lunes, 10 de julio de 2017

SPAIN IS DIFERENT mucho...bastante, de hecho, otra canallada de Gallardo








El Pais, Ideas Nº 112 Domingo 2 de julio de 2017

DIBUJAR PARA HACER MEMORIA

La Guerra Civil se ha convertido en tema recurrente de la novela gráfica nacional, donde muchas veces son los testimonios de sus familiares los que inspiran a los autores

TEXTO_Aitor Marín


'La balada del norte 2' (Zapico)

SI ES USTED DE ESOS a los que les gusta criticar el cine español por estar siempre a vueltas con la Guerra Civil, rebusque en librerías y tiendas especializadas: en el mundo del cómic nacional tiene hoy también motivos de sobra poner el grito en el cielo. Si, por el contrario, es usted más cabal, hallará en esta oferta motivos para, como se decía en tiempos de Roberto Alcázar y Pedrín, solaz y esparcimiento, y también para la reflexión. Nuestra guerra lleva años plasmándose en viñetas de obras tan interesantes como El ala rota o El arte de volar (Norma Editorial), de Altarriba y Kim, o Doctor Uriel (Astiberri), de Sentó. El auge de la novela gráfica ha ampliado los campos temáticos y las batallas ya no se dirimen en el espacio exterior ni entre superhéroes y supervillanos. Es más, gran parte de estos cómics parten de testimonios reales silenciados durante décadas para penetrar en el terreno de la no ficción. "Este es un recurso muy valioso y que confirma que lo que se cuenta son hechos recientes, de los que quedan aún supervivientes. La no ficción es uno de los campos en los que más está creciendo la novela gráfica española y donde más le queda por explorar", explica Fernando Tarancón, editor de Astiberri.

 'El arte de volar' (Kim y Altarriba)

El ala rota nace del descubrimiento por parte de Altarriba de que su madre jamás pudo mover con normalidad su brazo izquierdo. Se dio cuenta cuando ella ya estaba en su lecho de muerte. Le contó entonces que fue porque su padre intentó matarla al nacer, tras morir su madre en el parto. La invisivilidad de las mujeres en la posguerra le permitió disimularlo toda su vida. Gracias a los dibujos de Kim, Petra se ha convertido en un icono. También discreto fue el lanzamiento hace 15 años de Un largo silencio (Astiberri), donde Miguel Gallardo, creador de Makoki, relata en primera persona la vida de su padre, militar republicano, desde su nacimiento hasta que conoció a su esposa. La ola de cómics sobre la Guerra Civil ha traído ahora su reedición. La lista, larga y muy recomendable, incluye, además de a consagrados como Paco Roca (Los surcos del azar, Astiberri) o Alfonso Zapico (La balada del norte, Astiberri), la adaptación al tebeo por parte de José Pablo García de dos obras del historiador Paul Preston, La Guerra Civil española y La muerte de Guernica (Destino), y creaciones más personales como Asylum (Astiberri), de Javier de Isusi, que toca también el tema del exilio. Nuestro cómic goza hoy de una memoria envidiable.



'Un largo silencio' (Gallardo)








'Asylum' (De Isusi)


viernes, 7 de julio de 2017

Cierre de una etapa

JAVIER FERNÁNDEZ
05 Julio, 2017



'Marvel Gold. Los Vengadores Costa Oeste: Relatos para asombrar'. Steve Englehart, Al Milgrom y otros. Panini. 272 páginas. 25 euros.


Termina la recopilación en Marvel Gold de la primera etapa de la colección The West Coast Avengers, debida a los veteranos Steve Englehart y Al Milgrom. El volumen Relatos para asombrar ofrece los números 33 a 41 de The West Coast Avengers, más el tercer anual de la colección, publicados originalmente entre 1988 y 1989, con Mantis, el Espadachín, la Visión y la Bruja Escarlata como invitados. Además de los autores ya citados, en los créditos figuran, entre otros, Tom DeFalco, Ralph Macchio o Mark Gruenwald, que terminan de enhebrar los argumentos que se quedaron inconclusos con la marcha de Englehart, y preparan el terreno para la inminente llegada de un John Byrne dispuesto a ponerlo todo patas arriba.


