicó una exposición retrospectiva.


Malaga Hoy




De la convivencia

La editorial bilbaína 'Astiberri' ofrece una propuesta ecléctica de la que forman parte tebeos de los más diversos estilos y nacionalidades


JAVIER FERNÁNDEZ
30 Enero, 2019


'Los puentes de Moscú'. Alfonso Zapico. Astiberri. 200 páginas. 14 euros.


Radicada en Bilbao, Astiberri es una de las editoriales más prestigiosas de nuestro país, con una propuesta ecléctica en la que caben tebeos de los más diversos estilos y nacionalidades, siempre con un excelente marchamo de calidad. Hoy les traigo tres títulos que dan cuenta de la amplitud de miras de un catálogo imprescindible para entender el desarrollo de la historieta española en el siglo XXI.



El primero de ellos es Los puentes de Moscú, el último trabajo del premio nacional Alfonso Zapico, autor de títulos tan apreciables como Dublinés, La ruta Joyce o la trilogía en marcha La balada del norte. El presente volumen documenta la conversación entre Eduardo Madina, político socialista que sobrevivió a un atentado de ETA en 2002, y el músico Fermín Muguruza, líder de Kortatu. Con línea suelta y un protagonismo destacado del texto, Los puentes de Moscú es una oda al diálogo en un momento en que la confusión ideológica inunda nuestro pensamiento, así como un repaso a la convulsa historia reciente de Euskadi y un homenaje a varias generaciones de jóvenes vascos, atrapados entre el ahogo del fascismo y el absurdo del terrorismo. Una historieta de puentes necesarios para construir la convivencia frente a los extremismos. Zapico se considera a sí mismo un dibujante de conflictos, y en sus propias palabras: "Ninguno tan difícil de comprender -y de explicar- como este de aquí. Tan cruel en sus pequeños detalles, tan doloroso en sus silencios. Dibujar los años negros de Euskadi es embarrar los zapatos en un charco. ¿Por qué lo hago? Por curiosidad, por ver la desembocadura. Tal vez el charco sea ya la desembocadura. Al fondo se ve el mar".



Los enciclopedistas, por su parte, es una excelente ficción histórica escrita por el bilbaíno José A. Pérez Ledo y dibujada por el también vasco Álex Orbe. Con un ritmo y un estilo visual que remite directamente al cómic francobelga, la obra nos lleva al París de 1750, donde se reúnen los intelectuales Diderot, Hume, D'Alembert, el barón d'Holbach y la joven ilustradora Marie, quienes ultiman la, hasta entonces, obra definitiva sobre el saber universal, L'Encyclopédie. El "despertar de la pesadilla de la religión y de la incultura, del pesado yugo de la ignorancia", citando a Juan Gómez-Jurado, son los ejes de este thriller protagonizado por figuras esenciales del pensamiento occidental y que contó con una beca a la creación de cómic por parte del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.



Por último, Los doce nacimientos de Miguel Mármol, del ilustrador guipuzcoano Dani Fano, es un fascinante viaje a El Salvador. Como dice Carlos Henríquez Consalvi en su prólogo, Fano "recrea con fidelidad paisajes, identidades y memorias", "metáfora representativa de pueblos resistentes a cíclicos desafíos, pueblos que se levantan con la terquedad del azote", "la intensa vida de Miguel Mármol (es el) hilo conductor que nos lleva en un viaje ilustrado a través de toda la historia salvadoreña del siglo XX, con vasos comunicantes hacia las memorias de toda América Latina".


Malaga Hoy


De la aventura

JAVIER FERNÁNDEZ
30 Enero, 2019



'El tesoro del Cisne Negro'. Paco Roca, Guillermo Corral. Astiberri. 224 páginas. 20 euros.

