lunes, 6 de mayo de 2024

Banalizar la violencia

La dibujante y directora de cine francesa Nine Antico compone un relato sobre la dominación machista a partir de la historia real de tres mujeres

Por Álvaro Pons

Página del libro Madonas y putas (Garbuix Books). Nine Antico



La dualidad entre virgen y puta hunde sus raíces en la tradición judeocristiana desde el mito de Eva, como parte casi basal de un esquema heteropatriarcal en el que la mujer debe aceptar unos roles definidos con precisión: madre y esposa santificada al cuidado familiar en el día, prostituta al servicio del deseo marital en la noche. No hay discusión posible cuando la imposición es casi divina, como mucho, puede ser debatido como paradójico origen de complejos masculinos tal y como introdujo Freud para relegar todavía más la figura femenina. Y aunque las olas feministas han atacado directamente a los cimientos de esta dicotomía, lo cierto es que la sociedad ha seguido construyéndose desde esta idea atroz que niega por completo la libertad de elección de la mujer.

Las obras de la Francesa Nine Antico siempre han analizado la relación tejida entre la cultura popular y el papel supuesto para la mujer desde diferentes perspectivas, de la adolescencia al mundo del rock, pero es en Madonnas y putas donde ahonda directamente en la historia para encontrar unas raíces que definen ese comportamiento social. A partir de las historias de tres mujeres en diferentes momentos de la Italia del siglo XX, Antico va componiendo un relato único que apunta directamente a la invisibilización de la mujer a través de la banalización de una violencia aceptada como natural, en el que la historia de Ágata, Lucía y Rosalía va entrocándose con la tradición siciliana, con esa profunda mezcla que la cultura mediterranea establece entre religión y costumbre hasta convertirse en uso social. La persecución por la Mafia o el colaboracionismo durante la Segunda Guerra Mundial diluye sus límites con los usos funerarios de la cripta de los Capuchinos o unos ritos iniciáticos que comparten tanto el fervor votivo como la siniestra Cosa Nostra, con la mujer como objeto, cosificada hasta ser parte sin voluntad de una tradición expuesta. 

Con la mirada en el cine de Antonioni o en la literatura de Malaparte, la autora recrea con su particularísimo estilo la vida de tres mujeres que padecieron por aceptar su sexualidad, por defender una libertad negada de forma tajante que encuentra en ese trazo orgánico y en el vibrante blanco y negro un lugar para expresarse y definirse, mientras unas pequeñas notas de rojo rompen la escena para transformarla en la historia de terror que siempre ha sido para las mujeres. Las tres historias se basan en personajes y hechos reales, pero en manos de la autora van revelando la naturaleza fantasmal que las une, ese relato de dominación machista que no deja opción a la defensa, que excluye a Ágata, Lucía y Rosalía por el simple hecho de tener vagina, que oprime sistemáticamente para conservar el poder sobre la mujer. Recordando a las mujeres que no son más que fantasmas vagando al dictado del deseo masculino.

Ganadora del Gran Premio Artémisia 2024 al mejor cómic creado por una mujer, Madonna y putas trasciende la literalidad del mensaje feminista para ser una obra que supura feminismo en cada línea: no necesita una explicación escrita, sino que la potencia visual del estilo de Antico consigue impregnar cada página con la fuerza de un expresionismo casi poético que arrastra en la lectura hacia conclusiones claras y contundentes, que no precisan de más explicación que constatar la realidad vivida por las mujeres. Antico mantiene la coherencia de toda su obra anterior, uniendo su experiencia como historietista y directora de cine para componer su denuncia más directa y demoledora de una realidad, por desgracia, todavía presente.



Madonas y putas

Nine Antico

Traducción de Regina López Muñoz

Garbuix Books, 2024

144 páginas, 24,95 euros

El Pais. Babelia núm. 1.693. Sábado 4 de Mayo de 2024


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