Malaga Hoy


Crecimiento y avance

La colección Marvel Limited Edition de Panini recupera la serie 'Master of Kung Fu', perdida en el limbo por cuestiones de derechos de autor.

JAVIER FERNÁNDEZ
05 Julio, 2017




'Marvel Limited Edition. Shang Chi: Juegos de engaño y muerte'. Doug Moench, Paul Gulacy y otros. Panini. 520 páginas. 41,50 euros.

Años y años hemos esperado a que Marvel reeditase una de las grandes joyas de su catálogo, la serie Master of Kung Fu, perdida en el limbo por cuestiones de derechos de autor, y la noticia saltó cuando la editorial neoyorkina anunció su recuperación en el formato Omnibus. Los seis tomos de la colección Marvel Limited Edition de Panini que compondrán la versión española son un acontecimiento para los que atesoramos los cómics originales o los viejos y desvencijados tebeos de Vértice y no dudo que asombrarán a los que no han tenido la oportunidad de leerlos hasta ahora. Como escribe Eduardo de Salazar en su introducción: "me provoca sana envidia los que van a disfrutar esta obra completa por primera vez. Pero los que ya las conocemos también estamos de enhorabuena, hemos esperado mucho tiempo (más de treinta años) para que estas historias fueran recuperadas. Ha llegado el momento de disfrutarlas".

Por si alguien no lo sabe, i nació en la década de 1970, reflejo de la moda de las artes marciales en la cultura popular que nos dejó mitos como Bruce Lee o la famosa teleserie de David Carradine. Al hilo de esto, Marvel pobló su universo de judokas y karatekas: Iron Fist, los Hijos del Tigre o, el mejor de todos, Shang Chi, hijo del mismísimo Doctor Fu Manchú del escritor pulp Sax Rohmer (en una imposible mezcla de géneros, tan de su época). A Shang Chi, cuyo nombre significa "el crecimiento y avance de un espíritu", lo crearon Steve Englehart y Jim Starlin en el número 15 de la cabecera Marvel Special Edition (diciembre de 1973), que pronto pasaría a llamarse Master of Kung Fu. De nuevo en palabras de De Salazar: "Shang Chi, hijo de Fu Manchú, fue adiestrado desde la niñez en las artes marciales orientales, con el objetivo de convertirse en la herramienta perfecta que llevaría a cabo los planes de conquista de su malvado padre. Imbuido de una nobleza innata, y considerando a su padre un hombre de paz justo y venerable, el joven afronta su destino hasta que tras asesinar a uno de los viejos enemigos de su padre, el Doctor Petrie, le revelan la naturaleza maligna y las ansias de conquista de su progenitor. A partir de ese momento, aliado de la otrora eterna némesis del malvado doctor oriental, el ya anciano Sin Denis Nayland Smith y su ceñudo y corpulento guardaespaldas Black Jack Tarr, el Maestro del Kung-Fu recorre el mundo desbaratando los diabólicos planes de su padre y enfrentándose a su letal ejército de asesinos Si-Fan".

La premisa argumental ganó enteros con la llegada del guionista definitivo de la serie, Doug Moench, que sumó a la mezcla elementos de las novelas y películas de espías y compuso diversas etapas entre las que brilla con fuerza la dibujada por el gran Paul Gulacy, influido en sus inicios por Steranko. Innovador, sofisticado y absorbente, el Shang Chi de Moench y Gulacy (del que ya vimos algún que otro episodio suelto en el primer tomo de la colección) viene recogido en toda su grandeza en este segundo, Juegos de engaño y muerte, que solo puede calificarse de imprescindible.


Malaga Hoy

El final de una era

JAVIER FERNÁNDEZ
05 Julio, 2017




'Marvel Gold. El asombroso Spiderman: Escaramuza bajo las calles'. Len Wein, Ross Andru y otros. Panini. 696 páginas. 39,95 euros.