Obra tras obra, Paco Roca ha edificado una bibliografía impresionante hasta convertirse en uno de los historietistas españoles más laureados por la crítica y apreciados por el público. No creo que necesite presentación, pero por si queda algún despistado por ahí, les recuerdo que Roca es el autor de Arrugas (Premio Nacional del Cómic en 2008, premios al mejor guión y mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona 2008 y Goya al Mejor Guión en 2012, esto último por la película de animación que adapta el libro; El invierno del dibujante (premios al mejor guión y mejor obra en el Salón de Cómic de Barcelona 2011); Memorias de un hombre en pijama (nominada a mejor obra nacional en el Salón de Cómic de Barcelona 2012, primera parte de una trilogía que se completa con Andanzas de un hombre en pijama y Confesiones de un hombre en pijama) y un largo etcétera del que me gustaría destacar otros dos títulos, Los surcos del azar y La casa. Once, nada más y nada menos, son las obras de Roca publicadas por Astiberri, que tiene en el dibujante valenciano uno de sus valores más contrastados.

El tesoro del cisne negro es el fruto más reciente de esta gozosa relación editorial, un álbum de aventuras que, en palabras de Jesús Marchamalo, es "un relato deslumbrante en el que se mezcla la documentación histórica con una trama casi policial y unos escenarios tan minuciosamente recreados que nos traen el recuerdo de los tebeos de Tintín, el regusto de las grandes epopeyas de Salgari o los documentales del capitán Cousteau". Con guión del diplomático y escritor Guillermo Corral, el cómic arranca con el anuncio del descubrimiento en aguas del Atlántico, por parte de una empresa internacional, del mayor tesoro submarino de la historia, lo que da pie a una absorbente intriga con elementos jurídicos y políticos que mantienen al lector pegado a las páginas de principio a fin. La narrativa de Roca tiene esa capacidad, y aquí se luce además con casi una veintena de ilustraciones que demuestran su maestría también en ese campo.

Malaga Hoy


viernes, 1 de febrero de 2019

El olvido de la felicidad


JAVIER FERNÁNDEZ
30 Enero, 2019



'Cómo ser un perfecto infeliz'. The Oatmeal. Astiberri. 48 páginas. 10 euros.

Diseñador y desarrollador de páginas web, Matthew Inman creó en 2009 la web The Oatmeal, que recibe más de cinco millones de visitas al mes y ha enlazado más de 250.000 blogs y web. En cuanto a su faceta gráfica, Inman está influido por Gary Larson, y su bibliografía incluye títulos como Cómo saber si tu gato planea matarte, Mi perro: esa paradoja, Por qué los osos deberían llevar calzoncillos, 5 excelentes razones para sacudirle a un delfín en los morros y Las horribles y maravillosas razones de por qué corro largas distancias, todos ellos en el catálogo de Astiberri. La editorial vasca publica ahora Cómo ser un perfecto infeliz, un librito inspirado por el ensayo de Augusten Burroughs How to Live Unhappily Ever After, en el que el autor propone que nos olvidemos de la felicidad y nos dediquemos a cosas que nos mantenga ocupados y fascinados.


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domingo, 27 de enero de 2019

Vuelta a la fantasía

JAVIER FERNÁNDEZ
23 Enero, 2019

'Wahcommo'. Luis NCT. Astiberri. 216 páginas. 28 euros.

Luis NCT ganó el premio del público en el Salón del Cómic de Barcelona con Sleepers (2012), su primera novela gráfica, y regresa ahora a librerías con Wahcommo, un álbum tan espectacular como ambicioso. Orcos, trasgos, gigantes y espectros se dan cita en esta historia de fantasía en la que una joven (y su escolta) debe viajar al Reino Perdido del Norte para recuperar parte del tesoro de sus antepasados. Con un vertiginoso sentido narrativo y un sobresaliente uso de la paleta de colores, NCT nos propone una fantasía adictiva en la que, en palabras de Albert Monteys, "todos los recursos clásicos de la fantasía están bien servidos: monstruos, viejos guerreros, momentos iniciáticos, ciudades míticas y peripecias trepidantes".


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