Ocho gruesos tomos lleva ya Spiderman en la colección Marvel Gold, ocho tomos que, efectivamente, son oro puro para los aficionados al género de superhéroes. No en vano, recopilan la etapa clásica del personaje, es decir, los tebeos (principalmente de The Amazing Spider-Man) que van desde la propia creación del superhéroe en 1962 hasta el año 1978. En este tiempo, las aventuras del Hombre Araña pasaron por las manos de unos cuantos nombres propios de la historia del cómic: Stan Lee, Steve Ditko, John Romita, John Buscema, Roy Thomas, Gil Kane, Gerry Conway, Ross Andru, Len Wein… Casi nada. Personalmente considero, y es una opinión compartida por la mayoría, que esta larga etapa es, con mucho, la mejor de la historia del personaje (cabría sumarle el periodo realizado por Roger Stern y John Romita Jr., que supieron recuperar el espíritu de los grandes años), pues aquí se definió un estándar de calidad narrativa y visual que rara vez ha vuelto a alcanzarse.

Escaramuza bajo las calles reúne en un solo volumen el final del periodo, los números 151 a 181 de The Amazing Spider-Man (1975-1978), debidos principalmente al guionista Wein y el dibujante Andru, cuyos lápices quedan embellecidos casi todo el tiempo por las tintas de Mike Esposito, así como los Annuals 10 y 11 (1976-77). Esta dinámica y conocidísima etapa se abre con Spiderman arrojando a una chimenea industrial el cadáver de su clon (ya saben que esto daría para mucho en la década de los 90) y se cierra con el enfrentamiento entre el héroe y nada menos que dos Duendes Verdes. Por el camino, asoman el Conmocionador, el Doctor Octopus, Cabeza de Martillo, Kingpin, el Castigador, Rondador Nocturno, Nova, el Hombre Ígneo, el Corredor Cohete y hasta el Spidermóvil. Wein no dio descanso al protagonista, encadenando sin descanso tramas y subtramas, y Andru firmó aquí algunas de las páginas más impactantes de su dilatada carrera, como esa pelea en las alcantarillas o aquella inolvidable caída libre sin paracaídas. En una palabra, memorable.


Malaga Hoy


Revulsivo arácnido

JAVIER FERNÁNDEZ
05 Julio, 2017


'Marvel Saga. Spiderman: Un nuevo día'. Dan Slott, Steve McNiven y otros. Panini. 232 páginas. 19,50 euros.

Con Un nuevo día, comienza la recopilación en la colección Marvel Saga de una de las etapas más apasionantes del pasado reciente del Hombre Araña, la del relanzamiento posterior al polémico Un día más, en el que Mefisto alteraba radicalmente el statu quo del personaje, borrando de un plumazo el matrimonio de Peter y Mary Jane. La decisión fue muy discutida en su momento, pero, a la larga, se ha demostrado que la franquicia arácnida necesitaba un revulsivo así para que el personaje volviera a recuperar una posición central dentro del universo Marvel. Para ello se contó con el editor Stephen Wacker, llegado directamente de la competencia, que coordinaría un conjunto de equipos creativos, con Dan Slott a la cabeza. El tomo reúne los números 546 a 551 de The Amazing Spider-Man (2008) y el one-shot Swing Shift (2007), adelanto de lo que vendría después.


Malaga Hoy

Los caballeros del cielo

Tanguy y Laverdure son los dos pilotos que protagonizan un cómic ambientado en la Guerra Fría. Las historietas fueron llevadas al cine y la TV y en España las editó Bruguera.

GERARDO MACÍAS
05 Julio, 2017




'Tanguy y Laverdure: Integral nº1' Guión: Jean-Michel Charlier. Dibujos: Albert Uderzo. Ponent Mon, 2014.

La serie Tanguy y Laverdure, inspirada en la tira de prensa norteamericana Steve Canyon de Milton Caniff, recopila las aventuras del alférez Michel Tanguy y su compañero, el también alférez Ernest Laverdure, oficiales de las Fuerzas Aéreas Francesas. A los mandos de esta fantástica serie de aviación están el guionista de El teniente Blueberry y anteriormente piloto, Jean-Michel Charlier; y el dibujante de Asterix, el galo, Albert Uderzo. Sin embargo, Uderzo tuvo que abandonar la serie precisamente a causa del éxito de los irreductibles galos, pasando a dibujarla sucesivamente Jijé, Patrice Serres y Coutelis.

Se trataba de ofrecer a los lectores de la revista Pilote una serie en respuesta a Buck Danny, del propio Jean-Michel Charlier y Victor Hubinon, que se publicaba en Le Journal de Spirou; y a Dan Cooper, de Albert Weinberg, que se podía leer en la revista Tintín.

Su publicación se inició en el primer número del mítico semanario francés, el día 29 octubre de 1959, aunque a partir de 1973 continuó publicándose en distintas revistas: Tintín, Super As, Le Pélerin y Moustique Junior. Estas aventuras fueron posteriormente editadas en álbumes por Editions Dargaud.

El sensato, valiente, y honestísimo Michel Tanguy y su inseparable compañero, el chiflado, payaso, excéntrico, y patoso pero entrañable Ernest Laverdure, caracterizado por su enorme verborrea y una mala suerte que le hará interpretar un papel netamente cómico, son dos grandes amigos. Sus caracteres son totalmente opuestos; sin embargo, tienen una cosa en común: ambos son excepcionales pilotos, virtuosos, apasionados, e intrépidos, siempre dispuestos a correr los riesgos más increíbles para defender el honor de sus insignias.

Al finalizar su formación en la Academia Militar del Aire de Salon-de-Provence, son enviados al norte de Marruecos, a Mequinez, para mejorar sus conocimientos en combate en el aire, concretamente, para especializarse en la Escuela de Cazas del Ejército. Al llegar, se les asigna su primera misión: buscar una cabeza de misil que contiene información confidencial.

Más tarde, Tanguy y Laverdure vuelven a Francia, donde inicialmente pilotan un cazabombardero Dassault Super Mystère, para posteriormente integrarse en el Escuadrón de los Cigognes, donde pasan a pilotar un Mirage III.

Ambientada en la época contemporánea a su publicación, es decir en la Guerra Fría, la serie nos muestra el progreso de los dos jóvenes en su carrera en las Fuerzas Aéreas Francesas, donde se verán envueltos en numerosos conflictos bélicos y de espionaje.

Tendrán que enfrentarse a agentes de potencias enemigas desconocidas, aunque con acento ruso o alemán, que tratarán de apoderarse de secretos militares franceses. En cada aventura, persecuciones aéreas y combates contra aviones pilotados por hombres que para evitar delatar su origen, no llevan marcas ni en su ropa interior. Los desiertos de Oriente Medio y los hielos de Groenlandia serán escenarios cuya dureza pondrá a prueba la pericia de Tanguy y Laverdure, quienes, tanto en la tierra como al control de su aeroplano, demuestran un patriotismo intachable.

En España, sus primeras aventuras pudieron leerse en álbumes de la Editorial Molino, en 1965, para pasar en 1967 a Editorial Bruguera.

Su éxito posibilitó que llegaran en formato de teleserie a la televisión francesa. Les Chevaliers du Ciel (1967) pasó poco tiempo después a la pequeña pantalla española, donde se pudo disfrutar en blanco y negro de sus aventuras, traducidas y dobladas bajo el título de Los Caballeros del Cielo. Los actores protagonistas, Jacques Santi y Christian Marin, no podían estar mejor elegidos, pues eran clavados a los personajes del tebeo.

La nostalgia propició que esta teleserie obtuviese un remake en 1988 bajo el título de Les Nouveaux Chevaliers du Ciel, y protagonizado por Christian Vadim (quien fue sustituido por Marc Maury en la segunda temporada) y Thierry Redler.

El recuerdo de estas dos series de televisión motivó que se adaptasen libremente en un largometraje de cine en el año 2005: Les Chevaliers du Ciel fue dirigida por Gérard Pirès y protagonizada por Benoît Magimel y Clovis Cornillac. En España se estrenó con el título de Héroes del cielo.

Malaga Hoy